Centenario de la Coronación de la Virgen del Rocío.

Coronación de la Virgen del Rocío.

La Virgen del Rocío, por Bula de Benedicto XV, del 8 de Septiembre de 1918, y que tan ardiente devoción inspira al pueblo sevillano, fue coronada solemnemente el día 8 de Junio de 1919, en el Santuario de Almonte. Se calculó en veinticinco mil personas el número de las que asistieron a la ceremonia.

Una pareja de romeros camino del santuario.

La Hermandad de Triana visitando a las otras Hermandades que asistieron a la fiesta.

El desfile de las Hermandades que fueron a la Romería, que presenció el cardenal desde el balcón del Santuario, constituyó un hermosísimo espectáculo.

Primero llegó la Hermandad de San Juan del Puerto, que ocupaba cuatro carretas y seis carros; la Real de Coria llevaba veinte carretas; la de Benacazón, con siete; la de Villamanrique, con 27; la de Rociana, con veintidos; la de Umbrete, con treinta y tres; la de Sanlúcar de Barrameda no fue en carretas, porque tenía que atravesar nueve leguas de monte, y llegaron los peregrinos a caballo, eran ciento dos jinetes, de las cuales quince llevaban muchachas a la grupa, entre ellos iban el magistral de la Colegiata de Jerez, Sr. González Garzón, y otras distinguidas personas; la Hermandad de Triana llevaba catorce carretas, y otras varias que se le agregaron en algunos pueblos del camino; tuvieron que andar durante cincuenta horas. La Hermandad de Huelva llevó treinta y una carretas, y la de Almonte era la más numerosa.

La carreta de plata propiedad de la Hermandad de Triana, al llegar al santuario.

La llegada de los romeros produjo extraordinario entusiasmo, dándose innumerables vivas a la Virgen. Cuando el cardenal Almarax puso sobre las augustas sienes de la Virgen, la hermosa corona, obra de D. Ricardo Espinosa de los Monteros, los miles de fieles prorrumpieron en entusiastas vivas y en fervorosos aplausos, que duraron larguísimo rato. Muchos de ellos lloraron de emoción ante la grandeza de aquel momento, felicísimo para todo corazón cristiano.

La corona del Niño fue donada por el Vizconde de la Palma, D. Ignacio Cepeda, y la de la Virgen provenía de donaciones particulares.

El cardenal Dr. Almarax, pronunciando una oración sagrada en el acto de la coronación.

El cardenal Dr. Alamarax, en el acto de colocar la corona a la imagen de la Virgen del Rocío.

Acabada la ceremonia se extendió un acta por el notario de la coronación, D. José Moreno Soldán, ante el presidente de la Diputación, dos diputados provinciales y otras representaciones oficiales presentes. Luego se organizó la comitiva para el regreso de la Sagrada Imagen a su ermita. La entrada fue triunfal y constituyó un espectáculo solemnísimo y brillante; mientras, bellas muchachas del pueblo, que, al compás de panderetas y palillos, cantaban coplas, a la Virgen del Rocío.

Posteriormente fue sacada en procesión la Santísima Virgen, como en años anteriores, para despedir a las Hermandades.

La imagen de la Virgen, después del acto de la coronación.

La Virgen del Rocío.

Un año más, dedico con cariño esta nueva entrada, a mis cuñados Myriam y Javier, y muy especialmente a mi sobrina Lola, la rociera más guapa y salerosa que va a visitar la aldea. Y aprovecho para desearos a todos los "Romeros", un feliz "Camino".

Fuente: Biliografía y archivo particular.

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