Monumento a Diego Velázquez, en Sevilla.
Casa natal de Velázquez, en Sevilla.
Su estancia en Sevilla.
Diego Rodríguez de Silva Velázquez nace en el año 1599, en el número 8 de la antigua y poco transitada calle de la Gorgoja, situada entre las calles Morería y Vinatería, de Sevilla, una época en que la capital andaluza, centro de las comunicaciones con las Indias, era la ciudad más importante de España, pero de la que poco a poco, conforme avanzaba el siglo XVII, se irá apoderando cierto pesimismo, con la amargura del esplendor que va pasando.
Era el hijo primogénito del matrimonio formado por Juan Rodríguez de Silva, de origen portugués, y de Jerónima Velázquez, vecinos de la collación de San Pedro, parroquia en la que Velázquez habría de recibir las aguas bautismales el 6 de Junio de 1599.
Su formación artística comienza a la muy temprana edad de diez años en el taller de Francisco de Herrera el Viejo, artista de temperamento áspero e incluso violento con el que apenas estaría algunos meses, ya que de inmediato, el 1 de Diciembre de 1610, pasa a ser aprendiz de Francisco Pacheco, quien se compromete a darle cama, comida y bebida, así como vestidos "nuevos"; Velázquez se traslada a la casa de su maestro, abandonando probablemente para siempre la de sus padres.
Allá por los años 1615/1616 Velázquez se aparta de los rígidos preceptos de Francisco Pacheco consignados en sus escritos, en los que el dibujo es el fundamento del cuadro, para iniciar un arte más vivo, observando la realidad y copiando incansablemente los modelos con sus movimientos y expresiones. Esta rebeldía frente a los dictados y recetas de su maestro no ocasiona un enfrentamiento abierto entre ellos, al contrario, Pacheco, probablemente a regañadientes, dejas hacer a su dotadísimo discípulo, convencido del brillante porvenir que le espera.
El 14 de Marzo de 1617 Diego Velázquez se convierte en "oficial de imaginería", por lo que comienza la vida profesional del pintor sevillano. Un año después, el 23 de Abril de 1618, contrae matrimonio con la hija de su maestro, Juana Miranda Pacheco. El artista no ha alcanzado aún los diecinueve años y la novia los dieciséis, y no tardará mucho hasta que la pareja vea nacer a sus dos hijas: Francisca (1619) e Ignacia (1620).
Una vez alcanzada la maestría, Velázquez comienza a pintar sus primeros cuadros, plasmando estampas de la vida cotidiana, fragmentos pictóricos que nos permiten reconstruir el día a día de Sevilla en la primera mitad del siglo XVII.
Cuando se cumple el año 1621, Diego Velázquez arrienda un local, acepta aprendices y tiene cierta reputación en la capital hispalense, a pesar de la amenaza que supone la presencia en la ciudad de pintores jóvenes y de enorme talento como el granadino Alonso Cano. Hasta que en Abril de 1622, con el pretexto de estudiar El Escorial marcha a Madrid, permaneciendo allí hasta finales de ese mismo año que decide regresar a Sevilla. Por poco tiempo vive en su ciudad natal, ya que al año siguiente, con el apoyo de su suegro, el aval de sus obras sevillanas y credenciales de notables locales, el conde-duque de Olivares, solicita su presencia en la Corte, hasta donde Diego Velázquez se desplazaría en Agosto de 1623. Y así comienza una prometedora y brillante carrera artística al amparo del valido de Felipe IV.
Allá por los años 1615/1616 Velázquez se aparta de los rígidos preceptos de Francisco Pacheco consignados en sus escritos, en los que el dibujo es el fundamento del cuadro, para iniciar un arte más vivo, observando la realidad y copiando incansablemente los modelos con sus movimientos y expresiones. Esta rebeldía frente a los dictados y recetas de su maestro no ocasiona un enfrentamiento abierto entre ellos, al contrario, Pacheco, probablemente a regañadientes, dejas hacer a su dotadísimo discípulo, convencido del brillante porvenir que le espera.
El 14 de Marzo de 1617 Diego Velázquez se convierte en "oficial de imaginería", por lo que comienza la vida profesional del pintor sevillano. Un año después, el 23 de Abril de 1618, contrae matrimonio con la hija de su maestro, Juana Miranda Pacheco. El artista no ha alcanzado aún los diecinueve años y la novia los dieciséis, y no tardará mucho hasta que la pareja vea nacer a sus dos hijas: Francisca (1619) e Ignacia (1620).
