Prisión Provincial o cárcel de la Ranilla, de Sevilla.
Con la entrada de la República se quiso dar una solución urgente al tema penitenciario, ya que Sevilla solo contaba con las inmundas instalaciones de la cárcel nacional, conocida también como el caserón del Pópulo. Para ello se presentó un proyecto de un nuevo establecimiento carcelario en las afueras de la ciudad, construido con arreglo a normas modernas, que iba a suprimir de las dolorosas realidades de Sevilla, esta inconcebible vergüenza de su vieja prisión.
Galerías soleadas, anchurosos comedores, celdas decorosas, patios, servicios higiénicos, locutorios adecuados, dependencias para la estancia inevitable de los pequeñuelos en el departamento de mujeres, dormitorios aireados...-un régimen nuevo en fin- que dio a esta otra cárcel más aspecto de sanatorio.
En ella, el preso infeliz no incluidos entre los profesionales del mal, posiblemente agradecido por ser más humanamente tratado, sentiría atenuado sus odios, y animará deseos de una noble rectificación de conducta, que le incorpore a la vida libre en la sociedad, y le aleje el trance de nueva privación.
Vista general de la nueva prisión de Sevilla, construida con arreglo a las más modernas normas penitenciarias de la época, y que empezó a funcionar el 15 de Mayo de 1933. A partir del año 1961, en que el ayuntamiento debido a las continuas inundaciones que sufría la zona por el desbordamiento de los arroyos Tamarguillo y Ranilla, se decidió desviarlos y soterralos, y es entonces cuando se empieza a llamar vulgarmente a este centro, como Cárcel de la Ranilla.
El director general de prisiones, señor Sol, firmando la recepción en nombre del Estado, de la nueva cárcel, a la que habían de ser trasladados los presos desde la antigua, a la semana siguiente.
Desde la entrada principal del establecimiento, hasta la galería de distribución, una ancha faja de baldosines señalaba el camino hasta las celdas.
La cocina económica de la nueva prisión, estaba perfectamente dotada. Su construcción costó veinte mil pesetas, y en las tres grandes calderas instaladas en ella, podía condimentarse alimentación para dos mil personas. Estas calderas eran transportadas hasta las mesas de distribución, por unos aparejos montados sobre raíles.
El Director general de Prisiones y sus acompañantes, probaron el rancho el día de la inauguración.
La gran nave central para presos comunes, capaz para noventa y dos reclusos. Recibía la luz por amplios ventanales, situados a prudencial altura. Las armaduras de la techumbre tenían monteras de cristal de gran tamaño, que proporcionaban una ventilación perfecta.
Uno de los patios de la nueva cárcel de Sevilla; edificio amplio, iluminado, higiénico, en el que el aire puro entra con igual expansión que las ratas, en el caserón viejo del Pópulo.
El vetusto caserón del Pópulo, la antihigiénica cárcel de Sevilla, a partir de este día, 15 de Mayo de 1933, había dejado de existir, en buena hora, como prisión. Durante la madrugada y a primera horas de la mañana, se efectuó el traslado de los reclusos a la cárcel nueva, sin que ocurriera el menor incidente. Fuerzas de Asalto y de la Policía escoltaron los coches celulares. He aquí la puerta de entrada a la nueva prisión.
Cinco reclusos "de confianza", como si dijéramos. La Dirección de la cárcel, fiada en su buen comportamiento, los envió quince días antes a la prisión nueva, para que ayudaran al servicio de limpieza y acomodamiento. Eran, pues, con un poco de libertad en la expresión, algo así, como los "socios fundadores". Y aún puede ser que algunos de ellos, en confianzuda charla, dijera, pasado el tiempo: "Cuando yo inauguré la cárcel nueva de Sevilla".
Los reclusos de la cárcel de Sevilla al descender del coche celular, en la puerta de la nueva prisión. Solo cinco mujeres formaban las colonia femenina de la penitenciaría.
Imagen del patio del departamento de reclusos por delitos sociales, que constituyó uno de los contingente más numerosos de la población penal, de la cárcel de Sevilla, hasta el golpe de estado franquista. Desde ese mismo día, sus paredes empezaron a ser testigos de la más implacable represión y ejecución de muchos presos políticos, durante toda la guerra, en plena posguerra, e incluso a las puertas de la Transición, donde todavía albergaba a un importante grupo de presos políticos que, perseguidos por sus ideas, llegaron a abarrotarla hasta el fin de la dictadura.
