La Romería del Rocío
(Primera parte)
Las carretas del Rocío en el barrio de Triana.
El Estandarte de la Hermandad trianera.
La carreta del Sin Pecado, rodeada de la multitud.
Una pareja de romeros.
En la carreta reina el bullicio y la alegría.
La comitiva -que finge un éxodo de un pueblo privilegiado- deja Triana, todavía con la estela de una muchedumbre seguidora, y se mete, de pronto, en los caminos de su peregrinación, y el paso por la Pañoleta se reviste de estruendo popular. Es como una avanzada de pueblo humano y arquitectónico que se ha salido de la urbe, para despedir a los romeros. Estos van ganando ya la altura de la cuesta de Castilleja; y más adelante, Castilleja, Gines, Espartinas, pueblos blancos, de olivar derramados bajo el cielo y entre el oro solar.
La carreta del Sin Pecado en la cuesta de Castilleja.
Por los pintorescos caminos que conducen a las marismas.
Entre vegas y huertos avanza la Romería.
De pronto, el cortejo, en las afueras de toda construcción urbana, al campo y al aire libres, hace un alto. Lo mismo da al atardecer que al amanecer, los cambiante de la luz, desde el dorado viejo del ocaso, con ramalazos cárdenos, hasta el gris perla de la madrugada, infunden al cuadro, difuminando sus contornos, un aspecto entre fantástico y realista.
Caballistas rocieros descansando de la fatigosa peregrinación.
Un alto en la jornada romera.
Las parejas se concentran en grupos, sin romper la unidad del festejo, adquieren súbita y sólida autonomía expresiva; a los que se unen los grupos de otros pueblos romeros que, por entre los olivares, inventándose a veces sus caminos, llegan a acrecer la muchedumbre estacionada, como los regueros de la sierra las aguas quietas del canal.
En el descanso bulle la alegría ininterrumpida.
De cualquier parte surge una guitarra, y de todas las gargantas, una copla y se baila, se bailan sevillanas, mientras la quietud del paisaje se inunda de murmullos y de ecos. Si es por la tarde la parada, a pleno sol, los romeros sestean; una siesta que los demás respetan, porque raro es el que no se rinde al insomnio de la hora.
Una hilera de carretas entre la arboleda de los caminos.
Vadeando el río Quema.
Cuando concluye el yantar, o el sesteo, o como parada mayor, el sueño de la noche, se reanuda la caminata. Todo un pequeño pueblo nómada prosigue la jornada en busca de su tierra de promisión; a veces, es preciso surcar el leve caudal de un arroyuelo o vadear las ondas tranquilas de un río; y jinetes y carretas se sumen en las aguas que guardan, como el espejo fiel, su imagen y su color, entre el suave murmullo de la corriente plácida y el frescor de la espuma salpicante.
Otro aspecto del paso del río.
Bueyes y caballos surcan las aguas tranquilas.
La peregrinación sigue su ruta a través de campos de labor.
Los caballistas al caer de la tarde.
El rosario de carretas se pierde en el horizonte.
Un breve yantar bajo la umbrosa vegetación.
Al paso lento y cansino de la coyunda bovina, la carreta prosigue su marcha.
Fuente: Bibliografía.
Si desean ver otros temas relacionados, con la Virgen del Rocío y su popular "Romería", por favor, hagan clic: AQUÍ.
Dedicado con cariño a mis cuñados Myriam y Javier, quienes ya estarán preparando los bártulos para hacer el "Camino", un año más.
¡Toda una fiesta en un barrio que se viste de gala para despedir a las carretas! La salida de la Hermandad es de una alegra contagiosa digna de ver.
ResponderEliminarPrecioso post amigo.
Besos
Muchas gracias, Isabel.
EliminarBesos.
Que preciosas. Besitos
ResponderEliminarGracias, Teresa.
EliminarBesos.
Fotos maravillosas y un entrada interesante. No conocia de antes esta fiesta y tradicion. Saludos, feliz Mayo.
ResponderEliminarGracias, Riitta.
EliminarUn abrazo.
Es toda una recopilación histórica de el Camino del Rocío. de hace un montón de años, cuando era más familiar, sin tantas facilidades y menos comodidades. Todo evoluciona, lo entiendo...
ResponderEliminarSiendo un texto magnifico, dicen más las abundantes y valiosas fotografías. Me encanta la entrada por lo bien que la situas en la época, enhorabuena.
Besos.
Muchas gracias, Mari.
EliminarUn beso.
Muchas gracias Manuel por tan hermosas fotos, que maravilla, me encantan. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Lola.
EliminarUn abrazo.
Hola Manuel, esto que has escrito es muy bello: "Lo mismo da al atardecer que al amanecer, los cambiante de la luz, desde el dorado viejo del ocaso, con ramalazos cárdenos, hasta el gris perla de la madrugada, infunden al cuadro, difuminando sus contornos, un aspecto entre fantástico y realista".
