Constantina, en la época romana, sufrió su primera guerra civil entre los ejércitos de César y Pompeyo, época, en que fue rebautizada con el nombre de "Constancia Iulia".
El 22 de Julio de 1936, se repite la historia, con la llegada de las tropas golpistas a las puertas de esta bella ciudad, situada en las estribaciones de Sierra Morena. Eran los comienzos de la guerra civil en nuestra región, y en su huida, algunos exaltados de las fuerzas republicanas, se dedicaron a atentar contra el patrimonio artístico religioso y documental, de sus respectivos pueblos.
En Constantina, el triste balance, fue el siguiente: Incendio y saqueo de la iglesia de Santa María de la Encarnación; incendio, saqueo y destrucción del Convento e Iglesia de la Virgen de los Dolores; saqueo, de las capillas de Jesús, del hospital de San Juan de Dios, Concepción y ermitas de Nuestra Señora del Robledo y de la Yedra.
Constantina (Sevilla)
Era edificio mudéjar de tipo parroquial hispalense, del que se conservan los arcos ojivales de la nave central, el ábside y la absidiolas laterales. El presbiterio está cubierto por bóveda de crucería estrellada y por otras que semejan puntas de arpón unidas por sus vértices. Probablemente pertenecen al siglo XIV.
La bóvedas endoladas que cubrían la nave central y la del Evangelio se han arruinado totalmente, amenazando derrumbarse la de la Epístola. Una y otras fueron fabricadas en momento de reconstrucción del templo, que no sería anterior, sin duda, al decimo-octavo siglo.
Interesantísima su torre-fachada que responde a una tipología mudéjar frecuentemente adoptada en esta región en el siglo XIV.
En el siglo XVI se reformó la fachada de los pies adosándosele la portada principal y la ventana. Se sabe documentalmente que en la construcción del primer cuerpo de campanas intervino Hernán Ruiz, en 1567. El resto de la torre es obra de Pedro Díaz de Palacios, quien posiblemente modificó el proyecto original al construir los dos últimos cuerpos y el chapitel a fines del citado siglo. En época barroca se construyeron las tres capillas adosadas y se sustituyeron las primitivas cubiertas de las naves por bóvedas de arista.
Portada de la iglesia de Santa María de la Encarnación.
Fachada después del incendio, con la puerta tapiada.
Retablo mayor (destruido).
Esta interesantísima pieza, jalón de gran importancia para el conocimiento de la evolución del retablo hispalense, fue concertado el 15 de Abril de 1592, por el Maestro Juan de Oviedo y de la Bandera, según una serie de condiciones aprobadas por el Maestro Mayor Vermondo Resta. La obras que en él realizaron el referido Maestro, las conocemos a través de las cartas de pago otorgadas en el referido año y en el de 1598, fecha en la que declaraba tenerlo terminado.
En la pintura, dorado, estofado y encarnado, de la arquitectura, talla y escultura de dicho retablo, intervinieron desde 1568 a 1609 los maestros pintores Francisco Cid, Diego de Campos, Vasco Pereira, Diego de Salcedo y Antonio Pérez.
Su traza responde perfectamente a la que fue general en Castilla y Andalucía para los retablos de las capillas principales en el último tercio del siglo XVI.
Tan bella pieza, cuya plena valoración no puede ser conocida hasta que se trace la historia de la evolución del retablo sevillano hasta el siglo XVI, ha sido completamente destruida.
Interior después del incendio.
Podríamos citar entre las obras de arte de la iglesia, el interesante retablo del Cristo del Miserere; el de la capilla de San José, concertado en 1638 por el escultor y arquitecto cordobés Felipe de Ribas, y pintado modernamente. Este estaba presidido por la imagen del Titular, tallada por dicho maestro, y se componía de las pinturas de la Huida a Egipto, Desposorios, Nacimiento de Jesús y Muerte de San José. En el ático del retablo se hallaba una pequeña imagen del Niño Jesús. Solo se han conservado de este conjunto dos columnas, que se han utilizado en otro retablo de la iglesia que actualmente sirve de parroquia.
Interior después del incendio.
Virgen con el Niño (destruida).
