Monumento a don Rodrigo Díaz de Vivar, en Sevilla.
Y el matrimonio Huntington.
Y el matrimonio Huntington.
Gran figura esta del hispanófilo Archer Nilton Huntington, ya que en él todo tenía un empaque señorial, un relieve noble. Todo en él a un mismo tiempo austero y sencillo, sabía poner en todos esos gestos magníficos que la prensa de la época recogía, una admirable y rara sencillez; sencillez que añadía un nuevo valor a esa serie de gestos próceres.
Reiterada pruebas de amor a Sevilla había dado Huntington, y si algún día se escribiese la Historia del hispanismo, habría que dedicar uno de los capítulos mejores a la gran labor del filántropo norteamericano, labor contínua, ferviente y fecunda, de positiva trascendencia espiritual, que los españoles habremos de recordar siempre con emocionada gratitud.
Estatua a Don Rodrigo Díaz de Vivar "El Cid", en 1927, cuando aún no se había terminado de construir el pedestal.
Monumento al Cid Campeador.
El primer gesto del prócer Huntington, mejor dicho del matrimonio Huntington con nuestra ciudad, fue levantar sobre severo pedestal construido con sillares, la estatua ecuestre en bronce de Rodrigo Díaz de Vivar, (el Cid Campeador) modelada en 1927 por la escultora norteamericana Anna Hyatt Huntington, esposa del gran hispanista fundador de la Hispanic Siciety of América, y donada por su autora a Sevilla, en 1929, con motivo de la Exposición Iberoamericana de Sevilla, frente a cuya entrada principal fue ubicada, entre las glorietas de Juan de Austria, por el Norte y de San Diego por el Sur.
Ese mismo año hubo de registrar un nuevo rasgo de amor a Sevilla, del matrimonio Huntington donando a la ciudad dos lienzos interesantísimos de Valdés Leal.
Santa Clara, seguida por la comunidad, deteniendo con el Santísimo Sacramento el avance de los sarracenos. Cuadro al óleo de Valdés Leal. Imagen de Wikipedia.
Un cronista sevillano, de la época, José Muñoz San Román, escribió acerca de esos cuadros de Valdés Leal, y de lo que ellos significaban, para Sevilla: "La ciudad que alentó los afanes iniciales de gloria y triunfo de Valdés Leal, que sin ser sevillano forjó en Sevilla su temperamento, y en ella destacó los matices de su genio poderoso y altanero en obras que ha consagrado la posteridad -recupera esas dos espléndidas joyas de la pintura del siglo XVI, que con otros lienzos valiosísimos que se guardan avaramente en el Museo Provincial, en la iglesia de la Santa Caridad y en algunas parroquias sevillanas, de timbres tradicionalmente artísticos, llenan la época de oro de la escuela pictórica hispalense. Sevilla y con ella toda España, agradece efusivamente este nuevo rasgo gentilísimo del matrimonio Huntington.
"Batalla entre moros y cristianos". Óleo de Valdés Leal, donado como el anterior, a Sevilla, por el matrimonio Huntington.
Fuentes: Bibliografía y archivo particular.
El monumento, en la actualidad.
Si hace clic sobre las imágenes, las puede ver ampliadas.
Si deseas ver otros monumentos emblemáticos de Sevilla, por favor, haz clic:AQUÍ.
Un post interesantísimo, Manuel sobre toda una prueba de amor a Sevilla de este matrimonio.
ResponderEliminarBesos
Gracias, isabel.
EliminarUn beso.
Buon fine settimana
ResponderEliminarGracias, Giancarlo.
EliminarUn abrazo.
El Cid Campeador, de lejano recuerdo en clases de historia, me vuelve en plenitud gracias a tu pluma y a tus fotos, estimado Manuel.
ResponderEliminarFeliz fin de semana.
Gracias, Esteban.
EliminarUn abrazo.
De cuantas cosas interesantes nos enteramos por tí. Gracias.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Alfred.
EliminarUn abrazo.
Un gran monumento.
ResponderEliminarNo me extraña el amor a Sevilla de estas generosas personas.
Un abrazo.
Gracias, Amalia.
EliminarUn abrazo.
Nada tiene que ver esa estatua con la que le dedicaron en la ciudad de Burgos.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias, Tomás.
EliminarSaludos.
Interesante y hermoso lo que compartes. Las fotos del Cid me encantaron, verlas ampliando la imagen llenaron mis ojos de belleza. Un placer leer y así conocer un poco de Sevilla. Saludos Manuel.
ResponderEliminarGracias, Sandra.
EliminarSaludos.
Todo lo viejo hay que darle vida, así es en tu entrada de hoy, un buen domingo.
ResponderEliminarGracias, Mari.
EliminarUn abrazo.
Hermosa estatua y hermoso gesto el de los autores hacia la ciudad de la luz.
ResponderEliminarInteresante documento el que nos regalas Manuel, recordar al Cid Campeador me lleva al colegio, que buena falta me haría para repasar todo, :))).
Un abrazo y buen domingo.
Gracias, Elda.
Eliminarun abrazo.
TODOS LOS DÍAS LO VEÍA CUANDO IBA A LA FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS. DESPUÉS CUANDO VOLVÍA A LA CIUDAD DESDE CÁDIZ .
