Las Cuevas de Guadix (Granada)
No es España, ciertamente, el único país civilizado en que aún existen habitaciones trogloditas; pero si puede asegurarse que las españolas son tal vez las más interesantes entre las conocidas. Guadix es, en ese sentido una de las estaciones de mayor importancia.
Primitivamente, cada una de esas casas, era construida siempre por el que había de habitarla; desde principios del siglo XX, esa ley general tenía ya excepciones, pero continuó cumpliéndose en la mayoría de los casos, que cuando un hombre pensaba en constituir una familia, comenzaba por excavar en la roca hasta construirse un hogar, por lo que para los naturales de aquellas tierras, el problema de la vivienda tenía caracteres muy distintos de los que le hacen irresoluble, o poco menos, en medios más urbanos y más urbanizados.
El barrio de las Cuevas.
En el barrio de las cuevas, sin embargo, ha existido siempre manifiestas diferencias sociales y económicas, que, como en todas partes, se traducían en los caracteres externos de la vivienda, algunas conservaban aún el aspecto completamente troglodita; no habiendo en ellas nada que no sea naturaleza, y las modificaciones introducidas para el hombre, se limitaron a las excavaciones, más o menos hondas, y que se iban haciendo mayor a medida que la familia crecía, y consiguientemente las necesidades de espacio aumentaban.
Vista del barrio de la Cuevas, de Guadix. 1914.
Solo la entrada rota en la roca como comienzo de la excavación habitada, acusaba al exterior la existencia de habitantes; ni puertas, ni adornos, ni otro detalle de la industria humana que pudiera significar, lo que podríamos llamar el tránsito a otra edad.
La chiquillería, casi siempre muy numerosa, porque aquellos matrimonios solían ser, cumpliendo una ley conocida, muy prolíficos, vivían la mayor parte de su vida fuera del hogar. A la intemperie había de vivir también los animales domésticos, cuando la fortuna de los moradores de las cavernas llegaba hasta poseerlos.
Grupo de chiquillos en una de las cuevas de Guadix.
En los años veinte, del pasado siglo, otras viviendas tenían ya aspecto externo mucho más urbano, poseyendo verdaderas fachadas de ladrillos o de adobes; de ladrillos generalmente enjalbegadas o, por lo menos, con las jambas, los dinteles y un zócalo pintado de blanco.
En esas fachadas había ya obras de carpintería, como puertas y ventanas, que en los casos más favorables llegaban a tener rejas, y esas fachadas cubrían hogares muchos más amplios, con cámaras o habitaciones diversas, generalmente separadas por cortinas de cretonas, de colores muy vivos.
Curioso aspecto que ofrecían las cuevas de Guadix, allá por los años veinte.
La habitación principal de esas viviendas, solía ser siempre la cocina, que ofrecía un aspecto pintoresco, los muebles en ella, que como en el resto de la casa estaban reducidos al menor número posible, pero eso no impedía, al contrario, quizás contribuía a que el conjunto resultara muy pintoresco.
Detalle de la casa de un beneficiado de las cuevas, en 1901.
Utensilios decorativos que había allí y que entonces se tenían por ordinarios, y que en los años treinta ya los buscaban los aficionados a las antigüedades, lo mismo que las alfombras alpujarreñas, que pasaron, cual Cenicienta, desde la cocina de los pobres a los salones de los ricos.
Esta fotografía muestra una típica cocina, en una buena vivienda, excavada en la falda de Sierra Nevada. En ella, una excavación pequeña, secundaria, que hace papel de aparador, y en el suelo de ella, la loza muy característica y de brillante policromía, que generalmente daba una nota muy abigarrada, de color.
Solo las jarras, uno de los lujos de las cuevas de Guadix, y los cántaros, tan indispensables para aquella vida, tenían un derecho preferente, y estaban colocados en repisas o pies de madera. Los demás cacharros: jarros, botellas, batería de cocina colgaban de los muros tachonados de clavos mediante cordelillos, que permiten una distribución muy caprichosa, a veces, y reveladora, casi siempre, del gusto artístico de los moradores de la caverna.
Cuando las repisas aparecen multiplicadas y hay, como aparato especial una vasera, la vivienda podía considerarse como muy lujosa.
El número de cacharros, heteroclitos y dispares muchas veces, como correspondiendo a estratos distintos, valga la frase, de la vida de los moradores, es también, naturalmente, otro signo de riqueza. Son esas viviendas de familias más acomodada, las que suelen tenerlas en el exterior, apoyados en la fachada, y aún en la misma roca muchas veces, cercados de tosca mampostería, que sirven de refugio a los animales domésticos. Claro está que en el interior de las caverna no eran posible ni patios ni corrales, que por lo demás, muchos de los habitantes de aquellas viviendas no necesitan absolutamente.
