La epidemia de la fiebre amarilla, de 1800, en Gerena (Sevilla).
"El triunfo de la muerte". Óleo del pintor flamenco Pieter Brueghel el Viejo, de 1562. Colección del Museo del Prado.
Sevilla, durante los siglos XV y XVI además de ser puerta y puerto de Indias, fue el epicentro del comercio marítimo con América al que llegaban y partían centenares de personas, llegando a convertirse en el principal foco de epidemias y pestes, debido a la deficiente salubridad de sus calles y al escaso conocimiento médico que existía en esa época.
Pero no fue hasta principios del siglo XIX cuando el incremento de las comunicaciones comerciales con países que padecían enfermedades endémicas trajo consigo un mayor número de epidemias y de enfermedades desconocidas hasta entonces en Europa.
En el año 1800, a través del puerto de Cádiz dio comienzo el foco de infección de la fiebre amarilla. también llamada vómito negro, a donde llegó traída probablemente por pasajeros de barcos que allí anclaron, y que pronto se extendió por Cádiz y Málaga donde tuvo grandes consecuencias y afectó a todos los segmentos de la población.
Teniendo en cuenta, y según datos oficiales, que casi un veinte por ciento de la población de Cádiz huyó de la ciudad, la difusión de los contagios fue rapidísima, precisa y mortal, y a los pocos días se produce el primer foco en el barrio de Triana, de Sevilla, propagándose rápidamente al barrio de los Humeros. De inmediato las autoridades dispusieron el cierre de la mayoría de las puertas de la ciudad, y se crearon Juntas de Sanidad con el fin de evitar la propagación, tomando las primeras medidas higiénicas preventivas enfocadas a restricciones de movilidad, confinamientos, aislamientos para los enfermos, suspensión de reuniones, etc., muy parecidas a las que se toman en la actualidad con la única diferencia de que hoy en día lo hacemos también con medicinas y vacunas cosas que entonces no sabían
A continuación tres detalles del óleo que les he puesto de cabecera, y que como irán viendo, no dejan indiferente a nadie.
Llegaron los primeros contagios de la "fiebre amarilla" a Gerena, en el mes de Septiembre de 1800.
Tras la lectura de los registros de difuntos y notas sobre esta epidemia que aparecen en los libros del archivo parroquial, y gracias al señor Cura párroco de la época, D. Pascual de Puimayón, que de forma concisa, pero, muy clara y detallada puso en todas sus anotaciones, hoy, podemos saber que hubo durante esta epidemia, dos tipos de entierros claramente diferenciados.
- El primero, es un cementerio que puede tener su raíz en la "Peste" africana, conocida vulgarmente como la "Gran Peste de Sevilla", de 1649, que causó tantos muertos que en las iglesias se quedaron sin espacio en los pavimentos para enterrar a tantos cadáveres que iban llegando, por lo que se empezaron a enterrar en las paredes interiores de las mismas y en sus porches por tratarse también de tierra Sagrada; teniendo siempre en cuenta que hasta mediados del siglo XIX, no existían cementerios tal como los conocemos hoy en día.
Durante la epidemia de 1800, este de Gerena que hoy nos ocupa, fue el lugar, donde más cadáveres se enterraron, la mayoría de ellos de gente menesterosa y pobres de solemnidad, como así los describe en algunos casos don Pascual. Este cementerio, se encuentra situado en los porches Sur y Oeste de la iglesia parroquial, en los espacios exteriores existentes entre la reja perimetral y las fachadas de las puertas de la Epístola y la del Perdón (1). Todos los allí enterrados recibieron sepultura por cuenta de la Iglesia, aunque no a todos ellos se les hizo funeral, ya que por miedo al contagio hubo personas que amparados en la oscuridad y soledad de la noche, depositaron en la fosa a sus familiares fallecidos, por lo que podemos considerar que hubo también quienes utilizaron dicho cementerio, como si de una fosa común se tratase.
Detalle.
(1) Según documento que he hallado en el Archivo Histórico del Palacio Arzobispal de Sevilla, en Febrero de 1760, visita Gerena el notario D. Pedro de Silva, Maestro Mayor de fábricas de Iglesias, de la ciudad de Sevilla y sus Arzobispados, a petición del mayordomo y del cura párroco de la villa, D. Diego de Frías Barrios, para unas reparaciones de las que la iglesia estaba necesitada.
