miércoles, 10 de diciembre de 2025

Iglesia parroquial de Nuestra Señora de las Nieves, de Alanís (Sevilla)

Atentado contra la Iglesia parroquial de Nuestra Señora de las Nieves, de Alanís (Sevilla). 
De esta iglesia de estilo mudéjar, quizás de fines del siglo XIII, subsisten la capilla mayor, una arcada ojival en el testero de los pies,  la interesantísima torre-fachada y las portadas laterales; aunque en el presbiterio compuesto por el ochavo del ábside hacen pensar en el siglo XIV. Las portadas son de gran sencillez y belleza, presentando la del muro de la Epístola un ligero arco cuya archivolta se decora con cabezas de clavos, y la del muro del Evangelio ofrece semejante disposición arquitectónica.
Aunque ampliada en el siglo XVI y remodelada tras el terremoto de Lisboa de 1755. Presenta una planta rectangular y tres naves de cuatro tramos cada una separados por arcos de medio punto, con pilastras toscanas, al estilo neoclásico.

Durante los graves sucesos revolucionarios de 1936, la iglesia perdió los retablos e imágenes que a continuación se indican, no habiendo sufrido detrimento en su integridad arquitectónica.
Nave del Evangelio.
El de la Virgen de la Antigua, con el lienzo muy destrozado.
El de San José, con las imágenes del Santo Titular y las de San Joaquín y Santa Ana.
El de San Antonio de Padua.
El de Ánimas, que tenía un lienzo de escaso mérito.
El de Jesús a la columna, con San Pedro llorando a sus pies.
En la capilla bautismal, que posee una bellísima pila del gótico primario, se perdió la interesantísima Imagen de la Virgen del Reposo, bella talla del primer tercio del siglo XVI.
Virgen del Reposo (destruida).
Nave de la Epístola.
En la capilla de los Melgarejos se hallan los restos de un retablo fechado en 1624. Se salvó el bellísimo frontal de cerámica, con paño central representando una Virgen con el Niño, todo de hacia 1560.
Imagen de Crucificado de tamaño natural y con los brazos articulados para la escena del Descendimiento.
Los retablos de la Virgen del Rosario y de Nuestra Señora de los Ángeles.
También se han perdido las pinturas que representaban a San Gregorio Osetano y a San Cayetano.
Virgen de las Nieves (destruida).
Retablo mayor (destrozado en parte).
El retablo principal es una de las piezas de mayor interés en la arquitectura sevillana del siglo XVI.
Está concebido para tablas pictóricas -en las que se desarrolla la historia de Jesús, y donde se da cabida a algunas figuras de Santos-, mostrando bellos doseletes con motivos del goticismo decadente, salpicados de elementos mudejáricos, que bien claramente delatan la época a que pertenecen.
Calvario (destruido).
Ornamentos.
Entre los perdidos destacaban los vestuarios de la Virgen de la Encarnación, que eran antiguos, y un Guión Sacramental de tisú de plata.
Coronación de espinas (destruido).
Fue destruido también el retablo mayor y hecho pedazos el grupo de Nuestra Señora de las Angustias con Jesús en brazos, de interesante talla; así como el de San Juan Evangelista arrodillado, que con Santa María Magdalena constituían el grupo al pie de la Cruz.Se logró encontrar esta última que se encuentra en mejor estado que las demás.
De la imagen de Nuestra Señora de las Angustias robaron dos coronas de plata,  una de ella sobredorada, y un manto negro de gran tamaño bordado en oro, más una artística Cruz pequeña, de madera, de estilo gótico.
Capilla de Nuestra Señora de las Angustias.
"Piedad", (destrozada en parte).


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lunes, 1 de diciembre de 2025

Las desaparecidas viviendas, a extramuros del Alcázar de Sevilla.

Las desaparecidas viviendas adosadas a la muralla, del Alcázar de Sevilla.
Fachada del Alcázar a la Plaza del Triunfo.
Dibujo de Richard Ford 1832.
En este interesante dibujo vemos la muralla del Alcázar que da a la plaza del Triunfo con las primitivas casas a ella adosadas, y que fueron suprimidas, dejando al descubierto la muralla. En la torre del centro vemos un balcón, (hoy tapiado) desde el cual la ilustre poetisa Fernán Caballero podía contemplar la Ciudad, durante los años que ocupó esa estancia del Alcázar.
Vemos en esta fotografía, el mismo lienzo de muralla, que en el dibujo anterior, de Richard Ford, ya sin las casas adosadas a la misma, de las que se desconoce la fecha en que fueron derribadas. Fotografía de 1898, antes de la instalación del monumento a la Inmaculada.

