La Romería del Rocío
"En la Aldea"
(Segunda parte)
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Estamos ya en el Rocío. La ermita sonríe al sol con su blancura mate, su sencillez pueblerina y campera y su parvo campanario. En su torno, pequeñas casas, vestidas también del blanco enjalbegado morisco, había hasta una cincuentena esparcidas con bello desorden sobre la tierra sedienta, y el panorama acababa aquí. El Rocío es sólo la ermita, el hogar, el nido de la Blanca Paloma, que todos los años prepara su hermosura en el silencio y la soledad, para anunciarse fragante con el esplendor de la primavera.
Cuando la comitiva hacía alto en el santuario, lo primero era el desfile de las carretas y de los caballistas, hieráticos con sus varas y sus estandartes, y la carreta del "Sin Pecado" de cada Hermandad; entonces, surgía, como figura y ritmo de acompañamiento el tamboril -con su eco de flauta- es una institución en estas fiestas romeras, singularmente en la del Rocío, ya que no hay otra música artificial, mientras dura la magna ceremonia. Ni, en verdad, hace falta otra.
El espectáculo de la entrada en el Rocío, constituye uno de los más pintorescos cuadros del mundo, donde se entra por riguroso turno de antigüedad. Antiguamente al pasar las carretas de los "Sin Pecados" por delante del santuario, los mansos bueyes engalanados de vistosos cinchos y enormes frontiles, relumbrantes bajo el sol de poniente, a la voz profunda de sus boyeros, y a una señal de sus picas enjaezadas, hincaban las rodillas los animales y así continuaban hasta que oían otro vivo clamor: ¡Ya pasó!. Entonces, la muchedumbre redoblaba su entusiasmo y sus vítores, y en el terciopelo morado del aire restallaban, como una ofrenda más a la Blanca Paloma, infinitos cohetes.
Monumento a la Virgen del Rocío, en Almonte.
Todas las horas son buenas para bailar sevillanas.
A poco, la multitud se recobra, es la hora de la formación del campamento, en donde cada Hermandad tenía ya, de antemano, su sitio designado. El campamento se alegraba de candiles trémulos, y los devotos todos invaden el templo, portando velas o exvotos, en un interminable fluir y refluir, mientras fuera, bajo los cielos, entre el gentío, revienta un estruendo ensordecedor de júbilo y de danza... Rasga el preludio de la noche que ya viene con guiños de estrellas el eco vibrante del fandanguillo:
Marismeña del Rocío,
La que por Almonte asoma,
Por tu luz y por tu aroma
Te llevo en el pecho mío.
Tu eres la Blanca Paloma.
El campamento del Rocío.
Sevillanas en el campamento.
La hora de la siesta.
El buey dormita junto a la carreta.
Llegada de una Hermandad.
Atardece sobre las marisma, y el vaho caliente del día da paso a una brisa sutil, de pronto, surge el espectáculo maravilloso de una procesión de penitentes. Romeros y romeras, ellos con el ancho sombrero en una mano y ellas cubiertas con sus pañuelos, en larga fila iban dando vueltas al lugar para volver a la ermita de donde salieron. Nada hay que pueda compararse a este momento, ni siquiera en las grandes concentraciones religiosas del mundo en torno a santuarios, ermitas y monasterios famosos; mientras, cantaban con acordes monorrítmicos El Rosario y cada vez que pasaban por delante de una hermandad, se hacía un alto, y una nueva incorporación. Al fondo colocadas en orden, se encontraban las carretas con sus lonas blancas, puestas en fila, como si quisieran unirse al cortejo.
Una Hermandad se dirige a la Misa dominical.
La Hermandad de Sevilla hacia el santuario.
Cuando concluye el rosario, todavía queda un largo trecho de la noche. Noche por supuesto de feria, o sea, propicia para proseguir la danza, la canción y el jolgorio. También existía la costumbre de que unas hermandades visiten a otras, y, con tal motivo no está de más su "mijita" de "cante jondo". ¡Y, que bien "saben" unas "siguiriyas" gitanas en medio del silencio, y unos "fandanguillos", claro está, de Alosno.
Entre dos álamos verdes
Hay un lucero escondío.
Si la vista no me engaña,
Es la Virgen del Rocío
La más bonita de España.
Padre e hijo de rodillas oran ante la Blanca Paloma.
El río de cera de las ofrendas inundan el altar.
