Los Duros "Sevillanos" o Duros de Cobián.

Los Duros "Sevillanos"

o

"Duros de Cobián"

Corría el año 1898, y España acababa de perder Cuba, Filipinas y Puerto Rico;  el gobierno alentado por la codicia de nuestros industriales exportadores y ultramarinos, nos metió en una funesta guerra contra los Estados Unidos. Esto, llevó al país a tener una gran deuda , y no se les ocurrió otra cosa con el fin de no subir los impuestos y de financiar sus gastos, que emitir duros de plata en grandes cantidades, sin el respaldo correspondiente en el Banco de España. Se empezaron a acuñar duros a mansalva, con el fin de cuadrar las cuentas para salir del paso, y además con una cantidad en plata inferior a su valor, lo que le permitió fabricar más duros que nunca, y a un precio más bajo. 

Entonces sucedió en Sevilla, que unos desaprensivos falsificadores, enterados del fraude que el Gobierno había hecho, y que el precio de la plata había caído de tal modo, que la moneda de duro fabricarla tenía un coste muy bajo, decidieron acuñar monedas de cinco pesetas de forma ilegítima; y en poco tiempo el mercado se saturó de tal forma, que los duros perdieron todo su valor, nadie quería duros, aunque se los vendieran a dos pesetas, llego el momento que los niños los usaban para sus juegos.

Todo esto, sucedió por primera vez en una fábrica sevillana, propiedad del industrial  D. José Cobián y Rual, ubicada en la calle Torneo esquina con la antigua calle del Guadalquivir, y que se llamaba "Fundiciones Cobián." La plata llegaba de Francia, oculta en tubos metálicos que se utilizaban para hacer cabeceros, ya que esta empresa estaba especializada en la fabricación de camas. De Aquí les viene el nombre de duros "sevillanos" y que en Sevilla siempre han sido conocidos como: "duros de Cobián".

Anuncio de 1894, de la Fundición de Hierro y fábrica de camas movidas a vapor, de D. José Cobián.

Pienso, que esta interesante fotografía de finales del siglo XIX, de una fábrica de camas de hierro y latón de Sevilla, puede ser la que nos ocupa, "Fundiciones Cobián", ya que según vemos en la fotografía, ésta tuvo que ser muy importante por el número de operarios que trabajan en ella, (observen como hay niños también trabajando, sentados en el suelo, ajustando los somieres). Y segundo, es, porque buscando en  documentos de la época, solamente he encontrado otras dos similares: la primera, de menor importancia, se llamaban "Urquiza y Pérez" con fábrica en la calle Arroyo, nº 20. Y aunque fabricaban camas, su especialidad era la de fabricar colchones metálicos de todas clases. Y la segunda, que se llamaba "La Industrial Camera Sevillana" con fábrica en la avenida de Miraflores 30 duplicado, y despacho al por menor en la calle Santa María de Gracia, 5, donde facilitaban sus camas al público a plazos, desde diez reales semanales. Esta gran fábrica, a partir de 1909 que comenzaron los problemas de Cobián, se dotó de las mejores maquinarias del momento y consiguió en poco tiempo ser la honra de la floreciente industria sevillana de la época, y llegó a monopolizar la construcción y venta de todas las camas de hierro y latón que se consumían en Andalucía. Tuvo sucursales en Valladolid y Huelva.

La fotografía es de una Colección particular, y la he tomado del libro del Centenario de la Cía. Sevillana de Electricidad.

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La fabricación de estos duros corrió como la pólvora, y en poco tiempo, se acuñaban  por toda España e incluso en México donde la plata era más barata y de una calidad superior.

El mercado llegó a saturarse de duros ilegítimos, por lo que perdió todo su valor. (por cierto, los duros hechos en Sevilla, tenían más plata que los fabricados por el Gobierno, y solo diferenciadas, porque no tenían el cuño oficial).   Fueron detectados por primera vez en Gerona, entonces, y una vez conocida la noticia,  nadie quería la moneda de duro de plata: los obreros no querían cobrar su salario con duros, preferían las pesetas, ya que aparte de que era difícil para ellos, identificar la falsa de la nueva, hacer compra con ellos se convertía en tarea imposible.

