Todavía, se sigue hablando en Sevilla, de la famosa taberna "Casa Cornelio"; sí, la del barrio de la Macarena, esa que destruyeron a cañonazos en Julio de 1931, porque decían que allí se reunía los comunistas. Bueno, pues como supongo que ya todos conocéis más o menos la historia, hoy, sin entrar mucho en detalles sobre este trágico suceso, les voy a contar la verdadera historia de esta popular Taberna, y de la familia Cornelio Mazón.
La célebre taberna, en 1911, año de su inauguración.
Primero, dejar claro, que la "Taberna de Cornelio" nunca fue de Cornelio, aunque Cornelio le diera el nombre.
Cornelio Mazón, que así se llamaba, tenía su tienda en un caserón grande y viejo de la Macarena. Como en la casa sobraba sitio y Cornelio (que atendía exclusivamente a su negocio) necesitaba ingresos, solía alquilar estancias para reuniones, mítines o conferencias.
Que se sepa, Cornelio nunca se preocupó de política, dándole igual blanco que negro; no así su hijo Ramón (el mayor de los cinco hermanos que entonces eran los dueños de la todavía llamada "Casa de Cornelio", y dirigente del negocio).
Había entonces en Sevilla un vendedor ambulante de castañas, por cierto muy popular por su pregón, que era de aquellos floridos pregones degenerados en las zarzuelas andaluzas. El tal castañero muy conocido en el barrio por su pregón, lo era peor por sus ideas, de un anarquismo recalcitrante y furibundo.
Con este vendedor hizo Ramón a los catorce años una amistad estrecha, departiendo con él horas y horas, y oyéndole embobado cuando el castañero hablaba de una tierra de promisión, en que todos habíamos de ser iguales. (No se le ocurría a Ramón, que todos no podíamos vender castañas).
Cierto día, en el barrio de la Macarena dejó de oírse el pintoresco estribillo del castañero: "¡Yevo una confitería!; ¡Que castañas más durse!; ¡Pasteles son!"...
Coincidiendo con la falta del castañero, notó el buen Cornelio la falta de diez duros en el cajón de la tienda, y la ausencia de su hijo. En efecto, pronto se averiguó lo sucedido: al viejo castañero anarquista, en una de esas redadas de la policía por revueltas sociales, lo habían metido en la cárcel, y su amigo, el revolucionario Ramón, con sus catorce años y los diez duros hurtados al padre, se había ido a llevarle al castañero tabaco y dinero a la prisión. Desde entonces menudearon los hurtos, siempre para cosas parecidas.
Después, con el tiempo, se fue acostumbrando a su vida de martirologio político, y para él las asechanza de la policía, las conducciones por la Guardia civil y los registros en su casa, eran plato del día, especialmente desde el año 19 hasta el 24, durante los cuales pasó más tiempo en la cárcel, que en su casa.
Muerto el padre, los cinco hermanos, Ramón, Paco, Manuel, Pepe y María Mazón, se establecieron en una casita de la Macarena, que era una reducida y destartalada carbonería, y que ellos convirtieron en una tiendecita de bebidas y comestibles, reformada poco a poco, hasta convertirse en un alegre colmado.
Desde que dejó Ramón de ser sindicalista, se dedico solo a los negocios, llegando a tener tres establecimientos similares en distintos sitios de la capital, pero, el que le derribaron en la Macarena, que seguía siendo conocido como la Taberna de Cornelio, era la base de todo. A la sombra de su crédito, tan arraigado, fomentaban los otros establecimientos tomados en traspaso. Pagando por todos como industriales que eran, 900 pesetas trimestrales de contribución. Solo por la tabernita derribada, pagaba 280 pesetas.
Políticamente, quien más se significo de toda la familia, fue Ramón, y si acaso, su hermano Paco, que era el encargado de la taberna de la Macarena, y el único detenido después de los cañonazos, y liberado a los pocos días a petición de su hermana María; ya que Paco se había afiliado al partido Republicano y era socio de la Tertulia Republicana de Sevilla, y gran admirador del ministro señor Martinez Barrios, como era sabido por todos los convecinos del barrio.
Que se sepa, Cornelio nunca se preocupó de política, dándole igual blanco que negro; no así su hijo Ramón (el mayor de los cinco hermanos que entonces eran los dueños de la todavía llamada "Casa de Cornelio", y dirigente del negocio).
Había entonces en Sevilla un vendedor ambulante de castañas, por cierto muy popular por su pregón, que era de aquellos floridos pregones degenerados en las zarzuelas andaluzas. El tal castañero muy conocido en el barrio por su pregón, lo era peor por sus ideas, de un anarquismo recalcitrante y furibundo.
Con este vendedor hizo Ramón a los catorce años una amistad estrecha, departiendo con él horas y horas, y oyéndole embobado cuando el castañero hablaba de una tierra de promisión, en que todos habíamos de ser iguales. (No se le ocurría a Ramón, que todos no podíamos vender castañas).