Uno de los aspecto más conmovedores e impresionante del Rocío lo constituían las promesas. En general, toda la fiesta era la exaltación del amor, de la fe y del entusiasmo, pero la promesa, por si sola, como consustancial elemento del Rocío daba un relieve extraordinario a este maravilloso espectáculo de la Andalucía occidental.
La muchedumbre, como masa o como individuo, toma parte aquí, en el festejo, ardida de una devoción íntima y desbordada. No hay en toda la extensión de la tierra reverencia, acatamiento, ni fervor más hondo, que éste de los rocieros a la Blanca Paloma. A la Virgen, es cierto se le atribuyen incontables milagros, y por creer en su celeste intercesión, los romeros depositaban a sus pies las más patéticas promesas y cumplían las más áridas y tremendas penitencias. ¿Quien no ha visto a infinitas criaturas deslizarse de rodillas, desde Almonte a la ermita -más de ocho kilómetros- atravesando un arenal cálido, áspero y duro?. Había otra penitencia alucinante: la de la cera; cualquier romero se arrodillaba en la ermita, ante la Virgen, con los brazos en cruz, portando un cirio descomunal, y allí permanecía, como en éxtasis, hasta que la cera se había consumido totalmente. Desde la tarde del sábado a la mañana del domingo de Pentecostés, la ermita se convierte en un reguero de cera, que periódicamente unos hombres la recogían con palas. Esta penitencia significa un orgullo para los romeros, que, desde pequeños, se educan en tal ambiente de renunciación, sacrificio y heroísmo.
Fuentes: Bibliografía.
Me gusta ir al Rocío pero fuera de las fechas de romería, cuando la aldea está más tranquilita y se puede disfrutar del silencio de la marisma de Doñana.
ResponderEliminarMe ha llamado mucho la atención la foto de las velas justo delante del altar, ahora se ponen desde hace años en la sala de promesas.
Precioso post Manuel.
Besitos.
Muchas gracias, Isabel.
EliminarUn beso.
En estas fechas también se celebran romerías no tan numerosas como la del Rocío pero tan queridas por sus devotos.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias, Tomás.
EliminarSaludos.
Manuel, a segunda parte é tão bela quanto a primeira.
ResponderEliminarUma vez mais escolheste imagens perfeitas para um texto poderoso.
Gosto de passar por aqui, para ler, ver e aprender.
Parabéns!
Abrazo.
Muchas gracias, Teresa.
EliminarUn abrazo.
Excelente segunda parte. Destilas una preciosa narrativa poética e inspirada, que llena el alma de bonitas sensaciones al leerte. Me ha encantado la entrada del texto describiendo el nido de la Blanca Paloma y me impresiona ese testimonio de fe de las personas postradas hasta consumir sus cirios.
ResponderEliminarUn placer leerte; mis respetos Manuel.
Gracias, Miguel.
EliminarUn abrazo.
Precioso relato sobre esta fiesta tan hermosa que debe de ser, pero me parece una barbaridad esas penitencias tan duras que se imponen los penitentes...
ResponderEliminarSerá imposible acercarse a la imagen en estos días, pero yo disfrutaría muchísimo metida en los grupos de los bailes de sevillanas, :))).
Las fotografías son preciosas Manuel.
Un gusto la lectura.
Un abrazo y buena semana.
Muchas gracias, Elda.
EliminarUn abrazo.
Gracias por tanto información sobre el Rocío, y las fotos estupendas.
ResponderEliminarAbrazo Manuel.
Gracias, rafa.
EliminarUn abrazo.
No conocía gran parte de las cosas que nos has contado. A veces nos quedamos con lo puramente folclórico, las sevillanas, las palmas, todo eso. Por lo que relatas lo verdaderamente importante es justamente lo que no vemos la mayoría de la gente.
ResponderEliminarBesos
Gracias, Ambar.
EliminarUn beso.
A través de estas imágenes y las de la entrada anterior me ha dado la sensación de haber hecho el Camino.Saludos cordiales
ResponderEliminarGracias, Charo.
EliminarUn abrazo.
¡ Que bonito todo ! hace poco estuve allí. Besitos.
ResponderEliminarGracias, amiga Teresa.
EliminarUn beso.
Gracias por introducirnos en ese mundo tan desconocido, al menos para mí.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Alfred.
EliminarUn abrazo.
El paso del tiempo no ha hecho mella en esta tradición rociera tan relacionada con Andalucía y Huelva.
