La Real Venta de Pilín, en Sevilla.
Todo lo que les voy a contar, sucedió en 1918, a raíz de que fue desviado el río hacia el canal, los prados de Tablada quedaron desierto, y los cerrados fueron trasladados a Tabladilla; quedando solamente allí, hasta su muerte, el famoso guarda de Tablada, Curro el Moreno.
Entonces fue cuando sobre el cruce de los caminos donde se agrupaban los carruajes, para ver pasar entre nubes de polvo y relámpagos de luz, la cabalgata del encierro, Pilín el banderillero "labro" una venta en Tablada.
"Angelillo", el hermano de "Pilín", partió las banderillas, se hizo atar las manos con un pañuelo, y puso el par al toro.
Pilín era hermano de Angelillo. Para que ponderara la valentía de éste, se cuenta que el Gordito, que presumía de poner banderilla cortas, al salir un toro de ésos que tienen más de un metro de pitón a pitón, le dijo dándole un par de rehilete:
- ¡Anda, pónselas si quieres lucirte!
Angelillo apoyó los palos en la rodilla y los partió por la mitad. Hizo que le ataran las manos con un pañuelo, y, de poder a poder, le puso el par al toro.
Pilín, que fue matador como su hermano, tuvo dos o tres percances serios y "se volvió a banderillero", hasta que se retiró en 1914. Le fueron tan mal las cosas que se hizo vinatero ambulante, e iba por aquellas calles de Sevilla, detrás de un borriquillo, vendiendo vino, vinagre y aceitunas aliñadas. pero -él mismo lo contó así-, le tenía tal cariño a la dehesa de Tablada, que se iba a vender allí, donde, como es natural, no encontraba mucha parroquia; pero el hombre se amurriaba, si no veía desde los prados el río, el blanco de las casas de Triana, la Torre del Oro y la Giralda, que se recortaban en el cielo de Sevilla. Don Pedro Rodriguez de la Borbolla, político sevillano de mucho influjo, se enteró de las angustias sentimentales del viejo banderillero, y Pilín merced a él, pudo armar el primer tingladillo de la venta. Tenía merecido el descanso, porque empezó a torear a los quince años, para ayudar a su padre, que era blanqueador de oficio, profesión de la cual han salido pocos capitalistas.
La entrada a la Venta de Pilín, enclavada en el camino de Tablada.
Este es "Pilín", el matador de toros, que se volvió a banderillero, y luego puso esta Venta en Tablada.
Se quedó, en definitiva, junto a los cerrados, donde él y su hermano acosaban las vacas y donde, como ellos, habían aprendido a torear nada menos que: Montes, Cuchares, el Tato, Lavi, Bienvenida, Luján, Cuatrodedos, Curro Avilés, el Tortero, Callejilla, Minuto, Faico, el Cuco, Colorín, Carrillo, Algabeño, los hermanos Jarana,los tres Gallo, Parrao, Juan Belmonte, Guerrerito, Capita, Gavira, Tello, Bonarillo, Quinito, Jauqeta, Serranito, Pepete, el Trueno, el Espartero y Emilio, Ricardo y Manolo Bomba. Faltan muchos nombres a la lista que, como esos, eran el orgullo de la torería y que anduvieron por allí, cruzando el río a la luz de la luna y acosando a los toros para lancearlos entre los cardos. La fantasía iluminada y delirante que les llevaba a aquél lugar, aún reanimaban sus llamaradas en Pilín el banderillero, quien decía que todavía se le antojaba que las sombras de algunos de sus viejos amigos vinieran a apoyarse por las noche en los palitroques que quedaban en las empalizadas para mirar hacia los prados que vigilaba Curro el Moreno, cuya casa blanqueaba en la lejanía.
Pilín enseña a una discípula, el manejo del capote de brega.