Cierto día, en el barrio de la Macarena dejó de oírse el pintoresco estribillo del castañero: "¡Yevo una confitería!; ¡Que castañas más durse!; ¡Pasteles son!"...
Coincidiendo con la falta del castañero, notó el buen Cornelio la falta de diez duros en el cajón de la tienda, y la ausencia de su hijo. En efecto, pronto se averiguó lo sucedido: al viejo castañero anarquista, en una de esas redadas de la policía por revueltas sociales, lo habían metido en la cárcel, y su amigo, el revolucionario Ramón, con sus catorce años y los diez duros hurtados al padre, se había ido a llevarle al castañero tabaco y dinero a la prisión. Desde entonces menudearon los hurtos, siempre para cosas parecidas.
El hijo de Cornelio, Ramón Mazón, atendiendo la taberna.
Ramón se significó bien pronto, como sindicalista, y por ello sufrió persecuciones, conducciones, registros domiciliarios y encarcelamientos numerosos, hasta que llegó Primo de Rivera, en cuya época de dictadura, Ramón, dejó de ser sindicalista a causa de lo que él llamaba, claudicación cobarde de su partido.Después, con el tiempo, se fue acostumbrando a su vida de martirologio político, y para él las asechanza de la policía, las conducciones por la Guardia civil y los registros en su casa, eran plato del día, especialmente desde el año 19 hasta el 24, durante los cuales pasó más tiempo en la cárcel, que en su casa.
Muerto el padre, los cinco hermanos, Ramón, Paco, Manuel, Pepe y María Mazón, se establecieron en una casita de la Macarena, que era una reducida y destartalada carbonería, y que ellos convirtieron en una tiendecita de bebidas y comestibles, reformada poco a poco, hasta convertirse en un alegre colmado.
Desde que dejó Ramón de ser sindicalista, se dedico solo a los negocios, llegando a tener tres establecimientos similares en distintos sitios de la capital, pero, el que le derribaron en la Macarena, que seguía siendo conocido como la Taberna de Cornelio, era la base de todo. A la sombra de su crédito, tan arraigado, fomentaban los otros establecimientos tomados en traspaso. Pagando por todos como industriales que eran, 900 pesetas trimestrales de contribución. Solo por la tabernita derribada, pagaba 280 pesetas.
Políticamente, quien más se significo de toda la familia, fue Ramón, y si acaso, su hermano Paco, que era el encargado de la taberna de la Macarena, y el único detenido después de los cañonazos, y liberado a los pocos días a petición de su hermana María; ya que Paco se había afiliado al partido Republicano y era socio de la Tertulia Republicana de Sevilla, y gran admirador del ministro señor Martinez Barrios, como era sabido por todos los convecinos del barrio.
- - * - -
Conocido todo esto, comprenderán mejor la situación social que se vivió durante esa trágica semana sevillana. Días de angustia y de dolor, con una Sevilla que estuvo sometida a la tiranía de elementos perturbadores, contra el legítimo Gobierno de la República. Un Gobierno, intentando guardar el orden y la paz social, como era su obligación, y que por la extraordinaria gravedad del momento, a veces se excedieron; y en medio del duelo, un pueblo, con víctimas inocentes que cayeron en el fragor de la lucha, ajenos a ella.
En la mañana del 23 de Julio de 1931, la Segunda Batería del Regimiento de Artillería Ligera numero 3, mandada por el capitán D. Miguel de Torre Delgado, se instalan en el campo del hospital.
Al mediodía, los cañones ya apunta a la taberna, cargados con proyectiles de 75 milímetros.
Y la taberna fue destruida, por ser considerado un punto de reuniones clandestina de comunistas; cuando la "Taberna Cornelio", según Ramón Mazón, carecía hasta de cuarto para ello. Allí estaba todo en la calle y a la luz del día; cierto que solían concurrir comunistas, como también paraban los cofrades de la popular Hermandad de la Macarena, y como iban algunos médicos y muchos estudiantes de medicina del Hospital... Y todo el que quería...Añadía Ramón, que las pérdidas fueron de unos veinte mil duros. Solo en existencias había allí de treinta a cuarenta y cinco mil pesetas... Fue todo tan repentino, tan inesperado, sin oportunidad de poder alegar o de recurrir a alguna ayuda, para dar los pasos necesarios y evitarlo...sentí el primer cañonazo, desde una de mis otras tiendas, pregunté inocentemente ¿que ha sido eso?... ¿un tiro?, ¡es que están bombardeando la taberna!, y desde el segundo cañonazo, los sentí todos aquí dentro, poniendo su pálida mano en el pecho.
Localización exacta de "Casa Cornelio", tras recibir el primer impacto.
Los daños producidos en la Casa Cornelio por el cañoneo, dieron lugar al hundimiento del edificio.
Estado en que quedó la casa Cornelio, de la calle de Bécquer, 1, barrio de la Macarena, después de ser cañoneada para acabar con la revuelta obrera de Julio de 1931.
