Artículos varios, taurinos, de principios del siglo XX.
Toreras. Foto Emilio Beauchy Cano, 1895.
Plaza de la Maestranza, 1895, sucedió un hecho inolvidable y siempre reseñable, la actuación de las llamadas "señoritas toreras", corrió a cargo de las tres espadas Dolores Pretel, Encarnación Simó y Angeles Pagés. El grupo se creó, bajo el nombre de Las Noyas, y fue organizado en 1887 por el periodista Mariano Armengol y Castañé, más conocido como Verduguillo, gran conocedor del mundo del toro a igualdad que su gran discípulo Carlos Olmedo, nos muestra, no solo a las matadoras, sino a toda la cuadrilla quimicamente femenina.
"Señores picadores"
1911.
Ya ha terminado la temporada de toros, realmente llamada así, pues si en lo que queda de año se celebra alguna novillada, no va a quitar ni añadir nada al conjunto.
Durante el año 1911 ha sido en el que más toros han muerto a consecuencia de puyazos que les han puesto los picadores, y no siempre por casualidad, porque en esa faena se han señalado determinados individuos, a los que puede titularse matadores a caballo, más que picadores.
El sistema actual de las puyas es, en efecto muy apropiado para que si un toro recarga, se le cuele medio metro de garrocha en el morrillo; pero cuando un picador quiere picar bien, castiga como es debido y no alancea, aunque parezcan lanzas las puyas que use.
Bien claro hemos visto algunas tardes como ha pegado a los toros el veterano Agujetas, lo bien que ha agarrado los morrillos, aún en toros que han recargado, y no han llevado más castigo que el que se da con un buen puyazo. Si con las puyas actuales hace esto un picador, ¿por que no lo han de hacer otros?.
Que no lo hacen está probado, y no ha habido feria ni corrida importante en las que no haya que contar algún toro muerto alevosamente por un torero a caballo, bien por inhabilidad del jinete o por obedecer órdenes superiores de quienes los tienen que matar luego a pie y cara a cara, para que si llegan moribundos no cueste trabajo acabar con ellos, o si se echan antes de llegar a su jurisdicción que los remate el puntillero.
No queremos citar nombres, aunque bien podíamos hacerlo; pero en esta faena han sobresalido entre todos dos piqueros, y conste que los dos son buenos, porque lo mismo a uno que a otro los hemos visto ir con voluntad a todos los toros y pegar bien cuando han querido cumplir con su misión.
En el año actual se han presentado desconocidos y aquellos aplausos que en otras ocasiones ganaron, se han trocado en broncas de los públicos indignados por la frecuencia con que se repetían las casualidades de coger los blandos a los toros en los bajos y barrenar para que los destrozos fueran mayores y acabara en sus manos la vida de las reses, cuando la misión de ellos no es otra que la de prepararlas para otras suertes y que a estas llegaran ahormadas y con la pujanza necesaria para hacer lucida la lidia.
No puede continuar tal sistema de picar y no solo se impone la modificación de las puyas, sino que han de cambiar de sistema los picadores. Dirán que en años anteriores se han matado también toros y que en la cuadrilla de Guerrita mató algunos el célebre picador Molina; pero esto no justifica lo otro y si es cierto, ni se hacía con tanto descaro ni se llegó a establecer como sistema, que es lo que ahora ocurre.
Procuren los señores picadores que las puyas sean otras y no prosigan en su marcha si quieren evitar daños mayores, cuando el público indignado llegue a extremos que todos debemos evitar.
Si continúan sus procedimientos y los ganaderos insisten en el propósito de dar toros de tres años en corridas formales, van a quedar reducidas las corridas a una parodia indigna.
La culpa la tendrá quien la tenga, pero los que van a pagar van a ser los toreros a caballos, contra quienes van a ir las multas, los insultos y las broncas.
Toros en Rusia, en 1907.
Los diestros probando sus espadas.
Nuestra llamada fiesta nacional, que aparte de su existencia en los países americanos de origen español, solamente había traspasado la frontera pirenaica para penetrar en el Mediodía de Francia, ha dado un verdadero salto de gigantes y ha aparecido nada menos que en Rusia.
la idea de imitar una corrida a la española nació en Moscú, y encontró tan favorable acogida, que se procedió a su organización y se hicieron todos los preparativos para el espectáculo.
Diez mil personas se disponían a presenciar la corrida de toros que, atendida la calidad del ganado, podía más justamente ser calificada de corrida de bueyes, cuando intervino la policía. Las autoridades interponían su veto y la corrida se suspendió pero para aprovechar los elementos reunidos para la fiesta se recurrió a una improvisada transformación del espectáculo, y la corrida se convirtió en una Kermesse de beneficencia. Las reses destinadas al sacrificio se convirtieron en el premio gordo de la rifa.
El toro es conducido a la plaza.
Los toreros se transformaron en danzantes, y en unión de bailarinas vestidas a la española, amenizaron el espectáculo. Cien parejas de ambos sexos ostentaban estos raros trajes, que habrán dado a los rusos una idea bien extraña de nuestras costumbres toreras y manolescas...
