Pabellón de México, en la Exposición Iberoamericana, de 1929.
Inmediato al de Brasil, con frente a la Glorieta de México, y emplazado en un bello lugar de los antiguos jardines de Eritaña.
Este pabellón, aunque muy cambiado su interior, aún se conserva, y nos cautiva por su originalidad; es obra del arquitecto D. Manuel Amábilis, triunfante en el concurso abierto por el Gobierno de México para seleccionar el mejor proyecto, al que concurrieron 26 artistas de aquél país, se estudiaron con indiscutible acierto los estilos Maya y Nohoa, de tal manera que a pesar de su riqueza y suntuosidad, armoniza y no contrasta con las características de la arquitectura sevillana.
Ocupa una superficie de 1600 metros cuadrados, su edificación fue permanentes y su coste excedió de trescientos mil pesos oro.
Imágenes del 16 de Septiembre de 1928, día que finalizaron las obras del Pabellón.
Fachada principal.
La fachada inspirada en el arte Maya, representa la forma constructiva de las antiguas cabañas, simulándose los troncos tallados. En el frente hay unos motivos alegóricos, superpuestos y tallados en piedra, que representan la nobleza, la clase media y el pueblo, unidos por la cultura y el trabajo.
Vista panorámica del Pabellón de México, en Sevilla.
El Pabellón de México consta de dos pisos sobre sótanos. La planta baja constaba de un gran vestíbulo y de cuatro grandes salones de exposición. Todos estos locales están conectados con un "hall" de suntuosa proporciones y muy rica decoración, que se eleva por encima de los otros locales, rematando en un ático de ventanas en formas de grecas y enclavado entre cuatro torrecillas o miradores opuestas entre si y destinadas a ofrecer al espectador, la perspectiva visión panorámica de toda la ciudad de Sevilla.
S. M. la Reina doña Victoria Eugenia, acompañada de SS.AA.RR. el infante don Jaime y las infantas doña Beatriz y doña Cristina, a su llegada al Pabellón de México.
Todas las fachadas del pabellón ostentan una hermosa policromía a la encáustica, cuyo conjunto ofrece una elegancia indiscutible de líneas, y una originalidad propia de la arquitectura moderna.
Los ocho salones de exhibición estaban decorados al temple, con alegorías de la vida rural mexicana, y el hall ofrecía en su decoración mural los signos y símbolos de la mitología precortesiana, elocuente y artístico de las dos grandes épocas de la vida de los pueblos centroamericanos.
Gallarda galería de la parte alta del Pabellón. Todas la jambas y arcos de esta galería, tras la reforma para darle otro uso al edificio, desaparecieron.
Jamba de "Los Labradores".
Todos los países participantes en la Exposición tuvieron su Semana con actos pomposos a los que asistían lúcidas representaciones oficiales de los respectivos Gobiernos, pero, México fue un paso más allá, traspasando la valla del protocolo y escogiendo sus invitados en distintas regiones de la Península, procurando reunir representaciones del pensamiento y de la cultura en sus varias manifestaciones y actividades.
A este fin congregó en Sevilla un centenar de intelectuales, entre Rectores y Profesores de Universidad, Catedráticos de Institutos, una Inspectora de Primera enseñanza, artistas, literatos, periodistas y cincuenta maestros nacionales de pueblos pequeños y distantes provincias españolas.
Durante ocho días convivieron todos, en fructífera y beneficiosa comunidad de impresiones e intercambio de ideas. El contacto con profesores eminentes y destacadas figuras de la intelectualidad española había de proporcionar a los representantes del Magisterio rural, motivos propicios para ensanchar su campo intelectual, gozar de perspectivas nuevas en el horizonte reducido, en el que habitualmente desenvuelven sus actividades.
Durante la Semana de México se dieron tres conferencias a cargo de tres maestros de la oratoria. D.Luis de Araquinstain sobre "Evolución social de México"; D. Fernando de los Ríos, "Eu (qué pasó) a la tierra y al alma mexicana", y D. Luis G. de Urbina (Catedratico de Literatura de México), sobre "Literatura Mexicana", quien con profunda emoción dijo, que "México no renegaba de la cultura española trasplantada e injertada allí durante la conquista y dominación", sino que, por el contrario, se sirve del mismo vehículo de expresión (el idioma) para manifestar la que está elaborando actualmente, la suya, fudamentada en los valores autóctonos de las razas indígenas y los elementos que aportó España.