Estado en que quedó la casa Cornelio, de la calle de Bécquer, 1, barrio de la Macarena, después de ser cañoneada para acabar con la revuelta obrera de Julio de 1931.
Fuentes: Bibliografía y archivo particular.
Dedicado con todo cariño y agradecimiento, a tres amigo, Antonio Jimenez, Fernando Rivero y José Carlos Martinez, todos ellos excelentes profesores, que en su día colaboraron con este blog, y a los que les debo una visita desde hace ya bastante tiempo, para que sepan que no me he olvidado de ellos, y que si Dios quiere, pronto la haré. Un fuerte abrazo.
Que deleite de post, Manuel.
ResponderEliminarYa sabes lo mucho que me gusta leer sobre la historia de nuestra ciudad, especialmente de esos difíciles años del siglo pasado que tanto marcaron a tanta gente.
Felicidades por hacer la lectura tan amena.
Mil besos
Muchas gracias, querida amiga.
EliminarUn beso.
Crónica de la pequeña historia, la que nos hace cercanos los acontecimientos pasados y el por qué de ciertos comportamientos posteriores. Muchas gracias!
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias, Alfred.
EliminarUn abrazo.
Como siempre un reportaje precioso. Besitos.
ResponderEliminarGracias, Teresa.
EliminarUn beso.
Una crónica de un tiempo en el que la intolerancia campo a sus anchas y que nunca se vuelva a repetir.
ResponderEliminarLas diferencias se deben discutir dialogando y no a cañonazos.
Saludos.
Gracias, Tomás.
EliminarUn abrazo.
¡Ay, Manuel! A esta taberna iba frecuentemente mi abuelo. Mucho de lo que nos cuentas lo conocía por él.
ResponderEliminarYa sabes lo mucho que me atraen las curiosidades, especialmente las históricas.
Yo nací en la calle Feria, muy cerquita de Casa Cornelio, pero vine al mundo mucho después de la República y de la Guerra Incivil que fue el peor "cáncer" que nuestro país padeció..
Magnifica entrada que me emocionó por los recuerdos de mi abuelo. A veces, prefiero la historia de los mayores del lugar que la de los libros de textos. Sé que me comprendes.
Un abrazón enorme.
Gracias, Mari, y claro que te comprendo, yo aprendo mucho de las personas mayores, ya que me encanta hablar con ellos.
EliminarUn beso.
Buena entrada , Manuel ,y el primer abrazo del año 2018.
ResponderEliminarGuillermo
Gracias, Guillermo.
EliminarUn abrazo.
Hola Manuel, en esa época yo no había nacido pero por lo que he oído contar, fue bastante dura. Te felicito por esta entrada, por el trabajo, y por recopilar historias tan interesantes.
ResponderEliminarCuídate, un calido abrazo!
Gracias, Cristina.
EliminarUn abrazo.
Hola Manuel, que buena esta crónica que nos relatas, muchas gracias. Un abrazo.
ResponderEliminarLas gracias a ti siempre, querida Lola.
EliminarUn abrazo.
Con tan lujo de detalles que parece a uno estar en situ contemplando la Taberna y los hechos acahecidos
ResponderEliminarCariños
Gracias, Abu.
EliminarUn abrazo.
Muy bien expuesto ...
ResponderEliminarGracias
Muchas gracias, Mark.
EliminarUn abrazo.
Buena historia. Me he sentido unido a "Casa Cornelio" a pesar de no conocer Sevilla y me has llevado a lo largo de unos años inciertos a lomos de unas personas muy reales.
ResponderEliminarGracias.
Gracias, amigo.
EliminarUn abrazo.
Era mucho más fácil destruir que indagar lo que pasaba en aquella taberna.
ResponderEliminarUn abrazo.
Totalmente de acuerdo contigo.
EliminarUn abrazo, Mari.
Una crónica muy interesante que nos acerca a los hechos lamentables que aportan las diferentes formas de las políticas, culpables siempre de las peores tragedias de la historia en todos los países.
ResponderEliminarUn gusto leer tus estupendos reportajes.
Un abrazo.
Gracias, Elda.
EliminarUn abrazo.
Leer sobre hechos que han sucedido resulta inreresante.Daños que muchos sufrieron sin merecerlos.
ResponderEliminarBesos.
Gracias, Laura.
EliminarUn beso.
Medidas drásticas en una época de oscuridad y terror. Ser sospechoso de algo te hacía merecedor de recibir un cañonazo. Curiosa historia, amigo.
ResponderEliminarUn saludo
Muchas gracias, Carmen.
EliminarUn saludo.
Hola Manuel, fascinante pero dura historia muy bien narrada y que desconocía completamente. La verdad es que los medios utilizados por la discrepancia de ideas y que además parecían infundadas o cuanto menos exageradas, hoy en día se ven con bastante curiosidad y dolor por la desaparición de un sitio tan emblemático. Si una de las funciones de tu blog es enseñar e investigar sobre sucesos o acontecimientos ocurridos en la época, esta entrada es un claro ejemplo de tu buen trabajo.
