La Campana (Sevilla).
Este pueblo, perteneciente al partido de Carmona, de la cual dista 23 kilómetros, se encuentra situado en el extremo Noreste de Sevilla, y en íntimo contacto con la provincia de Córdoba. Está situado a una altura de 133 metros sobre el nivel del mar, y tiene como entidades agregadas La Atalaya y El Zapillo.
La Campana, según Hernández Díaz, debió ya de existir en épocas primitivas, pues en diferentes partes de su término se han encontrado restos, incluso de antiguos pobladores. En el sitio llamado El Carrascal, y en otros lugares hacia Palma del Río y en los límites de Carmona, han sido hallados sepulturas y dólmenes, como igualmente un ajuar funerario, que parece ser de la Edad de Bronce.
El origen del pueblo parece ser que se remonta a Juan II, que crea una heredad a favor de Miguel Bartolomé de Bocanegra, en el siglo XV; heredad que fue llevada en dote por una hija del Conde de Arcos, al casarse con Don Martín de Córdoba. En 1599, Doña Juana, Infanta de Castilla, Princesa de Portugal y hermana de Felipe II, vende La Campana, con todo su vecindario, al Marqués de Villanueva del Río, y posteriormente, hasta el siglo XIX, ha figurado como propiedad del Ducado de Alba.
La tradición cuenta que el actual nombre proviene de que los comarcanos eran convocados a culto, alrededor de la ermita de la Virgen del Carmen, al sonido de una campana (Serrano).
Iglesia parroquial de Santa María la Blanca.
Esta iglesia parroquial de Santa María la Blanca, del siglo XVI, situada en la Plaza de los Mártires, figura como de los primitivos barrocos, con adimentos mudéjares, aunque reformada al estilo neoclásico en el siglo XIX. Fue construida bajo la dirección de Antonio de Figueroa.
En su retablo Mayor, obra de Cano, y Ribas, existen dos magníficas esculturas de los apóstoles San Pedro y San Pablo, de los mismos autores, y en la nave del Evangelio, un maravilloso Cristo de la Vera Cruz, obra del clérigo Juan Gómez, en 1616.
Vista lateral de sus torres.
Puerta del Evangelio de la misma iglesia.
Antigua ermita de San Lorenzo.
En la antiguas calle Larga, se encuentra esta iglesia de San Lorenzo, construida en 1784, con fondos de la Hermandad del mismo nombre.
Farmacia de la localidad.
Iglesia convento de San Sebastián.
Esta iglesia convento fue fundada en 1644, y reedificada en 1717, junto a la ermita del Santo y que perteneció a la Provincia de Los Ángeles, de la Orden Franciscana.
Fuentes: Bibliografía y archivo particular. Protegido por derechos de autor.
Siento decirles que en esta ocasión ni he podido pasar por este pueblo a tomar fotografías actuales, ni dispongo en mi archivo de más fotografías que estas tres postales de entre los años 70/80, y que les muestro a continuación.
Cristo de la Vera Cruz, talla del clérigo Juan Gómez, de 1616.
Plaza de los Mártires.
Plaza del Pilar.
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Un hermoso reportaje, Manuel.
ResponderEliminarGracias por compartir
Besitos
Mi padre tenía gran amistad con una familia que residía en esa población. No recuerdo muy bien si este matrimono se mudó al pueblo de Palma del Río. Son historias de hace ya bastantes años.
ResponderEliminarUn abrazo.
Manuel, I really like your blog. It's an interesting lesson in the history and culture of Spain. Speaking of the old photos you post, I really enjoy looking at them. I really regret that there aren't many old photos from my city.
ResponderEliminarManuel, I send you greetings and wish you a good day!
Como siempre genial querido amigo Manuel, un gran reportaje. Un abrazo.
ResponderEliminarLindas imagenes de Sevilla a traves del tiempo. Me gusto mucho verlas. Te mando un beso.
ResponderEliminarOgni volta che mi soffermo sulle tue pagine, rimango stupita per la bellezza e il fascino di questi meravigliosi luoghi di Siviglia.
ResponderEliminarUn caro saluto
La provincia de La Campana es muy alta, Manuel. Farmacia interesante, ventanas con rejas.
