El Cementerio Judío, de Sevilla.
El Yom Kipur, que significa "Día de la expiación", es el día más sagrado en el calendario judío, que se celebra en el décimo día del Tishri, el primer mes del año civil y el séptimo mes del año religioso en el calendario lunisolar hebreo, que suele coincidir con los primeros días de mes de Octubre, según el calendario gregoriano.Y que según cuenta en su blog mi amiga Duta, de Israel, a quien le dedico esta entrada, y les invito a ustedes a que la visiten haciendo clic: AQUÍ, se trata de un "día de asombro, ayuno, de oración, de recuerdo de sus seres queridos fallecidos y de búsqueda del perdón de Dios y de nuestros semejantes. Es un día que requiere esfuerzos tanto físicos como espirituales."
Arranca el origen de dicho cementerio, de una instancia presentada al Ayuntamiento, por el pastor de la Iglesia Española Reformada de Sevilla, en virtud de la cual el Cabildo hispalense, en 23 de Octubre de 1869, tomó el acuerdo de destinar a enterramiento de disidentes, unas ocho mil varas cuadradas, del ángulo, del lado derecho del cementerio católico, separandolas por una alta tapia, y dándole entrada, por una puerta de la que daba a un camino, del referido lado.
Se tomó tal acuerdo en consideración a la mentada instancia y al haber ocurrido, el no haberse podido dar sepultura, en el transcurso de dos días al cadáver de un hebreo, por no existir lugar adecuado donde llevar a cabo este entierro, y para los que habrían de venir. que no perteneciendo al gremio de la iglesia católica, dejaran de existir.
Como los sentimientos humanitarios condenaban la repetición de caso como éste, la Junta municipal de cementerios acordó establecer uno con ese destino, como los había en otras capitales.
Desde su creación, merced a una concesión de la Reina Isabel II, como compensación por el empréstito que había recibido de los judíos, la comunidad de individuos de esta religión residentes en Sevilla ha mantenido viva la devoción a la memoria de sus antepasados, conservando y usando este cementerio, que se encuentra junto al de "disidentes".
La anécdota de su fundación es de lo más curioso de cuanto se refiere a este camposanto: Isabel II hizo una visita a Sevilla, vestida de luto probablemente por la muerte de su esposo, Francisco de Asís. En el transcurso de este viaje, la Reina consultó a los judíos de Sevilla que deseo podía ella satisfacer a cambio del empréstito obtenido para financiar la campaña de Marruecos; y los judíos sevillanos respondieron que necesitaban un cementerio, y fruto de esta conversación fue el recinto que hoy se alza al lado del Hospital de San Lázaro.
El mismo lugar de la fotografía anterior, cuarenta años después.
Este cementerio es propiedad particular de la comunidad judía, comprada al ayuntamiento de Sevilla. Aquella se cuida de su administración y mantenimiento, suministrando el ayuntamiento los servicios de personal cuando estos son requeridos. Y en él cada vez que fallece un miembro de la comunidad, se repite el viejo rito presidido por un rabino, donde envuelven al difunto en una sábana y lo entierran de forma sencilla, mientras son recitados los salmos y preces tradicionales. Una hora, sobre poco más o menos, dura la ceremonia, que siempre se realiza en privado, y que tienen también la peculiaridad en los enterramientos, como el no estar preparada previamente la sepultura, sino que se abre a la llegada del cadáver.
Otra perspectiva del cementerio de la comunidad judía.
Este camposanto judío que resultó de una división del antiguo cementerio de disidentes, ahora, solo está separado del de San Fernando por un muro y una verja de hierro. Con distribución irregular, las tumbas llevan una inscripción en hebreo, grabadas en las lápidas.
Fuentes: Archivo particular.
El cementerio Judio, en la actualidad.
(Si haces clic sobre las imágenes, las puedes ver ampliadas)
Pagine straordinariamente belle, nelle notizie e nelle fotografie di luoghi unici. Un saluto, silvia
ResponderEliminarGracias, amiga Silvia.
EliminarUn saludo.
Muy interesante tu entrada sobre este cementerio judío y el por que, de hacerlo, es curioso que no caven las sepultura hasta el momento de enterrar al fallecido. Ahora paso a ver el blog de Duta.
ResponderEliminarUn gran abrazo Manuel.
Gracias, Conchi.
EliminarUn fuerte abrazo.
Cuanta historia y dolor en estas imágenes. Feliz semana Manuel. Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias, amiga Carmen.
