Las cuentas del Rey.

El día 27 del pasado mes de Febrero, el periódico digital "El Confidencial", ha publicado  "Las cuentas del Rey", en un artículo del periodista, Graciano Palomo.

Este blog, aunque humilde, pero siempre atento a la actualidad, quiere ir un poco más allá de esta noticia, ofreciéndoles no solo las cuentas del Rey, sino que a continuación van a poder ver también, las posesiones reales.

Posesiones Reales.

Palacio Real de la Granja de San Ildefonso

El hermoso Palacio del Real Sitio de San Ildefonso (La Granja) fue mandado construir por Felipe V al maestro mayor D. Teodoro Ardemans, data de 1º de Abril de 1721, durando tres años las obras. Tanto en aquel suntuoso Palacio, lleno de preciosidades artísticas, como en los alrededores, hicieron notables mejoras Carlos III, Amadeo de Saboya y D. Alfonso XII.

Distribuidas en las alamedas del parque hay veintiocho fuentes artísticas que producen verdadera admiración por su belleza.

La fachada principal del Palacio mide 150 metros de longitud y las laterales 45. Los jardines de la Granja son célebres en toda Europa.

Palacio Real de Riofrío

El histórico palacio de Riofrío fue fundado en 1751 por la reina viuda Isabel de Farnesio. Se eleva en el centro de un bosque que mide 14 kilómetros de perímetro, y aunque de construcción más modesta y de menores dimensiones, se asemeja algo en su aspecto al Real Palacio de Madrid.

Consta de tres cuerpos coronados por una balaustrada de piedra con jarrones.

Lo más suntuoso de este palacio es la escalera, que puede considerarse como una hermosa obra de arquitectura. Esta finca es una de las mejores del Real Patrimonio.

El Escorial

El grandioso monasterio fundado por Felipe II, con su patio de reyes, su hermosísimo templo y su histórico panteón, no obstante encerrar tantos tesoros de arte entre sus muros, no es el único monumento digno de atención que existe en este Real sitio de San Lorenzo.

Merecen también detenido examen la Casa de Infantes, el palacio que fue del Infante D. Carlos y el de D. Manuel Godoy.

Son dignas de visitarse las habitaciones que ocupó Felipe II en sus últimos días, contiguas a la iglesia, y en ellas se puede observar, la modestia de que quiso rodearse el rey en su retiro.

Reales sitios de Aranjuez

En el Real Sitio  de Aranjuez, villa muy importante en el siglo XV, que engrandecieron los maestres de Santiago y fue concedida a la Corona pasando a poder de los Reyes, destaca entre pintorescos jardines el palacio que comenzó a construir Felipe II y continuaron Felipe V, Fernando IV y Carlos III, y que destruido en parte por un incendio en el siglo XVII,  fue reedificado en 1727.

Encierra este Palacio multitud de obras artísticas, como cuadros de Rafael, Ticiano, Mengs, etc., y porcelanas, estatuas y molduras de gran mérito.

Sus jardines y la llamada Casita del labrador son dignos del mayor encomio.

El Pardo

La Puerta de Hierro, construida a fines del reinado de Fernando VI, ha sido principal entrada a la Real posesión del Pardo. Actualmente en el perímetro de sus poblados bosques, que alcanza doce leguas, está situada la población, en cuya parte más despejada se alza el palacio que fue la última morada del rey D. Alfonso XII.

Desde la época de Enrique III sirvió de lugar de recreo a los reyes de Castilla. Carlos I mandó construir un palacio en sustitución de la casa que existía, palacio que terminó Felipe II.

Se conservan en su interior magníficos tapices y muy hermosas pinturas. La Casa del Príncipe, que se encuentra al norte del pueblo, merece mención por los hermosos muebles y obras de arte que encierra.

La Casa de Campo

La Casa de Campo se debe a Felipe II, y mide mil setecientas cuarenta y siete hectáreas, que forman en conjunto un polígono irregular.

Entre los extensos pinares y la magnificencia de corpulentos árboles que la hermosean hay algunos modestos edificios, destinados hoy a casas de labor y a viviendas de los guardas.

A la entrada se ve la casa-administración, y en una altura está la iglesia. El lago que ocupa una extensa superficie, embellece mucho esta posesión, que por su proximidad al Real Palacio ha sido objeto siempre de preferencia por parte de los reyes. En la Casa de Campo es abundantísima la caza, y en la parte reservada existen magníficos árboles frutales, cuyos productos se sirven en la mesa del real Palacio.

El Alcázar de Sevilla

Al mediodía de la gran basílica sevillana se halla el Alcázar, el hermoso palacio árabe que habitaron los reyes abbaditas, almohades y almoravides, y después fue residencia del Santo Rey conquistador. D. Pedro I de Castilla hizo importantísimas obras de restauración que duraron desde 1353 a 1364. Junto a la puerta llamada de Banderas cuenta la tradición que tenía su tribunal el rey, y aún se conservan algunos trozos de piedras en que acostumbraba a sentarse.