Hoy en día, el único vestigio que queda en la zona, de lo que fuera esta antigua prisión conocida como de Ranillas, es el "pabellón de ingresos", edificio de estilo regionalista que actualmente se encuentra abandonado, pero que se dejó en pie por considerarlo como Bien de Interés Cultural, y específicamente declarado lugar para la Memoria Histórica. Y en el sitio que ocupaban el patio y las galerías con las celdas de los reclusos, hoy existe un amplio y moderno parque.
Imagen del 24 de Septiembre de 1970, día de Nuestra Señora de la Merced, de una misa presidida por el Gobernador civil, y celebrada en el patio de la galería de presos políticos, de la prisión provincial de Sevilla.
Fuentes: Bibliografía y archivo particular.
Lo que queda de la Prisión Provincial o cárcel de la Ranilla, en la actualidad.
(Si haces clic sobre las imágenes, las puedes ver ampliadas)
Si deseas ver otras cárceles de Sevilla, por favor, haz clic: AQUÍ.
Particolari specifici di Siviglia, che ci permettono di tornare indietro nel tempo e di leggere interessanti pagine di storia.
ResponderEliminarUn caro saluto
Muchas gracias, Silvia.
EliminarUn saludo.
Que interesante, Manuel. Desconocía esta historia de las cárceles.
ResponderEliminarComo bien explicas, los reclusos, el estar tratados con mayor humanidad, les facilitaría el arrepentimiento y la esperanza de la reinserción en la sociedad al cumplir su condena.
De camino, me he dado una vuelta a través de tu enlace en las otras cárceles de Sevilla para ampliar conocimientos. Por todo ello muchas gracias.
Un abrazo.
Muchas gracias.
EliminarUn abrazo, amiga Maripaz.
Estaba a las afueras de Sevilla y hoy ha quedado englobada en el barrio de Nervión, una zona muy demandada a nivel urbanístico. Parte de ella es un Centro Cívico y parte un parque infantil.
ResponderEliminarBesitos
Muchas gracias, Isabel.
EliminarBesitos.
Interesting post.
ResponderEliminarManuel, I talking about prisons, in my opinion a prison, should be a prison. A punishment for a wrong done! A prison should never be a hotel or a sanatorium!
My friend, I salute you!
Muchas gracias, Anna.
EliminarUn saludo.
Desconocía esta historia Manuel pero ha sido un placer aprenderla contigo. Un fuerte abrazo y feliz puente
ResponderEliminarMuchas gracias.
EliminarUn fuerte abrazo, amiga.
How nice that the necessity to treat prisoners humanely was recognised.
ResponderEliminarMuchas gracias, amiga Sue.
EliminarAbrazos.
Un informe que nada menos con el tema de las cárceles nos habla de tiempos perdidos que no sé si regresarán, tiempos más dignos y justos, me refiero.
ResponderEliminarGan entrada, Manuel. Otra más, mejor dicho.
Abrazo sin sombrero!!
Muchas gracias.
EliminarUn fuerte abrazo, Carlos.
Estupenda la temática sobre las cárceles tanto antiguas como modernas. En este caso nos traes un pedazo de historia que se refleja en esas caritas, el patio engalanado o las fotografías actualizadas que nos traes. Iré leyendo las distintas cárceles que nos dejas en la otra entrada e incluso diría que esta sección -cómo otras- merecerían ser publicadas en un libro por alguna editorial andaluza.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Manuel.
Muchas gracias, Miguel.
EliminarUn fuerte abrazo.
Es muy interesante poder conocer cómo fueron las cárceles en aquellos tiempos.
ResponderEliminarEs un artículo muy completo e ilustrativo.
Un abrazo grande!
Muchas gracias, Sara.
EliminarUn fuerte abrazo.
Con el paso del tiempo, todo se tiene que modernizar.
ResponderEliminarFeliz inicio de mes.
Muchas gracias, Antonia.
EliminarUn abrazo.
Geniales fotos siempre aprendo de tus historias. Te mando un beso.
ResponderEliminarGracias, Judit.
EliminarBesos.
Costó, pero al final se dignaron a tratarlos como seres humanos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, Alfred.
EliminarUn abrazo.
Las cárceles siempre dan escalofríos, sean las medievales, las romanas, las contemporáneas o en color y blanco y negro. El edificio por fuera no da la impresión de cárcel: se asemeja más al neomudéjar típico de escuelas de la Segunda República, de mercado o de estación de tren. No parece encerrar entre sus muros la vida de tantas y tantas personas, que están purgando sus pecados contra la sociedad.