ResponderEliminarMe encanta la foto de los rocieros bailando sobre una explanada entre polvorienta y verde, con una luz de ensueño.
Un saludo
Gracias, Carmen.
EliminarUn saludo.
Manuel, en tu entrada se respira alegría, y una buena actitud y el buen royo que hay entre toda esa gente, traspasa la pantalla del ordenador. Gracias por tanta información, todas la fotografías son muy emotivas.
ResponderEliminarCuídate, un calido abrazo!
Gracias, Cristina.
EliminarUn abrazo.
Que maravilla, Manuel poder empaparme de esas tradiciones tan queridas a través de lo que nos cuentas. Tus relatos van a la esencia, por eso me llegan dentro.
ResponderEliminarMe han encantado esas magníficas fotos de los bueyes sesteando.
Mil gracias querido amigo.
Muchas gracias, Maripaz.
EliminarUn beso.
Me encantan estas fotos de antes. Feliz semana y verano Manuel!
ResponderEliminarGracias, Riitta.
EliminarSaludos.
Qué bonita entrada, Manuel. Nunca he estado en la romería pero la aldea del Rocío me encanta, me parece un lugar maravilloso. Ya hace años que no voy y desde luego que leyéndote me han entrado ganas de volver. Gracias por compartir siempre información tan interesante. Besos.
ResponderEliminarMuchas gracias.
EliminarBesos.
Tanto en el pasado como en el presente la fiesta del Rocío es preciosa, aunque no haya asistido nunca, pero me gusta este tipo de tradición.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Mari.
EliminarUn abrazo.
Gostei de conhecer a história desta bela romaria.
ResponderEliminarUm abraço e continuação de uma boa semana.
Andarilhar
Dedais de Francisco e Idalisa
O prazer dos livros
Gracias, Francisco.
EliminarUn abrazo.
Qué buenas fotos!!.
ResponderEliminarDebe de ser una fiesta muy bonita .
Muchas gracias por tu información.
Un fuerte abrazo.
gracias, Amalia.
EliminarUn fuerte abrazo.
Me encanta el Rocío y su entorno. Ahora en esa fecha hay demasiado bullicio y es dificil encontrar un hueco para sentarte a comner, los que tienen una casa allí, son los que pueden disfrutar mejor, porque a ciertos ratos les permite descansar.
ResponderEliminarBesos
Gracias, Antonia.
EliminarUn beso.
Qué fotos tan magníficas. Qué bellas estampas!!!
ResponderEliminarY lo describes tan bien que me lo haces sentir. Un placer.
Respeto y admiro a esas personas que se ofrecen así.
Una romería única, sin duda. Tú contribuyes a ello.
Un abrazo Manuel.
Gracias, Ángela.
EliminarUn abrazo.
Como siempre, Manuel, una maravilla.
ResponderEliminarGracias, amigo.
EliminarUn abrazo.
Quedan estas dos últimas entradas tuyas como documentación sobre esta romería,muy buena información.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho lo del "lucero escondío".
Besos.
Muchas gracias, Carmen.
EliminarUn beso.
Buen reportaje, Manuel. También yo he pasado por la aldea pero nunca cuando se celebra El Rocío. Te dejo un gran abrazo.
ResponderEliminarGracias, María José.
EliminarUn abrazo.
Me encantaría algún día poder visitar el Rocío y más ahora con tus preciosas fotos y excelentes explicaciones tan exhaustivas Manuel. Gracias por enseñarnos tanto amigo.
ResponderEliminarAbrazos de Espíritu sin Nombre.
Gracias, Conchi.
EliminarUn abrazo.
Qué bonito y sobre todo la pasión de las personas que hacen el camino.
ResponderEliminarBesos Manuel
Gracias, Conxita.
EliminarUn beso.
Unas fotos de sorprendente belleza y frescura, a pesar de su antigüedad
ResponderEliminarPaz&Vida
Isaac
Gracias, Isaac.
EliminarUn abrazo.
Preciosa serie de imágenes.. Enhorabuena y buen fin de semana..
ResponderEliminarMuchas gracias, Ana.
EliminarUn abrazo.
Gracias, por este compartir, realmente es bello conocer nuestras riquezas.La belleza artística no consiste en representar una cosa bella, sino en la bella representación de una cosa" Mil, gracias, un fuerte y grande abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Flor.
EliminarUn fuerte abrazo.