ResponderEliminarUn gran abrazo.
Muchas gracias, Miguel.
EliminarUn abrazo.
Sevilla esta dentro de tu alma Manuel, te invito a leer mi nuevo post y espero te guste querido amigo recibe un fuerte abrazo jr.
ResponderEliminarGracias jr. y voy a pasar a leerla.
EliminarUn fuerte abrazo.
¡Qué vivencias, Manuel! De la historia grande y de la historia chica, la de cualquiera como protagonista.
ResponderEliminarEntrelazadas dan para decenas de películas.
Abrazo austral.
Gracias, Esteban.
EliminarUn fuerte abrazo.
Hola Manuel! Y destruyen la taberna a cañonazos; ejkeee...
ResponderEliminarMe ha encantado el articulo y las fotos, que ya sabes que las fotografías antiguas son mi debilidad.
Un fuerte abrazo
Gracias, Gumer.
EliminarUn abrazo.
Magnifico reportaje, Manuel. Menudas formas se gastaban en aquellos tiempos, y nos quejamos ahora. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, David.
EliminarUn abrazo.
Tenemos que quejarnos siempre David. E intentar prevenirlo y evitarlo porque, si no lo hacemos y estamos alerta, podrían volver a ocurrir.
EliminarTe vuelvo a felicitar,Enhorabuena.
ResponderEliminarGracias, Juan.
EliminarUn abrazo.
Un artículo muy interesante, con unas fotos históricas de gran valor. Joder también había que tener malaleche para destrozar la taberna a cañonazos. Menudas barbaridades las que se cometían en aquellos tiempos.
ResponderEliminarFuerte abrazo Manuel.
Gracias, Rafa.
EliminarUn fuerte abrazo.
Que interesante, Manuel. Siempre rescatas historias muy bien contadas e ilustradas.
ResponderEliminarDa gusto visitarte.
Un fuerte abrazo querido amigo.
Muchas gracias, Maripaz.
EliminarUn fuerte abrazo.
Olá Manuel! Grata pela visita lá no blog! Feliz q tenhas gostado da minha reportagem! E que preciosa reportagem tu nos mostra! Grata por partilhares! Um abraço!
ResponderEliminarMuchas gracias, Patricia.
EliminarUn abrazo.
Uma bela crónica de um passado cheio de história da magnifica Sevilha.
ResponderEliminarUm abraço e bom fim-de-semana.
Andarilhar
Dedais de Francisco e Idalisa
O prazer dos livros
Gracias, Francisco.
EliminarUn abrazo.
Sencillo, maravilloso, fácil de leer y las imágenes ufffffff un material de oro, un beso Manuel, gracias por compartir, un abrazo de corazón y que este año sea de prosperidad y mucha salud :*
ResponderEliminarGracias, Patty.
EliminarUn beso.
Un excelente reportaje.
ResponderEliminarQué pena que sucedieran estos casos!.
Un abrazo y feliz fin de semana.
Gracias, Amalia.
EliminarUn abrazo.
¡Qué barbaridad! me quedo sin palabras y es un suceso que no conocía, premeditado y sin previo aviso. Por lo que nos cuentas, en aquella época fueron unas pérdidas económicas considerables y un claro ejemplo de intolerancia política.
ResponderEliminarUn beso, buen fin de semana, buen año y todo lo mejor para ti, estimado Manuel
Gracias, amiga.
EliminarUn beso.
Muy bien contado y documentado con esas fotos históricas, desconocía la historia. Triste ese destruir a cañonazos para acallar lo que parece molestar.
ResponderEliminarEspero que hayas disfrutado de unas buenas fiestas y te deseo un mejor año.
Un abrazo
Muchas gracias, Conxita.
EliminarUn abrazo.
Qué historia, Manuel, no le faltá de ná. Hasta un castañero anarquista, que maravilla.
ResponderEliminarY que bien documentada con esas fotos del antes, del mientras y del después...He disfrutado un montón.
Qué bestias eso de destruir sin previo aviso y a cañonazos una Taberna...Bueno un edificio completo. Menos mal que está documentado que si no parecería una de esas leyendas urbanas.
Me ha encantado, Manuel.
Un abrazo,
Muchas gracias, Tesa.
EliminarUn abrazo.
La historia de esta taberna la he leído y releído. Que barbaridades podemos llegar a hacer los seres humanos, destruir algo simplemente por considerarlo punto de reunión clandestina de comunistas es terrible.
ResponderEliminarun abrazo Manuel
Muchas gracias.
EliminarUn abrazo, Ambar.
Seguramente seré una de las pocas que no conocía la historia de esa taberna.
ResponderEliminarBuen documento histórico con unas fotografías antiguas que dan fé del hecho.
Besos
Gracias, Antonia.