A los diestros que los parta un rayo.
"LA ETERNA LUCHA", 1910.
No es de hoy ni de ayer la lucha entre ganaderos y toreros, en lo que respecta a la forma en que se han de picar los toros. No es invención de los diestros actuales, como quieren hacer creer los que en las disquisiciones sobre toros y toreros muestran más lástima hacía el animal que hacía el hombre.
Hace más de un siglo que los picadores querían unas puyas y los ganaderos otras, y ni entonces se arregló la cuestión ni ahora tampoco hay conformidad en los pareceres.
Ganaderos y diestros acordaron un modelo, el maño 1906, modelo que se impuso de Real orden para todas las plaza españolas, y, a decir verdad, fue muy mal estudiado antes de su implantación, especialmente por los ganaderos, que probaron saber muy poco de lo que a ellos interesa más directamente.
No hace mucho leímos en Sevilla se trataba de reformar el Reglamento, y al efecto se habían reunido, entre otros, los toreros retirados Antonio Carmona (Gordito) y José Sánchez del Campo (Cara-Ancha) y el ganadero en activo D. Eduardo Miura.
El hecho de no ser un ganadero retirado también, o de no figurar en la comisión un torero en activo, nos hizo suponer que algo preparaba en contra de estos, pues sabidas son las relaciones poco cordiales que la Asociación de ganaderos tiene con los toreros desde que se puso al descubierto el asunto de los Miuras.
En efecto, la reforma del Reglamento sevillano tiene ciertos puntos que se han puesto a la vergüenza pública con motivo de la celebración de las corridas de toros celebradas en Sevilla por la Feria de San Miguel.
Todos ellos son a cual más absurdo, y parece mentira que se hayan aprobado por quienes entienden de lo que son las corridas de toros.
Se quiere obligar a los picadores a que esperen la salida de los toros más cerca del chiquero que lo hacen en la actualidad, sin que nadie acierte a explicarse que beneficio puede reportar a la fiesta esta innovación, si no es la satisfacción que experimente el que disfrute con las caídas de los picadores, y en tal caso son muy tristes las consideraciones a que da lugar la sola suposición de que haya alguien que abrigue tan sanas ideas.
Beneficio si hay para los ganaderos, pues que el toro más manso ha de tropezar a su salida con los caballos, y siempre, para los efectos de la quema, se contarán como varas los refilonazos.
Respecto a esto, en la reforma que se ha indicado al jefe de la Policía de Madrid se le propone todo lo contrario, y es que los picadores salgan a la plaza después de que haya salido el toro, reforma muy en razón, con la que se vela por la vida de los hombres y porque no pasen por bravos los toros que no lo son.
Otra de las reformas es que para no ser fogueados, basta con que le pongan a un toro tres varas, en lugar de cuatro que marcaba el Reglamento anterior.
Así no habría toro que se le reputara manso, porque con los dos refilones de salida y una vara, que seguramente toman casi todos, irían muy a gusto los ganaderos en el machito.
Por si todo esto era poco, otra de las condiciones del aborto de la comisión es que el presidente no puede mandar foguear a una res hasta que esta esté en la plaza ocho minutos por lo menos.
Para que esto fuera equitativo, se debía haber dispuesto que no se manden salir los cabestros hasta que el espada lleve cuarenta minutos de faena. Tan absurdo sería esto como lo otro; pero al menos sería equitativo.
Se ha visto muy claro que solo se trata de favorecer a los ganaderos, y a los diestros, que exponen algo que vale más que todas las ganaderías juntas, que los parta un rayo.
Claro es que la Reforma ha fracasado y no se ha cumplido, a pesar de tener todas las sanciones que eran necesarias, porque nadie la ha visto ni medio admisible siquiera.
Esas cosas hay que hacerlas, o con intervención de empresas, ganaderos, toreros y público, o con la del público solamente, que es, al fin, quien da dinero para todos.
Con todo esto lo que se hace es que el público reaccione, y si hace dos años se puso resueltamente contra la actitud que adoptaron los diestros, puede cambiar la dirección del viento, y una vez hecho cargo de que no se buscan más que ventajas para una de las partes, ponerse al lado de la que se quiere hacer víctima, y dar muy malos ratos a los criadores.
Es natural que los ganaderos busquen tales alivios. Ellos lidian reses de tres y cuatro años sin selección de ninguna clase, y como pueden salir muchos toros sin bravura ni poder, hay que buscar el modo de disfrazar ambas cosas, que son indispensables en los toros de lidia.
No se aprobará la reforma indicada a las Autoridades de Madrid; pero si se aprobara, muchas ganaderías caerían al hoyo indefectiblemente, o habían de mejorar mucho sus procedimientos, y muchos toreros tendrían que dedicarse a otra cosa, porque no servirían para lidiar los toros reglamentarios, pues aquí se ha pensado en el público más que en los que le explotan, no siempre de buena fe.
CUATREÑOS, HACE 180 AÑOS.
