Toca el "Gordo" de Navidad, en Sevilla.
Introducción.
Introducción.
La Lotería Nacional se creó por orden de 30 de septiembre de 1763, siendo su Primer director D. José Pella y estando situadas sus oficinas en la plaza de San Ildefonso, en Madrid. Según su impulsor, el ministro del Consejo y Cámara de Indias, el objetivo de la creación de la lotería era «aumentar los ingresos del erario público sin quebranto de los contribuyentes». En una coyuntura de crisis se celebró el primer sorteo navideño, el 18 de diciembre de 1812, en Cádiz, a través de papeletas con los números impresos. Este nuevo sistema de juego consistía en la elaboración y venta de billetes con número ya impreso, cuyos premios supondrían una parte del valor de todos los demás. Se implantó a imitación de la existente ya en México, Virreinato de Nueva España, desde 1770. En sus inicios se conoció popularmente como Lotería Moderna, para diferenciarla de la Lotería Primitiva que el Marqués de Esquilache, ministro de Hacienda del rey Carlos III, había instituido en sorteo y allí continuaron celebrándose hasta su traslado a Madrid, en 1814.
El "Caso Escámez".
Billete premiado con "El Gordo" en el sorteo del 22 de Diciembre de 1951.
En la mañana del 22 de Diciembre de 1951, cuando aún se vendían décimos de lotería en alguna esquina del centro de Sevilla, los “Niños de San Ildefonso” cantaron el número extraído del bombo, el “2704” y la radio conectada en la mayoría de los domicilios y establecimientos de la ciudad llevó la suerte a miles de personas de Sevilla, Jerez, Huelva, Madrid, y de otros pueblos.
En esta Administración de Lotería, "La Europa", lo que ni se imaginaban que pudiera pasar, sucedió. Miguel Escámez Arquero, lotero de las Administraciones de Lotería “La Europa” y “Doña Francisquita” y sus colaboradores imprimieron y vendieron un número de participaciones de lotería de los números 2704 y 2703, muy superior a las que respaldaban los décimos que realmente tenían en sus administraciones.
El lotero sevillano creía tener la gallina de los huevos de oro, y en el sorteo de Navidad de 1951, llevó a cabo la mayor estafa en la historia de la lotería española: vendió participaciones de una peseta pero en una cantidad que duplicaban las cubierta por los décimos que realmente poseía. Y tuvo la mala suerte, de que en uno de ellos recayó el “Gordo”.
Una "afortunada", muestra su recibo a los periodistas.
Cuando la noticia se extendió por la ciudad, se produjo un desconcierto general que trataron de ir tapando los timadores pagando los premios con los beneficios obtenidos por la venta ilegal. Fueron un total de 4.808 personas de “extensos núcleos de gente modesta”, que según la sentencia, pasaron en cuestión de horas de la euforia de verse agraciados con 7.500 pesetas por cada peseta invertida (unos 2.700 euros actualizados a día de hoy), a la decepción más absoluta.
Lo que en los primeros días de desconcierto era un clamor con sordina, estalló en Sevilla al filo del cambio de año, y Miguel Escámez, junto a dos de sus empleados, Antonio García Martínez y Manuel Barba Moreno, fue detenido y llevado a prisión, mientras ante la Comisaría de Policía, de la calle Peral, se formaban interminables colas de afectados, para denunciar la estafa.
Sevilla y Madríd pasaron aquella mañana a la historia por haber vendido el "Gordo" de Navidad. pero Sevilla pasó, además por haber sido escenario de la "reencarnación" de los pillos con que Miguel de Cervantes la hizo famosa: Rinconete y Cortadillo se habían convertido, de la noche a la mañana, en loteros capaces de jugar con las ilusiones de miles de personas, que en poco días pasaron del júbilo a la desesperación, pues fueron muchos quienes sabiéndose poseedores de el "Gordo" comenzaron a realizar compras y a cobrar anticipos en las entidades bancarias, en las que depositaron unas participaciones, que resultaron ser papel mojado.