EliminarUn beso.
Pues si.. Vaya historia, que no conocía la verdad. Gracias por compartirlo.. Saluditos..
ResponderEliminarMuchas gracias, Ana.
EliminarUn abrazo.
¡Hola Manuel!
ResponderEliminarQue post tan interesante y muy bien explicado, bien argumentado, Manuel. En tiempos revueltos todo le vale a esos abusadores de idea deas fijas, sino pensamos como ellos…Pagamos justos por pecadores, estos últimos son los matones que abusan de su poder. También llegan a mi recuerdo historias parecidas alguna vivida y otras contadas por mi madre; esto es un poco después de 1931... Sobre 1936-37, época que ojalá nunca más recuerde nadie, algo ni siquiera parecido.
La política, o políticos... Las dictaduras. Es lo más falso, peor que un cáncer maligno.
Ha sido muy placentero leerte este relato triste si, pero muy bien escenificado, Gracias por compartir algo que se debe saber, para que no se repita la historia.
Te dejo mi inmensa gratitud y estima.
Un abrazo y ten un feliz domingo.
Gracia, Marina. Lo importante era el contenido del mismo, y se entendía perfectamente, de todas formas pienso que has hecho muy bien por que demuestras que te gustan las cosas bien hechas.
EliminarDe corazón, un fuerte abrazo.
Interesante historia Manuel, no sabía nada de ella, me ha impactado el que el hijo le robase al padre las 50 pesetas, para ayudar a su amigo preso. Que pena que los hombres siempre por ideologías o religión, se conviertan en verdaderos lobos sin importar lo que destruyan.
ResponderEliminarTe deseo un feliz 2018 lleno de salud y felicidad.
Ángeles
Gracias, Ángeles.
EliminarUn fuerte abrazo.
Interesante relato, Manuel. Que tengas un feliz y productivo año.
ResponderEliminarMuchas gracias, amiga.
EliminarUn abrazo.
Una historia de tantas que dejaron unos hechos que nunca debieron pasar. Es bueno recordar y honrar a las personas que dejaron ejemplo defendiendo sus ideas. Ojalá seamos sensatos y sepamos
ResponderEliminarconvir siempre en paz.
Me gustó leerte.
Un abrazo.
Muchas gracias, Josefa.
EliminarUn abrazo.
Impresionante historia, Manuel. Me ha encantado leerla y conocer más sobre esta taberna. No tenía ni idea de ella. Gracias por compartirla con nosotros. Besos.
ResponderEliminarGracias, a ti Verónica.
EliminarUn beso.
Para algunas cosas, nada importan las ideas políticas, lo que cuenta son los buenos sentimientos que encerraba el corazón de Ramón al no dejar de visitar a su amigo en la cárcel.
ResponderEliminarPor aquellos años se han cometido muchas injusticias, en más de una ocasión han pagado justos por pecadores.
¡Triste historia la que nos cuentas y que desconocía por completo!
Cariños.
kasioles
Muchas gracias, amiga.
EliminarUn abrazo.
Una crónica, tan bien narrada, Manuel. Me encanta saber el pasado de los pueblos y personajes insitus. Cruel, como en todas las dictaduras y gobiernos fácticos. Gracias por transmitir tus conocimientos.
ResponderEliminarAbrazos y felices días del 2018.
Gracias, Ceciely.
EliminarUn abrazo.
Excelente crónica que ayuda a documentar un momento oscuro y vergonzante.
ResponderEliminarBesos.
Gracias, amiga.
EliminarUn beso.
Hola Manuel , una historia más sobre las atrocidades de la guerra , me s gustado mucho como lo has contado ya que son cosas que han pasado , y muchos de nosotros , por poner un ejemplo está verdadera historia de este buen hombre no la sabía ya que está no salen en los libros de texto .
ResponderEliminarMe gusta mucho tú blog por que gracias a ti se cosas que desconocia y sinceramente a mi me enriquecen tanto , gracias por compartir estas bellas entradas te deseo una feliz noche y mejor semana besos de flor .
Muchas gracias, Flor.
EliminarUn beso.
No somos conscientes de la historia que hay a cada paso que damos en ésta ciudad...un lugar tan cercano y tan ignorado por mí... menos mal que gracias a estos relatos voy tomando conciencia.
ResponderEliminarGracias Manuel por compartirlos!!
Muchas gracias, amiga.
EliminarUn abrazo.
Como siempre, una interesante historia, de tantas de Sevilla
ResponderEliminarPaz&Corazón
Isaac
Gracias, Isaac.
EliminarUn abrazo.
Gracias, muy buen compartir.De un gran hombre hay siempre algo que aprender aunque esté callado. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarGracias, Flor.
EliminarUn fuerte abrazo.
¡Que vida más agitada la de los hermanos Mazón! Me encanta todo lo que nos traes Manuel. Gracias.
ResponderEliminarUn abrazo de Espíritu Sin Nombre.
Gracias, Conchi.