ResponderEliminarLas fotografías que muestras también son retrato de una época.
No conozco El Camino del Rocío y es una asignatura pendiente, al menos la aldea de llegada. Un gran abrazo.
Gracias, Miguel.
EliminarUn abrazo.
Cuanta vida nos regalas con tus fotos, llega hasta aca la algarabia del momento
ResponderEliminarCariños
Gracias, Abu.
EliminarUn abrazo.
Una pintoresca peregrinación que transmite mucha unidad, alegría y al mismo tiempo devoción y la fe vivida de un pueblo. Que hermosos recuerdos.
ResponderEliminarAbrazos.
Gracias, Rayén.
EliminarUn abrazo.
Es realmente interesante
ResponderEliminarSaludos
Mark de Zabaleta
Gracias, Mark.
EliminarUn saludo.
No se si es fervor religioso o simplemente una fiesta en la que el camino es, tal vez, lo importante.
ResponderEliminarHe estado en el Rocío, aunque no durante la romería. La ermita la había visto muchas veces en TV y no me sorprendió pero si lo hizo la aldea y ese Charco de la Boca situado frente a ella.
Un abrazo
Gracias, Ambar.
EliminarUn abrazo.
Preciosas tradiciones y con buenos recuerdos de estas maravillosas fotografías.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias, Mari.
EliminarUn abrazo.
Um trabalho fantástico e com imagens preciosas e de grande beleza.
ResponderEliminarUm abraço e bom fim-de-semana.
Andarilhar
Dedais de Francisco e Idalisa
Livros-Autografados
Gracias, Francisco,
EliminarUn abrazo.
Me gusta que se conserven las tradiciones.
ResponderEliminarEstuvimos un año en el Rocío Manuel, y ví que muchos lo viven con verdadera devoción.Hasta esperamos ese famoso salto de la reja.
Buen fin de semana.
Besos.
Gracias, Laura.
EliminarUn beso.
Hace años tuve una compañera de trabajo andaluza, que participaba todos los años en la romería. De ello aprendí ciertas cosas y términos como el Sin Pecado.
ResponderEliminarSaludos.
Muchas gracias.
EliminarUn abrazo.
La matriz de Almonte y la de Sanlucar por ser las mas cercanas son importantes, pero si mal no estoy informado la de Triana es la de mayor numero de romeros.
ResponderEliminarSaludos.
Muchas gracias, Tomás.
EliminarUn saludo.
Muchas, gracias, por lo que nos regala en cada compartir.La verdad se detiene en la inteligencia; la belleza penetra en el corazón. Gracias, un fuerte y grande abrazo.
ResponderEliminarLas gracias siempre a ti, Flor.
EliminarUn fuerte abrazo.
Qué completa información de la aventura del camino.
ResponderEliminarHermoso camino.
Besos.
Muchas gracias, Carmen.
EliminarUn beso.
Ya sabemos un poco más sobre ese fantástico y espectacular Rocío. Tus entradas siempre gozan de una gran magnitud e interés.
ResponderEliminarAbrazo Manuel.
Gracias, amigo Rafa.
EliminarUn abrazo.
Como siempre, muchas gracias por tan estupenda información y unas imágenes tan buenas.
ResponderEliminarMuy gratificante leerte.
Un fuerte abrazo.
Muchas gracias, Amalia.
EliminarUn fuerte abrazo.
Que emocionante tiene que ser participar en este camino tan lleno de alegría, y con tanto arte, con la visión de las carretas engalanadas como muestran estas fotografías preciosas que compartes.
ResponderEliminarUn placer esta entrada Manuel.
Un abrazo.
Muchas gracias, Elda.
EliminarUn fuerte abrazo.
Es bonito de ver, como se mantiene las tradiciones después de tantos años. He visitado el rocío, pero no en l fecha de la Romería.
ResponderEliminarBesos
Gracias, Antonia.
EliminarUn beso.
Manuel, parabéns por esta postagem.
ResponderEliminarTexto e fotos (tantas e tão belas)- precioso!
O que eu aprendi...
Abrazo.
Gracias, Teresa.
EliminarUn abrazo.
Lo bueno de ver estas fotografías es comprobar cómo el paso del tiempo no ha hecho mella en esta tradición tan andaluza y tan llena de sentimiento y pasión. El tono sepia produce una sensación especial de atracción en el que mira.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias, Carmen.
EliminarSaludos.
Pintas una festividad, Manuel, para los lejanos de ella geográficamente, difícil de imaginar en todas sus dimensiones, incluyendo "el yantar y las siestas". Vivirla en plenitud supone un acontecimiento mayor.
ResponderEliminarGracias, Esteban.