Escámez y sus compinches, a la entrada de la Audiencia, que estaba situada en la Plaza de San Francisco.
“Al mismo tiempo que la noticia de la detención de los estafadores se propagaba, haciendo aflorar sus ilusiones a los agraciados, otra reacción bien distinta se operaba en los tres procesados ante la angustiosa realidad de haberse presentado el remotísimo riesgo con el que apenas habían contado”, explicaban los magistrados.
Según la sentencia emitida en julio de 1956 por la Sección Segunda de la Audiencia, el lotero y sus dos compinches -empleados suyos- encargaron en una imprenta 120.000 participaciones de una peseta de los 30 números asignados como fijos a su administración de lotería "La Europa", situada en la plaza del mismo nombre, en la zona de la Alameda de Hércules.
“El público sencillo que las adquiría no advertía ni ponía reparo a la omisión deliberada del número de foliación, garantía de que la cifra de participaciones no excedía del fraccionamiento permitido por cada billete”, según la sentencia de la que fue ponente el magistrado Santos Bozal Casado.
La Audiencia rechazó declarar la responsabilidad subsidiaria del Estado, por lo que el dinero de los únicos billetes premiados que tenía el lotero hubo de repartirse entre todos los agraciados.
La ejecutoria en el juzgado de primera instancia e instrucción 6 de Sevilla duró 14 años y no se cerró hasta el 23 de abril de 1972. Había afectados en Sevilla, Jerez, Algeciras, Huelva, Mérida y Madrid.
Para gestionar el proceso, se dividió por provincias la entrega de premios, que finalizó con los vecinos de Villamanrique. Cuentan que había gente a la que le costó más los viaje a Sevilla que el premio cobrado.
Escámez era un personaje popular en Sevilla, muy corpulento y de casi 70 años cuando se produjo la estafa, por la que fue condenado a 22 años de reclusión mayor por un delito continuado de falsedad como medio para cometer estafa, y sus empleados Antonio García y Manuel Barba, a ocho años cada uno. Otros tres hombres fueron condenados a penas de entre cuatro y diez meses por fingirse poseedores de participaciones premiadas para ayudar a ocultar el engaño.
Fuentes: Junta de Andalucía (Conserjería de Cultura y Patrimonio Histórico); Diario de Sevilla, y las imágenes, del libro "Imágenes de un siglo", de ABC.
Desconocía estas historias, pero se ve que estafadores y pillos los hay en todas partes. La pena es que siempre son estafados los que menos tienen. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias, Rita, y tienes toda la razón.
EliminarUn abrazo.
Curiosa historia Manuel... imagino la desolación de los premiados.
ResponderEliminarTristemente las estafas hoy día se producen de otro modo, creo que desde que el mundo es mundo hay listos que se aprovechan de la candidez de otros, unas veces es la propia supervivencia la que hace agudizar el ingenio oen otras la avaricia.
Has acertado con el título de la entrada de hoy, está año también ha caído el gordo en Sevilla, espero que seas uno de los agraciados y sino seguiremos con nuestra vida como de costumbre...a mí tampoco me han tocado.
Te deseo una Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo!!
BESOS...Es un lujo leerte
Gracias, María José.
EliminarBesos.
Excelente reseña. Demuestra además, Manuel, que en cualquier época estamos sujetos a la maledicencia y a la intención torcida.
ResponderEliminarMuchas gracias, Esteban.
EliminarUn fuerte abrazo.
Hola Manuel, te deseo una muy Feliz Navidad, que este repleta de alegría abundancia y mucha salud...Que en 2020, sigas compartiendo con todos nosotros tus magníficas entradas.
ResponderEliminarFeliz Navidad! Un cariñoso abrazo.
Muchas gracias, Cristina.
EliminarUn fuerte abrazo.
La España pícara ;)
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Alfred.
EliminarUn abrazo.
