Los "Capillitas" sevillanos.
Así como dijo Larra: todo el año es Carnaval, nosotros, aunque con voz más modesta, podríamos también decir: todo el tiempo es cofradías. Porque aparte de la época del verano, en que el calor parece que aletarga a todo vecino de la gentil ciudad de Sevilla, en los demás días la conversación predominante se refiere al asunto cofradiero.
Hay unos a quienes se les da el ingeniosos nombre de capillitas, que son los que llevan la voz cantante en las Hermandades de Cofradías, y no solo son los iniciadores de las reformas que cada día van haciendo más portentosas las procesiones de Semana Santa, sino que constituyen también el brazo que propulsa la ejecución.
Magnífico altar en la novena de Nuestro Padre Jesús de la Pasión.
Los capillitas de cada cofradía solían reunirse en los lugares más recónditos de los cafés, sin faltar una noche, para ocuparse de las mejoras que habían de introducir en los pasos, o en las insignias, comentando de paso aquellas reformas que han de hacer las demás. Y se examinaban proyectos, y se compulsaban presupuestos, determinándose siempre por los más artísticos y lujosos, aunque fueran los más caros.
Y toda decisión sobre los particulares de Arte, iba precedida de un minuciosos estudio y de una detenida deliberación.
Altar de la Virgen de la Amargura.
Los capillitas son los encargados de mantener el fuego sagrado entre los demás cofrades, y con sus ponderaciones y alabanzas sobre las proyectadas reformas, hacérselas admirar y querer.
Más toda la labor de los capillitas no se reduce a las preparaciones de las fiestas de la Semana Santa, sino que se ocupaban de organizar septenario y novenas, que comienzan en Enero con los cultos al Señor del Gran Poder, y terminan con la reunión de la Toma de Horas, en la Semana de pasión.
Los septenarios y novenas son de lo más suntuoso que puede imaginarse. Para celebrarlos se levantaban altares magníficos, con un lujo sorprendente de flores y luces; se traían los más elocuente predicadores de España, y se cantaban coplas acompañadas de numerosas orquestas; coplas y música de los más inspirados poetas y compositores. En el día de la fiesta principal hacen los hermanos, ante el Cristo o la Dolorosa que da nombre a la Cofradía, protestación de su fe, y juramento de seguir acatando sus Reglas o Estatutos.
Altar de la Virgen de la Esperanza, de Triana.
Las fiestas acababan con un suculento banquete dado por la Hermandad, al que asistían los capillitas y demás nazarenos que podían, el predicador y el director espiritual. En el banquete aparte del comer y el beber, se bromeaba y se lanzaban propósitos y planes para lo futuro, en medio de la mayor satisfacción de todos.
Más para que se comprenda todo el cariño y todo el mimo que ponen los capillitas en el culto y exorno de sus imágenes, diremos que hasta el traslado de las Vírgenes del altar en que se celebran las novenas, al que ocupan a diario, constituye una bella y piadosa ceremonia. Se hace bajar a las Vírgenes, utilizándose para ello un ingenioso aparato, de modo tan sereno, que parece que se deslizan valiéndose de alas, rematando el descenso en el paso en el que se les traslada procesionalmente a sus altares.
También vestían a las Dolorosas de hebrea, durante la Cuaresma, colocándoles los mantos bordados en oro y las coronas, pasado aquellos días, y para las procesiones de Semana Santa.
Como se ve, los capillitas no dan paz a sus manos durante todo el año, y así como está de arraigada la afición a las cofradías, que decir sevillano es decir nazareno.
Fuentes: Bibliografía y archivo particular.
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Muchas gracias a todos los que os habéis interesado por la salud de mi madre; y deciros que aún sigue hospitalizada, por lo que no volveré hasta que la situación cambie.
ResponderEliminarUn cariñoso abrazo para tod@s.
Interesante historia de los capillitas, amigo Manuel, pero lo principal es la salud de tu madre.Desde la distancia hago votos por su total restablecimiento.
ResponderEliminarAbrazo.
Muchas gracias, Esteban.
EliminarUn abrazo.
¡Cómo se vive esto de las cofradías y hermandades en Sevilla!La Semana Santa allí debe ser muy emotiva. Espero que tu madre se recupere pronto, que salga del hospital y tu puedas volver con nosotros. Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias, Rita.
EliminarUn fuerte abrazo.
Un abrazo y que esa "paz" le llegue pronto, para que siga con su vida estupendamente.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, Alfred.
EliminarUn abrazo.
Espero que pronto se encuentre bien. Tu entrada muy buena como siempre. Un abrazo para ti y otro para tu madre.
ResponderEliminarMuchas gracias, Teresa.
EliminarUn abrazo.
¡Hola Manuel! Pues sí, y mi marido y mi hijo también podrían llamarse unos "capilitas", por lo menos durante la Semana Santa. Las salidas para nosotros son mínimo de 8 o 10 horas cada día, ya puedes imaginar cómo acabamos. Yo, por mi parte, ya el año pasado decidí recogerme antes y dejarlos a ellos dos disfrutar sin hora de recogida. En casa, en Semana Santa hay anarquía en cuanto a los horarios. Este año estoy trabajando por las mañanas de cartera, así, creo que hasta el jueves por los menos no voy a aparecer por las calles de Sevilla, a excepción del Domingo de Ramos, en que sale mi hijo en la Hiniesta. Pero será mi marido quien lo recoja finalmente porque yo tengo que madrugar. ¡Feliz Semana Santa!
