La Romería del Rocío.
"La Procesión".
(Tercera parte)
Llega el instante cumbre de la procesión, en la mañana del lunes de Pentecostés, la Blanca Paloma va a salir de su ermita para recibir, a la intemperie, el homenaje de su pueblo enfervorizado. La Virgen ataviada de blanco -de ahí su título popular-, de cara ingenua y simple, parece asistir al festejo, como a la cosa más natural del mundo y, sin embargo, los formalismos y detalles del Rocío tienen, en muchos aspectos, arrebatos y espejismos de cosa sobrenatural. Ninguna de cuantas escenas llevamos descritas pueden equipararse en plenitud de grandeza y emotividad a la de la procesión, verdadera apoteosis de toda la Romería.
La procesión de la Virgen del Rocío.
Otro aspecto de la misma.
Entre la muchedumbre avanza la Imagen.
La solemne función religiosa que precede a este momento culminante pierde todo el valor descriptivo ante la impaciencia de los almonteños, en cuyos brazos va a salir la Blanca Paloma de su nido tradicional. De un año para otro se disputan estos romeros el inalienable honor de cargar en sus hombros con las pesadas andas de la Virgen. Allí están al acecho, conteniendo su íntimo frenesí. El altar está materialmente cercado de mocetones fuertes, robustos, posesos de un arraigado fervor por su Virgen marismeña.
Por fin, llega el instante esperado y tempestuosos, en que se hace entrega de la Virgen a los romeros, para que la lleven, procesionalmente, por el real del Rocío.
La multitud aclama a la Blanca Paloma.
Los rudos almonteños se debaten por llevar a su Virgen.
La batalla es tremenda. Un bosque vivo de brazos se levanta en el aire para recibir la divina ofrenda, pero...¡cuidado!: nadie le toca la cara. La ceremonia finge algo parecido a lanzar la Virgen sobre un mar humano, encrespado y gesticulante. Y así avanza, aunque parezca, a ratos, que va a naufragar, la celeste carga en medio de aquel proceloso torrente de romeros.
Un aspecto de la procesión.
El fervor imponderable de los rocieros de Almonte.
Siempre el palio de plata sobre la muchedumbre.
A duras penas la Blanca Paloma cubre el breve recorrido procesional.
El polvo de la marisma envuelve en un halo de fantasía y de misterio el momento culminante.
Todas las campanas, sacudidas por febriles manos, estremecen el concurso con el vibrar de sus bronces; la tierra arde, los ojos lloran, las manos se alzan y crispan en un anheloso afán de llegar hasta la Virgen, y ojos piadosos creen ver como el pozo rebosa y echa sus aguas fuera, al paso de la procesión y a la vista de la imagen. Y agrega el mismo comentario "Desde lo alto de las carretas las mujeres gritan, gesticulan y envían besos a la Virgen; los hombres gritan también y como espoleados por súbitos impulsos, galopan, jinetes en sus caballos andaluces, como corriendo la pólvora por aquel llano ardoroso,"
Las andas vacilan y parecen caerse, pero no hay cuidado que las llevan los de Almonte.
Casi desdibujada en un aire cargado de arena marismeña la Blanca Paloma parece un sueño de amor y de devoción.
La mañana del lunes es un estallido popular de vítores y rezos.
Nada es comparable al frenesí delirante de los mozos almonteños.
Los caballistas van también confundidos con la multitud.
Y así hasta que de nuevo la Imagen se dirige a su Ermita.
Y... de pronto, el silencio. ¿Qué acontece? La Blanca Paloma retorna a su nido. Otra vez, ya de regreso a sus respectivos lugares, se pueblan los caminos de romeros.
La Virgen se queda sola...
La virgen del Rocío
Se queda sola,
En aquella marisma,
Reina y pastora.
¡Ay, quien pudiera.
Permanecer contigo
Siempre a tu vera!
El cansancio de la jornada agota aún a los más recios hombres camperos.
Fuentes: Bibliografía y archivo particular.
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Relato Histórico da Procissão na Peregrinação da Virgem do Rocío, notavelmente documentado com imagens do tempo.
ResponderEliminarTrabalho precioso para lembrar esta Celebração.
Obrigado e Parabéns, Manuel.
Abraço,
SOL da Esteva
Muchas gracias.
EliminarUn abrazo, amigo.
Qué hermosa publicación y que bien contada, parece estar uno en esa polvareda con la emoción que seguro se contagia de los fervientes seguidores de esta bella fiesta rociera con su Virgencita La Blanca Paloma.
ResponderEliminarEstuve hace mucho tiempo en este lugar pero no en esta fecha, y me gustó mucho, lo único que se llena el calzado de polvo, :))).
Las fotos son increíbles, con ellas se hace idea de cómo es la procesión tan apretada de gente.
Un gran abrazo Manuel, y cuídate del calor.
Muchas gracias, amiga Elda.
EliminarUn fuerte abrazo.