Fue una verdadera fiesta de hispanoamericanismo sincero y transcendente -comprendiendo a España y estudiando a México- fueron estos actos. Más que conferencias eran lecciones atractivas y provechosas de fraternidad Iberoamericana.
En la entrada del "hall", había la famosa inscripción, del mas alto significado, por su gallardía y emotividad, que decía:
MADRE ESPAÑA; PORQUE EN MIS CAMPOS ENCENDISTE
EL SOL DE TU CULTURA Y EN MI ALMA LA
LÁMPARA DEVOLUCIONAL DE TU ESPÍRITU,
AHORA MIS CAMPOS Y MI CORAZÓN HAN FLORECIDO.
MÉXICO.
Soberbio "Hall", de construcción azteca, ornado de zarapes de Saltillo, en las que aparecen las figuras del general Calles y de Don Alfonso XIII.
En los rellanos de las escaleras, aún se pueden ver las estatuas de un caballero español del siglo XVI, y de un "Caballero Águila" (guerrero azteca)
La fuente principal, con forma de serpiente las columnas, y en forma de "jícara" la taza y el espejo de la misma.
Fuentes: Biliografía y archivo particular.
El Pabellón de México, en la actualidad.
(Si hacen clic sobre las imágenes, las pueden ver ampliadas)
Gracias por su visita.
Si desean conocer otros temas relacionados con la Exposición Iberoamericana, de Sevilla, por favor, hagan clic: AQUÍ.
Gracias amigo Manuel, por esta curiosa e instructiva entrada. Hermosas imajenes que ros hablan de
ResponderEliminarla cultura dejada por España en la coloniaacion de Mexico.
Un abrazo.
Muchas gracias.
EliminarUn abrazo, Josefa.
A Exposição Ibero-americana, 1929 transformou por completo a cidade de Sevilha.
ResponderEliminarUm abraço e bom Domingo.
Andarilhar
Dedais de Francisco e Idalisa
Livros-Autografados
Gracias, Francisco.
EliminarUn abrazo.
Disfruto muchísimo de tus entradas sobre la Exposición Iberoamericana del 29, Manuel.
ResponderEliminarUn post maravilloso, como todos los que has dedicado a este tema que me apasiona.
Besitos
Gracias, Isabel.
EliminarUn beso.
El Pabellón de México es uno de los más espectaculares que nos ha presentado Manuel. Además, se conserva en la actualidad de manera esplendorosa. Un lujo tanyo las imágenes actuales como las de archivo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Miguel.
EliminarUn abrazo.
Me ha encantado como siempre Manuel. Una preciosidad todos tus reportajes. Abrazos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Teresa.
EliminarUn abrazo.
Excelentes imágenes!!.
ResponderEliminarMuy interesante, como siempre, disfrutar de tus entradas.
Un fuerte abrazo.
Gracias, Amalia.
EliminarUn fuerte abrazo.
Thank you for continuing to teach me - and in such a beautiful way.
ResponderEliminarLas gracias siempre a ti, estimada amiga.
EliminarUn abrazo.
Gracias por tus palabras en mi blog. He pasado muchas veces por el tuyo aunque, por falta de tiempo, no comentara. Son magníficas tus entradas y estas en las que unes historia y actualidad son, como dice Miguel Pina todo un lujo.
ResponderEliminarUn abrazo,Manuel.
Me alegro mucho, Ambar, de que hayas retomado tu blog, y lo más importante, de que te encuentres bien.
EliminarUn abrazo, amiga.
Bellissime immagini,grazie!
ResponderEliminarGracias, Olga.
EliminarUn abrazo.
Precioso pabellón amigo Manuel y además lo que me agrada es la buena conservación del mismo. No sé, cuántos quedaran de la exposición del 29 que, fue tan importante para Sevilla, pero este pabellón, es uno que se agradece su buen estado en recuerdo de tan memorable fecha para Sevilla.
ResponderEliminarGracias, como siempre por tu buen hacer y presentarnos esta joya de historia.
Un fuerte abrazo amigo.
Gracias, Juan.
EliminarUn fuerte abrazo.
Ha pasado el tiempo y nos ha quedado ese gran edificio de recuerdo. Hace ya años que estuve recorriendo ese espacio y eso hace bastante tiempo. Recuerdo haber disfrutado de un concierto en el estadio de la Cartuja.
ResponderEliminarBesos
Muchas gracias.
EliminarUn beso, Antonia.