Una sala del Banco Central durante el canje de los duros "sevillanos"

La Gaceta publicó el 16 de Julio de 1908 una Real Orden que causó gran perplejidad y confusión entre la población. Obligaba a la recogida e inutilización por las cajas públicas y el Banco de España de los duros sevillanos  a cambio de una indemnización  de su valor, no como moneda, sino simplemente como metal. Se interpretó la Real Orden en el sentido de que empezaba a regir inmediatamente, lo que produjo el pánico general por el gran número de piezas ilegales que están en circulación y por desconocimiento del criterio para distinguirlas de las auténticas.

La normativa pergeñada por el ministro de Hacienda, Cayetano Sánchez Bustillo, suscitó el recelo en todos los establecimientos, que empezaron a no admitir los duros sevillanos . Por añadidura y dentro de la confusión general, al desconocerse exactamente cuáles eran las monedas falsas, los comerciantes tomaron la medida preventiva de considerar falso todo duro acuñado en 1898.

El 17 de Julio, a la salida del Consejo de Ministros, Sánchez Bustillo explicó a los periodistas  su decisión: "Yo me encontré con que circulan como moneda de plata unos discos que, por no tener el cuño oficial, no puedo estimar más que por su valor intrínseco al precio corriente de la plata en el mercado de Londres(...). Yo creí que la real orden(...) no pasaría del carácter de un aviso dado al público, pero reconozco que otra ha sido la impresión que ha causado y que no se ha entendido bien el alcance de aquella disposición. Tras desvelar que la circulación de duros está limitada a 400 millones de pesetas ( de los mil millones en total acuñados; los 600 millones restantes se guardan en el Banco de España), reconoció no tener inconveniente en redactar una real orden aclaratoria.

Sánchez Bustillo firmó ese mismo día una notificación en la que se aclaraba que la disposición de 15 de Julio dejaba de aplicarse "hasta tanto la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre determine las principales diferencias entre las monedas ilegítimas de plata y las de cuño legítimo, y estas se publiquen y sean comunicadas con las instrucciones correspondientes a las Cajas y dependencias del Estado y del Banco de España".

Por fin el día 20 de Julio el ministro de Hacienda presentó a las Cortes un proyecto de ley autorizando al Gobierno a recoger en un breve plazo los duros de cuño ilegítimo, cambiándolos por moneda de curso legal.

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La policía se había esmerado a lo largo del año para detener a todos los falsificadores y promotores de las monedas falsas. Uno de los golpes más importante se produjo en 17 de Agosto en Tauste (Zaragoza), donde se hallaron troqueles  de duros con el busto de Alfonso de los años 81, 94, 97, 98 y 99, y de dos pesetas de los años 89 y 99.

Barcelona. Casa en la barriada del Monte Carmelo, donde fueron encontrados los troqueles y maquinaria para hacer monedas de cinco pesetas ilegítimas. La policía detuvo a varios individuos como sospechosos.

Barcelona. Objetos encontrados en la casa donde fue descubierta la falsificación de moneda.

Jaca (Huesca)

En uno de los días últimos de Agosto de 1908, varios chicos de Jaca que se bañaban en el río, encontraron en el fondo algunas herramientas que después se comprobó habían servido para la fabricación de monedas falsas. Esto puso en actividad a la justicia, y de las pesquisas practicadas ha resultado el hallazgo de otros útiles y la detención de varios sospechosos. Entre estos figuran José Aldave, Enrique Bayona, Manuel Cervallo y Pedro Mainer (a) "El Ratón". En un parador inmediato a la muralla que rodea a la ciudad, fueron hallados varios aparatos y una cantidad considerable de duros falsos. La guardia civil halló también en un subterráneo una máquina de 300 kilos de peso. El perito de la Casa de la Moneda Sr. Monfort, la reconstruyó, declarando que era muy perfecta, así como los duros de 1885 fabricados con ella, que se calculan en 14.000 monedas.

Cuños grabados sobre acero, encontrados en la fábrica de Jaca.

Maquinaria y recortes de plata encontrados en la fábrica de duros ilegítimos, descubierta en Jaca.

Fuentes: Bibliografía y archivo particular.