EliminarUn fuerte abrazo.
Que bonito lo has contado, Manuel. Pura poesía. En mis largos años en Andalucía, no logré ir al Rocio durante la Romería. Después, muchas veces, aunque no era lo mismo.
ResponderEliminarGracias.
Muchas gracias, Maripaz.
EliminarUn beso.
Describes con tanto detalle el camino con esa amalgama de colores de atardeceres o amaneceres, que me parecía esta ahí Manuel. Gracias por compartir, en la próxima continuo el camino.
ResponderEliminarUn abrazo de Espíritu sin Nombre.
Muchas gracias, Conchi.
EliminarUn abrazo.
En las fotografías es cuando nos damos cuenta como pasa el tiempo, son todas estupenda. Me has hecho participe del el Camino del Rocío, con tu buen información.
ResponderEliminarManuel, cuídate, un calido abrazo.
Gracias, Cristina.
EliminarUn abrazo.
La serie de fotos es magnífica, Manuel, he disfrutado mucho con cada una de ellas, luego esa manera de narrar precisa y sentida que me hace vivir la intensidad de la Romería, el rito de la tradición...
ResponderEliminarY me encanta imaginar como los romeros son por unos días un pueblo nómada en busca del Paraíso, de su paraíso.
Me fascina porque es un "mundo" tan alejado de mí, que sólo puedo participar como una curiosa y sorprendida espectadora boquiabierta de que haya otros mundos, pero estén en éste, como decía el poeta Éluard.
Espero la próxima entrega.
Gracias por estos disfrutes que me das, Manuel, y que tus cuñados se lo pasen en grande.
Un abrazo,
Gracias, Tesa.
EliminarUn abrazo.
Esas postales,me hacen tener nostalgias de una época que no volvera
ResponderEliminarMuchas gracias, Juan.
EliminarUn abrazo.
Un artículo que no tiene precio, Manuel. Si a mi me ha gustado, imagínate a un sevillano, Gracias!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Gracias, Gumer.
EliminarUn fuerte abrazo.
Olá amigo Manuel! Que lindas e preciosas imagens.Bom fim de Semana,um abraço!
ResponderEliminarGracias, Patricia.
EliminarUn abrazo.
Unas imágenes que nos invitan a hacer ese camino que lleva al Rocío.Hay dos cosas que me hubiera gustado hacer y que no ha sido posible: el camino de Santiago y el Rocío. He estado en los dos luagares, de Santiago me traje una imagen del santo y del Rocío me traje una imagen de la Virgen, en los dos lugares estuve en misa y fue una experiencia inolvidable.Saludos cordiales y gracias por tu visita.
ResponderEliminarGracias, Charo.
EliminarSaludos.
Este blog goza por mi parte de la calficación de Excelencia.
ResponderEliminarMe encantó el recorrido de la romeria en otros tiempos.
Precioso Manuel me ha encantado
Un abrazo.
Muchas gracias, Josefa.
EliminarUn abrazo.
Muy bonitas y entrañables imágenes de una feria con solera.. Buen fin de semana que llega..
ResponderEliminarGracias, Ana.
EliminarUn saludo.
Muchas, gracias, por su delicadeza, que Dios le bendiga, un fuerte abrazo.
ResponderEliminarGracias, Flor.
EliminarUn fuerte abrazo.
Esas carretas de feria por un momento me han recordado las que llevaban en las películas del oeste a los colonos.
ResponderEliminarMuy buen trabajo de documentación Manuel.
Un abrazo
Muchas gracias, Conxita.
EliminarAbrazos.
Qué fotos tan excepcionales y un texto que nos hace vivir esos días especiales de todo peregrino. Conocí el Rocío un día de agosto, sin bailes, sin carretas, sin muchedumbre, pero allí estaban Almonte y su Virgen.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias, Loli.
EliminarUn abrazo.
Yo llevo viviendo Sevilla solo desde hace un año, pero mi abuelo era sevillano, y no sabe como me gusta poder ver todas estas fotos de algo que quizás vivió él. Un saludo y gracias por compartir, Manuel.
ResponderEliminarLas gracias siempre a ti.
EliminarUn saludo.
Oi Manoel adorei ver as fotografias.
ResponderEliminarSuper interessante essas carroças.
r. suas suculentas dever ser lindas por aí, como dizes
o clima é bom.
Obrigada pela visita e boa continuação de semana.
Muchas gracias.
EliminarUn abrazo.
Con este reportaje tan magnífico, es como hacer el camino.
ResponderEliminarLo ambientas tan bien, que se siente y se vive.
Y como no quiero quedar a la mitad del camino, estoy ya esperando la segunda parte.
Un abrazo Manuel y un fin de semana estupendo.
Muchas gracias, Ángela.
EliminarUn abrazo.