EliminarUn abrazo.
Hay un desconocimiento de todo esto y gracias a tu reportaje los que te leemos lo podemos conocer.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias, Antonia.
EliminarUn abrazo.
Tus artículos siempre son interesantes y enriquecedores, querido Manuel
ResponderEliminarBesitos
Gracias, Isabel.
EliminarOtro besito va.
Thank you. I already follow DUTA's blog, which like yours is always interesting.
ResponderEliminarMuchas gracias, amiga.
EliminarUn saludo.
Hi Manuel!
ResponderEliminarDear Manuel, I with really great interest read your words and I saw the photos!!! The topic about Jews is close to my heart. I have been trying to publicize the history of my city related to the Jews (I wrote on this topic on the blog too) and to save the historic synagogue in my city. There is a Jewish cemetery in my city too - I give you the link:
https://moimokiem-bezfikcji.blogspot.com/2021/06/propozycja-na-wakacje-wakacyjny.html
https://moimokiem-bezfikcji.blogspot.com/2021/07/wakacyjny-traveling-dabrowa-czesc-4.html
My good friend I greet you from unfortunately rainy Poland!
Gracias, Anna.
EliminarUn abrazo.
Hola, Manuel.
ResponderEliminarUna publicación muy oportuna por los días en que estamos y por toda la actualidad que nos está dejando la comunidad judía. Desconocía que existiese este cementerio por lo que me voy de aquí aprendiendo como siempre.
Un fuerte abrazo.
Gracias, Miguel.
EliminarUn fuerte abrazo.
I'm very moved and honoured, Manuel, by your interesting post on the jewish cemetery in Seville (warmly dedicated to me and my blog).
ResponderEliminarThe magnificient city of Seville had once a thriving jewish community; the cemetery was an integral part of it.
I don't know if there's any jewish community there , nowadays. I know there is one in Barcelona. I'll have to do some reading.
Hugs and blessings to you , Manuel!
Gracias, Duta, y lo he hecho con mucho gusto.
EliminarUn abrazo, amiga.
Interesante, los no católicos, siempre lo han tenido difícil, en nuestras tierras.
ResponderEliminarIncluso el ser enterrados.
Un abrazo.
Gracias, Alfred.
EliminarUn abrazo.
Bien traído, Manuel, en un momento muy oportuno y de actualidad. Curiosidades, imágenes, texto, pura historia. Se lo reenvío a mi amigo el sevillano que vive en Madrid.
ResponderEliminarGracias, Manuel.
Muchas gracias.
EliminarUn abrazo, Enrique.
Esperaba encontrarme con algo similar a lo que me encontré en Plasencia y Segovia, tan solo los restos de lo que fue el cementerio hebreo antes de la expulsión.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias, Tomás.
EliminarUn saludo.
Unos hechos que desconocía y que me han resultado muy interesantes.Saludos
ResponderEliminarGracias, Charo.
EliminarUn saludo.
Es un lindo cementerio. Te mando un beso.
ResponderEliminarGracias, Judit.
EliminarBesos.
Muy interesante lo que cuentas.
ResponderEliminarDesconocía su existencia.
Un fuerte abrazo.
Feliz mes de Noviembre.
Muchas gracias, Amalia.
EliminarUn fuerte abrazo.
Formidable como siempre en texto y fotos
ResponderEliminarPaz
Isaac
Muchas gracias.
EliminarUn abrazo, Isaac.
Siempre me desasnas, amigo. Tus informes cada vez más interesantes.
ResponderEliminarAbrazo grande.
Gracias, amigo Carlos.
EliminarUn fuerte abrazo.
Curioso, interesante y como siempre hay que felicitarte Manuel, una documentación perfecta que nos pone en antecedentes de otras costumbres....
ResponderEliminarApropiada para los dias que hemos pasado y que aun están bien presentes
te di respuesta en mi blog (por si sigues sin correo)
Un fuerte abrazo
Gracias, amiga Carmen.
EliminarUn fuerte abrazo.
Muy curiosa la historia de los orígenes de este cementerio judío. Como siempre, historia muy bien documentada y presentada.
ResponderEliminarAbrazos.
Muchas gracias.
EliminarUn abrazo.
Me ha resultado interesante leerte y ver con fotos la forma de darle sepultura.
ResponderEliminarBien por esa humanidad demostrada cuando llegan situaciones similares.
Visitaré a tu amiga Duta.