¿Donde iban a aprender el toreo los aficionados?. En las tientas era casi un privilegio tirar un capotazo o dar unos pases a un becerro, o aguardar a que Miura o cualquiera de los grandes ganaderos hiciera señas a un chaval que, sentado en lo alto de la tapia, la espera con el capote al brazo, para que baje, es siempre problemático. En Sevilla, allá hacia la Trinidad, puso una venta Cara Ancha, de aquella plaza no quedaba, si acaso, más que un portón pintado de almagre, tal vez del arrastradero. Antes, en esa y otras se toreaba a poca costa unos becerros, que en los años veinte salía la broma por cuatro o cinco duros, y el "estreno", de algún modo había que llamarlo, de algún torete voluntarioso, costaba alrededor de veinte.
Cierto que había placitas como la de la Pañoleta, entre Triana y Camas; la de la antigua Venta de Vega, a la salida del paseo de la Palmera; la de la Escuela Taurina de Rosales, en la Ronda de Capuchinos, y alguna más todavía, cuyo nombre escapan a la memoria; pero los aficionados no siempre podían realizar allí los ensayos para sus proezas, y Pilín vino a suplir, en lo posible las satisfacciones de las ilusiones de la torería.
Cabeza disecada de un toro de la ganadería de Lafitte, muerto en Sevilla el 27 de Junio de 1875. Montado sobre la rueda de una bicicleta; su imponente aspecto, tras perder los ojos, servía para que con él, se entrenaran los aficionados, en la Venta de Pilín.
El escenario de Tablada en los años treinta, había cambiado poco, para eso, y sobre el mismo prado donde pastaban la reses de los mejores hierros, se entrenaban entonces todas las mañanas esos aficionados de San Bernardo, Triana, del Arenal y de la Alameda. Detrás del mostrador del despacho de Pilín, estaba, decorándolo como un símbolo, un horrendo retrato al óleo de Belmonte, dando un pase de rodillas. No se sabe que es lo que daba más escalofríos, si el lance, el toro o la pintura, así como también había algunas fotografías de otros tiempos y otros toreros. Para llegar allí hacía falta seguir el camino de la Corta, donde desde el prado se veían Triana y la Ciudad y, río abajo San Juan de Aznalfarache y Gelves. Y para entrar en el recinto había que cruzar un pórtico, donde antes había un famoso letrero, que blanquearon de cal, porque los tiempos no estaban para conmemorar un gazpacho, por muy regia que sea la llaneza de quienes tuvieron la humorada de ir a probarlo en una Venta mirando a Sevilla y a orillas del río.
Un grupo de toreros que decoraba la Venta de Pilín, una página histórica de la torería. En él están de derecha a izquierda, en primer término: "Rerre", "Moreno de Algeciras", "Chicuelo" (padre), "Minuto", Ricardo, "Bombita", "Bonarillo" "Camiseros y el Chato Alonso"; detrás Medina, "Granito de Oro", "Come Arroz", "Céntimos", "Melones", "Picas", "Melilla", "El Rubio de la Macarena", y "Zuritos"; más atrás "Alcántara", "Platilla", "Vela", "Moyano", "Ratoneras" y Manuel Álvarez; y por último "Cepillero" "Macra Chicón", "Campitos", "Pedrillo", "Pilín, "Mellaito", "Esparterito", "Zocato" y "Tano".
Fuentes: Archivo particular.
La Real Venta de Pilín, en la actualidad.
Tras algún intento de expropiación, para convertir este suelo en zona de equipamiento deportivo y educativo, esta histórica "Venta" sigue resistiendo en el mismo lugar donde la labró Pilín hace 105 años, como un oasis dentro de una zona urbana, y que hacen de este lugar un sitio muy agradable para visitar y disfrutar de la rica gastronomía andaluza, donde se incluyen también unos deliciosos guisos caseros y su especialidad, la popular tortilla de patatas, todo servido, en su bello jardín como en su amplio salón donde también se celebran todo tipo de eventos.