Qué buen artículo, Manuel y las fotos, preciosas. hay algunas que se salen como la de los carromatos con los astados.
ResponderEliminarUn abrazo y buen finde!
Gracias, Gumer.
EliminarUn abrazo.
Con las tradiciones se hacen las historias,y en tu blog se puede desmostrar
ResponderEliminarGracias, Juan.
EliminarUn abrazo.
Debe de sentirse algo muy especial camino del Rocío. Yo no lo he visitado nunca y creo, por mi edad, que no lo veré, pero es verdad que cuando se ve por tv. el salto a la reja, creo que no hay nadie a quien no se le pongan los pelos de punta.
ResponderEliminarY ahora, una pequeña bronca. Es hermosa la Virgen del Rocío, pero no es menos fea la Almudena de Madrid, la Pilarica de Zaragoza, la Moreneta de Barcelona y tirando un poco para casa te diré que, es preciosa Nuestra Señora del Amor Hermoso, Patrona de Coslada. Lo celebramos el segundo domingo de Junio. Echaremos en falta a don Arturo.
Un abrazo amigo.
Muchas gracias, María, y acepto con gusto esa cariñosa bronca, a la que no añado nada ya que tu lo has expuesto perfectamente.
EliminarUn abrazo.
Ciao Manuel, mi piacciono molto le tue foto d'epoca e le tue descrizioni. Scusa la mia assenza e cercherò di essere più assiduo malgrado i piccoli problemi della vita. Un amichevole abbraccio.
ResponderEliminarMuchas gracias, amigo Elio.
EliminarUn abrazo.
Qué bien me lo he pasado, Manuel, y que bellas fotos, sobre todo la de la siesta de los bueyes entre carromatos, es una maravilla.
ResponderEliminarY me deleita el lenguaje de la narración ese parvo campanario, o los hieráticos caballistas...o las yunta enjaezadas...
Tiene mucho ritmo y Arte esta hermosa crónica rociera, y que me emocione a mí que no me gustan las sevillanas ni las multitudes ni las romerías... tiene doble mérito.
Un abrazo,
Muchas gracias, tesa.
EliminarUn abrazo.
Grato llegarse hasta aca y leerte
ResponderEliminarSiempre aprendo algo mas de esa hermosa tierra donde vives
Cariños y buena semana
Gracias, Abu.
EliminarUn abrazo.
Si se pudiera compartir este post lo compartiria de buen gusto.
ResponderEliminarIr al Rocio tiene que ser una vivencia que no se olvidaria. Si fuera mas joven procuraria ir. Gracias por tu visita que ha hecho que pase por aquí y disfrute de las imagenes y texto.
Un beso,amigo.
Muchas gracias, Josefa.
EliminarUn beso.
Gracias Manuel.
ResponderEliminarSiempre nos regalas maravillosa información que nos transporta a los lugares que nos presentas.
Las fotos en color sepia o blanco y negro contribuyen a recordar aquellos tiempos.
Vuelvo a salir de mi recluso aposento y mientras las pocas fuerzas que he recuperado en estas semanas me lo permitan, seguiré visitando.
Un abrazo.
Ambar
Gracias, Ambar.
EliminarUn abrazo.
Tu descripción de la aldea es pura poesía. ¡Cómo se ve que te tira esta devoción! Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, amiga.
EliminarUn abrazo.
Gracias Manuel por el interés y por el abrazo. Siento las entradas que me estoy perdiendo, pero ando mal de la vista y tengo vetado leer y escribir. Llevo 20 años con tratamiento, pero ahora me lo han cambiado un par de veces, espero que pronto vuelva a la situación normal.
ResponderEliminarRecibe un cariñoso y cálido abrazo. ¡Hasta el mes que viene!
Gracias, Alfredo, y aunque no voy a dejar de pasar, no te escribiré hasta que no sepa, que te has recuperado.
EliminarUn fuerte abrazo y mucho ánimo.
i feel so lucky to find your lovely blog my friend!!!
ResponderEliminaryour introduction of village is remarkable and i truly loved knowing the way of living ,culture and traditions.
wishing you all the joys of life ,Hugs!
Muchas gracias, Baili.
EliminarUn abrazo.
Muito interessante.
ResponderEliminarAbraço
Olhar d'Ouro - bLoG
Olhar d'Ouro - fAcEbOOk
Gracias, Rui.
EliminarUn abrazo.