Un fuerte abrazo, Manuel, cuídate!!!
Muchas gracias, Ángela.
EliminarUn fuerte abrazo.
Muy buen reportaje para estos días de recuerdo de nuestros fallecidos ...
ResponderEliminaren mi ciudad natal si hay un cementerio de las personas de esa nacionalidad...nunca comprendía porque estaban separados de los demás y sin una cruz...claro a los años sabemos que profesan otra religión y se respeta.
Tengas una linda semana que viene.
Abrazo.
gracias, amiga Meulen.
Eliminarun abrazo.
Um excelente trabalho.
ResponderEliminarUm abraço e boa semana.
Andarilhar
Dedais de Francisco e Idalisa
Livros-Autografados
Gracias, Francisco.
EliminarUn abrazo.
Siempre paso a dar un paseo por la bella Sevilla.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias.
EliminarUn abrazo, Eugenia.
Se notan que son sobrios estos cementerios de la comunidad judía. Aquí en Colombia destaca el cementerio hebreo de Bogotá, tiene más de una hectárea. Y está rodeado de una pared alta que quien pasa por allí no sospecha que haya allí un cementerio
ResponderEliminarUn abrazo. Carlos
Muchas gracias.
EliminarUn fuerte abrazo, Carlos.
Juraría que te había mandado un comentario la semana pasada. Bueno es igual. La verdad es que impone ver cómo el cementerio judío sigue igual desde principios del siglo XX, con sus blancas y limpias losas de piedra sin cruces ni angelitos. Son más sencillas que las nuestras.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias, Carmen.
EliminarUn saludo.
Amigo Manuel, me ha parecido una entrada muy interesante.
ResponderEliminarHe visitado el cementerio judío de Praga en el que se amontonan las sepulturas. No me acuerdo si eran blancas como las de Sevilla. Habrá algún motivo por el que son así.
En La Coruña también hay un cementerio para extranjeros que seguramente hayas visitado.
Gracias por todo lo que aportas en tu blog y sigo tu consejo respecto a mis comics de guerra.
Un abrazo.
Por cierto, la escritora sevillana me había comentado que le gustaría hablar contigo ya que parece ser que érais casi vecinos.
Ya me dirás algo sobre esto.
Gracias, Beatriz, y ya te respondo en tu blog.
EliminarUn abrazo.
Buenas tardes, estimado y apreciado Manuel, después de una larga parada ya de nuevo por estos lares y con ganas visitando poco a poco a todos los amigos.
ResponderEliminarComo siempre, entrar a tu blog es una buena y gran apuesta a la información y a tu excelente trabajo. Cuanto desconocimiento de tantos acontecimientos trascendentales de culto se dan en nuestro querido país.
Un fuerte y gran abrazo amigo Manuel.
Gracias, Juan.
EliminarUn fuerte abrazo.
Siempre nos cuentas cosas interesantes, me ha encantado Manuel. Besos.
ResponderEliminarGracias, Teresa.
Eliminarbesos.
Hola, Manuel. Una entrada muy interesante, es maravilloso todo lo que he leído y aprendido... Gracias por las fotos. Son impresionantes esas fotos del cementerio judío, se nota la sencillez de la cual se visten a la hora de morir, como bien dices.
ResponderEliminarAbrazo. 🌞
Gracias, Clarisa.
EliminarUn abrazo.
Siempre se aprende contigo, Manuel, y de forma muy amena. Muy interesante y curioso lo del cementerio judío, Y muy bien documentado de forma gráfica, como siempre.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo !!
Gracias, amigo.
EliminarUn fuerte abrazo.
Llegar aquí es enterannos de la historia que desconocemos, y que tan bien nos cuentas. Gracias Manuel.
ResponderEliminarBuen fin de semana.
Un abrazo.
Gracias, Laura.
EliminarUn abrazo.
Qué excelente informe Manuel. He aprendido sobre las costumbres judías en relación a los entierros y sus cementerios.
ResponderEliminarMe gusta el cementerio en la actualidad, que puedo ver en tus fotos.
¡gracias por compartir!
Abrazo y que tengas un buen fin de semana
Gracias, Lu.
EliminarUn abrazo.
Como sempre um notável trabalho de pesquisa, histórica e cultural!
ResponderEliminarPor aqui, estamos sempre a aprender, com as suas valorosas publicações, Manuel!
Um grande abraço
Ana
Muchas gracias.
EliminarUn fuerte abrazo, Ana.