El Alcázar de Sevilla.
Situado en el costado sur de la Plaza del Triunfo, frente a la Catedral, estuvo adosado al recinto amurallado de la ciudad, aunque independiente de él. Algunos restos y noticias literarias, principalmente de fuente musulmana, hablan de la existencia en aquel lugar de alcazabas y palacios bajo los califas cordobeses y los príncipes Banu-Abbad, pero los restos que permanecen no sobrepasan la dominación almohade. Después de la reconquista, fue residencia de los reyes cristianos, experimentando obras de reparación y reformas bajo Alfonso X, el Sabio, y Alfonso XI, pero fue su hijo y sucesor Pedro I de castilla y León (1351-1369) el que realizó una reconstrucción en gran escala, que hizo casi desaparecer la obra almohade, el llamado Alcázar Viejo, naciendo el que en los documentos coetáneo e inmediatamente posteriores, se nombró Alcázar Nuevo o de Don Pedro, que es el existente con sucesivas ampliaciones y reformas. Bajo los Reyes Católicos, el Emperador y Carlos III tuvieron lugar las más importantes, y, posteriormente, algunas tan desgraciadas, como las sufridas bajo el reynado de Isabel II a mediados del siglo XIX. Por Decreto de 1931, el Patrimonio Nacional lo cedió casi en su totalidad al Ayuntamiento de Sevilla.
Parte de la breve descripción que se incluye en esta entrada es un compendio de la completa, aunque resumida, que figura en la Guía Artística de Sevilla de Don José Guerrero Lovillo, editada por "Aries".
Puerta del León.
Del torreón de la derecha, partía la antigua muralla que iba hasta la Torre del Oro.
El Patio de la Montería a cuyo fondo se levanta la fachada principal del Palacio Mudéjar de don Pedro, la más bella muestra de este estilo en España, en la cual se hermanan las labores de los alarifes sevillanos y toledanos con las de los nazaríes que labraban los palacios de la Alhambra, a mediados del siglo XIV, recordando muy de cerca la del Cuarto de Comares de los Alcázares granadinos.
Galería de Columnas.
Patio ajardinado a través de una bella Logia renacentista, procedente del jardín de la Casa que fue de los Levíes, en la calle de su nombre, constituyendo un armonioso conjunto debido al conservador del Alcázar, el arquitecto don Rafael Manzano Martos.
Capilla del Cuarto de los Almirantes.
En el costado del Patio de la Montería se halla el Cuarto de los Almirantes, donde, según se hace constar en una lápida, fundó en 1503 la reina Isabel la Católica la Casa de la Contratación de Indias, en el que se organizaron las principales expediciones descubridoras. Se halla adornada con tapices, cuadro y armaduras del Patrimonio Nacional. contigua se halla una sala convertida en Capilla, presidida por un retablo que contiene la tabla de Nuestra Señora del Buen Aire, pintada por Alejo Fernández para la Casa de la Contratación, en la que aparecen retratados, cobijados por el manto de la Virgen, varios de los personajes que intervinieron en los inicios del descubrimiento, figurando en cuatro tablas laterales San Hermenegildo, Santiago, San Telmo y San Juan Evangelista.
Salón de Carlos V.
Salones de Carlos V, precedidos de un pórtico del siglo XVIII, obra, al parecer, del arquitecto Sebastián Van der Borcht, constructor de la Fábrica de Tabacos. Estos salones tienen espléndidos alicatados de azulejos fechados en 1577 a 1579 por el famoso ceramista Cristóbal de Augusta. De sus muros cuelga una colección de doce tapices de la Conquista de Túnez en 1535, reproducidos en la Real Fábrica de Tapices en 1740 de los originales tejidos en seda y oro Pannemaker en Bruselas en la época del Emperador.
Pequeño recinto con bóveda de crucería , cuyo altar es una de las mas notables obras de la cerámica española, representando la visitación de la Virgen a Santa Isabel, firmada por Francisco Niculoso Pisano, en 1504.
Detalle del Salón de Embajadores.
