Fotos antiguas de Grazalema, Villaluenga del Rosario y Ubrique, (Cádiz)

Grazalema (Cádiz).

Villa de 5179 habitantes según el censo oficial de 1910, y situada en una ladera de la peñascosa sierra de su nombre. El territorio del término es muy pedregoso y sería completamente estéril si no estuviese sometido a constante labor. Lo que más abundaban eran los carrascales, que producían buena cantidad de bellotas para el engorde del ganado de cerda. Se cosechaban también cereales y algo de aceite y vinos. Bañan las tierras, en parte, las aguas que descienden del puerto del Boyal que, juntamente con otros manantiales de este término, forman el río Guadalete.

Había entonces numerosas fábricas de bayetas y paños burdos, otras de hilado, algunas de embutidos y de chocolate, una fundición de cobre y alumbrado eléctrico.

En el término radicaban en esa época dos minas de cobre, en explotación. Y sus ferias se celebraban del 24 al 26 de Agosto, y fiestas los días 2 de Mayo y 8 de Septiembre.

El Peñón grande. 1914.

Se extiende la población en una ladera del imponente cerro, que forma parte de la sierra de su nombre.

La Alameda y Casa Consistorial. 1914.

Al fondo del paseo, cuyo horizonte cierra el escabroso monte, aparece el modesto edificio del Ayuntamiento.

Iglesia de La Aurora. 1914.

Al pié de la peña brava, y dando frente a la Alameda, se yergue la robusta masa de este curioso templo, donde se hicieron fuertes en ella varios vecinos armados, que defendieron del saqueo las casas próximas, durante la guerra de la Independencia.

"La Plaza pequeña" de Grazalema. Postal.

Calle de Canalejas. 1914.

La blancura de los edificios de esta calle, una de las más importantes de la población, nos dan idea del buen aseo de sus habitantes.

Nacimiento del Guadalete. 1914.

Pintoresco lugar, donde se inicia el histórico río, en el que se supone, acaso erróneamente, acaecida la funesta batalla que decidió los destinos de la monarquía visigoda.

Altar del Sagrario, en la parroquia. 1914.

Bonito altar, con elegante templete, de construcción relativamente moderna.

La Virgen del Carmen, en la iglesia de San José. 1914.

Expresiva imagen, muy venerada por los habitantes de la población.

Fotografía y postal, de los años setenta, de mi colección.

Nuestra Señora de los Ángeles.

Villaluenga del Rosario (Cádiz)

Villaluenga del Rosario, más la villa Livar y las casas de jornaleros, suman un total de 999 habitantes en el censo de 1910. Se halla a 76 kilómetros de la capital de provincia, a 17 de Grazalema y a 10 de la estación de Cortes de la Frontera. Está situada en terreno abrupto, perteneciente a la sierra de Libar.

Cosechaba en esa época almendras y corcho, del que tenía fábrica de tapones; se criaba ganado, y celebraban feria y fiestas el primer sábado, domingo y lunes del mes de Septiembre.

Vista general de Villaluenga del Rosario. 1914.

Se halla situada esta población en lo más áspero del monte, entre las sierras de Libar y de Ubrique.

Iglesia del Rosario. 1914.

Vista interior de la iglesia parroquial de esta villa.

Ubrique (Cádiz)

Tarde de fiesta en Ubrique.

(Pintado por Francisco Prieto, en 1922)

La villa de Ubrique, según el censo oficial de 1910, por sus 5453 habitantes, era algo más importante que la cabeza de partido.

El terreno es quebrado, pedregoso, en ciertos puntos, y poblados en otros, de arbustos, encinares, algarrobales y árboles fructífero de variadas especies. Había entonces cantera de jaspe de diferentes colores y fuente de aguas feruginosas y sulforosas. Se producían pocos cereales, algo de aceite y vino y mucha fruta y hortaliza, y se cría ganado lanar, cabrío, vacuno y yeguar, y abundaba la caza de perdices y conejos.

La industria de entonces, había adquirido ya bastante importancia, especialmente en lo que se refiere a los curtidos de pieles y suelas, calzado, petacas y otros artículos de peletería. Había, además, fábricas de harinas, de aceite, de hilado de lana, de mantas, de paños, de tapones de corcho, de aguardientes, de cal y de navajas.

Durante la guerra de la Independencia debieron abandonarla sus habitantes, en distintas ocasiones, víctima de los incendios. Y en esa época el alumbrado público era eléctrico.

Altar de la Dolorosa. 1914.

Bonito retablo de caprichosas líneas, ejemplar característico de estilo barroco, en la parroquia de la Asunción.

Altar de la iglesia de Nuestro Padre Jesús. 1914.

Interesante capilla y retablo, donde se venera la imagen de Cristo llevando la Cruz.

Calle Real. 1914.

Una de las principales de la población, en la que se ha congregado la chiquillería del vecindario, para exponerse al objetivo.

Iglesia de Nuestra Señora de la O. 1914.

Interesante vista del interior de este templo de elegante proporciones.

Vista general de la villa. 1914.

Se asienta esta población en la falda de la peñascosa sierra de su nombre.

Paseo de la Huerta. 1914.

Hermosa avenida, sombreada de plátanos, que contribuye a realzar la belleza de esta pintoresca villa.

Iglesia de San Antonio. 1914.

Dominando los edificios de la plaza de la Constitución, se levanta, este templo, sobre la pendiente del peñasco.

El pueblo despidiendo a la colonia escolar jerezana, de niñas, después de pasar una temporada en la Sierra de Ubrique, en Enero de 1932.

Fuentes: Bibliografía y archivo particular.

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