Una vez alcanzada la maestría, Velázquez comienza a pintar sus primeros cuadros, plasmando estampas de la vida cotidiana, fragmentos pictóricos que nos permiten reconstruir el día a día de Sevilla en la primera mitad del siglo XVII.
Cuando se cumple el año 1621, Diego Velázquez arrienda un local, acepta aprendices y tiene cierta reputación en la capital hispalense, a pesar de la amenaza que supone la presencia en la ciudad de pintores jóvenes y de enorme talento como el granadino Alonso Cano. Hasta que en Abril de 1622, con el pretexto de estudiar El Escorial marcha a Madrid, permaneciendo allí hasta finales de ese mismo año que decide regresar a Sevilla. Por poco tiempo vive en su ciudad natal, ya que al año siguiente, con el apoyo de su suegro, el aval de sus obras sevillanas y credenciales de notables locales, el conde-duque de Olivares, solicita su presencia en la Corte, hasta donde Diego Velázquez se desplazaría en Agosto de 1623. Y así comienza una prometedora y brillante carrera artística al amparo del valido de Felipe IV.
Monumento a Velázquez, en la Plaza del Duque de la Victoria.
En 1889 el ayuntamiento de Sevilla decide levantar un monumento al insigne pintor sevillano Diego Velázquez, y por unanimidad se decide encargarle dicha obra al prestigioso escultor local, tan ligado a la cultura sevillana de la segunda mitad del siglo XIX, don Antonio Susillo, quien ese mismo año había terminado el monumento a Daoiz, de la Plaza de la Gavidia.
La nueva escultura de Susillo fue modelada basándose en el autorretrato del pintor que aparece en el cuadro de Las Meninas y fue fundida en bronce en los Talleres de Ojeda de nuestra ciudad. Se levantó este monumento al "Pintor de la Verdad" en la Plaza del Duque de la Victoria (tradicionalmente del Duque de Medina Sidonia), en 1892, sobre pedestal neoclásico, de sillares de piedra blanca, que fue trazado por el arquitecto municipal don Juan Talavera de la Vega. En su lugar había antes una antigua fuente.
Postal 1911. Plaza del Duque de la Victoria, hoy en día, urbanísticamente aniquilada. A la Izquierda el Palacio de Medina-Sidonia y al fondo a la derecha, el teatro del Duque. Salvo la estatua de Velázquez, todo se ha perdido. Sobre este "atentado urbanístico", más adelante publicaré una entrada.
Fuentes: Bibliografía y archivo particular.
I am endlessly grateful for his talent and dedication (as I am to so many artists).
ResponderEliminarThat said, while reading your fascinating post, I did find myself sorry for his poor wife. I know it was common at the time but 17 strikes me as way too early for the responsibilities of being a wife and a mother.
Muchas gracias, amiga.
EliminarUn abrazo.
Cuando visitaba el Museo del Prado, ya me estaba dando cuenta de que no me iba a dar tiempo de verlo todo y decidí dedicar el mayor tiempo a los pintores sevillanos y entre todos, este gran pintor.
ResponderEliminarMuy buena la documentación, que has aportado.
Está muy bien blogs como el tuyo, que fomenta la cultura y el arte.
Besos
Muchas gracias, Antonia.
EliminarUn beso.
Magnifico reportaje de uno de nuestros mejores pintores y que a mí me encanta.Saludos
ResponderEliminarGracias, Charo.
EliminarSaludos.
Preciosa entrada, se nota que lleva el sello propio de tu buen hacer. Gran monstruo este gran maestro amigo Manuel. Su obra no tiene parangón.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y te deseo una buna semana.
Gracias, Juan.
EliminarUn fuerte abrazo.
Estupendo todo lo que has puesto, exceptuando lo que necesitará otro post.
ResponderEliminarUn abrazo.
Para su obra, más que un post, necesito un blog.
EliminarUn abrazo, amigo, Alfred.
Grazie per questo post interessante!
ResponderEliminarGracias, Olga.
EliminarUn saludo.
Hermoso reportaje. Muchos sevillanos pasan delante de la casa natal y del monumento de la Plaza del Duque sin ni siquiera pararse un segundo a reflexionar sobre nuestro sevillano más universal. Un genio inigualable.
ResponderEliminarBesitos
Es cierto, Isabel, hoy con las prisas nos movemos de sitio en sitio, como las maletas.
EliminarUn beso.
Maravilloso documento.
ResponderEliminarUno de los más grandes pintores, con una obra bellísima.