Con magníficas puertas de lazo con escudos e inscripciones en caracteres árabes y góticos en los que se menciona haber sido labradas por artífices toledanos, en 1366. El salón, que tiene la altura de las dos plantas del Palacio, se llamó salón de la media naranja, por la hermosa cúpula hemisférica que lo cubre, sobre frisos de castillos y leones y pechinas de mozárabes, realizada por Pedro Ruíz en 1427. Por debajo, y a la altura de los balcones, tiene una interesante serie iconográfica de retratos de reyes desde Recaredo a Felipe II. Los magníficos balcones de forja, dorados, fueron labrados por Francisco López en 1592. Los muros son de suntuosa decoración y ofrecen zócalos de espléndidos alicatados de estilo granadino.
Puerta del Salón de Embajadores. Postal.
Parte alta, del pequeño Patio de las Muñecas.
De planta rectangular, está rodeado de galerías altas y bajas, en que hay 52 columnas de mármol; cuarenta de ellas, pareadas y las restantes formando cuatro grupos de a tres en los ángulos.
La decoración de los lienzos de la arquería la forma una franja con inscripciones africanas y un friso sobre el que se ven los escudos de Castilla y León, el jeroglífico de las columnas de Hércules y las bandas engoladas con dragantes. La galería alta es obra del siglo XVI. Los artesonados de las galerías son de la época de los Reyes Católicos, como lo atestiguan los escudos de estos monarcas, que lucen en los centros; y los mosaicos del zócalo, del tiempo de don Pedro I.
de los Reyes moros. Foto J. Laurent, año 1872.
Foto J. Laurent 1872.
Estructurado como un gran rectángulo con galerías de arcos lobulados. En el siglo XVI se remodeló, apareciendo en la parte inferior una curiosa conminación de estilos platerescos y mudéjar. La columnata es pareada a base de mármoles traídos de Italia. Están inscritos el nombre de su autor, Francisco Martínez, así como el año de ejecución, 1559, en el ángulo sudeste del cuerpo bajo. De lo más valioso son los zócalos de azulejos del siglo XIV. Este salón era el centro de la vida administrativa y pública del Palacio real, al abrir en él sus puertas los tres recintos más importantes; el salón de embajadores, el dormitorio de los reyes moros y el del emperador Carlos V.
Foto: J. Laurent 1872.
Palacio del Yeso.
Fotografía del Patio de Yeso, único vestigio del Palacio Almohade o Alcázar Viejo, patio rectangular con la típica disposición musulmana de alberca central, que tiene al lado derecho un pórtico con el arco central mayor lobulado, sobre pilastras, y a cada uno de sus lados tres más pequeños, que apean sobre columnas califales de procedencia cordobesa, sosteniendo dos paños calados de labor de sebka de yesería.
Cama de Isabel II en el Alcázar. Foto: Miguel Angel Yañez Polo.
La Puerta de Marchena.
La célebre Puerta del Palacio de los Duques de Osuna, de Marchena, que fue levantada en 1914 por Orden de su Majestad el Rey en el Alcázar de Sevilla, se empezó su desmonte en Marchena, a último de Julio de 1914, requiriendo gran cuidado su traslado por el mal estado de la piedra, y por la gran cuesta del castillo a la estación de Marchena, que dificultaba el arrastre. Duró su desmonte y traslado tres semanas, y fue todo dirigido por el joven arquitecto, don Vicente Traver y Tomás.
Para su colocación se eligió en el Alcázar, la puerta de comunicación con la huerta, flanqueada por el torreón de la muralla, quedando así en una disposición análoga, a la que tenía en Marchena, estableciendo la comunicación del Alcázar con los nuevos jardines.
Para su colocación se eligió en el Alcázar, la puerta de comunicación con la huerta, flanqueada por el torreón de la muralla, quedando así en una disposición análoga, a la que tenía en Marchena, estableciendo la comunicación del Alcázar con los nuevos jardines.
Los Jardines del Alcázar.
Bellísimos son los jardines del Alcázar sevillano, de traza en su mayor parte árabe y mudéjar, que, aún cuando reformados grandemente en las obras que se hicieron en 1857, conservan el carácter antiguo con sus hermosas fuentes y estanques, en el caprichoso trazado de sus huertos, muchos a diferentes alturas, y lo esplendoroso de su vegetación, de la que son principal ornamento los naranjos y limoneros, los bojes y los arrayanes, las palmeras y los jazmineros.