En esta imagen vemos un grupo de viviendas en el interior del Alcázar, situadas desde la puerta del León hasta el acceso al patio de la Montería,  como si de una calle más del centro urbano de la ciudad se tratase, y debido a que el nuevo gobierno republicano no iba a cobrar su tesoro más preciado, las rentas de las mismas, porque las seguiría cobrando el Estado,  fueron mandadas a demoler por el concejal delegado de los servicios del Alcázar, D. Manuel Bermudo Barrera, a principios de los años treinta, pasando desde entonces esa zona, a ser un nuevo lugar histórico de curiosidad para el turista.
El Alcázar Sevilla, hasta la llegada de la Segunda República, que fue cedido al ayuntamiento, siempre tuvo un collar de buenas casas particulares adosadas en los diferentes lienzos de muralla, tanto a extramuros como en su interior, cuyas rentas pertenecían al patrimonio real, y que en los últimos años antes de la cesión al ayuntamiento, esas rentas se destinaron a la Delegación de Hacienda, como ingresos del Estado.
Durante muchísimos años estas rentas las administraba un señor, que residía, con cargo de administrador del Alcázar, en uno de los pabellones anexos.
En tiempos en que fue propiedad de la Casa Real, en este Alcázar, había siempre una plantilla subalterna un poco de "empleofilia", de lujo, y nada de extraño tenía que por todos los rincones del Alcázar se encontrasen criados, porteros, guardianes y dignos jornaleros uniformados, gente que ganaba su jornal, escasísimo, por cierto, sin una comprobación eficaz de utilidad manifiesta. 
Las mismas casas vistas desde el lado opuesto..
Como todos los años ocurría entre los meses de Enero y Abril, los augusto soberanos se desplazaban a su  residencia de invierno, en el histórico Alcázar de su amada ciudad de Sevilla, donde era D. Alfonso XIII muy querido y respetado por todo el bien que hacía en pro de nuestra ciudad, y por su preocupación constante por todo aquello que pudiera beneficiarla.
A continuación les pongo  tres imágenes de cuando la Corte se trasladó a Sevilla en el año 1910, ya que en Febrero de ese año, a raíz de un comentario que hizo el Rey en una audiencia, sucedió un hecho muy curioso en su forma y desarrollo, y por la trascendencia que tuvo este cambio, en el embellecimiento de esta zona tan emblemática de la ciudad.
El Príncipe de Asturias y su augusto hermano, paseando por los jardines del Alcázar.
S. M. la Reina doña Victoria Eugenia, con sus augustos hijos el Príncipe de Asturias y el infante D. Jaime, detrás de los cuales se ve su aya, la condesa de los Llanos, al salir de la iglesia de San Gil, donde rezaron ante la imagen de Nuestra Señora de la Esperanza.
como todos los años  S. M. el Rey  acudía al tiro de pichón, uno de sus sport favoritos. En la imagen colocando su escopeta en el escopetero.
Pues, les cuento lo que sucedió ese día: En una audiencia concedida por S. M. el Rey, en Febrero de 1910, al ex alcalde de Sevilla, don Cayetano Luca de Tena, manifestó el monarca, que el Alcázar, donde la familia Real residía, ganaría mucho si desapareciese una casa -la última que quedaba en pie en el ala oeste- que estaba adosada a la muralla de la puerta principal de aquél edificio.
Y tres días después, el Sr. Luca de Tena, aprovechando un viaje que hizo S. M. a Madrid, adquirió la citada casa en propiedad, y de inmediato la mandó derribar; quedando hecha esta última operación, en veinticuatro horas.
Preciosa postal de finales del siglo XIX, donde se aprecia a la derecha de la imagen, adosada al alminar, la casa que se derribó de la noche a la mañana.
Imagen del mismo lugar, en 1903.
Fotografía de principios del siglo XX, tomada desde el monumento al Triunfo, y al fondo vemos la Puerta del León, del Alcázar, y a la izquierda, la casa que nos ocupa. 
 En la imagen, D. Cayetano Luca de Tena, con las autoridades sevillanas, delante de la casa comprada por él.
Don Torcuato Luca de Tena, reunido con los periodistas sevillanos, frente a la casa, ese mismo día.
Vista de lo que quedaba de la casa, reproducida en las dos fotografías anteriores, veinticuatro horas después de obtenidas aquellas.
 Una vez picaron el revestimiento y dejaron visible la piedra, este espacio aparecía convertido en hermoso jardín el solar que antes ocupaba aquella humilde vivienda. Y de esta forma desapareció la última casa que quedaba a extramuros, en este lienzo de muralla del Alcázar.
Según cuenta la prensa de la época, la conducta de el ex alcalde de Sevilla fue objeto de generales y merecidos elogios; y para darlo a conocer a la Casa Real, organizaron D. Cayetano y D. Torcuato Luca de Tena un almuerzo en el domicilio del primero, donde estuvieron invitados el Secretario de Su Majestad, D. Emilio Torres; la marquesa de Squilache y la condesa del Serrallo.


Imágenes de los lienzos de muralla que les he hablado, en tiempos del coronavirus. 

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