En el apartado donde se habla sobre este lugar, se dice literalmente lo siguiente:
.../... también se necesita solar de nuevo de ladrillo de la tierra, raspado y revocado todo el porche donde hay cuerpos desde la Puerta del Sol (Puerta de la Epístola, frente a la Casa Palacio) hasta las dos gradas que bajan desde la puerta principal, las cuales se remendarán, sentando (sic) en el, faltan dos mil ladrillos nuevos en la misma forma de el antedicho. Como así mismo se dejarán reconstruidos todos los antepechos y asientos que hay en los dichos porches, de lo maltratado, que tienen, dejándolo todo rematado, como les corresponde."
La puerta de Santa María, del lado de la Epístola, conocida por el vulgo en el siglo XVIII, como "Puerta del Sol".
Porche de la Nave de la Epístola. Bajo su pavimento se encuentra el referido cementerio.
Curva que une los dos porches.Puerta principal o del Perdón, y gradas.
Porche de la puerta principal. Bajo su pavimento se encuentra también el referido cementerio.- El segundo, es un cementerio que ha existido desde tiempo inmemorial, y que se halla en el interior de esta iglesia nada más entrar por la puerta principal del Perdón, cuyo pavimento seguramente estaría compuesto de soleria y lápidas funerarias de beneficiados de la iglesia y de familias que tenían en él sepulturas propias, como era muy común en muchísimas iglesias y catedrales de todo el país. (2). También, hoy podemos saber por la documentación que he encontrado, de que en este cementerio se enterraron en el siglo XVIII, algunos beneficiados de la iglesia, como: dos curas y varios frailes del desaparecido convento de Franciscanos Recoletos, que había en esta villa, y del que ya les hablaré en otra ocasión. Del primer tercio del siglo XIX, hay apuntes de que recibieron allí sepultura un vicario, además de algunos benefactores de la iglesia, entre los que aparece un apellido ilustre de esta población, del que me reservo sus datos para una próxima publicación. También fueron enterrados en este cementerio, los 28 párvulos y los 8 niños fallecidos por el contagio durante esta epidemia de 1800.
Dos curiosidades:
- Aparece también registrada la muerte por contagio de "doña Isabel de Budan, viuda de Manuel de Puimayon (mismo apellido que el del cura párroco), capitán que fue de una de las Compañías del Regimiento de Caballería de Extremadura. Pobre de solemnidad, se celebró funeral que tocó a la fábrica, y se enterró en el cementerio de la iglesia, el 27 de Octubre de 1800."
-Y el segundo, es de un fraile recoleto de la Orden Franciscana, que lo he elegido entre otros allí enterrados, porque creo que puede ser por el apellido y los datos de su hermano, un antepasado lejano de mi familia, y de quien dice el colector de la parroquia de Gerena, lo siguiente: "...que da fe de que fue enterrado en esta iglesia el 22 de Diciembre de 1752, el cuerpo difunto de Juan Cabello, amortajado con el hábito de Nuestro Padre San Francisco y que testó ante Gabriel Francisco Jiménez, escribano público de esta villa, y dejó el número de Misas a la voluntad de su albacea y heredero que lo es, su hermano Bartolomé Cabello, vecino de Triana, arrabal de la ciudad de Sevilla y que vive en la Alcantarilla de los Ciegos que está en la calle de Castilla. Tocó a la fábrica 32 reales de vellón.
Y algo más abajo de la firma del Sr. Cura colector, hay una nota del mismo, que dice: "El albacea no ha aparecido, ni aparecerá"...
Y ya para terminar, les pongo, otros dos ejemplos de dos personas que fallecieron en el mismo día, muy a principios de la epidemia, con información muy interesante, y que me han ido sirviendo para hilvanar esta historia, y, para hacer una pequeña estadística de fallecidos que más adelante les mostraré:
- ...Doy fe que en el día 5 de Octubre de 1800, se enterró en el porche de esta Santa Iglesia el cuerpo difunto de Miguel De Vega, marido que fue de Bernarda Gómez, no testó por no darle lugar el contagio; tuvo funeral que le tocó a la fábrica (iglesia).
- ...Doy fe que en el día 5 de Octubre de 1800, se enterró en la parroquia de esta villa de Gerena, un párvulo, hijo de Juan Venegas y de Agustina Ponce, por tener sepultura propia. Tocó a la fábrica 2,5 reales.
Detalle.