Con mi agradecimiento a D. Feliciano y a su hija Rocío -nieto y biznieta de Pilín- y que son quienes regentas este restaurante hoy en día, por sus atenciones y las facilidades que me han dado para poder llevar a cabo el siguiente reportaje.
(Si haces clic sobre las imágenes, las puedes ver ampliadas)
Lo de "Real" le viene, porque en el mes de Abril de 1925, honraron con su presencia a esta "venta", S. M. el Rey D. Alfonso XIII; S. A. I. el Príncipe de Hohemzollern y los Marqueses de Carisbrooke, según consta en el azulejo que acaban de ver, situado a la entrada de la misma.
D. Feliciano, a las puertas de su antigua venta.
Gracias por su visita.
Mais jovem gostei muito de andar a cavalo, de touros e touradas. Hoje continuo a gostar de cavalos mas de touros e touradas já não.
ResponderEliminar.
Um dia feliz ... abraço.
Muchas gracias, Ricardo.
EliminarUn abrazo.
Que historia más bonita la de Pilín con todas las circunstancias que pasaron por su vida, y que estupendo que siga la venta en mano de sus herederos. Un lugar precioso según las fotografías para pasar un excelente rato disfrutando de sus viandas.
ResponderEliminarUn trabajo estupendo el que has elaborado y que me ha encantado leer.
Un abrazo Manuel.
Gracias, amiga Elda.
EliminarUn abrazo.
¡Ay, Manuel!
ResponderEliminarMe has emocionado, mi arma. Conozco la historia de tan emblemático lugar sevillano. Mi abuelo era muy aficionado a los toros, mi padre también, allá iban con frecuencia. De solteros, íbamos nos tomábamos cañas, después casados y los cuatro niños la frecuentábamos, los niños despotricaban y se lo pasaban genial.
Te han dado un valiosísimo documento que la sevillanía tiene que agradecer, a quien te lo prestó y a ti por traernos esta joya histórica, con tanta solera que es para enmarcar. Es muy de agradecer. Como también que siga manteniendo ese legendario y representativo rinconcito con tanta historia. Ojalá sepan mantenerla durante muchos años...
Mi enhorabuena, aplauso y un ¡Olé! Como en de la Maestranza le daban a Pilín, Paco Camino, Diego Puerta y a nuestro Curro, claro.
Besotes
Gracias, amiga Mari Carmen, por tu generoso y amable comentario, y me alegro mucho de que te haya traído bonitos recuerdos. Y quería dejar claro una sola cosa, de que nadie me ha prestado nada para este artículo, toda la información es, de de mi archivo particular, y aunque hablé bastante con D. Feliciano sobre esta Venta y sobre su familia, no he tenido necesidad de utilizar esa información.
EliminarUn beso.
Ah, no lo entendí bien, mis disculpas. Es una joya y me ha gustado mucho. ¡Olé tu menda!
EliminarBesos.
Me ha gustado leer la histori de Pilín, con todas sus adversidades. El lugar es una preciosidad, espero que no lo vendan sus herederos, esos tesoros no deberían de perderse. Un abrazo Manuel. Feliz día
ResponderEliminarGracias, Carmen.
EliminarUn abrazo.
Generas emociones con este relato de la vida, obra y penurias de Pilí, para mí un gran desconocido y que ahora ya no se me olvidará.
ResponderEliminarLa fuerza de tus relatos se ven engrandecidos por el estilo romántico de historiador que ama su tierra y que tú muestras, Manuel. Se hacen muy cortos tus posts y el de hoy, además, entrañable y emocionante.
Gracias.
Un abrazo.
Muchas gracias, Enrique.
EliminarUn abrazo.
Rimango sempre stupita per la bellezza e la particolarità dei tuoi approfonditi articoli.
ResponderEliminarUn caro saluto,silvia
Gracias.
EliminarUn saludo, Silvia.