ResponderEliminarUn saludo
Muchas gracias, amiga Carmen.
EliminarUn saludo.
En Palencia la antigua cárcel provincial que dejo de funcionar cuando se edifico la actual, fue reconvertida en centro cultural así como algunas de las cárceles comarcales. De los que ocuparon las celdas de la de Saldaña alguno he conocido pero todos por delitos menores, como organizar alboroto. En una ocasión al finalizar el partido de futbol se organizo tal que el alcalde decidió meter a los árbitros que a los vecinos por cuestión de cabida.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias, Tomás... y muy bueno lo de los árbitros. jeje.
EliminarUn saludo.
Querido amigo, bellísimas fotografías, aprendo contigo. me encantó
ResponderEliminar♥Querido Manuel♥
............♥♥.... ♥♥… Abrazos y
......... ♥..... ♥.....♥…
.......... ♥.....♥....♥… te dejo un besito
............. ♥.....♥ .….......se feliz!!!
................. ♥..que Dios te bendiga..♥
Te deseo con todo mi corazon un
¡FELIZ DÍA DEL TRABAJADOR!
╬♦╬♥╬♦╬♥╬♦╬LIZ╬♥╬♦╬♥╬♦╬♥╬♥╬
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Gracias, amiga Liz, por estar siempre ahí.
EliminarUn beso.
Amigo Manuel, acá vengo, llegando de a poquito. Retornando al mundillo Blogger luego de mis vacaciones. Paso a saludarte y encuentro un exhaustivo informe sobre la creación de tan "humana" cárcel.
ResponderEliminar¿Quedarán aún? En mi país, no creo. Las cárceles, en general, datan de muchos años y tienen a los presos acinados.
Con más tiempo, pasaré a echar una mirada a las otras publicaciones que mencionas.
Fuerte abrazo va
Muchas gracias, Lucía.
EliminarUn fuerte abrazo.
Un gran artículo sobre un tema que impresiona.
ResponderEliminarEs un magnífico informe.
Y unas imágenes estupendas.
Un fuerte abrazo, Manuel.
Feliz fin de semana.
Muchas gracias.
EliminarUn fuerte abrazo, Amalia.
Simepre aprendo de tu estupendo blog amigo, un trabajo admirable y concienzudo para valorar y mucho.
ResponderEliminarFeliz mes de mayo.
Un fuerte abrazo
Muchas gracias.
EliminarUn abrazo, amigo José Antonio.
Relato Histórico preciosamente documentado por excelentes imagens do tempo. Impressionate Obra que marca uma època e persiste na actualidade.
ResponderEliminarOberigado, Manuel, pela partilha de conhecimento.
Abraço,
SOL da Esteva
Muchas gracias, amigo.
EliminarUn abrazo.
Al menos, con el trasládo los presos pudieron vivir algo mejor su encierro. Gracias por tan buena entrada Manuel.
ResponderEliminarUn gran abrazo.
Muchas gracias.
EliminarUn fuerte abrazo, Conchi.
No voy a añadir nada a tu magnífico artículo, Manuel, pues parecen mis comentarios un calco al del artículo anterior. Lo que si voy a hacer e mandarle tu magnífico artículo a un buen amigo sevillano que vive enamorado de ella, de sus Sevilla.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, y aunque ha salido tu comentario como anónimo, creo que eres mi buen amigo Enrique.
EliminarUn abrazo.
Magnifico el modo en que documentas la creación y estado actual de este notable edificio sevillano, cargado de historia.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo.
Gracias, Ildefonso.
EliminarUn abrazo.
Te dejo un fuerte abrazo. Que esta nueva semana sea excelente para todos.
ResponderEliminarMil gracias.
Las gracias, siempre a ti.
EliminarUn abrazo, amiga Amalia.
Immagini che sono pagine di storia !
ResponderEliminarMuchas gracias, Costantino.
EliminarSaludos.
Siempre encantada de pasar por tu blog, y ver y leer tus reportajes. Abrazos.
ResponderEliminarMuchas gracias.
EliminarUn abrazo, teresa.
A cursive history, rendered suggestively through images.
ResponderEliminarMuchas gracias.
EliminarUn saludo.
Muy curioso lo de la cárcel, Manuel. En San Sebastián en 1890 se inauguró una cárcel justo tocando la arena de la playa de Ondarreta. Se demolió en 1940 y todavía hoy en día siguen apareciendo restos de sus cimientos dependiendo de las fuertes mareas cuando se remueve la arena.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y que pases un estupendo finde :)
Muchas gracias.