(2) En el mismo documento de 1760, aparece otra curiosa anotación sobre reparar en esta ocasión el pavimento de la iglesia, y en él nos dice el Sr. notario, literalmente, lo siguiente:
.../... del dicho pavimento de la iglesia, de la cual no se hace mención en este escrito, por corresponder lo menesteroso de ella a su patrono (protector) que es, el Conde de Gerena, y porque la reparación que se necesita es de muy corta consideración, amás también lo es, de la media naranja de la Capilla mayor de dicha iglesia; y él vio la que tiene la hermandad de N. Sª. del Rosario en la capilla que hay en la nave del Evangelio... y todo lo demás, si es, y pertenece a la fábrica.
Estadística e incidencias de la fiebre amarilla, en Gerena.
Según una nota que aparece en uno de los libros, se dice: de que no hay registro de fallecidos en los mismos, de un periodo de tres meses, sin explicar el porqué; esto, nos lleva a la conclusión de que el número total de muertos, en lugar de 164, que son los que aparecen registrados, y los que yo he utilizado en la siguiente estadística, debió de ser muy superior; y, si sacamos un promedio, tomando como referencia el número de muertos por el contagio de los meses anterior y posterior de ese vacío documental, se incrementaría el total, en 42 personas más, lo que haría una cifra estimado de 206 fallecidos, y que supondría el 13,14% del censo de esta villa; una cifra altísima que diezmó la población total de Gerena, a 1366 habitantes, en 1801, según estadística de P. Madoz,
Según datos de la Web, en Cádiz fallecieron 7387 personas, un 10,33% de su censo, y en Sevilla enfermó el 95% de su población y se cobró esta epidemia 16685 vidas, aproximadamente un 20,45% de su censo.
Total de fallecidos documentados, 164.
Párvulos... Fallecieron 28 almas.
Niños y niñas de entre 4 y 11 años... Fallecieron 8.
Mujeres adultas... Fallecieron 67.
- Primeros apellidos entre mujeres y niñas, que más vidas se perdieron por el contagio:
Delgado, (7).
De Vega, (5).
Leal, (3).
García, (3).
Acuña, (3)
Navarro, (3).
Márquez, Ponce, Ruiz y Baraona, (2) cada uno. El resto, 1.
Hombres adultos... Fallecieron 61.
- Primeros apellidos entre hombre y niños, que más vidas se perdieron por el contagio:
Leal, (9).
Gómez, (6).
De Vega, (5).
Martínez, (4).
Pereira, (3).
Carmona, Vázquez, Suárez, López y Nuñez (2) cada uno. El resto 1.
- El número de personas enterradas durante esta epidemia, en el cementerio situado en los porches exteriores de la iglesia, fueron un total de 87 ( 53%); y las 77 personas restantes (47%), fueron enterrados en el cementerio interior de la misma.
Fuentes: Archivos Históricos y archivo particular.
Si deseas ver otros temas relacionados con el pueblo de Gerena, por favor, haz clic: AQUÍ.
Pinturas e fotos deslumbrantes. O meu elogio e aplauso. Grato pela partilha.
ResponderEliminar.
Um domingo feliz.
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Pensamentos e devaneios poéticos
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Muchas gracias.
EliminarUn abrazo, Ricardo.
Such difficult and frightening times. Thank you for this account.
ResponderEliminarMuchas gracias, amiga.
EliminarUn abrazo.
Excelente trabajo, Manuel.
ResponderEliminarLas epidemias, pandemias, etc, son recurrentes en la historia de la humanidad y España se ha llevado la palma en varias ocasiones. La fiebre amarilla como bien explicas hizo estragos y está muy bien como documento focalizarlo en un municipio para así humanizar este tipo de epidemias. Las pinturas de hoy son antológicas y la actualidad de Gerena se agradece mucho. Un bonito y señorial municipio sevillano.
Un fuerte abrazo y feliz domingo.
Muchas gracias, Miguel.
EliminarUn fuerte abrazo.
A través del tiempo, ha habido muchas epidemias y murieron gran cantidad de personas. La última de ellas, ha sido la del corona virus y que nos ha tenido bastante tiempo encerrados en casa.
ResponderEliminarFeliz domingo de descanso
Gracias, Antonia.
EliminarUn abrazo.
Esas pandemias eran mortales y se debían propagar rápidamente, sin vacunas ni condiciones mínimas de higiene. Me imagino que en Sevilla en esa época, puerta de entrada del comercio, debía ser habitual contagiarse con todo tipo de enfermedades. Conozco bien Gerena, gracias por los datos.
ResponderEliminarAbrazos.
Muchas gracias, amigo.
EliminarAbrazos.