Interesantísimo era el retablo colateral de la nave de la Epístola, tallado en el siglo XVI, presidido por una imagen de Nuestra Señora del Rosario, que hizo el citado maestro Juan de Oviedo, el joven, según declara un poder otorgado, en 1598.
Logró salvarse del incendio un retablo del siglo XVIII, que ha sido trasladado a la actual parroquia.
Los demás retablos, imágenes y pinturas -algunos de gran interés- fueron consumidos por el incendio.
Entre los ornamentos y objetos de orfebrería perdidos no existía ninguno digno de mención. Tampoco los hay entre los escasos que han podido ser salvados.
Con motivo de los sucesos fue destruido el Archivo Sacramental, salvándose el Histórico.
Retablo de San José (destruido).
Fuentes: Bibliografía y archivo particular.
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Que lástima entre guerras y destrucciones mira por donde se quedó tanta maravilla.
ResponderEliminarFeliz domingo.
Muchas gracias, Mari.
EliminarBuen fin de semana.
Besos.
Siempre es un gusto pasear por este bello pueblo de la sierra norte y esta tarde he disfrutado de este paseo de tu mano por su pasado.
ResponderEliminarMuchas gracias por estos post impagables, querido Manuel.
Besos y feliz semana.
Gracias, Isabel.
EliminarBesos, y feliz fin de semana.
Me gusta venir a pasear por aquí y llevarme estas maravillosas sorpresas que nos deparas.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias, Alfred.
EliminarSaludos.
Es una verdadera pena que se perdiera tanta obra de arte en aquellos tiempos de la guerra, en los que había gente que se aprovechaba de la situación. Muy interesante tu post Manuel.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias querida amiga.
EliminarOtro abrazo para ti.
Muy interesante recorrido, plena de histórico detalles
ResponderEliminarGracias Manuel
Fuerte abrazo
Gracias stella.
EliminarOtro abrazo para ti.
GRANDES IMÁGENES. GRACIAS.
ResponderEliminarABRAZOS
Gracias, amigo.
EliminarAbrazos.
Me impacta la calidad de estas visitas gráficas...
ResponderEliminarSaludos
Gracias, Mark.
EliminarUn abrazo.
Un abrazo , Manuel , mi padre era de Cazalla de la Sierra.
ResponderEliminarGuillermo
Gracias, Guillermo.
EliminarUn abrazo.
Hola Manuel, que pena que el incendio lo destruyera todo. Pero se hicieron muchas barbaridades destruyendo autenticas obras de arte.
ResponderEliminarFelicidades estupendo reportaje.
Un grande abrazo!
Gracias, amiga.
EliminarUn fuerte abrazo.
Buenos días:
ResponderEliminarTe he visto en el blog de Ana María y he venido a visitarte. La sorpresa y la alegría ha sido inmensa. Hablas de toda Andalucía, tierra que elegí hace doce años como mi segunda tierra. Hablas de Madrid, mi lugar de nacimiento y donde vivo habitualmente y.....hablas de Vélez de Benaudalla, donde tengo una casita entre el mar y la Alpujarra.
Gracias, gracias.
Muchas gracias, y bienvenida.
EliminarUn abrazo.
Una pena que no predomine mas la tolerancia con el arte. En este caso el desaparecido es religioso, creo se puede ver las imágenes en su sentido artistico y el espiritual que una determinada religión puede dar.
ResponderEliminarSaludos.
Muchas gracias.
EliminarUn abrazo.
Hola Manuel, que pena los incendios son capaces de devorarlo todo y terminar en poco tiempo con cosas tan maravillosas como esto, tu trabajo como siempre de lujo. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarGracias, amiga.
EliminarUn fuerte abrazo.
Qué pena, Manuel. Rompe el alma. Las burradas que hace el hombre, es increíble.
ResponderEliminarBesos
Gracias, Celia.
EliminarBesos.
Al ver algunas de esas postales se puede añorar por aquellos tiempos
ResponderEliminarFeria de Jerez,Alegrias y caballos
Gracias, Juan.
EliminarUn abrazo.
¡Qué interesante blog tu tienes aquí Manuel! Voy a volver y leer y leer... He estado una vez en Sevilla y digo - qué maravilla ♥
ResponderEliminarMuy amable, muchas gracias.
EliminarUn abrazo.