EliminarUn abrazo.
Hola! he llegado a este post al visistar por google maps, la fachada de la calle Relator, 39 y ver pintada en una persiana la foto de la inauguración de esta taverna. Mi pregunta es, por qué está dibujada la fachada en la puerta? visité la calle por que en esa dirección daba consulta el Dr Francisco Palomares, y estoy buscando información sobre el. Y he pensado que quizá las personas que viven allí podrían ayudarme.
ResponderEliminarGracias!
Muchas gracias.
EliminarBuenos días. Soy Sergio Mazón,nieto de Ramón Mazón, y ese es el domicilio de otra de las nietas de Ramón. El graffiti es espectacular y un bonito recuerdo
EliminarHola
ResponderEliminarYo sé mucho de la vida de Ramón Mazón porque era mi abuelo, padre de mi madre, pero no sabía de mi abuelo con esa edad. Muchas gracias por aclararme datos de esa época, me has hecho muy feliz.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.
Isabel Neira Mazón
Hola, Isabel.
ResponderEliminarMe alegro muchísimo, que te haya servido para conocer un poquito más de tu abuelo, en sus años de juventud; y para mi ha sido un placer de que haya llegado a ti.
Aprovecho para invitarte a que si un día te apetece contar algo de él, o si quieres que te publique en este humilde blog alguna foto, documento o deseas aclarar algo relacionado con tu abuelo, me lo digas, te paso mi correo y hablamos del tema, porque, información directa de la familia siempre es muy importante y ayuda mucho a conocer la verdadera historia de las personas que tanto tuvieron que ver, en la historia de nuestra ciudad.
Se me han dado ya varios casos como el tuyo, de nietos y biznietos, que se han interesado en sus familiares que han aparecido en mis entrada, incluso en una de ella tuve que hacer una rectificación de un apellido de don Fernando Gonzales Serna y Calderón, fundador del Café Teatro el Novedades, y que si quieres lo puedes ver en mi entrada de "La Plaza de la Campana", porque su biznieta Ángeles Jimenez, nos hizo un maravillosos regalo.
Gracias, Isabel, y te envío un fuerte abrazo.
Manuel.
Perdona Isabel, que voy a pedir un favor ¿tu me podrías facilitar el segundo apellido de tu abuelo Ramón y de tu bisabuelo Cornelio?, porque he leído mucho sobre este caso y en ninguna documentación aparecen, y me gustaría aportar por lo menos ese nuevo dato, siempre que tu me dieses la autorización para incorporarlos a esta entrada, y si tu quieres pongo tu nombre como fuente de información, si no, no pasa nada.
EliminarOtro abrazo.
Hola Manuel. Me llamo Antonio Ochoa Castrillo y me ha gustado mucho saber más de mi familia y más tras ver la entrada de Isabel. Cornelio Mazón era mi bisabuelo, padre de mi abuela María, hermana de Ramón que era el mayor de los hermanos. El segundo apellido de los hermanos es Díaz. Desconozco el de Cornelio, aunque sigo indagando sobre la familia. Cornelio procedía de San Miguel de Luena en Cantabria, aunque no sé la fecha exacta en que vinieron. Desconocía la fecha de inauguración de la taberna, así como algunas anécdotas que cuenta.
ResponderEliminarMe gustaría seguir en contacto contigo para intercambiarnos información.
Un abrazo y muchas gracias
Antonio Ochoa Castrillo
Hola, Antonio. En primer lugar decirte, que las gracias siempre a ti por tu visita y por tu amable comentario, que tanto y bueno aporta a esta historia.
ResponderEliminarmosan92@hotmail.com éste es mi correo, y para mi sería un placer cambiar impresiones contigo, aunque siéndote sincero poco más de lo escrito puedo yo aportar a esta historia, ya que de haber sabido algo más lo hubiera incluido en la misma. Ahora bien, tu, si lo crees conveniente, si puedes contarnos muchas cosas nuevas sobre estos familiares tuyos, que seguro estoy, que pueden ser muy interesantes.
Un abrazo, Antonio, y si me escribes en el correo y tardo en responderte un poco, no dudes en que lo haré, es que antes de ayer ha llegado un hijo mío que se ha accidentado en Austria, y vamos a estar de médicos.
Buenas tardes, comentaros, siempre según me contó mi madre, que mi abuelo Adolfo León, vivió en la Macarena en la esquina de S.Gil, y trabajó en casa Cornelio,de camarero, además como tenia tambien el oficio de carpintero, era muy"apañao" se dedicaba tambien a lo que hoy dia se llama, Mantenimento, tenia mucha confianza con los cornelios, como detalle os cuento que les hizo unos jamones de maderas que lucian colgados del techo sobre el mostrador, tambien les hizo una caja fuerte camuflada (ahora se puede contar), tambien hizo bancas y pupitres paa los Altos Colegio, en fin me alegro de haberos descubierto, aunque sea tarde.. Atte Domingo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Domingo, por su visitas y por su comentario.
