Puerta de Carmona, en Sevilla

Antigua Puerta de Carmona, de Sevilla.

Puerta de Carmona, en 1856.

Foto:Francisco de Leygonier y Haubert. (Albúmina Estereoscopia) 

Esta puerta que estaba situada al término de la calle San Esteban, era el comienzo del camino real a la Corte, adosado a su izquierda con los Caños de Carmona. En sus límites tuvo la macabra Mesa Real o mesa de disección de cadáveres de ajusticiados, en donde se troceaban para su exposición ejemplarizante en la ciudad. Diego Corriente el famoso bandido, ejecutado en la plaza de San Francisco en 1781, fue cortado a pedacitos en la temida mesa. También al barbero del Arahal, Francisco Gómez Delgado, ladrón de un copón de la iglesia de los Clérigos Menores, se le expuso en la Puerta su mano cortada.

Un dato curioso, observado por Marquez de Castro, son las dos ventanitas con rejas de la cárcel de nobles, que se ven en los dos torreones almenados.

Esta Puerta a lo largo de su historia, sufrió múltiples reformas, entre las que cabe destacar la realizada en tiempos del Conde de Barajas. En 1576 fue sometida a una profunda reforma que incluyó  la construcción de una portada monumental con almohadillado y frontón rizado; y por último, en 1578, en unas nuevas obras se hicieron desaparecer los escudos de armas que Hernán Ruiz había colocado en 1560. Fue totalmente derruida, en 1868.

Fachada de la Puerta y Acueducto de Carmona. 

(Universidad Laboratorio de Arte. (G. Pérez-Villamil, 1845)

Esta Puerta era una de las principales, y camino que conducía a la capital de España. Fue su alcaide el duque de Alcalá.

A continuación pueden ver, esta Puerta de Sevilla, dibujada por:
RICHARD FORD.

Los dibujos realizados por el dibujante inglés Richard Ford, son, de su estancia en Sevilla entre los años 1830 y 1833. Fueron publicados por el Instituto "Diego Velazquez", en la obra titulada "Richard Ford en Sevilla". 

La importancia de esta colección de dibujos, es que nos muestra principalmente la Ciudad vista desde fuera de murallas, que aún se conservaban completas, cuando Ford estuvo en nuestra ciudad.

Puerta de Carmona. (Richard Ford, 1831)

A la izquierda, tras la muralla la Torre de San Esteban; a la derecha los "Caños de Carmona"; y al fondo, el convento de San Agustín, templo ya desaparecido. 

Y por:

BARTOLOMÉ TOVAR.

Bartolomé Tovar trabajó como colaborador gráfico de Don Francisco B. Palomo para ilustrar su segundo tomo del libro "HISTORIA CRÍTICA DE LAS RIADAS Y GRANDES AVENIDAS DEL GUADALQUIVIR", de 1878, que se conserva en la Biblioteca Colombina. Cuando Tovar hizo estos dibujos ya habían sido derribadas casi todas las puertas que iremos viendo en esta nueva serie, así que queda claro que fueron copias de otros dibujos o de fotografías anteriores.

Una Curiosidad:

En el Diario ABC, del 6 de Julio de 1982, se decía, que el Museo Arqueológico de Sevilla, había montado una exposición de las piezas halladas en excavaciones realizadas en la provincia de Sevilla últimamente; y junto a esta piezas, se exponían reproducciones en maquetas de unos cuarenta centímetros de altura, de las puertas de Sevilla, de autor desconocido y que se encontraban en el museo en depósito, pertenecientes a la colección municipal, y que seguramente ni el propio ayuntamiento sabía que esta colección existiese.

Maqueta de la Puerta de Carmona, por el escultor D. José Ordóñez Rodríguez.

A finales de Agosto del mismo año, reciben en este Diario, una carta de Dª. Manuela Ordóñez, quien les dice: "Dichas maqueta las realizó mi padre, el escultor sevillano José Ordóñez Rodríguez, profesor de la Escuela de Arte y Oficios Artísticos y Bellas Artes de Sevilla. Fue escultor del Ayuntamiento de esta ciudad desde 1914 a 1929. Realizó trabajos de ornamentación en la fachada de dicho ayuntamiento, y diversos trabajos más, como proyectos de monumentos y bocetos. Entre estos últimos están precisamente los de las puertas de Sevilla. Para lograr los grabados que le sirvieron de modelo tuvo grandes dificultades. Mi padre las hizo para la Exposición Iberoamericana, y estuvieron expuestas en uno de los pabellones. Al finalizar la Exposición, todos los bocetos de las obras pasaron al depósito municipal, situado en la Plaza de la Gavidia. Mi padre -concluye la señora Ordóñez- ha sido un gran artista; trabajó incansablemente para Sevilla, y Sevilla no ha sabido corresponderle".

Por eso mismo, y porque creo que es de justicia, que este artista sevillano y profesor de Bellas Artes, no engrose la larga lista de los grandes desconocidos de nuestra ciudad, he rescatado esta noticia.