Muy lamentable perder esas grandes obras.
ResponderEliminarExcelente tu reportaje.
Un fuerte abrazo.
Gracias, Amalia.
EliminarOtro abrazo para ti.
Una pena la sinrazón humana destructora del arte.
ResponderEliminarMuy interesante tu reportaje como siempre. Creo que he estado alguna vez de visita en el pueblo.
Un abrazo.
Gracias, Maripaz.
EliminarUn abrazo.
¡Qué interesante! Y nos hemos llevado puesta una lección de historia de regalo :D no conocía los pormenores de la Constantina romana, aunque agradezco mucho haberlos leído. Una pena la destrucción de esas piezas, una pena de verdad. ¡Cuánto daño han hecho los incendios!
ResponderEliminarGracias, Holden.
EliminarSaludos.
Un impactante y meritorio reportaje, Manuel. Las fotografías son extraordinarias, esto es de 10.
ResponderEliminarEnhorabuena. Buen "puente" con los tuyos.
Un abracete.
Muchas gracias, amiga.
EliminarUn fuerte abrazo.
La guerras se lo llevan todo por delante, vidas y obras de arte, muy terrible.
ResponderEliminarInteresante lección de historia.
Un saludo
Gracias, Conxita.
EliminarSaludos.
Apreciado Manuel, como siempre, nos presentas un trabajo con NOTA de un 10. Gran rigor en las explicaciones, acompañado de unas magníficas fotografías. Gracias.
ResponderEliminarNo te disgustes por la Feria de Abril de mi blog, realmente con los años ha variado hacia lo presentado, aunque parte de la culpa sea mía ya que era la hora de comer y teníamos bastante apetito y buscábamos el lacón y pulpo de mi "terriña", prosaico que es uno.
Un saludo grande.-
Gracias amigo, y no te preocupes que no me he disgustado, todo lo contrario, donde va un buen pulpo, no va nada.
EliminarUn fuerte abrazo.
Buon inizio settimana...ciao.
ResponderEliminarGracias querido amigo.
EliminarCiao.
Interesante entrada Manuel, siempre me pregunto ¿el ser republicano te da derecho a destruir el arte? ¡Cuantas barbaridades se cometieron!. Gracias por traernos esta joya de imágenes.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias y tienes toda la razón.
EliminarUn abrazo.
Me gustan mucho tus documentadas e interesantes crónicas, Manuel, es difícil quedarme con todos los detalles, pero aprendo mucho. Leo, releo y voy mirando las fotos con mucha curiosidad.
ResponderEliminarMi amor por el Arte, sea del tipo que sea, hace que me horrorice ante su destrución. Es algo irracional de incultos e intolerantes, venga del bando que venga.
No soy creyente, Manuel, pero a la Iglesia le debemos poder admirar hoy maravillosas obras de Arte. Frescos, monasterios, iglesias de todos los estilos, pinturas, esculturas...
Me encantan las vírgenes policromads del románico catalán. Me las llevaría todas a casa.
Un placer como siempre pasar por aquí, Manuel, ah y coincido con los árabes en lo del caballo, me chiflan.
Una vez (ya no) tuve algo de dinero, y me compré un caballo. Fue una experiencia maravillosa.
Que tengas una buena semana.
Querida amiga, muchas gracias y totalmente de acuerdo contigo.
EliminarUn fuerte abrazo.
Un documento estupendo. La destrucción de las obras de arte nos va dejando sin patrimonio cultural.
ResponderEliminarSaludos
Muchas gracias, Ambar.
EliminarSaludos.
Triste, muy triste.
ResponderEliminarGracias, amigo.
EliminarUn abrazo.
Me dá mucha pena que destruyan lo hermoso que tenemos en nuestro pais!!1Una grán perdida para nuestros descendientes..
ResponderEliminarGracias por ilustrarnos con esta grán entrada
Con cariño Victoria
Muchas gracias amiga.
EliminarUn beso.
Mais um post absolutamente excepcional, Manuel!
ResponderEliminarDesconhecia a história desta igreja... pena que tanto património histórico e cultural se tenha perdido...
Excelente trabalho, Manuel!
Abraço
Ana
Muchísimas gracias, Ana.
ResponderEliminarUn abrazo.