Una buena historia y, sin duda, un sitio para pasar un rato agradable.
ResponderEliminarAunque, como sabes, no soy aficionada a los toros, me ha resultado muy ameno leerte.
Un reportaje estupendo.
Un abrazo fuerte.
Gracias.
EliminarUn fuerte abrazo, Amalia.
Toda esa historia habla de lo que tiene de antigua la afición al mundo del toro.
ResponderEliminarEs una historia muy bonita, la que nos has contado.
Besos,
Gracias, Antonia.
EliminarBesos.
Me ha gustado esta historia de Pilín que al no ser aficionada a los toros no lo conocía. Si que me gustaría poder comer un día en esta venta sus platos típicos.Saludos
ResponderEliminarGracias, Charo.
EliminarUn saludo.
La casa de Curro el Moreno era muy bonita y hermosa para aquellos tiempos. Tambien me ha gustado mucho la fotografía de todos aquellos taurinos. Si levantaran la cabeza y vieran que ahora van de "capa caída".
ResponderEliminarEn fin, que sea lo que Dios quiera, pero seguro que nuestros descendientes no van a ver una buena corrida de toros.
Un fuerte abrazo.
Gracias.
EliminarUn fuerte abrazo, estimada amiga.
Siempre habrá gente aficionada a los toros.
ResponderEliminarVer torear me gusta, la parte final, cuando se mata al animal, no puedo verla, hace ya mucho que no asisto a ninguna corrida de toros.
La vida de Pilín es interesante y de admirar por su valentía.
Cariños.
Kasioles
Gracias, amiga.
EliminarUn abrazo.
Que maravilloso artículo sobre un lugar tan emblemático de Sevilla.
ResponderEliminarCreo que solo he estado allí un par de veces pero si es muy nombrada y conocida en la ciudad.
Besitos
Gracias, Isabel.
EliminarBesitos.
Hola Manuel como siempre una gran historia y que difícil la vida. Muchas gracias. Abrazos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Lola.
EliminarUn abrazo.
Manuel, my friend the story you posted is very moving.
ResponderEliminarSuch words come to mind: "It’s necessary for us to always go up, although more than once life is plagued, and when it finally comes to fall, it’s only to fall on top".
Unfortunately, there are few people who have all life happy, it’s said, "strewn with roses"....
Manuel I thank you for this story and I salute you!
Gracias, Anna.
EliminarUn abrazo.
Es bueno conocer la historia. Perop a mi no me gusta la tauro magia, Te mando un beso.
ResponderEliminarMuchas gracias, Judit.
EliminarUn beso.
Emocionante historia de Pilín, su afición y su casa convertida en un restaurante importante para la gastronomía de la región. Toda la historia que cuentas de los entrenamientos que hacían los muchachos con becerros y los sobrenombres extravagantes que se ponían los chiquillos, hace mucha gracia. No soy partidaria de sacrificar animales, y creo, no soportaría ver y peor gozar en una corrida de toros. Pero esta entrevista que has tenido con la familia de Pilín, la he apreciado mucho. Mis felicitaciones Manuel, la investigación y cultura de los pueblos, te hace grande. Abrazo y pasa excelente jueves.
ResponderEliminarGracias, Ceciely.
EliminarUn abrazo.
I don't know much about bullfighting, but your story's a good one, and bullfighting is an integral part of spanish culture and history - so your post is both interesting and important, Manuel!
ResponderEliminarGracias, Duta.
EliminarSaludos.
Un lugar con una gran historia detras y como nos cuentas pasaron de lo mas granado del toreo. Creo es un lugar que visitar aunque no se sea muy taurino, también para degustar de la cocina tradicional sevillana bien en el interior o en esos bellos jardines.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias, Tomás.
EliminarUn saludo.