Pasar por tu blog es una pasada en historias
ResponderEliminarGracias, Juan.
EliminarUn fuerte abrazo.
Una bonita entrada con una información estupenda del pabellón de México, el cual fue muy inteligente en traspasar la valla del protocolo para obtener diferentes ideas y observaciones de las personas que invitó.
ResponderEliminarMuy bonitas las imágenes, lo mismo las modernas que las de la época.
Siempre un placer conocer de tu mano informaciones tan interesantes.
Un abrazo y buena semana.
Gracias, Elda.
EliminarUn fuerte abrazo.
Exclentes las imagenes y toda la informacion que nos das como de costumbre,saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias.
EliminarUn abrazo, Jesús.
Tuvo que ser todo un acontecimiento del que ha quedado un edificio precioso.Saludos
ResponderEliminarGracias, Charo.
EliminarUn abrazo.
Que maravilla leerte querido amigo, es increíble las cosas que descubro y siempre interesantes. El pabellón es espectacular. Un fuerte abrazo y feliz Febrero. Cuidaros mucho.
ResponderEliminargracias, Lola.
EliminarUn fuerte abrazo.
Bueno trabajo de recopilación y muy interesante.
ResponderEliminarAbrazote utópico.-
Gracias, Irma.
EliminarUn abrazote.
wow such beautiful photoes from back in time!
ResponderEliminarMuchas gracias, Anita.
EliminarUn abrazo.
Hubiera sido un gran desastre que se perdiera ese bello edificio con lo que costo construir. Aunque como nos dices hubo parte que se perdieron en reformas.
ResponderEliminarOtra información que nos das es sobre lo que se llevo aquellas tierras casi se fijaron mas en lo bueno pero algo malo supongo se llevo, aunque no tanto como nos adjudican.
Saludos.
Gracias, Tomás.
EliminarUn saludo.
El edificio es el resultado de una mezcla de estilos muy propio de la época: palacio azteca o maya mezclado con aires europeos. Y lo mejor es que ha sobrevivido a la piqueta para otorgarle otros usos. Fantástico.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias, Carmen.
EliminarSaludos.
Creo que es la primera vez que vengo, te he visto en mi blog y he pensado devolverte la visita. Seguro que volveré. Saltibrincos
ResponderEliminarGracias, Ester. Y yo he llegado al tuyo por recomendación de nuestra común amiga Franconeti, y después de lo visto y leído, seguro, que también volveré al tuyo.
EliminarUn abrazo.
Tu magnifica entrada me sirve para ir abriendo boca Manuel, a ver si para dentro de unos meses es posible viajar a Sevilla que estoy deseando visitarla ya que hace muchos años que no he ido.
ResponderEliminarAbrazos.
Muchas gracias.
EliminarUn abrazo, Conchi.
Bellissime foto, l'importanza di un avvenimento di tanti anni fa !
ResponderEliminarGracias, amigo Costantino.
EliminarUn abrazo.
Como me pasa cuándo visito tu espacio, me parece que estoy leyendo a un juglar que narrase historias, siempre aprendo algo de lo que no tenía ni idea. El edificio es precioso un remanso de cultura y sabiduría.
ResponderEliminarMe ha encantado la frase que aparece en la entrada...
MADRE ESPAÑA; PORQUE EN MIS CAMPOS ENCENDISTE
EL SOL DE TU CULTURA Y EN MI ALMA LA
LÁMPARA DEVOLUCIONAL DE TU ESPÍRITU,
AHORA MIS CAMPOS Y MI CORAZÓN HAN FLORECIDO.
MÉXICO.
MEnos mal que algún lugar está escrita una frase alabando lo que hicieron los españoles en América, porque ahora lo tratan como un genocidio que destruyó su cultura. Muy bien Manuel, es una frase que reconoce algún bien harían los españoles.
Desde el corazón, un abrazo.
Muchas gracias, Ángeles.
EliminarUn abrazo.
Hola amigo Manuel, hoy me quedo en silencio ante la pantalla al leerte, que bello todo lo que cuentas. Saltillo, donde se hicieron los sarapes que sirvieron como adorno, queda muy cerca de Monterrey Nuevo León donde yo vivo. Gracias amigo, saludos.
ResponderEliminarGracias.
EliminarUn abrazo, Sandra.
Qué bien que se haya conservado el edificio, Manuel, pues mientras te leía y admiraba las fotos de la época me preguntaba si había sobrevivido y, entonces, me encuentro con tus fotos actuales. me encanta ese punto para comparar.