El historiador Rodrigo Caro los describe minuciosamente en su obra Principado de Sevilla, y de la descripción del erudito poeta se saca en claro que, con respecto a la decoración del siglo XVII, han variado casi en su totalidad.
Ampliación de los jardines del Alcázar. Antes de 1888.
Cartulina sepia de autor anónimo.
Portada del jardín del bellísimo Alcázar sevillano.
Un bello aspecto de los jardines.
Jardines que constituyen una de las partes más bellas del Alcázar. Son de una gran variedad, habiéndolos árabes, renacentistas, barrocos y modernos. A su ingreso encontramos un gran estanque renacentista, llamado de Mercurio por la estatua de bronce que ocupa su centro, fundida por Bartolomé Morel en 1576, como asimismo lo fueron los geniecillos y mascarones modelados según traza del escultor Diego de Pesquera. Del estanque arranca la llamada Galería de Grutesco construida y decorada con rocalla y pintura sobre la antigua muralla que separa el Alcázar de la Huerta de Retiro.
Jardines del Alcázar. El Laberinto. Postal.
Paseo de los Cipreses. Postal.
¡Adoro pasear por los Reales Alcázares, Manuel!
ResponderEliminarEs un lugar que me transmite mucha calma y en el que soy capaz de sentir como me envuelve la Historia con mayusculas.
Muchas gracias por compartir estos posts tan maravillosos.
Besitos.
Gracias, Isabel.
Eliminarbesos.
Una maravilla y que nadie debería irse de este mundo, sin haberlo contemplado.
ResponderEliminarAbrazo.
Gracias, amigo Rafa.
EliminarUn abrazo.
Hola Manuel, felicidades por el reportaje que sin duda se debe a un gran trabajo de documentación. Podemos observar como se va dando forma a través de distintas reconstrucciones al Alcazar sevillano.
ResponderEliminarMe gustaría destacar la postal que hace referencia a La Puerta de Marchena de 1920, es espectacular. Las demás hacen gran honor a tu blog.
Un abrazo y gracias por compartir cultura.
Gracias, Miguel.
EliminarUn abrazo.
Que bello lugar en la hermosa Sevilla
ResponderEliminarPaz
Isaac
Muchas gracias, Isaac.
EliminarSaludos.
Que preciosidad, preciosa Sevilla. Un beso.
ResponderEliminarGracias, Teresa.
EliminarUn beso.
Gran aportación ...
ResponderEliminarGracias
Gracias, Mark.
EliminarUn abrazo.
El alcázar sevillano es una maravilla. Dos veces lo he visitado y siembre salgo admirado.
ResponderEliminarSaludos.
Muchas gracias, amigo.
EliminarUn saludo.
Un abrazo aunque no sea en el Alcázar y enhorabuena por la entrada.
ResponderEliminarGuillermo
Gracias, Guillermo.
EliminarUn abrazo.
Espectacular lugar que ha ido cambiando, por lo menos en su interior, a lo largo del tiempo. Recomiendo su visita a todo aquel que se acerque por Sevilla.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias, Carmen.
EliminarUn abrazo.
Hola, Manuel, la única vez que he estado en Sevilla, y fue de paso, llovía bastante y aprovechamos para visitar la Catedral y el Alcazar por su proximidad.
ResponderEliminarMe impresionó, es una maravilla, y ahora gracias a ti conozco su historia y las diferentes reconstrucciones y desconstrucciones que ha sufrido.
Qué manía con cargarse muchas veces la belleza y la armonía, como ocurre con la zona católica de la Mezquita de Córdoba.
Impresionantes los patios y jardines, aunque a mí me gustan más las partes más asilvestradas que no los de tipo francés que los encuentro algo relamidos.
Que preciosidad la portada ojival.
La verdad es que el estilo mudéjar, almohade o como le quieran llamar me atrae mucho.
Un placer visitarte, Manuel.
Besos,
Muchas gracias, Tesa.
EliminarBesos.
