lunes, 10 de febrero de 2025

Palacio de Sánchez Dalp, de Sevilla.

Palacio de Sánchez-Dalp, en Sevilla.
Este Palacio, construido en la primera década del siglo XX, en la Plaza del Duque de la Victoria, de Sevilla, fue obra del insigne arquitecto Simón Barris Bes, con una interesante fachada, y una original mezcla temática de estilos plateresco, marienista, protobarroca y barroca, y que  constituyó durante mucho tiempo el punto de referencia para distinguir lo que debía ser el "estilo sevillano", y  justificó por si mismo la importancia que tuvo como modelo y su influencia en arquitectos más jóvenes de la época.
Fue propiedad del prócer don Miguel Sánchez-Dalp y Calonge, Conde de Las Torres y natural de Aracena, quien cuidó en sus interiores hasta los más mínimos detalles. La realización de la obra fue de tal magnitud que difícilmente podrá repetirse. Intervino en él como escultor y estuquista, don Pablo Orce y Ruiz, además fue también la ocasión para que se formaran en él, artistas yeseros, cerrajeros, ceramistas y decoradores de primer orden,  que continuarían brillantemente con esta tradición tan sevillana.
(Si haces clic sobre las imágenes las puedes ver ampliadas)
Fachada principal con  ricos hierros forjados.
Un salón del palacio.
Parte de la planta baja.
Detalles del patio principal.
Puerta al patio del Ajimez.
La escalera principal.
Otro salón del palacio.
Capilla del Palacio de Sánchez Dalp.
Fuente del patio principal.
D. Miguel Sánchez-Dalp y Calonge, aristócrata y empresario agrícola, dedicó su vida a la ciudad de Sevilla, donde fue también diputado a las Cortes por esta provincia y presidente del Ateneo sevillano. Persona de temperamento y gustos refinados y de un acendrado patriotismo, que en pocos años convirtió su palacio en un precioso museo, honra de la ciudad, y en cuyo interior predominaba la arquitectura mudéjar, y se respiraba un ambiente de arte clásico que hablaba de la sólida cultura de su esclarecido propietario, como habrán podido comprobar en las fotografías anteriores.
Periodistas españoles que vinieron a Sevilla para tomar parte en una Asamblea, visitando el magnífico palacio. 1923.
Profesores del idioma español pertenecientes a las universidades norteamericanas, que vinieron a Sevilla en viaje de prácticas, visitando el Palacio. 1922.
Una típica buñolada, con asistencia de los Reyes, los Infantes, el Presidente del Consejo y otras personalidades, en el patio del Palacio. 1922.
Fiesta celebrada el 23 de Junio de 1922, en honor de los Infantes Don Carlos, doña Luisa y del Príncipe D. Gabriel, en la morada de los señores Sánchez Dalp.
Desde mediados del siglo XIX, pero sobre todo en los dos primeros tercios del XX, la actuación de la "piqueta" en la destrucción del patrimonio arquitectónico de Sevilla fue terrible: una veces  con la excusa del progreso y desarrollo, y otras, por políticos al servicio del poder del dinero privado. Y como triste ejemplo, este palacio que acabamos de ver que junto con el de Medina-Sidonia y otros situados en la Plaza del Duque, y que fueron todos derribados en 1967, para levantar el mastodóntico edificio de la firma comercial de  "El Corte Inglés", quienes compraron en 1966 la Casa de los Pinelos, la misma que posteriormente fue cedida al Excmo. Ayuntamiento de Sevilla, como compensación por el derribo del Palacio de Sánchez Dalp y otros de su entorno, así como por la autorización municipal para la construcción de un nuevo edificio, cuya fachada en aquel momento supuso un gran impacto en la ciudad... y no era para menos como pueden ustedes ver en las siguientes imágenes. 
El antes. Acera de la Plaza del Duque de la Victoria, con las fachadas del Palacio de Sánchez Dalp y el de Medina-Sidonia a continuación.
Y el después. Fotografía de la misma acera y tomada desde el mismo ángulo que la anterior... Juzguen ustedes mismos.
Postal de 1911. La Plaza del Duque de la Victoria urbanísticamente aniquilada. A la Izquierda el Palacio de Medina-Sidonia y al fondo a la derecha, el Teatro del Duque. Salvo la estatua de Velázquez, todo se ha perdido.
Otra perspectiva de la misma Plaza, con parte de los palacios destruidos, de fondo. Postal.


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4 comentarios:

  1. Que pena derribar un edificio de esa categoría...incomprensible, los que lo hicieron además de ignorantes cometieron un "crimen" contra una majestuosa arquitectura. Saludos

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  2. La piqueta asesina nos quito de apreciar bellezas como esta, de la que si nos hubieras dejado su fecha de construcción tras sus fotos creo pensaríamos en un palacio andalusí.

    Saludos.

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  3. Qué gran reportaje, es incomprensible que se hicieran esos "crímenes".
    Un abrazo Manuel

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  4. Queda claro cómo ha "progresado el deterioro" del patrimonio arquitectónico y cultural de Sevilla... Y de tantos otros lugares, amigo. Pero afortunadamente vos a la par que rescatás la memoria denuncias la pérdida de sensibilidad de los responsables.. .
    Abrazo agradecido una vez más.

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