ResponderEliminarMuchas gracias, Ana.
EliminarUn abrazo.
Como buena capillita me ha gustado mucho leerte. Espero que tu madre esté mejorcita y pronto la podráis tener en casa.
ResponderEliminarBesitos
Gracias, Ana.
EliminarUn beso.
Me encantan estas tradiciones, tienen que ser muy emotivas.A tu madre le deseo una pronta recuperación y que pronto esté en casa.Saludos
ResponderEliminarMuchas gracias.
EliminarSaludos.
Amigo Manuel, te envio un fuerte abrazo con mis mejores deseos para la recuperación de tu madre.
ResponderEliminarBesos.
Muchas gracias, Mari Carmen.
EliminarUn beso.
Muy interesante esta historia de los capillitas, personas que parece ser se ocupan de organizar con tesón para que todo vaya bien.
ResponderEliminarCapillitas así necesitábamos de políticos, seguro que se preocuparían del pueblo como nadie.
Un abrazo Manuel, y deseo que tu madre vaya mejorando.
Muchas gracias, Elda.
EliminarUn fuerte abrazo.
Un abrazo fuerte , Manuel y que todo vaya lo mejor posible.
ResponderEliminarGuillermo
Gracias, Guillermo.
EliminarUn fuerte abrazo.
Te deseo una pronta recuperación para tu madre.
ResponderEliminarBesos Manuel
Muchas gracias, Conxita.
EliminarUn beso.
Linda entrada que disfruten de esta Semana Santa que tenga recuperación su madre
ResponderEliminarSaludos
Gracias, José Ramón.
EliminarSaludos.
También es uso y costumbre levantar estas capillitas, aunque con otros sentido litúrgico, en el Corpus, pues de ello pude disfrutar en el año 92 en ocasión de la Expo.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias, Carmen.
EliminarUn saludo.
Un abrazo grande.
ResponderEliminarMi deseo de que tu madre vaya muy bien.
Muchas gracias, Amalia.
EliminarUn fuerte abrazo.
Estas capillitas son en la actualidad todo lo deseado en estos días de preparación.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias, Mari.
EliminarSaludos.
Que bien has retratado a tantos vecinos de nuestra ciudad, que en estos días disfrutan al máximo de esa pasión.
ResponderEliminarManuel se te agradece aún más que compartas con nosotros estos relatos tan amenos.
Espero que tú madre mejore pronto, ahora la prioridad es ella.
Un abrazo
Gracias, María José.
EliminarUn abrazo.
Saludos Manuel, un gusto volver a visitarte. Lo principal ahora es desear pronta recuperación a tu madre. Que pases una Semana Santa con pasión, reflexión y paz. Un abrazo grande.
ResponderEliminarMuchas gracias, Ceciely.
EliminarUn fuerte abrazo.
Quizás sea la forma de ser que tenemos los castellanos que estas celebraciones las hacemos con mas recogimiento, tanta ostentación no la comprendo.
ResponderEliminarEspero que mas pronto que tarde nos comuniques el restablecimiento de tu madre.
Saludos.
Gracias, Tomás.
EliminarUn saludo.
Decir sevillano es decir nazareno.
ResponderEliminarQue interesante tema, es conmovedor ver la devoción de la Hermandad de los capillitas.
Hermosas imágenes.
Un abrazo .
Gracias, Rayén.
EliminarUn abrazo.
Muy interesante Manuel, como todos tus artículos. Gracias!
ResponderEliminarYa de vuelta y me quedo un ratín mirando tus cosas.
Un abrazo
Muchas gracias, Gumer.
EliminarUn abrazo.
Te dejo mi recuerdo y un fuerte abrazo.
ResponderEliminarEspero que todo vaya bien.
Gracias, Amalia.
EliminarUn fuerte abrazo.
Espero que el Señor Resucitado le devuelva la salud.
ResponderEliminarBesos
Muchísimas gracias, Antonia.
EliminarUn beso.
Es impresionante el fervor con que se viven estas tradiciones. Te mando mucha fuerza y que todo salga bien :)
ResponderEliminarGracias, amiga.
EliminarUn fuerte abrazo.
Aunque no conocía la denominación de esos personajes, no es difícil suponer que aparte de los cofrades en general, hay algunos de especial importancia, que dan fuerte impulso a las hermandades.
ResponderEliminarSaludos.
Muchas gracias, amigo.
EliminarUn saludo.
Hola, Manuel.
ResponderEliminarYo he pasado la semana santa en la provincia de Granada y ay qué ver lo que cambia vivirlo en directo a escucharlo por la tele. ¡Es emocionante!
Me ha gustado mucho...
Te dejo un abrazo.
Gracias, Piedad.
EliminarUn fuerte abrazo.
Manuel, espero que tu madre este mejor.
ResponderEliminarMe gusta mucho conocer estos detalles de Sevilla.
Aprovecho para decirte que la foto que acompaña al haiku es en el pueblo español, en Palma. Si quieres verlo, hay muchas imágenes online.
Saludos
Gracias, Karin.
EliminarSaludos.
Que grandes trabajos Manuel, leerte es un placer. Muchas gracias. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Lola.
EliminarUn fuerte abrazo.