ResponderEliminarImagino lo extraordianarias y sorperndentes que resultaban estas exposiciones en aquellos años en los cuales los viajes y el acceso a la información de otras culturas era privilegio de muy pocos.
Como siempre he disfrutado mucho de la historia de tu ciudad y de las magníficas fotos que la acompañan.
Un abrazo,
Gracias, Tesa.
EliminarUn fuerte abrazo.
Cuantos recuerdos me traes, Manuel de mis paseos por mi amada Sevilla. Viví largos años en la Avenida de la Palmera y me encantaba perderme por los pabellones con su hermosa arquitectura.
ResponderEliminarMe ha encantado como siempre tu magnífica aportación.
¡Qué ganas de volver...!
Muchas gracias.
Gracias, amiga, y eras una afortunada al vivir en esa avenida.
EliminarUn fuerte abrazo, Maripaz.
Parece increíble la riqueza y grandiosidad con que participaban los países en las Exposiciones del XIX y principios del XX. Esta obra es magnífica y ha llegado hasta hoy muy bien cuidada, lo que dice mucho de la ciudad.
ResponderEliminarMuy buena información, Manuel, enhorabuena.
Muchas gracias.
EliminarUn abrazo, Ana.
Como siempre Manuel, tu narrativa me hace visitar magníficos lugares de tu amada tierra y, los disfruto al máximo. Magnífica arquitectura del pabellón de México y qué bueno que se conserve la historia de los pueblos y que la cultura se hermane y lime las asperezas que se produjeron en aquellos tiempos de la conquista de América. Hoy por hoy, los beneficios o errores cometidos, siglos atrás, no deben señalar a actuales generaciones. Hoy, debemos ver el vaso a mitad lleno y no a mitad vacío. Un abrazo grande y muchas gracias amigo por compartir tanto.
ResponderEliminarGracias, querida amiga.
EliminarUn fuerte abrazo.
Impresionante esta entrada amigo Manuel, no conozco este pabellón, no conocía sus historia, ahora por tus datos algo mas, había leído algo de esa exposición iberoamerica de allí, la expo si la recuerdo aunque fue un año fatídico para mi, al final me quedé sin poder verla, una serie de acontecimientos se sucedieron e hicieron imposible que me moviera de aquí.
ResponderEliminarUn Abrazo.amigo.
Muchas gracias.
EliminarUn abrazo, José Antonio.
Boa noite caro amigo Manuel, que lindas fotografias e descrições.
ResponderEliminarUm beijinho viajante.
Megy Maia🌺💜🌺
Gracias.
EliminarUn beso, Megy.
Gran publicación, mi querido Manuel, acerca de una feria inolvidable.
ResponderEliminarFuerte abrazo pleno de amistad y admiración.
Gracias, Ricardo.
EliminarUn fuerte abrazo.
México se vino con toda, a esta exposición iberoamericana de 1929 en Sevilla, pues como observo, construyó un pabellón permanente para las actividades culturales y económicas, que tendrían lugar en este evento trascendental. El pabellón, en el pensamiento de la tradición aborigen en lo arquitectónico, pero atenuado con dejos de modernidad. Supongo que sus planos y estudios, y la construcción costarían un ojo de la cara, consideración para no dejarlo en el abandono, pues las fotos recientes revelan que que se ha remodelado, y sigue siendo objeto de uso, para menesteres, supongo culturales. Lo relevante, es que se mantiene, como huella de un acontecimiento relevante para España y sus hijos de la América hispana.
ResponderEliminarManuel, un abrazo desde mi cubil colombiano. Carlos
Muchas gracias, Carlo.
EliminarUn fuerte abrazo.
Una belleza Manuel.
ResponderEliminarTus entradas son una bocanada de aire fresca, gracias por compartir!.
Te dejo un abrazo y te comento que mis entradas están tardando mucho en actualizarse, Blogger me está dando "calabazas"
Hade varias horas que subí una entrada y todavía los blogs amigos no la pueden ver...en fin será cuestión de paciencia.
Últimamente con los cambios que ha hecho, todos estamos teniendo problemillas.
EliminarGracias, Adriana y un fuerte abrazo.
Che meraviglia questo padiglione del Messico !!! Le foto del 1928 sono ricche di fascino e le attuali sono bellissime !! Gli interni, ricchi di statue e di decorazioni, sono veramente belli !!! Saluti cari.