Un artículo-reportaje muy torero y para salir por la puerta grande je, je. La historia de los banderilleros siempre suelen guardar los sueños de un matador que fue o no pudo ser. La historia de la venta me ha cautivado así como sus fotografías actuales. Ojalá resista y un servidor pueda probar esas ricas viandas que mencionas.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Manuel.
Gracias, Miguel.
EliminarUn fuerte abrazo.
¡Que maravilla de reportaje, Manuel!
ResponderEliminarCon Pilin, como protagonista de una aventura de unos tiempos duros, que marcaron una época.
Un lugar emblemático, donde se reunían los aprendices del toreo, y que se mantiene en el tiempo, gracias a D. Feliciano y su hija, Rocio.
Has rescatado un trocito de historia.
Gracias.
Gracias, Maripaz.
EliminarUn fuerte abrazo.
Manuel como siempre super interesante para todos los que leemos y seguimos tus post, gracias a tus escrito podemos conocer una Andalucía profunda llena de historia y personajes como Pilín, en mi próxima visita a Sevilla no puedo dejar de visitar tan emblemático lugar sevillano. Un gran abrazo amigo
ResponderEliminarMuchas gracias, amiga Enca.
EliminarUn fuerte abrazo.
Tus reportajes siempre son muy interesantes. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias, teresa.
EliminarUn abrazo.
No soy amante de los toros, pero tu historia y fotos están muy lindas
ResponderEliminarPaz
Isaac
Gracias, Isaac.
EliminarUn abrazo.
Un gusto saludarte amigo. Saludos desde Chile
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias, Eugenia.
EliminarUn abrazo.
Amigo, Manuel, la memoria seguirá viva mientras la alentemos. Tú sabes cuidarla y transmitirla. Gracias por mimarla. Un gran abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias.
EliminarUn fuerte abrazo, María José.
Un buen documento de la vida vivida en esas circunstancias, que tiene su tradición sin dudas y se reconoce el aporte a la historia de los que trabajaron duro para sostenerse en la vida.
ResponderEliminarMejor si eso se conserva y se respeta.
Abrazo,
Muchas gracias.
EliminarUn abrazo, Meulen.
Perdona la demora en venir a alerte, amigo, pero aquí estoy para desasnarme una vez más, aunque no soy muy de las corridas, pero sí respetuoso de las tradiciones y de tu impecable dedicado trabajo una vez más...
ResponderEliminarAbrazo más que agradecido hasta allá.
Amigo, Carlos, de perdones nada si no todo lo contrario muy agradecido siempre por tu visita.
EliminarUn abrazo.
Otro gran relato de la historia de tus pagos en el que, una vez más, se nota el amor conque lo llevas a cabo.
ResponderEliminarMe quedo con toda la última parte...no me van, ya te lo he dicho, eso de los toreros y las corridas.
¡Quiero ir a disfrutar en esos bellos jardines de la rica gastronomía andaluza!
Hermosas fotos.
Abrazo va ¡feliz domingo amigo Manuel!
Gracias, Lucía.
EliminarUn fuerte abrazo.
Muito interessante.
ResponderEliminarUm abraço e boa semana.
Andarilhar
Dedais de Francisco e Idalisa
Livros-Autografados
Gracias, Francisco.
EliminarAbrazos.
Hola Manuel... Como siempre interesante relato de la historia de esta venta.... Feliz semana
ResponderEliminarMuchas gracias.
EliminarUn abrazo, Ana.
Muy interesante y como siempre magistral amigo Manuel, tema taurino y de ese lugar tan emblemático, tan especial, todo lo leo y sigo con gran respeto y admiración por tu labor pero este tema en concreto a alguien que nació y vive en la tierra que el toro mató a Manolete, tierra de buenos toreros me ha llamado mucho la atención.
ResponderEliminarFeliz semana.
Un fuerte abrazo.
Gracias.
EliminarUn fuerte abrazo, amigo.