Y, además, nacido en Sevilla.
Un fuerte abrazo.
Gracias, amiga.
EliminarUn fuerte abrazo.
Que interesante y que lindo recorrido por tus letras y fotos, siempre es bello pasar a leerte amigo Manuel, te mando mis saludos a la distancia hasta donde estas. Cuidate.
ResponderEliminarGracias, Sandra.
EliminarIgualmente te digo.
Un saludo.
Me ha encantado esta entrada Manuel. Enterarse de los comienzos de este ilustre pintor, y el detalle de donde fue copiada la escultura ha sido estupendo. Las imágenes como siempre estupendas.
ResponderEliminarUn abrazo Manuel y que tengas una buena semana.
Muchas gracias, Elda.
EliminarUn fuerte abrazo.
La casa natal me ha parecido una maravilla dentro de su sencillez. Como no el monumento y los apuntes históricos que nos traes completan una entrada muy especial. Gracias por tu luminoso trabajo, Manuel.
ResponderEliminarMuy buena semana.
Gracias, Miguel.
EliminarUn abrazo.
¡Qué menos para seguir recordándole como se merece! Siempre se me olvida preguntarte si coleccionas postales porque yo llevo toda la vida coleccionándolas.
ResponderEliminarAbrazote utópico.-
Gracias, Irma. A tu pregunta te digo que si, y que heredé una gran parte de la familia, y eso fue lo que me motivó a seguir coleccionando.
EliminarUn abrazo.
Muy interesante todo lo que nos cuentas sobre Velázquez, uno de los pintores más grandes que tenemos en nuestro país y del los sevillanos os podéis sentir orgullosos de tenerlo como paisano. Una escultura preciosa con la que la ciudad le recuerda.
ResponderEliminarFeliz semana. Abrazos
Muchas gracias, Rita.
EliminarUn abrazo.
Preciosa e interesante entrada. Un gran pintor que me encanta, para mí uno de los mejores. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias, Teresa, y para mi también lo es.
EliminarUn abrazo.
VELÁZQUEZ ES , AL MENOS PARA MÍ , EL MIGUEL DE CERVANTES DE LA PINTURA , MANUEL . GRACIAS POR TAN ACERTADA ENTRADA.
ResponderEliminarOTRO ABRAZO .
GUILLERMO.
Las gracias, siempre a ti, amigo Guillermo.
EliminarUn fuerte abrazo.
Sevilla es una ciudad que no necesita monumentos espectaculares ni moderneces, que los tiene, le basta con la armónica belleza que le proporcionan sus vecinos, enamorados de su ciudad, pintándola, cuidándola y llenándola de flores. Esa fue la impresión que me llevé de un largo viaje por Andalucía, en el que visité por única vez la ciudad. Saludos y cuido, Manuel.
ResponderEliminarGracias, Ana.
EliminarUn abrazo.
Nos dejas una buena reseña biográfica de uno de los grandes pintores españoles que merecido tiene ese monumento en su ciudad de nacimiento.
ResponderEliminarSaludos.
Muchas gracias, Tomás.
EliminarUn abrazo.
Un buen reportaje de este celebre pintor que siempre he admirado por sus grandes obras, me ha gustado en general todo el relato de su historia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, Mari.
EliminarUn abrazo.
La personalidad y relevancia, genio y cargos del maestro Velázquez, natural de Sevilla, le hacían merecedor de una estatua en su memoria. Y desde luego el escultor encargado de hacerla alumbró un monumento bellísimo, de un estilo diferente al que luce en el Museo del Prado al estar Velázquez de pie, en actitud de pintar.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias, Carmen.
EliminarUn abrazo.
Manuel,los que tenemos la suerte de leerte a través de tu blog estamos conociendo curiosidades de esta gran ciudad, y tengo que felicitarte por ello, amigo estás haciendo una gran labor divulgativa!
ResponderEliminarUn gran abrazo
Gracias, Enca.
EliminarUn fuerte abrazo, estimada amiga.
Muchas gracias Manuel, me gusta mucho todas las entradas, pero esta y además de Velazquez (Un gran admirado y referente para mi) es que me hace no dudar en el próximo viaje a Sevilla visitar esta casa, no se cuando podrá ser y menos ahora, aunque hay proyecto y temas familiares que me tiran para allá.
ResponderEliminarUn Abrazo.
