sábado, 10 de octubre de 2020

La Granja Gayango, en Sevilla.

Granja Gayango, de Sevilla.
Anuncio de principios de los años  veinte, de un establecimiento de Nevería, Chocolatería, Lechería y Cervecería, situado en la calle Tetuán 36, de Sevilla, donde el padre de D. Adolfo Gayango, ya vendía la leche de su antigua granja.

Casi cincuenta años después, de que los científicos y químicos franceses, D. Louis Pasteur, y D, Claude Bernard  consiguieran por  procedimiento térmico, que este alimento básico, se consumiera de forma segura por el ser humano, a través de la pasteurización, un emprendedor sevillano, llamado D. Adolfo Gayango Gutiérrez de Celi, tomó la iniciativa por el bien de los sevillanos y para Sevilla, de que este producto de tan alta importancia vital como la leche, se suministrara cumpliendo las máximas condiciones de  salubridad e higiene y a cubierto de contingencias de adulteración.
Para ello, tuvo a bien, el Sr. Gayango, instalar en terrenos inmediato a la capital, una vaquería, modelo de las de su clase, y un bien montado laboratorio para la esterilización de la leche.
Uno de los laboratorios para la esterilización de la leche.
El procedimiento que se empleaba en su instalación podía considerarse como la última palabra en la mecánica moderna, estando además, dotado de material de la casa Astra (Alemania) de tan universal renombre. Todo aquél mecanismo se movía a fuerza motriz. Desde un depósito colector de leche, perfectamente estañado en su interior para evitar el contacto con impurezas, pasaba la leche a un pausterizador que la calentaba hasta una temperatura de 85º, poniéndola en condiciones de pasar, a esta misma temperatura, a una homogeneizadora, máquina que como su nombre indica, rompe los glóbulos de la leche, convirtiéndola en un producto homogéneo. De esta máquina iba a otro nuevo depósito, y de éste, directamente, al llenador de botellas.
Una vez llenas éstas, pasaban a un esterilizador cilíndrico de alta presión, capaz para 500 litros por cada operación. En este esterilizador se sostenían las botellas por vía húmeda a una temperatura conveniente, consiguiendo no solo esterilizar la leche para el momento, sino conservarla durante un tiempo ilimitado en perfectas condiciones, ya que no solo se esteriliza la leche, sino también la pequeña cantidad de aire que contienen las botellas, matando, por consiguiente, los gérmenes, incluso los esáporos (sic).
Toro semental, de veinte meses, "Brillante", premiado en varias Exposiciones.
El principal cuidado de selección de ganado, lo llevaba a cabo personalmente el Sr. Gayango, que por otra parte cuidaba de modo escrupuloso, y poniendo a contribución todo su máximo interés y sus conocimientos en la materia, en que la alimentación de las reses estuviera exquisitamente cuidada. Solo así se explicaba el inmejorable estado de la numerosa ganadería bovina allí instalada, y de la fama y grata popularidad que gozaba la leche de esta granja, en Sevilla.
"Canaria", otro bellísimo ejemplar de la ganadería del Sr. Gayango.
Carro para el reparto de leche, de la Granja Gayango.
El reparto de la leche a domicilio se transportaba en carros especiales, hasta el número de seis, haciéndose el reparto tres veces al día: mañana, medio día y tarde, destinándose el primero y último al reparto de leche cruda, y el segundo, a la distribución de la esterilizada, producto que poco a poco iba adquiriendo gran reputación, por constituir, según los médicos de la época, el alimento mejor tolerado por los enfermos del estómago, hígado, etcétera, y singularmente por la infancia.
Carro para el reparto de leche.
  El Sr. Gayango, que perseveró en su labor y puso su prestigio de industrial tan alto, que a principios de los años treinta, ya gozaba de la simpatía y el reconocimiento de los sevillanos, por lo que aprovecho para hacerse cargo también del renombrado establecimiento de Café, Cervecería y Lechería que durante tantos años dirigió su señor padre, y posteriormente su malogrado hermano D. Ángel. Para ello, reformó en el año 1933 (como veremos en los siguientes anuncios), el local de su padre situado en la calle Tetuán 36, y compró el anexo en la calle Albareda 9, uniéndolos, y mejorándolos notablemente en sus distintos servicios, hasta llegarlos a convertir en un confortable y elegante "Salón de Té, Confitería y Cervecería", que pronto se convirtió, fundadamente, en uno de los más preferidos por la buena sociedad sevillana, de la época.
Anuncio de 1933.
Anuncio de 1934.
Local de la calle Tetuán esquina con Albareda, donde estuvo situada la antigua lechería de la Granja Gayango, y posteriormente el Salón de Thé.