Interesante la vida de Lilín, disculpa mi ignorancia no tenía conocimiento de el y tampoco de su hermano, si que conozco algunos nombres de otros toreros que nombras. Las fotos de la venta me han encantado. Felicidades por tan buen trabajo.
ResponderEliminarAbrazos.
Gracias, Conchi.
EliminarUn abrazo.
La Venta de Pilín guarda la historia del dueño celosamente a pesar del paso de los años. Creo que es imprescindible leer algo sobre su vida para llegar a entender el lugar.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias, Carmen.
EliminarUn saludo.
Aunque no soy taurino, reconozco Manuel, que el toreo es un arte y un mundo aparte. Una gran historia la que nos cuentas, con todo lujo de datos, como siempre.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo :)
Gracias, Gumer.
EliminarUn fuerte abrazo.
Leyendo tu crónica sobre La real Venta de Pilín, uno entiende por qué el toreo hace parte de la linfa histórica de España. Es una cultura. Y que bien que se haya mantenido este espacio para el recuerdo y el solaz. La fotos, estupendas como imágenes de una crónica muy completa. Me hace recordar mis escarceos periodísticos.un abrazo.Carlos
ResponderEliminarGracias, Carlos.
EliminarUn abrazo.
Querido amigo, Manoel!
ResponderEliminarLer- te, é viajar no tempo, é uma aula de História que gosto de ler cada vez mais.
Uma grande história a de Pilín e lugares muito bonitos que nos mostra nas palavras e fotos.
A única coisa que não gosto é tourada, tenho dó dos animais.
Amigo, obrigada pela mensagem em minha página.
Continuação de uma boa semana.
Um abraço.
Muchas gracias, Fátima.
EliminarUn abrazo.
Estimado amigo Manuel, esta vez entramos tarde, la faena como dicen se amontona.
ResponderEliminarUn espléndido post el que nos dejas, si todos son buenos este me encanta. Menuda imagen nos dejas y cuanto de arte acumulado en esa instantánea antigua, nada más y nada menos que, Chicuelo (padre), Bombita estos son los que me suenan, aunque creo hay otros grandes, pero por los nombres ahora mismo no lo sé. Seguro que mi padre como grandísimo aficionado que era conocería a casi todos. Y qué buena historia la de Pilin y de ese emblemático local.
Gracias por mostrarnos siempre tanta belleza, amigo mío. Siempre un placer leerte.
Un gran abrazo Manuel y feliz resto de semana.
Muchas gracias, amigo Juan.
EliminarUn fuerte abrazo.
Me ha gustado leer la historia de Pilín, la verdad es que no la conocía y acompañada de estas bonitas fotografías mas todavía. A ver si algún día puedo visitar esa venta y degustar tan ricos platos. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Vicensi.
EliminarUn abrazo.
Me ha encantado el relato Manuel, me he quedado con ganas de más... creo que he visto algún reportaje en TV imagino que sería para celebrar algún aniversario.
ResponderEliminarTodo un logro que se mantenga en pie y por la misma familia de su fundador "Pilín" todo un personaje de la época.
Gracias por lo bien que trabajas cada tema
BESOS
Me olvidaba. ..☺️ puedes pasar por el blog, hemos publicado el Reto y podrás ver Distintos tipos de letras.
Muchas gracias, María José, y de inmediato paso a ver esas letras.
EliminarUn beso.
Manuel, Una historia muy interesante del torero Pilin y lo que hizo en su vejez. Nunca he visto corridas de toros pero he leído mucho y visto películas. Gracias por la historia.
ResponderEliminarGracias, amiga Nadezda, y es normal que un país tan lejano no hayas nunca visto una corrida.
EliminarUn abrazo.
Meu amigo, Manoel!
ResponderEliminarPassando para desejar-lhe um excelente fim de semana, com saúde, paz e muitas alegrias.
Obrigada pela visita e comentário.
Um abraço, amigo.
Muchas gracias, Fátima.
EliminarUn abrazo.