Son notables ya dentro del Alcázar, el Patio de la Montería, llamado así por haber tenido en él sus habitaciones los Monteros de Espinosa; el Patio Grande, en el que se alza la hermosa fachada principal, cuya portada es de lo más suntuoso y rico que existe; el Patio de las Doncellas, el Salón de Embajadores la obra más hermosas de cuantas ha producido la arquitectura oriental; el Salón de Carlos V; el Dormitorio de los Reyes Moros, y otras varias estancias cuya enumeración sería interminable.

los hermosos jardines que rodean aquella espléndida posesión han sufrido grande reformas, pero aún conservan su aspecto pintoresco. En él existe todavía el pabellón que hizo edificar Carlos V, cuya arquitectura entre italiano y oriental le da tan originalísimo aspecto. 

Textos copiados literalmente de un especial de Blanco y Negro de 1902. Las fotografías son de J. Lacoste.

Notas del editor:

Para ser justo, tengo que aclarar, que la actual familia real española, que procede del exilio, no dispone de propiedades inmuebles ni de terrenos, lo que la hace una familia real bastante insólita en Europa, donde las monarquías fueron acumulando bienes generación tras generación. En España, todas las propiedades reales pasaron en su día a Patromonio Nacional, excepto el Alcázar de Sevilla, que fue regalado al municipio de la ciudad, en el año 1931.

Las rentas reales

Alfonso XIII

La lista civil del soberano español es muy exigua, pues solo llega a siete millones de pesetas, además de las asignaciones que se han señalado a los miembros de su familia ; pero, afortunadamente, este monarca ha sido cuidadosamente educado por su madre la reina María Cristina.

La circunstancia de que la mayor parte de la esperanzas de España para alcanzar prosperidad y poderío se cifran en el desarrollo comercial e industrial del país, y no en la ostentación que el monarca despliegue ante las cortes de Europa, hace más fácil la inversión que el joven rey puede dar a los exiguos emolumentos que percibe del país, uniéndose a esto, además, el hecho de que las cortes conceden cuando es necesario grandes sumas para la recepción de huéspedes reales y para los viajes del rey al extranjero.

Además de la educación recibida por Don Alfonso XIII, que le hace no ser dispendioso en sus gastos, sus sports favoritos, el automovilismo y la caza. no le proporcionan grandes desembolsos.

Eduardo VII

Siempre que un nuevo monarca inglés sube al trono, se verifica la formalidad de rendir al pueblo las rentas de las propiedades de la corona y de ciertos impuestos tradicionales, antes de votarse la lista civil. El 2 de Julio de 1901 hizo Eduardo VII la rendición acostumbrada, y a su lista civil se fijó entonces en 11.750.000 de pesetas anuales, de cuya  cantidad se destinaron 2.750.000 pesetas al bolsillo particular del rey y de la reina, 3.125.000 para salarios y pensiones de la real casa, 500.000 para reparaciones en los palacios reales, y 750.000 para obras de caridad, recompensas y gastos. Por la misma ley, el príncipe heredero recibe 500.000 pesetas anuales y la princesa consorte 250.000 pesetas. En total, la familia real le cuesta al pueblo inglés 22.500.000 pesetas anuales.

El Zar Nicolás II.

Durante el año financiero de 1904. Nicolás II recibió en números redondos 800 millones de rublos. Esta enorme renta personal representa las ganancias obtenidas de la  propiedad agrícola que abarca más de un millón de millas cuadradas, de la propiedad urbana de varias ciudades y de minas de oro y otros metales en los Urales y en Siberia.

Lo cierto es que el presente zar, que se distingue por su afición a la vida casera y por sus sencillos placeres, así como por la economía en los gastos de su casa, no gasta personalmente tan exorbitante cantidad que viene a representar 400 millones de duros al año.

Al terminar la última visita que hizo a la reina Victoria en Windsor, dejó para que se repartieran entre los dependientes del palacio la respetable suma de 100.000 duros.

El Káiser Guillermo II.

Ocupémosnos ahora en lo referente a un monarca que hace figura muy principal en la política internacional, pero cuya situación financiera le señala como el soberano más pobre de Europa.

Guillermo II, como emperador de Alemania, no solo carece de lista civil, sino que prácticamente no disfruta de rentas de Estado, con excepción de los 3.130.000 pesetas que anualmente le concede el Rechstag, de cuya suma el emperador solo puede disponer particularmente de 5.000 duros. Afortunadamente, Guillermo II posee otros recursos, pues como rey de Prusia recibe anualmente cerca de 20 millones de pesetas y es propietario nominal de sus tierras.

Los gastos de la casa de Guillermo II se calculan y ajustan con gran cuidado. La emperatriz disfruta una anualidad de 125.000 pesetas que no puede aumentarse.

El Zar de Rusia es el soberano más rico, y el Káiser, el de ingresos más bajos.

Reportaje publicado en Diciembre de 1905 por la revista

"POR ESOS MUNDOS".

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