Muy bien documentada la entrada. Me ha gustado y es muy interesante lo que nos cuentas. Abrazos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Teresa.
EliminarUn abrazo.
Manuel, la interesante crónica sobre esta epidemia deja en claro que, pestes siempre las ha habido y con saldos fatales, pues los virus son imprevisibles, a no ser que cuando se especula, sean producto de laboratorios. Bueno, y para ilustrar que bueno traer la obra del pintor flamenco Pieter Brueghel el Viejo, que sobrecoge al veedor de su obra con una pintura espeluznante, con la muerte en su majestad letal, para erigirse en lo que el título de la obra declara: "Triunfo de la muerte". Qué buen notario de la historia eres que, hasta en tus indagaciones, rescuperas el nombre de un posible familiar que fue azotado por esta epidemia en Gerena. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarGracias, amigo Carlos.
EliminarUn abrazo.
En aquella época, las ciudades eran un foco de propagación muy rápido y letal.
ResponderEliminarUn post muy bien documentado, en el que nos das una crónica de lo que fue una pandemia de la época.
El cuadro es sobrecogedor.
Un abrazo, Manuel.
Muchas gracias.
EliminarUn abrazo, Alfred.
Una descripción tan detallada de los hechos que cuentas te ha tenido que dar mucho trabajo, te felicito.La pintura me ha impactado mucho.Saludos
ResponderEliminarGracias, Charo.
EliminarUn saludo.
Molto interessante questo articolo corredato di dipinti e foto meravigliose
ResponderEliminarGracias, Silvia.
EliminarUn saludo.
Da mucha pena lo que paso es bueno recordar la historia. Te mando un beso.
ResponderEliminarGracias, Judit.
EliminarOtro beso va.
Trágicos sucesos que diezmaron poblaciones expuestas a enfermedades deconocidas y ante las que nada podían hacer. Hoy mismo tenemos ejemplos recientes de cuán vulnerables somos.
ResponderEliminarUn magnífico trabajo el que nos regalas estimado amigo, y como siempre, un placer leerte.
Un abrazo.
Muchas gracias, Jorge.
EliminarUn abrazo.
Bella descrizione e foto.Buona giornata.
ResponderEliminarGracias, Olga.
Eliminarsaludos.
Qué terrible suceso estás describiendo hoy, Manuel. Murió tanta gente y la enfermedad se propagó muy rápidamente. Hermosas fotos de la terraza de la puerta principal. Gracias por la info.
ResponderEliminarMuchas gracias.
EliminarUn abrazo Nadezda.
impresionante , preciso , historico y cautivador documento Miguel de tan bello post sobre -El triunfo de
ResponderEliminarla muerte -- de Peter Brughel , yo lo compre dentro del Prado en dos formas una de tamaño mayor que
otra y así tenerlo siempre presente cuando acudo a mis rincones de paz es un honor haber leido tan deta-
llado documento Miguel , enhorabuena , mis saludos y un fuerte abrazo , tu amigo . jr.
Gracias, José Ramón.
EliminarUn fuerte abrazo.
por mucho que nos evademos ,ella estará allí Manuel para arriar llevar y juntos
ResponderEliminarGracias, amigo José Ramón, jeje, veo que te acabas de dar cuenta de que me has cambiado el nombre.
EliminarOtro abrazo va.
Sin duda, impresionante.
ResponderEliminarUn importante documento sobre un triste hecho. Después de lo que hemos vivido, me hago cargo de lo difícil y terrible que debió de ser.
Excelente tu información.
Un abrazo fuerte. Feliz semana.
Muchas gracias, Amalia.
EliminarUn fuerte abrazo.
Manuel, you have written a very interesting text.
ResponderEliminarIn my opinion, your words are thought-provoking. They speak not only of tragic times in the history of your country, but draw attention to the importance of life and health....
Manuel, I probably won't be original, but they remind me of the time of the Covid19 pandemic.
Manuel, I send my regards from Poland!
Muchas gracias, Ana.
EliminarUn abrazo.
Gran trabajo, Manuel. Tras los todavía recientes sucesos por los que la humanidad tuvo que atravesar no te niego que inquieta pensar que algo así pudiera volver a pasar...
ResponderEliminarAbrazo hasta vos, amigo. (Aprovecho para contarte que estoy yéndome de viaje hasta los primeros días de octubre. Extrañaré leer tus informes. Será hasta la vuelta)
Gracias, Carlos, y a disfrutar de esas seguro que merecidas vacaciones.