Si deseas ver otros establecimientos fabriles, comerciales o industriales de Sevilla, por favor, haz clic: AQUÍ.

24 comentarios:

  1. ¡Qué curioso post, Manuel!
    Contigo siempre se aprende algo nuevo de nuestra ciudad.
    Besos

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  2. Que hermosa y enriquecedora publicación, muy querido y admirado amigo Manuel.

    Todo esta precioso e ilustrativo.

    Me encanto la parte de los automóviles Vinot.

    Que aportes mas maravillosos.

    Fuerte abrazo!!!!!

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  3. Se puede decir que el señor Gayango fue un pionero en su época, un emprendedor que se preocupó por mejorar la salud de los ciudadanos.

    BESOS

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  4. Lástima que tantas industrias fueran desapareciendo y que en Andalucía, con el buen potencial que tiene no se hubieran creado muchas más industrias.

    Como ejemplo de esto pongo la abundancia de algodón que hemos tenido y que se tenía que llevar para industrializarlos a fábricas de Cataluña.

    Besos

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    1. Gracias, Antonia, y el ejemplo que has puesto es muy acertado.
      Besos.

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  5. Muy interesante este reportaje. Siempre me gusta leerte. Abrazos.

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  6. CREO QUE NO CONOCÍ LA GRANJA GAYANGO PERO TE MANDO UN ABRAZO MUY FUERTE , MANUEL . SUPONGO QUE MIS PADRES SÍ CONOCERÍAN LA GRANJA Y EL POSTERIOR SALÓN DE TÉ . YO PASARÍA MULTITUD DE VECES POR LA ESQUINA EN LA QUE ESTUVO , PUES MIS AÑOS DE INFANCIA Y PRIMERA JUVENTUD FUERON SEVILLANOS , COMO SABES .

    OTRO ABRAZO FUERTE .

    GUILLERMO.

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    1. Un fuerte abrazo, Guillermo, y muchas gracias por todo.

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  7. ¡Cuánto trabajo noble del señor Gayango!
    Y cuánto trabajo el tuyo para documentar la historia de tu tierra y hacerla saber al mundo.
    Por aquí siempre se aprende algo nuevo y son buenos aprendizajes.
    Abrazo amigo Manuel

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  8. Estos pioneros se merecen toda nuestra admiración, por su visión de futuro y por traer el progreso con toda la excelencia. Por las estupendas fotos que ilustran el reportaje, Manuel, y por lo que nos cuentas, el señor Gayano es uno de esos ilustres que se deberían "enseñar" en las escuelas.

    Tengo mucho atrasado por leer por aquí, Manuel, pero me pongo con gusto a ello, poco a poco.

    Un abrazo,

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  9. La comercialización de la leche, y su industrialización fueron marcando la transformación de los pueblos. La pausterización, llevó a su higienización y a su producción en factorías. Recuerdo que un tipo desquijarrado, en una zorra, pasaba por la casa a dejarnos la leche, que traían directamente del campo, para venderla puerta a puerta, medida en cazos. Los tiempos vuelan, yla historia no se dete¿iene. Un abrazo, apreciado Manuel. Carlos

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  10. Hola, encantada de pasar a ver tu reportaje, tan completo e ilustrativo. Conocer la historia en todas sus vertientes es siempre muy interesante y si, además, es amena la forma en que se expone, mucho más.
    Un saludo

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  11. Mais uma publicação super interessante! Quando pararam com a produção de leite?... Ou actualmente estarão associados a alguma marca?
    Outros tempos... com outro ritmo... e com uma estrutura de comércio porta a porta muito bem montada, para a época!
    Gostei imenso! Um grande abraço!
    Ana

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