Hola Manuel , me dejas sin respiracion vaya reportaje también comentado , con un gran apote fotografico son una verdadera maravilla , desde luego bien puede decir la Unesco que estos bellos palacios son patrimonio de la humanidad , por que somos muy bonitos y sobre todo por el trabajo que han tenido a la hora de hacerlos y restaurarlos.
ResponderEliminarLa cama de Isabel 2 , y el baño de la sultana me han llegado al alma , ahora te digo yo una pregunta ¿ digo yo que tanto la sultana como Isabel 2 ninguna de las dos se remangarian las mangas de sus dignos vestidos y limpiarian el palacio verdad , ya que para ellas sería mucho trabajo o no ?
Bromas a parte me a gustado mucho ir de tú mano y hacer está bella excursión .
Te felicito sinceramente por tan importante y valioso trabajo , el que nos traes y comparte con todos nosotros .
Te deseo una feliz noche besos de flor .
Pd ¿ Tù no serás historiador verdad o maestro de historia ? Te lo digo por que admiro todo lo que tú públicas aquí , te lo digo con el corazón en la nano .
Seguro que no se remangaban ningunas, y menos Isabel II; ya lo verás en una entrada que pronto publicaré, que en los viajes hasta le acompañaban "mozas de retrete". ¿Te lo imaginas?.
EliminarUn fuerte abrazo.
Sin duda, una maravilla.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Gracias, querida amiga.
EliminarUn fuerte abrazo.
Un recorrido fenomenal Manuel. Me llama la atención por demasiado pomposa, la cama de Isabel II. Supongo que para aquellos tiempos y de quién se trataba, era normal.
ResponderEliminarSalu2.
Gracias, Alfredo.
EliminarSaludos.
Entrar en tu blog,es entrar en nuestras historias
ResponderEliminarTe felicito
Gracias, Juan.
EliminarUn saludo.
Me encantan esos patios y azulejos y en todas partes el agua. Precioso. Tengo muchas ganas de conocerla, a ver si este otoño me acerco.
ResponderEliminarAbrazos
Gracias, Conxita, y anímate que te va a encantar.
EliminarUn abrazo.
¡El famoso Alcázar de Sevilla, en plenitud!
ResponderEliminarGrande Manuel...y gracias.
Gracias, Esteban.
EliminarUn abrazo.
Ha sido un placer visitar de tu mano tan bello lugar una vez más. A lo largo de mis años en Sevilla, he tenido la oportunidad de visitarlo varias veces. Como tú lo explicas tan bien, ha sido magnífica la visita. Gracias y un abrazo.
ResponderEliminarGracias, querida amiga.
EliminarUn abrazo, Maripaz.
Manuel que belleza de aposento, el patio de las doncellas es espectacular a más de uno le hubiera gustado estar ahí verdad?....un beso y un abrazo de corazón :*
ResponderEliminarGracias, Patty.
EliminarBesos.
Hola Manuel. Excelente trabajo que bien se puede utilizar como guía. Un tesoros dignos de conocer in situ. Desgraciadamente solo he estado una vez en Sevilla hace ya muchos años y cuando vuelva seguro que disfrutaré muchísimo más, gracias a tus entradas.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo :)
Muchas gracias, amigo.
EliminarUn fuerte abrazo.
Estuve allí en marzo hace tres años. Ya no recuerdo mucho. Por lo tanto fue muy interesante leer tu entrada. Tendría que volver en mayo para ver el jardín en flor. Saludos y un abrazo Manuel.
ResponderEliminarGracias, amiga. Mayo es una fecha muy buena, para visitar esta ciudad.
EliminarAbrazos.
Hola Manuel, hace años estuve en Sevilla pero por causas ajenas a mi voluntad no pude visitar el Alcázar y sus hermosos jardines, me gustaría poder hacerlo para la próxima primavera. Una entrada extraordinaria.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, amiga.
EliminarUn abrazo.
Que relato más completo de este gran monumento Manuel, siempre se queda una con ganas de saber y conocer más.
ResponderEliminarGracias por compartirlo.....BESOS
Las gracias, a ti siempre.
EliminarBesos.
Hola Manuel. Que reportage más bonito e interesante. La foto que más me ha gustado a sido la cama de Isabel II.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Josefa.
EliminarUn fuerte abrazo.