Fotos y postales antiguas de Peñaflor (Sevilla)

 

Peñaflor (Sevilla) 

Vista parcial de Peñaflor. 1915.

Peñaflor, más sus agregados Almenara, Armentilla, Malafiel y Vega de las Dueñas, se hallan situados en la margen derecha del Guadalquivir por cuyo pueblo penetra en la provincia de Sevilla dicho río, dejando atrás la de Córdoba.

Según una antigua leyenda, el nombre le viene por una flor que brotó en una peña o piedra donde derramaron su sangre los mártires Crispulo y Restituto. En su memoria se edificó años más tarde la ermita de los Santos Mártires.

Está probada la presencia humana en la zona desde el Neolítico, periodo del que se conservan hachas pulimentadas de 4500 a. C.

Su primitivo nombre es discutido, pues si Plinio le menciona este pequeño núcleo de población, un oppidum, con el nombre de Celti - la primera entre los oppida del Betis, entre Astigi e Hispalis-,  para otros, Celti se refería a Puebla de los Infantes, no faltando quienes refieren a Peñaflor a la ciudad de Mulva, descubierta en sus cercanía.

Por los hallazgos arqueológicos encontrados, hay quien se decanta en favor de la primera denominación, pues además de ser llamado antiguamente Municipium Celtitanun, se lee también el nombre de Celtitan y Celsitan, en las monedas que allí se acuñaron, que ostentaban en el anverso la cabeza de una mujer con corona de gálea y espigas, y en el reverso un jabalí corriendo, con la palabra Celtitan, por debajo.

Las Tropas del Rey Fernando III conquistan la villa en 1240, e inmediatamente es cedida a la orden militar de San Juan del Hospital de Jerusalén, que construyen la torre-atalaya de la ermita de Villadiego y el castillo de Almenara; hasta que a mediados del siglo XVII, que bajo la jurisdicción de los Fernández de Henestrosa, marqueses de Peñaflor.

Durante la guerra de la Independencia contra los franceses, Peñaflor perteneció alternativamente a las provincias de Córdoba y Sevilla: en 1808, la Junta local afirma la vinculación de la villa a Palma del Río (Córdoba): con la entrada de las tropas galas en el pueblo, dos años más tarde, Peñaflor pasa a territorio sevillano, concretamente al Corregimiento de Lora; en 1812, la localidad vuelve a ser cordobesa y, finalmente, en 1834, se reconoce como municipio sevillano.

La carreta de la Virgen de Villadiego, durante a romería de 1930.

Romeras sentadas sobre el brocal de un pozo. 1930.

La plaza de Peñaflor llena de romeros, viendo salir a su Virgen, para la ermita. 1930.

la iglesia de San Pedro, en 1915.

Torre del Homenaje, de su antiguo castillo.

Fuente de la Cruz de la Morería.

Espadaña del Convento de San Luis del Monte.

Templo parroquial de San Pedro Apóstol.

Ábside del templo de San Pedro.

La típica calle de las Cuevas.

Otra perspectiva de la calle de Las Cuevas.

Torre-atalaya de la ermita.

Ermita de Nuestra Señora de Villadiego.

La primitiva imagen de Nuestra Señora de Villadiego, Patrona de la villa, y que fue quemada en los graves sucesos del 20 de Febrero de 1936. Fotografía de mi colección particular.

Parece ser, que la advocación de Nuestra Señora de Villadiego, proviene de los tiempos de la Reconquista, ya que hay datos, de que entre las huestes del Rey Fernando III, el Santo, hubo caballeros burgaleses, naturales del pueblo de Villadiego.

Desde tiempo inmemorial, esta Virgen subía a veces desde su ermita, de origen mudéjar, hasta la iglesia parroquial de San Pedro, los días 14 de Agosto,  donde se le rezaba una Salve; y, en otras ocasiones se organizaban peregrinaciones de fieles hasta la ermita. Hasta que por iniciativa del párroco D. Andrés Guillen, en 1926, se instituyo la primera romería que se viene celebrando ininterrumpidamente desde esa fecha; y en la que reina una sana alegría, entre caballistas, romeros en carrozas y de a pié, que entre vítores  y rezos a su Patrona, componen tan pintoresca y fervorosa caravana... como verán más adelante.

La actual imagen de Nuestra Señora de Villadiego, obra de Sebastián Santos, de 1940.

Fuentes: Bibliografía y archivo particular.

Habitualmente suelo poner al final de cada publicación, imágenes actuales para que sirvan de comparativas con las antiguas, pero, como me es imposible por falta de tiempo, visitar tantos pueblos, en esta ocasión, me he decidido a rescatar de mi archivo particular algunas fotografías  de los años 1979, 1980 y 1983, que espero sean de su agrado.

Ermita de Nuestra Señora de Villadiego. 1979. 

(Si haces clic sobre las imágenes, las puedes ver ampliadas)

Romería de Nuestra Señora de Villadiego, del 14 de Agosto de 1980.

Relicario conteniendo un dedo y una bolsita con cenizas de la imagen incendiada por las turbas el 20 de Febrero de 1936.

Subida a la ermita, de Nuestra Señora de Villadiego, el 2 de Octubre de 1983. 

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