Recuerdo el caso por referencias de mi abuela, padres, yo no había nacido. Fue un enorme escándalo en Sevilla y que durantes no pocos años se habló del asunto.
ResponderEliminarTu información es muy rigurosa, meritoria y completísima, es tu perfil, Manuel. Son muchos los años que te sigo y no sabes lo agradecida que te estoy por lo mucho y bueno que aportas, llevas la Docencia en los genes, (con mayúsculas), por supuesto.
Gracias por tus cálidas palabras que recientemente me has dedicado por la mala racha que estamos pasando, confortan y eso es importante. Gracias de nuevo, amigo.
Te deseo una muy feliz Navidad con los tuyos y que el 2020 nos depare bienestar, paz y prosparidad, que sigamos compartiendo páginas todos juntos, por muchos años más.
Te dejo un besote y un abrazón.
Muchas gracias, Mari Carmen.
EliminarUn beso.
¡Madre mía la que se montaría!
ResponderEliminarGracias por compartir estas historias que forman parte de nuestra Historia.
Te deseo una muy feliz Navidad y que la alegria del Niño que nace llene de felicidad a tu hermosa familia, Manuel.
Besitos
Muchas gracias, Isabel.
EliminarBesos.
Eso serviría de lección, para que no se repitiera esa historia...¡menuda desilución se tuvieron que llevar las personas afectadas!...siempre ha habido pícaros en este país.
ResponderEliminarBesos
Gracias, Antonia.
EliminarBesos.
Me imagino el cisco que tuvo que haber con semejante estafa y me ha sorprendido la cantidad de años que pasaron hasta que finalizó el juicio...una justicia muy lenta.FELIZ NAVIDAD
ResponderEliminarComo es habitual, Charo.
EliminarGracias, y te envío un fuerte abrazo.
Menudo escándalo!!. Una dolorosa estafa. Romper así una ilusión es terrible.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y mis sinceros deseos de una feliz Navidad.
Gracias, Amalia.
EliminarUn fuerte abrazo.
Que interesante Manuel, me ha encantado saber más de la lotería. Un abrazo y te deseo una feliz navidad.
ResponderEliminarMuchas gracias, teresa.
EliminarUn abrazo.
Pobre gente, pasar de la alegría a la desilusion debe ser horrible. Interesante la historia de Sevilla. Feliz Navidad amigo Manuel, que pases momentos de dicha y alegría en compañía de tu familia, te deseo lo mejor para estas Fiestas. Saludos a la distancia. Un placer leerte.
ResponderEliminarMuchas gracias, Sandra.
EliminarSaludos.
España siempre ha sido de los pícaros...
ResponderEliminarFeliz salida y entrada de año amigo Manuel.
Un abrazo con mis mejores deseos.
Muchas gracias, Carmen.
EliminarUn fuerte abrazo.
Muy curiosa esta historia que desconocía. Menudos sinvergüenzas, lo que menos se imaginarían ellos es que iban a tener la mala suerte de que saliera premiado el número, claro está que la peor suerte fue para toda la cantidad de personas que fueron estafadas, y más si eran personas humildes.
ResponderEliminarYa vi por televisión que tocó la lotería en Utrera.
Un abrazo Manuel, y que tengas unas Fiestas muy buenas en compañía de los tuyos.
Gracias, Elda.
EliminarUn fuerte abrazo.
Um Santo e Feliz Natal para o meu amigo e sua família 🎄
ResponderEliminarAndarilhar
Dedais de Francisco e Idalisa
O prazer dos livros
Gracias, Francisco.
EliminarUn abrazo.
Esto nos demuestra que la corrupción no desaparecerá nunca, mas bien se está institucionalizando. Es triste ver la poca o casi nada moral, conque se reviste el ser humano.
ResponderEliminarOtro abrazo grande y que tengas un buen Año Nuevo.
Gracias, amiga.
EliminarUn fuerte abrazo.