Casa de labradores acomodados en la cercanía de Guadix, labradas en la roca.
Las cuevas del tipo primitivo, más elemental y propiamente trogloditas, solían estar aisladas y aún distantes entre sí; las más ricas, más urbanas, se agrupan formando como aldechuelas de aspecto muy extraño y, sobre todo, muy característicos. Pueblos cuya apariencia externa engaña.
Aquellas "casas" desarrolladas en profundidad en las entrañas de la montaña, son extraordinariamente más amplias de lo que podía hacer pensar, lo que de ellas es visible fuera de las peñas.
Son características, sin embargo, y acusan al exterior, más que ningún otro detalle, la existencia y aún la magnitud de las habitaciones, las chimeneas o humeros, que constituyen, además de las indispensables salidas de humos, un indispensable elemento de ventilación.
La vida pintoresca,como su hábitat, de los habitantes de estas casas cuevas, ha sido ya fecunda en temas literarios, en que se hace bien ostensible la recia energía de las pasiones que nacen y se desarrollan bajo la mole ingente de las montañas granadinas.
Fuentes: Bibliografía y archivo particular.
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Una curiosidad a la que no siempre se le ha dado publicidad. Menos en la última película de Almodovar.
ResponderEliminarUn abrazo Manuel.
Gracias, Alfred.
EliminarUn abrazo, amigo.
Bel post, Mi piace quella casa degli agricoltori scavata nella roccia.
ResponderEliminarBuon martedi
Gracias, Giancarlo.
EliminarUn abrazo.
Hola Manuel! Siempre me ha llamado muchísimo la atención estas cuevas y su historia, la manera de vivir que se tenía y que en algunos lugares se intenta conservar de alguna manera. Muy interesante tu información. Gracias por compartir. Saludos.
ResponderEliminarGracias, pareja.
EliminarUn abrazo.
Al leerte me he instruido plenamente sobre la materia, estimado Manuel, por lo que agradezco haber llegado al mundo bastante después.
ResponderEliminarGracias, esteban.
EliminarUn abrazo.
Que interesante esta información sobre las cuevas. Me ha gustado mucho porque he recordado cuando estuve alojada con una de mis hijas en las de Sacromonte en un pequeño viaje que hicimos a Granada, y desde luego resulto muy peculiar dormir con el techo tan próximo y abovedado.
ResponderEliminarUn placer la lectura Manuel.
Un abrazo.
Gracias, Elda.
EliminarUn abrazo.
Hay muchos pueblos con cuevas-vivienda. Las he visto en Chinchilla (Albacete), subiendo al castillo; en Alcalá del Júcar, un pueblo precioso y pintoresco, y hasta en Paterna, en el área metropolitana de Valencia, aún queda, junto a la torre de tiempos árabes, resistiendo el paso del tiempo un montículo con varias que, por cierto, han sido exteriores de la última película de Almodovar; pero tiene usted razón, son las de Granada y las de Guadix, las más famosas. De viaje por allí, hace unos años, vi aquel barrio.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias, amigo.
EliminarSaludos.
Como dice la copla....en las cuevas que hay en Graná....
ResponderEliminarSiempre me alucinó esta forma de habitar el interior de las montañas.
Gran post, como siempre Manuel.
Besitos
Gracias, Isabel.
EliminarBesitos.
Otra forma de vivir fuera de lo corriente. Lo de cavar en la roca toda una casa tiene que ser muy duro.Saludos
ResponderEliminarGracias, Charo.
EliminarSaludos.
¡Excelente entrada Manuel!
ResponderEliminarEspero que hayas tenido un verano estupendo. Este reencuentro con tu blog y con Guadix en este caso ha sido impresionante. De hecho, uno de mis viajes pendientes es precisamente a visitar la Granada rural y sus famosas casas cueva.
Un fuerte abrazo y gracias por el ingente trabajo de documentación.
Gracias, Miguel.
EliminarUn fuerte abrazo.
Awesome posting! Glad to know more about Granada. The photos like a witnesses of the past that are telling the story by their own.
ResponderEliminarThank you, Manuel.
Hugs
Muchas gracias, Evi.
EliminarSaludos.
Que interesante y hermoso todo lo que compartes y que así conozco al leerte. Saludos amigo.
ResponderEliminarGracias, Sandra.
EliminarSaludos.
Precioso pueblo que nunca he llegado a visitar, aunque este pecado es fácilmente enmendable, ¿no crees?
ResponderEliminarImagino que las cuevas tendrían una función bodeguil además de ser usados como refugio ante el calor.
Un saludo
Gracias, Carmen.
EliminarSaludos.
A mí me gusta mucho Granada. Estuve en tres ocasiones y espero volver.
ResponderEliminarAsí que me parece genial esta estupenda información.
Gracias siempre.
Un beso.
Gracias, Amalia.