Yo no soy muy de Rocío porque no me gustan las aglomeraciones, pero entiendo y respeto mucho el fervor que tienen muchos por la Virgen del Rocío. Por otro lado, son tan bonitas las marismas...
ResponderEliminarSAludos.
Muchas gracias, Manuela.
EliminarUn saludo.
Qué historia... Y tan bien narrada. Merecería ser un film. Bien hecho, Manuel... Entiendo tu afirmación "Ninguna de cuantas escenas llevamos descritas pueden equipararse en plenitud de grandeza y emotividad a la de la procesión, verdadera apoteosis de toda la Romería" pero uno llega de alguna manera a vivenciar...
ResponderEliminarAbrazo admirado, amigo!!
Muchas gracias.
EliminarUn fuerte abrazo, amigo Carlos.
Foto storiche davvero importanti, che dimostrano quanti fedeli hanno partecipato ad una speciali processione.
ResponderEliminarBuon fine settimana
Muchas gracias.
EliminarUn saludo, Silvia.
Saludos estimado, un relato muy vivido, me pareció ir en esa caminata tras la procesión de la Virgen del Rocío, que linda advocación...Sin dudas eran tiempos y espero aún lo sean donde se avive todavía esa fe y esperanza en la Madre que nos lleva al encuentro de su Hijo , el verdadero Dios...
ResponderEliminarLos pueblos que profesan la fe y se manifiestan en las calles sus sapiencia son bendecidos grandemente por Dios...quien vuelve su mirada a lo divino, fortalece el amor cristiano y en comunidad...
Te dejo un abrazo.
Buena semana que viene.
Muchas gracias.
EliminarUn abrazo, amiga Magdalena.
Manuel, your next interesting post and the pictures illustrating it.
ResponderEliminarMy friend, I wish you a pleasant Saturday evening and Sunday!
Muchas gracias, Anna.
EliminarUn saludo.
Gran texto y imágenes sobre la procesión de la Virgen del Rocío que es una explosión de fervor, pasión y devoción que captura la esencia de una tradición profundamente arraigada. Es un relato vibrante, cargado de emociones intensas, donde el amor del pueblo de Almonte por su "Blanca Paloma" se manifiesta en un torbellino de gritos, lágrimas, y esfuerzos físicos por llevarla en andas. La descripción evoca un sentimiento de éxtasis colectivo, un momento donde lo humano y lo divino se entrelazan en un ambiente casi sobrenatural, envuelto en polvo, campanas y cánticos. Grandioso evento, Manuel.
ResponderEliminarEl próximo martes publicaré una crítica sobre la película 'Doñana' en el que mencionaré brevemente la romería del Rocío. Abrazos y buen final de semana.
Muchas gracias, Miguel.
EliminarUn abrazo.
Sempre interessnti i tuoi post.Buon fine settimana da Olga.
ResponderEliminarMuchas gracias, Olga.
EliminarUn saludo.
He estado en el Rocío en varias ocasiones, pero nunca ha coincidido con su romería.
ResponderEliminarFeliz fin de semana.
Gracias, amiga Antonia.
EliminarUn abrazo.
Bellas romerías. Te mando un beso.
ResponderEliminarMuchas gracias, Judit.
EliminarBesos.
Dear friend! Congratulations on the beginning of summer!
ResponderEliminarMuchas gracias, Irina.
EliminarSaludos.
Son impresionantes fotos. El polvo le da un toque que influye mucho para ello.
ResponderEliminarEl texto, impecable.
Saludos con afecto.
Muchas gracias.
EliminarUn saludo, Sara.
Como todas nuestras fiestas se ha masificado en demasía.
ResponderEliminarRecuerdo a finales de los años 80 ir a la ermita con mis padres una tarde de invierno y estar la Virgen absolutamente sola....eso hoy día ya no ocurre en ninguna época del año.
Un post precioso Manuel en estas vísperas de Pentecostés.
Besitos
Muchas gracias, Isabel.
EliminarBesitos.
Siempre me ha llamado la atención esta romería tan nuestra aunque nunca he participado pero desde el respeto y admiración por la fe y fervor de esas personas que si lo hacen, las grandes aglomeraciones me agobian un poco, quizás eso sea ya cosa de la edad aunque no recuerdo participar mucho en las romerías.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Muchas gracias, José Antonio.
EliminarUn fuerte abrazo.
Una maravilla, tanto el relato como las imágenes.
ResponderEliminarUna romería que debe de ser muy bella y emocionante.
Todo muy bien contado, Manuel.
Un abrazo fuerte.
Feliz mes de Junio.
Muchas gracias, Amalia.
EliminarUn fuerte abrazo.
Una procesión muy singular con esta simulación de las caídas del paso de la virgen .Aquí en Colombia hay una procesión, en una población con cargueros con algo de trago en la cabeza. Y otra declaración carreritas el domingo de resurrección, cuando kas Marías corren al encuentro de Jesús . Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarGracias, amigo Carlos, y te puedo confirmar porque estoy preparando una entrada de un pueblo de Sevilla, donde también se celebran esas carreritas, de la Virgen María al encuentro del niño Jesús.