Vengo a dejarte mis mejores deseos para ti y los tuyos en estas Navidades.
ResponderEliminarGracias e igualmente, José Ramón.
EliminarUn abrazo.
Muy curioso...
ResponderEliminarQue pases buenas fiestas,Manuel.
Besos.
Gracias, Carmen.
EliminarUn beso.
Manuel, te deseo unas felices fiestas en compañía de los que quieres.
ResponderEliminarY el año que viene nos seguimos viendo...😂😊
Un fuerte abrazo amigo.
Muchas gracias, amiga Ángela.
EliminarUn fuerte abrazo.
La ilusión de unos y la suerte de poderte recuperar financieramente te lo pueden quitar unos estafadores.
ResponderEliminarUnas felices fiestas
Gracias, Mari.
EliminarUn fuerte abrazo.
Hola Manuel, paso a saludarte en este tiempo festivo y me encuentro, una vez más, con otra de tus interesantes historias.
ResponderEliminarMientras la leo, viene a mi Discepolín con su CAMBALACHE:
"Que el mundo fue y será
Una porquería, ya lo sé
En el quinientos seis
Y en el dos mil, también
Que siempre ha habido chorros
Maquiavelos y estafaos"...
Bueno, ya vemos que el mundo sigue andando de todos modos y que a fuerza de conocer "la viveza criolla" nosotros vamos agudizando los sentidos...
Un abrazo, buen final y mejor comienzo ¡nos vemos por aquí el año que viene!
Muchas gracias, Lu.
EliminarUn fuerte abrazo.
Unos cuantos años mas tarde un caso similar ocurrió en el popular barrio del "Cristo" (situado a los pies de la estatua de Victorio Macho) de Palencia, sobre el 1985 u 86.
ResponderEliminarFelices días es mi deseo para ti y los tuyos.
Saludos.
Muchas gracias, Tomás.
EliminarUn abrazo.
Me alegro mucho.
ResponderEliminarFelices Fiestas.
Un abrazo.
Gracias, amiga.
EliminarUn abrazo.
Manuel . FELICES FIESTAS TE DESEO AMIGO!!!! QUE EL PROXIMO AÑO TE SEA FAVORABLE Y TE LLENE DE pAZ Y AMOR.
ResponderEliminaruN ABRAZO AMIGO.
Muchas gracias, Josefa.
EliminarUn abrazo.
Buena fiesta se correrían.
ResponderEliminarFeliz 2020 Mamuel.
Te deseo un Buen Año Nuevo y ganas de seguir compartiendo.
Un abrazo 🙅〰〰💕
Gracias, Laura.
EliminarUn fuerte abrazo.
Querido amigo, vengo a desearte que el 2020 continúes deleitándonos con tu magnífico trabajo. Gracias por estar en mis espacios. Mucha Luz y Amor en tu vida. Abrazo grande.
ResponderEliminarMuchas gracias, Ceciely.
EliminarUn fuerte abrazo.
Para mi es una anécdota nueva. Pobre gente la que ha sufrido esa estafa.
ResponderEliminarFeliz año nuevo ✨
Gracias, Karin.
EliminarUn abrazo.
Por la cantidad depoblación de Sevilla, y por simple probabilidad, imagino que El Gordo habrá tocado varias veces en Sevilla. En todo caso emociona ver las fotografías de aquella otra vez, en la distancia.
ResponderEliminarFelices Fiestas y un abrazo
Gracias, Carmen.
EliminarUn abrazo.
Feliz 2020 Manuel, que este 2020 te traiga cosas buenas, y los reyes se porten bien contigo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo amigo.
Bss.
Gracias, Carmen.
EliminarUn beso.
¡Qué bonita historia! Muchas gracias por recoger así de bien la historia de nuestra ciudad. A ver si con un poco de suerte una administración de lotería de Sevilla vuelve a repetir pronto.
ResponderEliminarMuchas gracias, por su visita y amable comentario.
EliminarSaludos.