ResponderEliminarMIS GRACIAS A LOS SUCESORES DEL MATRIMONIO NORTEAMERICANO HUNTINGTON ( SI LOS HUBIERE ) Y OTRO ABRAZO FUERTE PARA TI , MANUEL , AHORA DESDE AQUÍ .
GUILLERMO
Gracias, Guillermo.
EliminarUn fuerte abrazo.
Conocìa la historia, me la has ampliado y me resulta muy didáctica, venir por aquì es como visitar un Museo de Historia y Curiosidades...
ResponderEliminar!Olé tu menda!
Un beso.
Gracias, Mari Carmen.
EliminarUn menda.
Esa estatua que hay en Sevilla, es copia de la que la esposa de don Archer, Anna Hyat, realizó y aún hoy esta instalada a la entrada de la Sociedad Hispanica, en Nueva York. Otra varias se realizaron y aparte de la de Sevilla, hay otra en Valencia, en San Francisco, Buenos Aires y San Diego; y es que el señor Huntington como gran hispanista fue un gran estudioso del Cid, cuyo poema del Mio Cid tradujo al inglés. No acabó ahí su admiración por España y lo español. Su encargo a Sorolla “Visión de España”, encargo para la Sociedad Hispánica, que hace pocos años fue traida a España de gira por varias ciudades (yo en los seis meses que estuvo en Valencia fui dos veces a verla) es ejemplo de ello. Veo que con Sevilla se portó muy bien también, con la donación de esos cuadros de Valdés Leal.
ResponderEliminarSaludos.
Muchas gracias, estimado amigo. Conocía estos datos, pero decidí no incluirlos en la entrada, por no hacerla demasiada extensa.
EliminarTe agradezco mucho que hayas sido tu el que lo cuente, ya que siempre, tus comentarios son generosos y están muy bien documentados, por lo que son muy bien recibidos.
Un fuerte abrazo.
Manuel... cualquier información e indicación sobre, obras de arte, artistas y lugares de nuestra ciudad para mí es interesante, sobretodo por mí mucha ignorancia.
ResponderEliminarBESOS y muy agradecida 😉😘😘
Gracias, María José.
EliminarBesos.
Muy buen reportaje, me ha encantado conocer más cosas de Sevilla y del Cid ( que no sabia que tuviese una estatua en Sevilla ) Gracias y un abrazo Manuel.
ResponderEliminarLas gracias a ti siempre, Teresa.
EliminarUn abrazo.
Aquí me vengo a enterar de que en Sevilla tenéis una estatua del Cid, un buen reportaje.Saludos
ResponderEliminarGracias, Charo.
EliminarUn saludo.
Hi Manuel! I love to read about Seville and thank you for well written and a great photo of the Cid.
ResponderEliminarI am your newest follower :)
Gracias, Evi.
EliminarSaludos.
Es curioso que una escultura como éstas estuviera diseñada por unamujer, máxime cuando estaban tan mal consideradas a nivel artístico en la época, sobre todo en España más que en EEUU. Monumento que desprende fuerza y movimiento, sin duda la artista supo captar la trascendencia histórica del personaje.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias, Carmen.
EliminarSaludos.
Seguramente por ese sabor tan especial que caracteriza a Sevilla, este matrimonio ha tenido la gentileza de agradecer su hospitalidad de alguna manera y, pese a los años transcurridos, también han logrado dejar su huella, la estatua en bronce de D. Rodrigo y esos cuadros de Valdés, lo atestiguan.
ResponderEliminarGracias por la información que desconocía.
Cariños.
kasioles
Gracias, Kasioles.
EliminarUn abrazo.
Que tengas un buen comienzo y mes de septiembre
ResponderEliminarGracias, Trini.
EliminarUn abrazo.
Por el lugar que está, he pasado por ahí, aunque quizás lo viera desde cierta distancia y eso ha hecho que no me parara a ver a que personaje estaba dedicada.
ResponderEliminarBesos
Gracias, Antonia.
EliminarBesos.
Que gozada visitar de tu mano mi querida Sevilla.
ResponderEliminarEsos rincones me traen al recuerdo retazos de mi historia que está escrita en esas calles, en esas avenidas, en los parques...
Me gustaron mucho los cuadros de Valdés Leal cuando los vi en la Caridad.
Gracias, Mauel y un fuerte abrazo.
Muchas gracias, maripaz.
EliminarUn fuerte abrazo.
Hola, Manuel. Como siempre, es muy interesante pasar por aquí... yo diría que por la clase de historia, en la que aprendo un poco cada día. Gracias por compartirlas con todos.
ResponderEliminarAbrazos.
Muchas gracias, Piedad.
EliminarUn abrazo.
El Cid Campeador...historia obligatoria en la escuela secundaria.
ResponderEliminarMuy bello, un fuerte abrazo y feliz Septiembre.
Gracias, Adriana.
EliminarUn fuerte abrazo.
Muy interesante Manuel.. No lo conocía.. Es una estatua ecuestre preciosa.. Bonitas imágenes y explicación .. Saludos
ResponderEliminarMuchas gracias, Ana.
EliminarSaludos.
El matrimonio Huntington saben reconocer los grandes gestos de estos personajes, además son muy agradecidos y generosos con la ciudad.
ResponderEliminarAbrazos.
Muchas gracias, Rayén.
EliminarUn abrazo.