EliminarSu abuelo debió de ser un gran carpintero, además de un buen artesano, lo digo, porque hacer unos jamones de madera no tiene que ser nada fácil, e imagino que después los pintaría a base de tintes, y los recubriría de grasa, para que parecieran jamones de verdad.
Muy curioso e interesante su aporte, que viene de una persona que trabajó allí, y que ayuda mucho a enriquecer este humilde blog.
Una abrazo.
Manuel.
Tengo entendido que durante el bombardeo de casa Cornelio, uno de los disparos de cañon, al estar el punto de mira mal calculado salio alto y siguiendo la vertical,cayó "curiosamente" en el Colmado de El Salvador, tambien regentado por la Familia Cornelio. Tambien decir que mi abuelo Adolfo León, despues de acabada la guerra, siguió trabajando con la Familia Cornelio en el colmado de la Cruzcampo que tambien regentaron.Atte Domingo Molina León.
ResponderEliminarHola de nuevo, Domingo. Según tengo entendido, y esto está documentado, que los disparos de los cañones (porque eran dos) fueron tan precisos, que no dañaron a ningún otro edificio.
ResponderEliminarA raíz de los años veinte, esta taberna cambió su nombre por el de "El Colmado del Salvador", aunque popularmente el pueblo llano lo siguiera llamando como la "Taberna de Cornelio". Además, como se puede ver en las fotografías, Ramón tuvo otra taberna, en otro lugar, llamada "La Terraza de la Cruz del Campo", y una tienda cercana a la taberna de la Macarena, desde donde escuchó los cañonazos, como cuento en mi artículo.
Muchas gracias, Domingo, y nunca es tarde, así, que aquí me tienes, y me encantaría que siguieras visitándome cada vez que te apetezca.
Un abrazo.
Manuel.
Gracias Manuel. siguiendo con Casa Cornelio, "bicheando" en internet, encontré un libro, titulado Sevilla banquetes, tapas cartas menús.Antropologia de la alimentación.1863-1995. De Isabel Gonzalez .Te cito literalmente tal cual un corte de la pagina 108:Casa Cornelio, en la Macarena, célebre por su desgraciado y mal atinado final,pues bombardeado con tal poca cabeza,que dispararon dos veces sin cambiar la posición de tiro,de manera que el segundo disparo, pasó limpiamente por el hueco que habia dejado el primero, y volo por encima de la ciudad, hasta caer cerca de la calle Puente y Pellón.
ResponderEliminarYo creo que sabiendo lo cerca que estan Puente y pellón y el Salvador, quizas eso justifique algunas conjeturas historicas. Tambien comentar que ayer pude hablar sobre Cornelio, con un tio mio,Manuel León, hoy dia tiene 86 años, me contó que comenzó a trabajar muy joven junto a mi abuelo,hasta mitad de los 50´s, en la terraza de la Cruzcampo,regentado por Ramón Cornelio, situada entre Marquez de Nervión y Beatriz de Suabia, en principio funcionó en plan cerveza y familiar, parecido a Baturrone, y bailes dominicales para la juventud, tenia 2 terraza una dentro y otra fuera, con el tiempo, cambió a Cabaret, con actuaciones de 2 orquestas una a partir de la tarde muy buena, y otra que continuaba y terminaba sobre las 2, llegaron a actuar artistas muy buenos de la época.Bueno Manuel, perdona que me haya enrollado demasiado, y gracias por tu atención, Atte Domingo.
Hola, Domingo. De perdones nada, sino todo lo contrario muy agradecido por tu participación. En cuanto a lo que me cuentas de ese libro de Isabel Gonzalez, no voy a ser yo el que cuestiones lo que se dice en él, imagino que sus fuentes tendrá, yo lo que te puedo decir es, lo mismo que he publicado, y que en ningún periódico de la época que dieron la noticia, de los que yo he leído, aparece ese dato.
ResponderEliminarY muy importante ese dato que aportas sobre la situación de la Terraza de la Cruz del Campo, de Ramón Mazón (porque Cornelio era el padre), ahora lo único que me falta es poder contrastar eso, es, dar con algún anuncio o alguna noticia que me lo certifique, para poder darlo como válido. Esto no quiere decir que dude de lo que me cuentas pero, como historiador, tengo que tener documentado o contrastado de alguna otra manera, lo que publico, ya que el boca a boca me sirve, pero solo como información personal, pero no, como para hacerlo público.
Muchas gracias, Domingo, Y cuídate mucho.
Gracias Manuel, entiendo perfetamente lo que dices. De todas formas Hablaré con mi tio a ver sí guarda algo que sirva para documental el asunto, para mí es un tema muy bonito, a ver sí tengo suerte.. Atte Domingo.
ResponderEliminarGracias de nuevo, Domingo. Ya tengo tu correo, y no me he puesto en contacto contigo porque estoy terminando la entrada que publico mañana, así que a partir de pasado mañana, lo haré.