Gracias, José Antonio, y si te animas a visitarnos, que sepas, que la casa solamente podrás ver la fachada, ya que hay algún proyecto que otro para rehabilitarla, tras la expropiación a sus anteriores propietarios, pero aún no se ha hecho nada.
EliminarUn abrazo.
Muy interesante tu entrada sobre el gran Velázquez Manuel, hoy conozco algunos datos del pintor gracias a ti. Espero la próxima entrada para completar.
ResponderEliminarAbrazos.
Muchas gracias, Conchi.
EliminarUn abrazo.
Manet sin pelos en la lengua dijo que Velázquez era "pintor de pintores". Lo seducía el barroco suyo que no escatimaba en el adorno, si caer en churrigueresco, de sus retratos, cotidianos y míticas. Uno de su cuadros que más me conmueve, es la vieja friendo unos huevos. Y es que Diego, no se quedó sólo haciendo retratos para corte. Sus pinceles también cogieron la calle y las estancias de los humildes. Bien ganada sus esculturas, en una arquitectónica que los recuerda, para bien de la pintura y de España. Manet, no se equivocó. Un abrazo, apreciado Manuel. EStupenda crónica, hecha texto y fotografías. Carlos
ResponderEliminarCarlos, precisamente esas pinturas que citas sobre la calle y el pueblo llano, son las que pintó en su juventud en Sevilla, el resto, es de su larga estancia en la corte.
EliminarGracias, amigo, y te envío un fuerte abrazo.
Es un encanto pasa por su blog Feliz otoño Saludos
ResponderEliminarMuchas gracias, José Ramón.
EliminarSaludos.
Conozco la estatua del pintor en la la Plaza de la Victoria, junto a unos grandes almacenes; casualmente estuve alojado en un hotel de aquella plaza hace ya muchos años, y también la casa natalicia del pintor, que descubrí, por casualidad, callejeando. Y casualmente también en mi última entrada he puesto el autorretrato de Velazquez, que hay en el Museo de Bellas Artes de Valencia.
ResponderEliminarUn saludo.
Muchas gracias, amigo.
EliminarUn saludo.
Preciosa entrada querido amigo Manuel.
ResponderEliminarBellas fotos y un hermoso recorrido de la vida de tan grande artista a través de tu crónica.
Abrazo y sigue cuidándote que "el bicho" no da tregua
Muchas gracias, Lu.
EliminarUn fuerte abrazo.
O saber nunca ocupou lugar. Gostei muito das fotos que elogio e aplaudo.
ResponderEliminarCumprimentos
Gracias, Rykardo.
EliminarUn abrazo.
Que bien te has documentado en Velazquez. no recordaba o no sabía que había nacido en Sevilla. Nosotros aquí en Madrid, más concretamente en una de las puertas del Museo del Prado, también le hemos puesto un monumento.
ResponderEliminarY ahora te voy a decir una cosa,,,es el pintor que más me gusta. Es el más realista y como ya te digo, creo que el mejor. Sin desmerecer a los demás.
Un fuerte abrazo.
Gracias, María.
EliminarOtro igual abrazo para ti.
Siempre es bueno saber sobre la historia, cultura y costumbres de lugares y personajes y tú lo haces muy bien al compartir estos datos.
ResponderEliminarAbrazos.
Gracias, Rayén.
EliminarUn abrazo.
Gostei de conhecer a história deste excelente pintor.
ResponderEliminarUm abraço e bom fim-de-semana.
Andarilhar
Dedais de Francisco e Idalisa
O prazer dos livros
Gracias, Francisco.
EliminarUn abrazo.
Que bien has relatado la vida de Velasquez, no conocía sobre detalles históricos, me gustó mucho y muy bellas fotos. Un abrazo
ResponderEliminarMuy amable, y muchas gracias.
EliminarUn abrazo, amiga.
Hola Manuel, que cantidad de buenas fotografías y mejores aun las letras que las acompañan. Es importante ver, porque una imagen vale más que mil palabras, pero a mí me interesa mucho la historia de esos lugares, de su tiempo, y de ver que aún se conservan como debe ser. Gracias por entrar a visitarme, pretendo quedarme, aunque aun me cuesta escribir de seguido. Un abrazo y felicidades por tan bella entrada.
ResponderEliminarMuchas gracias.
EliminarUn fuerte abrazo, amiga Lola.
Me ha encantado saber esos pequeños detalles de la vida del pintor que desconocía y que tan bien nos muestras, Manuel.
ResponderEliminarConozco muy bien su estatua y también la casa donde nació, fruto de mis largos años viviendo en Sevilla.