ResponderEliminarGracias, amiga Mirtillo.
EliminarSaludos.
Madre mía Manuel cuánto dinero invertido en ese pabellón!
ResponderEliminarIndiscutible obra arquitectónica pero ...
Bueno, que más da. No voy a liarme con ese tema.
Muy buena tu crónica, como siempre y preciosas fotos tanto las de antes como las actuales.
Recuerdo dos pabellones que mucho me impresionaron por su riqueza en obras de arte y artesanías: Pabellón de la Guinea Española y de Marruecos.
Va mi abrazo desde el sur del sur
Gracias, Lu.
EliminarUn fuerte abrazo.
Yo de nuevo. Esta vez "cortito y al pie"
ResponderEliminarEs que leo mi comentario y me parece que debería aclarar que el recuerdo de esos dos pabellones es "Recuerdo de lo que descubrí, por supuesto, leyendo tus crónicas.
Gracias, de nuevo, y aunque no hacía falta porque se te ha entendido perfectamente, ahí queda dicho.
EliminarOtro abrazo.
hay que ver que bien hacían las cosas en aquellos tiempos y suerte que aún duran para regocijo de los que nos gustan estas cosas.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo amigo Manuel
Gracias.
EliminarUn fuerte abrazo, amiga María.
Interesanve ver las dos épocas. El pabellón está perfectamentae conservado. Gracias por contarnos siempre tan bien la hitoria.
ResponderEliminarY sobre el río, te cuento que en época romana llevaba su nombre actual, como "Hominis Corpus".
Y una leyenda cuenta que el Corpedumne es porque apareció un hombre en al río. Será verdad?
Buena noche Manuel. Cuídate.
Un abrazo.
Gracias, Laura.
EliminarUn abrazo.
Afortunadamente se ha conservado el Pabellón Mexicano. Una maravilla. Un gran artículo, Manuel! Gracias.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo :)
Gracias, Gumer.
EliminarOtro fuerte abrazo, para ti.
Que bonito!!! Debió ser un gran acontecimiento... Muy interesante y siempre aprendiendo con tus artículos... Un saludo y feliz semana
ResponderEliminarGracias, Ana.
EliminarUn saludo.
¡Hola Manuel!
ResponderEliminarHe pasado un rato muy ameno leyéndote tu precioso post donde nos describes como suele decirse, con pelos y señales, el evento o mejor dicho la famosa exposición en esa Ciudad encantada, bellísima Sevilla.
Ya ha llovido desde entonces, pero lo bien hecho lo importante perdura y por otra parte, tú con este buenísimo reportaje le das vida, parece que fue ayer.
La inscripción me encante, es una joya. Gracias por darnos a conocer cultura.
Un abrazo y mi inmensa gratitud.
Se muy, muy feliz.
Muchísimas gracias.
EliminarUn abrazo, amiga Marina.
Adorei poder apreciar este pavilhão, na sua época, e no seu estado actual!
ResponderEliminarSe estes eventos, continuam a ser de importância máxima, na cidade onde são realizados, imagino a transformação e crescimento que terá proporcionado, quase há 100 anos atrás... A nossa Expo-98 também permitiu uma completa transformação, crescimento e recuperação da zona à beira Tejo, quando se realizou em Lisboa... aliás o edifício que deixei na fotografia da minha última publicação, é do Parque das Nações, pertencente à zona onde a Exposição se realizou... parece que foi ontem... e já passaram vinte anos... o tempo voa!...
Mais uma publicação de excelência, por aqui, Manuel! Parabéns!
Um grande abraço!
Ana
Muchas gracias.
EliminarUn fuerte abrazo, amiga Ana.
Interesante ese paseo por su historia, con sus correspondientes ilustraciones...es una suerte que se mantenga en pie y bien conservado a pesar de las modificaciones que ha sufrido para adaptarlo a otro uso.
ResponderEliminarBESOS ... Cuídate ‼️
Muchas gracias, María José.
EliminarUn beso.
Excelente post e imágenes, como siempre es un placer venir a tu rinconcito.
ResponderEliminarUn abrazo Manuel.
Gracias, Carmen.
EliminarUn abrazo.
Hola, tan bien explicado y enmarcado entre letras y fotografías, el antes y el después. El ahora, actualidad. Me encanta conocer la historia que hay detrás de todo monumento y de cada lugar. Tan importante aprender.
ResponderEliminarUn saludo.
Muchas gracias, Rosa.
EliminarUn saludo.