EliminarUn fuerte abrazo, Gumer.
Lleno de interés como es habitual en todo lo que ofreces con ese mimo y perfección reveladora que te caracterizan, Manuel. Delicioso en verdad pasear los ojos por esas fotos y esas letras tan llenas de interés y precisión, un aliento para el conocimiento y estímulo para el espíritu.
ResponderEliminarUn gran abrazo.
Muchas gracias, amigo Teo.
EliminarUn fuerte abrazo.
Un trozo de la historia de Sevilla que quedará guardada en tu blog para releer cuando sea necesario.
ResponderEliminarSaludos Manuel. Y...ojo! no te empaches con chocolate!
Muchas gracias, Norma.
EliminarUn saludo.
Hola Manuel. Buen relato de lo que en su día sería un moderno centro penitenciario, también la vida era distinta, por eso ahora nos puede sorprender que lo consideraran digno para quien quisiera reconducir su vida hacia el camino del bien, tal y como recomendarían en cada misa que hicieran. Lo que aún queda servirá para recordar un trozo de la historia de Sevilla y eso sí es bueno.
ResponderEliminarUn saludo.
Muchas gracias, Lola.
EliminarUn saludo.
♥Querido Manuel♥, Magnifico articulo nos dejas , te felicito por toda la documentación que nos compartes en cada post, que pases un bello día
ResponderEliminar(¯`•.•´¯) (¯`•.•´¯)★Que Dios
*`•.¸(¯`•.•´¯)¸.•´★Te bendiga
♥ º° ♥`•.¸.•´ ♥ º° ♥ `•.¸.•´` ★
Abrazos y te dejo un besito
❤ » —— ╫ ❲ ❤ ❳ ╫ —— « ❤
Muchas gracias, amiga Liz.
EliminarBesos.
Gracias a tu buena documentación y narración, ya quedo enterada de la historia de esa cárcel construída en la república, estoy convencida de que los presos, pese a estar privados de libertad, el día de su traslado tuvieron la sensación de algo más de expansión y felicidad.
ResponderEliminarEl ser humano tiene capacidad para adaptarse a cualquier tipo de situaciones por muy adversas que sean, pero cuando la mejoría es abismal... seguro que ese día han tenido fiesta.
Cariños.
Kasioles
Muchas gracias, amiga.
EliminarUn abrazo.
I don't like prisons!
ResponderEliminarGracias, Irina, a mi siempre que sea desde fuera, no me importa verlos.
EliminarUn saludo.
Un gran trabajo sobre como eran las cárceles en aquella época y con una fotos muy interesantes.
ResponderEliminarGracias Manuel por toda esta información
Un abrazo
Puri
Muchas gracias.
EliminarUn abrazo, Puri.
Qué mal fario me da, espero no pisarla ningún día.
ResponderEliminarAhí deberían encerrar a la trastorná que se me cruzó el otro día, ja ja ja.
Un abrazooo.
Gracias, amiga, leí tu artículo y tienes toda la razón.
EliminarUn abrazo.
Hola Manuel, interesante tema el que nos traes aquí. Lo bueno dura poco!
ResponderEliminarEra todo un proyecto de prisión humanizadora que estimulaba al buen hacer. Luego, desafortunadamente, se convirtió en la otra cara de la moneda.
Buen trabajo, por tu parte, que nos informa de hechos que caen facilmente en el olvido.
Gracias y un abrazo
Muchas gracias.
EliminarUn fuerte abrazo, amiga Beatriz.
¡Hola, Manuel! Hoy ha tocado referenciar una parte triste de la sociedad y de nuestra historia: una prisión o cárcel. La privación de libertad siempre es lamentable; no solo evidencia el fracaso del individuo, también de una sociedad.
ResponderEliminarDices bien, llegamos a la llamada Transición y la mayor parte de los presos eran políticos. Cuánto desgarro y dolor en tantas y tantas familias de bien.
Muchas gracias, Manuel, por el tiempo que nos regalas.
Feliz finde. Bstes.
Las gracias, siempre a ti, amiga Emma.
EliminarBesitos.
Coming to your blog, I know I'd learn something new. I like a piece of history.
ResponderEliminarMuchas gracias, Lux.
EliminarUn saludo.
A privação de liberdade é sempre algo a lamentar!
ResponderEliminarGostei muito da publicação, Manuel!
Um abracinho!
💟💟💟Megy Maia
Gracias, Margarida.
EliminarUn abrazo.