EliminarUn fuerte abrazo.
La vida de antaño cuan cruenta fue y ahora en tantos lugrares parece lo mismo...al menos hay como defenderse mejor...pero es tanto lo que se desconoce que esto se puede repetir ...
ResponderEliminarUna pintura durísima , pero que ilustra muy bien la fragilidad del ser humano.
Te dejo un abrazo.
Muchas gracias, amiga Meulen.
EliminarUn abrazo.
Hola Manuel, por aquí ando ya desde el domingo.
ResponderEliminarUn reportaje exhaustivo el que haces sobre la documentación que tienes de la época y de las consecuencias de la fiebre amarilla. Vivir en esa época debía de ser terrible para luchar con todo lo que se presentara referente a la salud, y más cuando era una epidemia como en este caso que nos cuentas.
Que curioso lo que cuenta de un posible familiar.
Las fotografías de los detalles de la pintura, muy locuaces.
Un placer la lectura Manuel.
Te dejo un cálido abrazo.
Muchas gracias.
EliminarUn abrazo, estimada amiga.
Las epidemias han sido recurrentes a lo largo de la historia y la gente tenía otra conciencia de la fugacidad de la existencia.
ResponderEliminarUn post maravilloso que he disfrutado leyendo por lo bien documentado y explicado que está todo, amigo.
Besitos
Muchas gracias, Isabel.
EliminarBesitos van.
Sevilla siempre ha sufrido los embates de las pestes y epidemias por ser la entrada y la salida hacia el Nuevo Mundo, Puerto de las Américas y también, si me apuras, hacia África. Cada cierto tiempo, la enfermedad hacía estragos entre una población que no entendía que Dios pudiera castigarles de esa manera. Quizá era su tendencia hacia el pecado.
ResponderEliminarUn saludo
Muchas gracias, Carmen.
EliminarUn saludo.
Que casualidad que 220 años antes las autoridades sevillanas adoptasen las mismas medidas que hace tan poco tiempo con mas conocimientos de medicina se adoptaron. En aquellos tiempos no podían protestar por derechos como el de reunión, como ha ocurrido ahora. Por cierto con esas medidas creo me guardaron un derecho mas fundamental como es la Salud.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias, Tomás.
EliminarSaludos.
Muy bien documentadas e impresionantes fotos y cuadros, en todos los tiempos surgen las catástrofes, epidemias y acontecimientos que asolan nuestro mundo, nuestro entorno, que cambien en cierto modo nuestra vida.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Muchas gracias.
EliminarUn fuerte abrazo, José Antonio.
A quei tempi non c'erano nè igiene nè medicine. Le malattie correvano e si propagavano facilmente. Tempi difficili, si moriva ben presto !!Molto belli sia i dipinti, che le foto !! Un caro saluto.
ResponderEliminarGracias, amiga Mirtillo.
EliminarUn saludo.
Tiene que ser terrible cuando se desencadena una pandemia así sin medios para atajarla.
ResponderEliminarNos lo describes muy bien con esta documentación e investigación exhaustiva y el óleo que nos muestras no me deja indiferente.
Un fuerte abrazo Manuel y cuídate mucho.
Muchas gracias, Ángela.
EliminarUn fuerte abrazo.
Excelente trabajo Manuel de una triste realidad.
ResponderEliminarMagníficas pinturas que muestran la crueldad de la misma.
Preciosas las fotos.
En Argentina también fue desbastadora. Sucedió la primera en 1852, siendo la que más muertes causó la que sucedió en 1871
Hay que tener claro que no estamos exentos de nuevas pandemias, de hecho aún está dando vueltas, felizmente ya sin causar estragos, el corona virus.
Fuerte abrazo
Gracias, Lu.
EliminarUn abrazo.
Muy bien relatada la historia y tus fotos muy a propósito
ResponderEliminarTe felicito
Isaac
Muchas gracias, Isaac.
EliminarUn saludo.
Hola, Manuel!
ResponderEliminarEstupendo trabalho. Relatas o acontecimento con mucha verdade e pormenorizadamente.
A febre amarela matou muchas personas, devido ao contágio, pienso yo.
Preciosas las fotos y las pinturas.
No sé se en Portugal existiu ou não febre amarela.
Abrazos y buena semana.
Muchas gracias.
EliminarUn abrazo, Cielo.
Espectacular todo lo que nos cuentas en tu post. Buen trabajo de recopilación.
ResponderEliminarAbrazote utópico.-
Muchas gracias, amiga Irma.
