Fotos antiguas de Montefrío e Illora, (Granada).

Montefrío (Granada).

Esta villa contaba con 10983 habitantes, según el censo oficial de  1910, y se halla situada al Sur de la sierra de Priego y al Oeste de la Parapanda, en la conjunción de dos cerros, a cada uno de los cuales se encarama una parte de la población.

El clima es crudo en invierno y templado en las demás estaciones del año, pero le hace muy saludable el ambiente purificador por la constante ventilación.

En la cúspide del cerro de la villa, llamado así porque ésta antiguamente estaba edificada en su falda, aparecen las ruinas de un castillo que fue famoso por su situación caso inexpugnable. Hallándose la población en poder de los moros, salieron la mayor parte de sus vecinos para reforzar la guarnición de Málaga, amenazada por los ejércitos de los Reyes Católicos. Fernando V, aprovechando esta circunstancia, sitio el castillo, pero los vecinos que habían quedado en la villa se encerraron en la fortaleza y se defendieron con tal ahínco, que los cristianos se vieron precisado a levantar el sitio. Más tarde renovaron el asedio, y fue preciso el ardimiento y el valor militar del Gran Capitán para rendir esta formidable fortificación.

El territorio es sumamente quebrado, donde abundan los encinares y los buenos pasto, producía en esa época mucho trigo y otros cereales, aceite, garbanzos y toda suerte de legumbres, frutas y algo de vino de calidad inferior. Se críaba también ganado cabrío, de cerda, caballar, mular, asnal y preferentemente lanar y vacuno. La caza de perdices, liebres y conejos era también muy abundante.

La industria entonces, era muy escasa si se prescindía de la que deriva de la agricultura; reduciéndose ésta a la molinería de aceite y harinas y a la elaboración de jabón. El alumbrado de la villa era eléctrico.

Vista parcial de Montefrío.

Se encuentra esta villa montañesa a Occidente de la sierra de Parapanda, y sus caseríos se encaraman por el cerro del Castillo.

El Castillo de la Villa.

Mucha fue, en tiempo de los moros, la importancia de esta fortaleza, por su privilegiada situación estratégica.

Vista tomada desde el Castillo.

Uno de los aspectos más pintorescos de esta población, con el cerro del Calvario al fondo.

El Coche-Correo.

Salida del correo por la carretera de Tocón.

Plaza de la Constitución.

Punto muy céntrico y concurrido de la villa.

Calle Real.

Una de las mejores calles de la población, pero irregular y tortuosa como todas.

Iglesia de San Antonio.

Perteneció al antiguo convento de Franciscanos, fundado en el siglo XVIII, de cuya época data también el templo. Su elegante portada es de estilo barroco, y en el interior se admiran algunas imágenes de talla bastante buena.

Iglesia arruinada del cerro de la villa.

Junto al antiguo castillo se levanta los restos de una iglesia, construida en el siglo XVI, de cuya belleza arquitectónica puede juzgarse por esta puerta de estilo plateresco.

La Virgen de los Remedios.

Imagen que se venera en la parroquia de la Encarnación.

Illora (Granada).

Esta villa con 10048 habitantes en el censo de 1910, era poco menos importante que la cabeza del partido, y se halla situada al Sur de la sierra Parapanda, en un sitio sumamente pintoresco y distante a 28 kilómetros de Granada.

El clima es fresco y saludable, la ventilación muy libre y las aguas abundantísimas, brotando de todas partes numerosos manantiales, cuyos arroyuelos recorren el territorio en todos los sentidos.

Las tierras del término se ha hallaban bien cultivadas y producían cereales, frutas y aceite en abundancia, poco vino y bastantes legumbres y hortalizas. Se criaban también toda clase de ganados, especialmente cerdos, y el monte abrigaba caza de conejos y perdices. Había en esa época algunas fábricas de jabón y aguardientes y el alumbrado era eléctrico.

Los cuatro importantes lugares agregados a este ayuntamiento, llamados Alomartes, Brácana, Escónar y Tocón, tenían, respectivamente, 1431, 700, 671 y 738 habitantes, según el censo antes citado, y el último de ellos se comunicaba por carretera con la cabeza del partido y poseía estación de ferrocarril.

Iglesia parroquial de la Encarnación.

Parroquia que los Reyes Católicos mandaron construir a sus expensas, poco después de la Reconquista, encomendada la obra al famoso Diego de Síloe.

Altar de la Dolorosa.

Curioso retablo barroco, en la iglesia parroquial de la Encarnación.

Cruz de San Pedro.

Se halla a la salida de la población, y al centro de la misma aparece la elegante silueta de la iglesia parroquial.

Ruinas del Castillo.

Se encuentra en estado deplorable y cogen toda la extensión del enorme peñasco donde está asentada. En la vista solo aparece un detalle de las mismas.

Vista parcial de Illora.

Está tomada desde el cerro del castillo, y al fondo aparece la sierra de Parapanda.

Plaza de la Constitución.

Aunque irregular y poco espaciosa, la hacen interesante los peñascos que se elevan, casi cobijándolas, sobre las casas.

Vista general de Illora.

En la vertiente meridional de la sierra de Parapanda se halla esta importante villa, dominada por un cerro ocupado por las ruinas de un castillo.

Fuentes: Bibliografía y archivo particular.

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