EliminarUn beso
Qué bonitos recuerdos me trae tu entrada.
ResponderEliminarCuando nuestro coro fue a Granada a un concierto, estuvimos residiendo en Guadix en las Casas Cueva. Una experiencia inolvidable.
Todo este reportaje no ha hecho mas que enriquecer aquellos momentos.
Gracias por él.
Un abrazo Manuel.
Gracias a ti, Ángela.
EliminarUn abrazo.
Hola Manuel!! Por fin estoy de nuevo con vosotros después de un año ausente. Muy interesante las casas cueva de Guadix en las que me imagino se debía estar muy fresquito.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Conchi.
EliminarUn abrazo.
Tu colección de postales son dignas de publicarse
ResponderEliminarGracias, Juan.
EliminarUn abrazo.
Muito interessante este artigo amigo Manuel, gostei e aproveito para desejar a continuação de uma boa semana.
ResponderEliminarAndarilhar
Dedais de Francisco e Idalisa
O prazer dos livros
Gracias, Francisco.
EliminarUn abrazo.
Siempre nos traes interesantes reportajes, me ha encantado. Un abrazo Manuel.
ResponderEliminarGracias, teresa.
EliminarUn abrazo.
La visita a la localidad fue breve para descansar y no logre ver este barrio.
ResponderEliminarPor lo que leo también en este tipo de viviendas había clases.
Saludos.
Gracias, Tomás.
EliminarUn saludo.
Pues sabes que siempre cuando paso veo el cartel de Guadix pero nunca he estado, lo mismo y cualquier día paso a ver las cuevas.
ResponderEliminarMil gracias por tus ánimos y un abrazo fuertoteeeeeeeeee.
Gracias, amiga.
EliminarUn abrazo.
Hola manuel,estado en Granada pero no he visto las cuevas espero volver. Es un reportaje muy interesante y las imágenes son estupendas.
ResponderEliminarMuchas gracias! Un fuerte abrazo.
Gracias, cristina.
EliminarUn fuerte abrazo.
Mi querido amigo Manuel, voy y vengo cada vez que puedo y la verdad siempre me han encantado tus imágenes y tus remembranzas, un abrazo con todo mi cariño :*
ResponderEliminarGracias, Patty.
EliminarOtro abrazo para ti.
Que interesante, Manuel la descripción de la historia de las cuevas.
ResponderEliminarMe ha encantado.
He estado en Granada, pero no he visto estas cuevas.
Gracias por enseñárnoslas.
Abrazos.
Gracias, Maripaz.
EliminarUn fuerte abrazo.
El tiempo fue cambiando la fisonomía exterior las cuevas.Tengo claustrofobía y no ne veo yo entrando en una de esas casas Manuel.
ResponderEliminarBuena semana.
Un abrazo
Ni yo tampoco, Laura.
EliminarGracias y un fuerte abrazo.
¡Hola Mauel!
ResponderEliminarBellísima esta entrada, no sabía de tan bello e interesante lugar como para pasar unas vacaciones. He buscado en internet y lo he visto por dentro tiene una preciosa iluminación unas habitaciones iluminadas y preciosas. Pero yo no podría porque tengo fobia a los sitios cerrados, desde una vez ya hace tiempo, que me quedé en el ascensor un buen rato, cuando me recataron ya estaba en el suelo desmayada, nunca más cojo un ascensor, aunque tenga que subir cien escalones. No puedo entrar en ningún habitáculo que no tenga ventana.
Ha sido un placer pasar por esta tu casa.
Te dejo mi inmensa gratitud y estima.
Ten un bonito día.
Con la fobia, Marina, soy exactamente igual que tu. Ni ascensor, aviones, etc.
EliminarUn fuerte abrazo.
Hi Manuel! I'm coming back to check on Granada :)
ResponderEliminarGracias, Evi.
EliminarUn abrazo.
Es muy interesante conocer esa zona, aunque yo hasta ahora no he podido visitarla. tu buen reportaje me hace tener ganas de viajar hasta allí.
ResponderEliminarBesos
Gracias, Antonia.
EliminarUn beso.
Hola Manuel , como siempre un placer el leerte y enriquecerse de tus entradas ya que son datos que yo sinceramente desconocía , es más nunca he estado en las cuevas de Guadix , y en Granada solo he estado de pasada , me a gustado mucho tu entrada , te deseo una feliz mañana y me alegro mucho de volver a pasar por aquí y leerte , besos de flor.
ResponderEliminarMuchas gracias, Flor.
EliminarBesos.
Precioso reportaje Manuel, yo estuve hace ya bastantes años con mis hijos y mi marido, pasamos un día precioso todos juntos y me gustó bastante.
ResponderEliminarPor algún sitio estarán todas las fotos que hicimos.
Gracias, Trini.
EliminarUn abrazo.