EliminarUn fuerte abrazo.
Sera lo que mas se ve en las televisiones cuando he visto a la Virgen mas próxima a caer al suelo es cuando la sacan por lo alto de la reja.
ResponderEliminarPor cierto en mi viaje vi como se disponía a salir la hermandad rociera del lugar.
Saludos.
Muchas gracias, Tomás.
EliminarUn saludo.
Un fuerte abrazo, Manuel.
ResponderEliminarDisfruta de una excelente semana.
Muchas gracias, amiga Amalia.
EliminarUn fuerte abrazo.
Qué bonito lo cuentas, Manuel.
ResponderEliminarSi he visitado el santuario varias veces, pero no he vivido la procesión ni el ambiente rociero en la aldea. Tiene que ser muy emocionante.
Sabes que soy andaluza de adopción y amo el sur y sus gentes.
Gracias por traerme pedacitos de Andalucía.
Un abrazo.
Las gracias siempre a ti, amiga.
EliminarUn abrazo, Maripaz.
Cuantos recuerdos traerán a muchos esas fotos en blanco y negro, un tiempo vivido lleno de fe y esperanza en la Virgen Almonteña. Yo reconozco que no me gusta esa aglomeración de gente y tengo pensado visitar la ermita, pero no ahora, sino cuando haya menos personal y todo esté más tranquilo.
ResponderEliminarBonito relato.
Un beso.
Muchas gracias, Lola.
EliminarUn beso.
Aunque las fotos son de hace muchos años, bien parece que fueran de ayer mismo.
ResponderEliminarSiempre es igual...la Virgen en volandas.
Un abrazo.
Gracias, amiga.
EliminarUn abrazo.
Buon fine settimana Manuel!Olga
ResponderEliminarGracias, Olga.
EliminarSaludos.
Hola, Manuel.
ResponderEliminarQue bonita la romería de la virgen del Rocío aunque nunca tuve la oportunidad de ir a verla, pero ganas no me faltaron.
Disfruta de ella y del fin de semana.
Un abrazo y mis mejores deseos.
Muchas gracias, amiga Piedad.
EliminarUn fuerte abrazo.
Gracias por visitar mi blog. Mi viaje a Sevilla fue realmente emocionante. Creo que volveré en una época menos concurrida. Asistir a las procesiones de Semana Santa fue una experiencia muy interesante, pero me gustaría saber más sobre Andalucía y sus tradiciones. Un cordial saludo, Fabio.
ResponderEliminarGracias, Fabio, y como te dije las mejores fechas para visitar nuestra ciudad son en Primavera, Otoño e Invierno.
EliminarUn saludo.
Quanta gente!! Una folla immensa!! E la Vergine del Rocio sembra che debba cadere da un momento all'altro !!Un bellissimo pellegrinaggio !! Saluti
ResponderEliminarGracias, amiga Mirtillo.
EliminarUn saludo.
Manuel, como siempre, tu relato captura a la perfección la esencia y emoción de la Romería del Rocío. Cada detalle, desde la procesión hasta el fervor de los almonteños, nos transporta directamente a la marisma, sintiendo el polvo, la pasión y la devoción. Las imágenes históricas complementan maravillosamente tu narración y hacen que esta publicación sea aún más especial. Un verdadero tesoro para quienes amamos nuestras tradiciones. ¡Gracias por compartirlo!
ResponderEliminarMuchas gracias y aunque ha salido como anónimo creo que se quien eres.
EliminarUn abrazo.
Me ha encantad Manuel, que precioso reportaje. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias, Teresa.
EliminarUn abrazo.
Qué apasionado fervor de la multitud por la Virgen del Rocio, Manuel...Realmente emotivo tu relato y las imagenes, que nos dan idea de esa comunión de campanas, gritos y polvo, que todos viven y se llevan con ellos...junto a la imagen de La Blanca Paloma, que se tambalea en su trayecto, pero no llega a caer...Impresionante esta procesión, que cada año se vive con intensidad y entrega...Gracias por tus generosas letras e imagenes, Manuel.
ResponderEliminarMi abrazo entrañable y gracias por tu cercanía.
Muchas gracias, María Jesús.
EliminarUn abrazo.
Magnifica la información que nos brindas, amigo... Cuando la noche pasada, precisamente, se produjo el salto de la verja
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias, Ildefonso.
EliminarUn abrazo.
¡Me encanta esta historia! Y la has narrado tan bien que casi he sentido la emoción de esa multitud de fieles.
ResponderEliminarMuy bien contada y acompañada por esas magníficas fotos para "redondear" el informe.
¡Aplausos por tu buen hacer amigo Manuel!
Va mi abrazo
Muchas gracias, Lucía.
EliminarUn abrazo.
Qué tradición tan interesante: esta procesión con la imagen de la Virgen María, Manuel. Un auténtico derroche de emociones y fe. La última foto muestra lo cansados que están todos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Esperanza.
EliminarUn abrazo.