EliminarUn abrazo.
Hola Manuel. Me alegra saludarte de nuevo. Quería aclarar dos cosas: una que ya he conseguido el apellido de Cornelio, se llamaba CORNELIO MAZÓN IBÁÑEZ y su mujer, Josefa Díaz Ibáñez, ambos procedentes de S. Miguel de Luena en Cantabria. Como Ramón nació en 1891 en S. Miguel de Luena y mi abuela María en Sevilla en 1894, quiere decir que se trasladarían a Sevilla sobre 1892-93.
ResponderEliminarPor otro lado he leído en varios documentos, que uno de los disparos al no cambiar la orientación llegó a caer en la plaza del Pan, sin llegar a explotar. Cerca de ese lugar estaba el Colmao del Salvador, otro establecimiento de la familia Mazón (situado en la esquina de la calle Cuna con la calle Oropesa en la Plaza del Salvador) y cuyo encargado era Manuel Mazón.
Espero seguir en contacto contigo. Un abrazo, Antonio Ochoa
Buenas noches, Antonio, en primer lugar pedirte disculpas por no haberte respondido antes.
ResponderEliminarTan pronto pueda voy a añadir lo de los apellidos, así que muchísimas gracias, por tu interés.
En cuanto a lo del proyectil, sigo diciendo que en la prensa de la época, hasta hoy en día, de las muchas que he visto, absolutamente en ninguna se hace mención a ello, así que por favor mira de que fecha son esos documentos y de que fuente han tomado esa información, ya que por mi experiencia se me han dado muchos casos de este tipo, donde la fantasía popular hace conjeturas de algo, y con el paso del tiempo se llega a creer que son datos verdaderos pero, no hay base alguna para acreditar ese hecho.
Aunque no quiero extenderme mucho te voy a proponer que si te apetece que hagas una fácil prueba: Como verás he añadido una foto nueva de los cañones, para que veas entre ésta fotografía y la que apuntan a la casa, la situación exacta donde estaban situado los mismos; ahora coge un plano de Sevilla y marca una línea recta pasando por la casa, y verás que la trayectoria de la bala tenía que haber ido en dirección al río por el barrio de San Vicente. Normalmente la dirección de un proyectil es rectilínea y cuando va perdiendo fuerza hace una parábola hacia abajo; en el caso de esta la Plaza del Pan, se tendría que haber desviado bastantes grados a la izquierda, salvo que hubiera rebotado en algún sitio cosa improbable como puede ver en el estado que quedó la casa. Y con esto acabo con este tema, salvo que alguien me demuestre con algún documento de la época de que no estoy en lo cierto, ya que como historiador, con esos datos no le puedo dar validez alguna.
Muchísimas gracias, Antonio, por el interés que te has tomado, y por el importante aporte que haces a este humilde blog.
Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarBuenas noches Manuel soy Sergio Mazón, nieto de Ramón Mazón. Estoy investigando sobre mi abuelo porque estoy preparando su biografía. Hay muchos datos interesantes que estamos descubriendo tanto Antonio Ochoa como yo. Al leer la entrada de su blog me ha sorprendido la historia de "el castañero", totalmente desconocida para mi. Puedo deducir que usted conoció a mi abuelo y le entrevistó. De ser así me gustaría saber si le contó alguna otra historia al respecto ya que es una época de la que no se tiene muchos datos aparte de la celebración del congreso de la CNT de 1918.
Esperando y agradeciendo su respuesta
Un saludo
Sergio Mazón
Buenos días, Sergio. En primer lugar agradecerte la visita y comentario.
ResponderEliminarMe parece una iniciativa estupenda la que estás llevando a cabo con Antonio Ochoa, y para la que os deseo mucha suerte y éxitos. Y me voy a tomar la libertad, como historiador, y a pesar de no ser amigo de dar consejos a nadie, de que tengáis mucho cuidado con la información que toméis de internet, antes de publicar nada, ya que está lleno de conjeturas que van pasando de unos a otros, y cualquier desliz que podáis cometer, porque no podáis documentarlo, puede dar al traste y perder la credibilidad de todo el trabajo y el esfuerzo realizado.
No conocí a tu abuelo, la información que tengo son de mi archivo particular, del que buena parte fue heredado de mi abuelo y de mi padre, y de hecho, tengo aún algo más de información, de la Taberna de tu abuelo, pero no la voy a poder publicar por lo menos, hasta dentro de dos años, ya que estoy desde hace tres años trabajando en un proyecto sobre todo los pueblos de Andalucía, del que si sois seguidores de este blog, seguro que habréis visto ya muchos publicados, por lo que, hasta que no termine con este proyecto en curso, no voy a poder buscar de nuevo, esa documentación que en su día vi.
Un abrazo, y por favor, tenedme al tanto de cuando hagáis esa publicación, ya que me gustaría tener un ejemplar del mismo. Gracias.
Un cordial saludo.