EliminarUn abrazo.
Hola! He mirado un blog que había en otro blog, y así muchas veces hasta que he llegado aquí. Me encanta tu blog, ya me he hecho seguidora. Yo tengo un blog muy nuevo sobre libros de editoriales pequeñitas https://granlibroeditorialchiquita.blogspot.com/ Todavía no me ha dado tiempo a subir mucho contenido pero prometo poner cosas muyyyy chulas. Y suelo comentar casi todas las entradas de mis seguidores. Así que si te animas, ya sabes dónde estoy. Un beso.
ResponderEliminarMuchas gracias y pasaré a visitarte, ya que me encanta todo lo relacionado con el fomento de la lectura.
EliminarOtro beso va.
Querido Manuel :
ResponderEliminarComo de costumbre te luces cual mas con esta reseña de la epidemia de la fiebre amarilla de 1800, en Gerena , que tanto dolor y muerte entonces ocasiono.
Gran abrazo!!
Muchas gracias, Ricardo.
EliminarUn abrazo.
Gracias por una información tan interesante, Manuel.
ResponderEliminarUn abrazo.
Las gracias a ti siempre.
EliminarUn abrazos, amigo.
Muito interessante este trabalho.
ResponderEliminarUm abraço e bom Domingo.
Andarilhar
Dedais de Francisco e Idalisa
Livros-Autografados
Muchas gracias, Francisco.
EliminarUn abrazo.
Estimado Manuel lo primero darte las gracias por preocuparte por mi. Decirte que en junio mi madre se rompió las costillas y una muñeca, además de un gran problema que tiene en la mandíbula, esto añadido a su demencia es un trabajo enorme y el blog requiere mucho tiempo, aunque sin duda es lo que más me gusta. Tengo que decirte que tampoco mi ánimo está muy bien, pero intentaré recuperar poco a poco las ganas.
ResponderEliminarEn cuanto a tu entrada impresionante trabajo con una información alucinante. Muchísimas gracias. Y un enorme abrazo. Perdona mi rollo.
Con mis mejores deseos de que tu madre se recupere pronto, te envío un fuerte abrazo, amiga Lola.
EliminarY gracias por contármelo.
Buen trabajo Manuel. Nos has dejado una documentación muy detallada. Un saludo y feliz domingo
ResponderEliminarGracias, Vicensi.
EliminarUn saludo.
Gran documento Manuel. Y mal se sentirian entonces sin medios para cortarla.
ResponderEliminarLas pinturas son tremendas. Gracias por la infornación.
Buena semana.
Muchas gracias, Laura.
EliminarAbrazos.
Grazie mille per l' interessante post ricco di tante informazioni
ResponderEliminarGracias, Stefania.
EliminarUn saludo.
Hola Manuiel, al fin voy haciendo huecoa para mi , te leo hoy con entusiasmo y compruebo una vez más
ResponderEliminarel esfuerzo enorme, el trabajo y la paciencia para dejarnos un documentato que nos habla tanto del pasado, las epidemias y el horror de vivirlas
Siempre es un placer leertre, ya sabes cuanto valoro cada entrada que dejas, te doy las gracias y te dejo un gran abrazo
Muchísimas gracias, amiga Carmen.
EliminarUn fuerte abrazo.
Había leído algo sobre la fiebre amarilla pero nunca tan detallado como tu documentación. Gracias Manuel.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz semana.
Muchas gracias, Conchi.
EliminarUn abrazo.
Como sempre uma brilhante e completa lição de história, em texto e imagens.
ResponderEliminarUm grande abraço
Muchas gracias.
EliminarUn fuerte abrazo, Manuela.
Perdón, quise decir, María.
EliminarMenuda recopilación de datos, Manuel.
ResponderEliminarViendo esas pinturas, me pongo a pensar (una vez más) cómo era la vida en el medievo. Se me ponen los pelos como escarpias.
Un fuerte abrazo :))
Muchas gracias, Gumer.
EliminarUn fuerte abrazo.
Olá. Confesso que não sei qual das suas páginas é mais bonita. Quero lhe agradecer por ter lido meu texto, e principalmente por ter comentado. Um abrazo, paz e bien.
ResponderEliminarMuchas gracias, Gerardo.
EliminarUn abrazo.
Muchas gracias, Gerardo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me gustó el estudio y su exposición. Muchas gracias Manuel.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, amigo Benito, por tu visita y amable comentario.
ResponderEliminarUn cordial saludo