Cartel de Valencia, anunciador de las corridas que en aquella capital
habían de celebrarse los días 6, 7 y 8 de Agosto de 1832.
Artículo publicado en la revista Blanco y Negro del 29 de Octubre de 1911.
No somos partidario de ese absurdo que han votado unos cuantos ganaderos respecto a que pueden lidiarse en corridas de toros los que tengan tres años y cuatro hierbas; pero tampoco hemos sido nunca acérrimos creyentes de esos cuentos que, abultados a medida que pasan los años, nos han transmitido nuestros antepasados.
Guerra a los que quieren hacernos tragar utreros por toros; pero guerra implacable y, respeto a que en otras épocas solo se han lidiado toros de cinco años para arriba, entremos en razón y con datos a la vista hagamos nuestra composición de lugar y no creamos siempre que cualquier tiempo pasado fue mejor.
Si todo los ganaderos, en toda época, hubieran hecho declaración honrada de la edad que tenían sus toros cuando se lidiaron y la costumbre de hacerlo constar en los carteles no se hubiera perdido, con colecciones de prgramas a la vista nos convenceríamos de que siempre ocurrió lo que ocurre ahora, que no en todas las corridas se lidió el ganado con la edad que los actuales reglamentos prescriben. Se anuncia en dicho cartel, como puede ver el lector, 24 toros, ocho de la ganadería de D. Hermenegildo Díaz Hidalgo y 16 de Doña Manuela de la Dehesa y Angulo, ambos vecinos de Villarubia de los Ojos, provincia de Ciudad Real.
Constan los nombres, señas y edad de cada toro, y resulta que de los ocho de D. Hermenegildo Díaz solo había uno con cinco años, cuatro tenían cuatro y medio y tres cuatro años. Entre los 16 de la otra ganadería, no había más que dos de cinco, cuatro de cuatro y medio y 10 de cuatro años.
Resultado: que entre 24 toros, para corridas tan importantes como las de Valencia, en las que mataban Juan Jimenez (Morenillo) y José de los Santos, no había más que tres con cinco años, ocho de cuatro y medio y 13 de cuatro.
Esta es una verdad innegable, claramente demostrada por la franqueza con que los ganaderos entonces declaraban.
Con la lectura de este documento pueden convencerse hasta los más incrédulos de que no siempre es verdad lo que se cuenta y de que no existe gran diferencia de unos tiempos a otros, cosa facilísima de comprobar con un poco de paciencia, otro poco de buena fe y un mucho de buen criterio para quedarse en los términos medios, que es en lo que radica la virtud.
Si fuera tan fácil desentrañar la historia taurómaca de todo el siglo pasado como es la de estos últimos tiempos, podrían presentarse el anverso y reverso de todas las figuras para, comparando unas con otras, formar la verdadera historia, en la que serían grandes los que son, pero de todos se encontraría bueno y malo que contar.
Estas líneas están hechas únicamente para justificar que en los tiempos pasados, en la época en que empezaba el gran Francisco Montes, se lidiaban toros cuatreños, lo mismo que se lidian ahora.
Pero conste, y se repite, que de esto a que nos lo quieran dar de tres en los días en que se cobran 1.000 pesetas por cuerno, hay un abismo, porque en tiempos pasados... ya diremos a como cobraban los toros en tiempos pasados, sin necesidad de remontarnos a tantos años como nos hemos remontado al copiar este cartel.
Fuentes: Revistas Blanco y Negro de mi colección.
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Valiosísimo y entrañable documento.
ResponderEliminarUn saludo, Manuel.
Me alegro mucho que te haya gustado, gracias Pedro.
EliminarUn saludo.
Awesome post!! Nice blog and set up!! Have a great day and keep up the good work!! You are invited to check out or follow my blog anytime!!
ResponderEliminarGracias por tu visita y por invitarme a tu blog.
EliminarUn saludo.
Gracias por pasar por mi blog, la verdad es que cuando vi el tuyo me parece muy interesante poder enseñarnos todas estas postales tan antiguas, creo que es una buena idea.
ResponderEliminarUn saludo
Ha sido un placer visitarte y muchas gracias por tu comentario.
EliminarUn saludo.
Manuel, eres un artista muy bien documentado. un abrazo
ResponderEliminarPerdóname por haber tardado en responderte, muchas gracias por tu comentario y por favor no dejes de visitarme. En Navidades voy a incorporar en esta entrada más fotografías taurinas.
EliminarUn abrazo.
Hola Manuel:
ResponderEliminarTe escribo desde Pontevedra y me gustaría entrar en contacto contigo, me puedes mandar un email a taurophilos@gmail.com
Gracias
Perdón le pido, ya que ha pasado casi un año y medio y hasta ahora no he visto su comentario. Es la primera vez que me sucede y pienso que ha debido ser porque esta entrada aunque tiene muchas visitas la verdad es que comentan poco.
EliminarGracias por todo y voy a intentar ponerme en contacto con usted.
Olé , Manuel , y un abrazo.
ResponderEliminarGuillermo
Muchas gracias, Guillermo.
EliminarUn abrazo.