ResponderEliminar¡Qué entrada tan hermosa y llena de historia, querido, Manuel! Me ha encantado viajar a través de tus palabras hasta La Campana, un rincón de Sevilla que respira pasado y encanto. La descripción de su origen, desde los restos prehistóricos hasta su vínculo con figuras históricas como Juan II o el Ducado de Alba, es fascinante y hace que uno sienta la profundidad de sus raíces. Y qué decir de la iglesia de Santa María la Blanca, con ese toque barroco y mudéjar que la hace tan especial, y esas esculturas que deben ser una maravilla de contemplar. La anécdota de la campana convocando a los comarcanos me ha robado una sonrisa, ¡es tan poética! Gracias por compartir este pedacito de historia y cultura con tanto cariño y detalle. ¡Espero con ganas tus próximas entradas! Un abrazo grande.
ResponderEliminarManuel, cada nueva entrada tuya es un viaje en el tiempo que nos permite caminar por las calles de La Campana con los ojos del alma. La minuciosidad con la que rescatas cada dato histórico, cada rincón arquitectónico, y cada imagen cargada de memoria, es sencillamente admirable. Como decía Ortega y Gasset: “El arte es la expresión de los más profundos pensamientos por el camino más sencillo.” Y tú, con tu dedicación incansable, haces que ese arte se manifieste en cada palabra y cada fotografía que compartes.
ResponderEliminarLa descripción de la iglesia parroquial de Santa María la Blanca, con sus influencias barrocas y mudéjares, es un ejemplo de cómo logras que el lector no solo vea, sino sienta el peso de la historia. Y esas postales antiguas, aunque escasas en esta ocasión, tienen el poder de evocar más que mil palabras.
Gracias por seguir regalándonos este tesoro de memoria colectiva.
Tu labor es un acto de amor por Sevilla y su gente.
Un fuerte abrazo.
Son unas imágenes muy interesantes y buenas.
ResponderEliminarCuántas cosas bonitas podemos descubrir en Sevilla!!.
Gracias siempre, Manuel.
Un fuerte abrazo.
Cuando hoy oímos que se vendieron pueblos enteros, junto con sus habitantes, nos cuesta imaginarlo.
ResponderEliminarEn cambio, cuando nos maravillamos ante los magníficos edificios construidos en esa época y posteriormente, nos llena de asombro y gratitud.
Gracias por tus comentarios, querido Manuel. Soy un lector ávido.
Te deseo lo mejor.
Estimado Manuel lo primero es darte las gracias por tu comentario y decirte que echo mucho de menos los blogs ya que son un medio precioso para disfrutar de buenos trabajos y se hacen buenos amigos a pesar de no conocernos. Mi madre esta enferma desde hace diez años de demencia y eso hace que necesite mucha atención, por este motivo no tengo tiempo para nada.
ResponderEliminarMe encanta leerte porque los datos y las fotos de tus entradas son maravillosas. Un fuerte abrazo y de nuevo muchisimas gracias.
Un aspecto de no destaqué lo suficiente de tus entradas, como en este caso: hay zonas del Buenos Aires donde vivo que me parece recorrer con tus fotografías... Impecable una vez más como transmites y llegas, Manuel.
ResponderEliminarAbrazo agradecido una vez más.
Que lugar tan mágico y hermoso
ResponderEliminarPaz mi amigo
Isaac
Bonito reportaje, desde luego el Cristo de la Vera Vruz es impresionante, y se conserva bien. Fíjate que no conozco el pueblo, que se llama igual que el lugar emblemático del centro de la ciudad de Sevilla.
ResponderEliminarAbrazos!
Pues no lo conozco amigo Manuel, hay tanto y tanto por aprender que ya no me va a dar tiempo, pero disfruto mucho pasando por tu blog.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Una bonita reseña de esta localidad de curioso nombre. Aunque no si decir, lo mas curioso o impactante, es ese dato histórico en que nos dices que la infanta Juana hermana de Felipe II le vendió al marques de Villanueva del Río la localidad con los habitantes incluidos.
ResponderEliminarSaludos.
Podrías hacer un libro de todas tus entradas en blogger, Manuel. Como siempre, un gran trabajo!
ResponderEliminarUn abrazo.