Un abrazo.
Muchas gracias, Maripaz.
EliminarUn abrazo.
Merecida estatua para recordarlo. Siempre aprendemos aquí cosas que desconocemos amigo. No dudes que cuando vuelva Srvilla ire a ver su casa y la estatua.
ResponderEliminarGracias Manuel. Buen otoño y cuídate.
Un abrazo.
Gracias, amiga Laura.
EliminarUn abrazo.
Buena reseña en honor a este genio, Diego Velazquez.
ResponderEliminarGracias por traernos su historia, siempre se nos escapa algo, y en este relato nos lo traes.Excelentes imagenes.
Gracias por traernos cultura.
Un abrazo Manuel.🤗😘💙
Muchas gracias, Carmen.
EliminarUn fuerte abrazo.
Thanks for sharing sharing such history, it's very interesting.
ResponderEliminarTake care.
Muchas gracias, Margaret.
EliminarUn abrazo.
Gracias Manuel por esta reseña de Velázquez.
ResponderEliminarNo recordaba que era nacido en Sevilla y siempre lo situaba en su etapa de pintor de la corte y es importante saber estos detalles que nos has traído.
Lo anoto para cuando visite Sevilla.
Besos
Gracias, Conxita, y hay muchas personas que piensan que nació en Madrid, debido a los muchos años que pasó en la Corte.
EliminarUn beso.
Tuve que mirar Las Meninas y allí era él. Estuve en Sevilla solo dos días y probablemente no vi la estatua de Velázquez. Un entrada muy interesante. 'Atentados urbánisticos' se ve en muchas ciudades, desgraciadamente.
ResponderEliminarGracias, amiga Riitta.
EliminarUn abrazo.
Hola, Manuel, el otoño ya hace que mis neuronas vibren de nuevo y vuelva a visitar tus estupendas "postales" llenas de historia y mucha información para mí muy interesante. Lo único que no me gusta de Velázquez es que pinta los caballos algo chaparretes, pero eso son manías mías que no se dibujar nada y en realidad envidio su maestría y talento.
ResponderEliminarCada vez que veo en directo "Las meninas" me parece más genial.
Un abrazo,
Muchas gracias.
EliminarUn abrazo, Tesa.
Magnifica reportagem sobre a vida e obra desse grande pintor, Diego Velázquez.
ResponderEliminarUm grande abraço
Muchas gracias, María.
EliminarUn fuerte abrazo.
Excelentes tanto las postales como las fotografias, saludos amigo ,cuidate mucho.
ResponderEliminarMuchas gracias, Jesús.
EliminarUn abrazo.
Siempre que acudo a tu blog aprendo algo nuevo y disfruto con su lectura, sus imágenes. Un fuerte abrazo, Manuel.
ResponderEliminarGracias, María José.
EliminarUn fuerte abrazo.
Un lujo pasear por estas calles con tanta historia, hoy mismo hemos pasado por esa plaza, que la verdad se disfruta mucho más cuando no hay tenderetes
ResponderEliminarGraciascias por los apuntes y reseñas de un personaje tan admirable e importante en la pintura.
BESOS
Gracias, María José.
EliminarUn beso.
De vuelta a la ciudad, después de pasar un confinamiento voluntario en el campo (liberada de mascarillas) paso a agradecer tus letras y decirte que a D.G me siento bien aunque con pocos ánimos de seguir escribiendo en el blog, el panorama que tenemos en Castilla-León, relacionado con esta pandemia, no es nada alentador.
ResponderEliminarHe leído tu última entrada y me ha recordado cuando, por estas fechas, yo estaba haciendo dulce y mermelada de membrillos, este año mis árboles no me han dado ni uno, es la primera vez que esto ocurre.
Siempre es interesante todo lo que escribes y admiro tu dedicación para recopilar tantas fotos e información, gracias por todo.
Cariños.
Kasioles
Nota: Te contesto en esta publicación porque todavía no entro en ningún blog y no pretendo herir la sensibilidad de ninguno de mis seguidores, sólo estoy contestando a todos los que me envían un correo o me dejan un comentario.
Sigue cuidándote mucho, que a esto todavía le queda bastante; y me alegro muchísimo de que estés bien, que eso es lo importante.
EliminarUn fuerte abrazo.
Mi muy querido Manuel.
ResponderEliminarExcelente y enriquecedor como siempre.
Tus posts llenan mi espíritu y mi intelecto.
Abrazo grande.
Muchas gracias, amigo Ricardo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.