La Real Chancillería de Granada.

 

La antigua Chancillería de Granada.

Fachada principal de la Audiencia de Granada.

El magnífico edificio del Palacio de la Chancillería, hoy Tribunal Superior de Justicia, encierra todos los esplendores del Renacimiento español; su proyecto se debe a Martín Díaz Navarro y Alonso Hernández, comenzando su construcción en el año 1584 bajo la dirección de éstos.

Primer patio de la Audiencia después de terminar las obras de restauración.

Felipe II, entonces Rey de las Españas, hizo que el proyecto fuera revisado por Juan de Herrera, que lo reformó añadiendo ideas personales a la obra y apartando varias modificaciones. Bajo la dirección de Martín Díaz y Alonso Hernández, se dieron por terminadas las obras en el año 1587, sin concluir las partes altas del edificio; entonces Felipe II lo mandó consolidar y restaurar con grandeza, tomando vivo interés por la conservación de tan bello monumento.

Numerosas leyendas datan de entonces, entre ellas las del Marqués de Salar, a quien se le debe la terminación de la hermosa escalera, multado por permanecer cubierto en la Sala de las Audiencias, no obstante se le llamó la atención, cuya sanción fue confirmada por el Rey al decirle: "La prorrogativa de cubrirte ante mi persona, no te da derecho a hacerlo ante los oidores que allí administran justicia".

El gran interés que el Rey se tomó por la terminación de las obras de tan hermoso edificio, fue desapareciendo al calor del entusiasmo de la construcción de su sublime ensueño de El Escorial.

Escalera de entrada y gran patio del Palacio de Justicia.

Por orden del Presidente del Tribunal de Justicia, D. Fernando Niño de Guevara, se terminaron algunos detalles, como la colocación de las estatuas de la Fortaleza y la Templanza, sobre el balcón principal, y el ventanaje de hierro. Y en la puerta central, un león de relieve, con una tarjeta sostenida entre sus garras, en la que se lee la siguiente inscripción latina, que traducida dice así: "Para que la majestad del Tribunal correspondiese a los importantes asuntos que en él se tratan, la sabiduría de Felipe II determinó engrandecer y adornar con todo el decoro esta regia estancia. Año de 1587. Siendo presidente D. Fernando Niño de Guervara".

En el sótano de la Chancillería, existe esta sala donde se daba tormento a los procesados, y donde se conservan aún la horca, el sillón de tortura, la "Caja de Pandora", los faroles que iluminaban aquella escenas espantosas, y otros siniestros vestigios de la Inquisición.

Siglos pasaron sin que nada se efectuara para la mejora y esplendor de la Audiencia tan recomendado por Felipe II en su lápida; solamente siendo presidente D. Ramón de las Cagigas se hicieron determinadas excavaciones y obras de limpieza, sobre todo de la serpentina, del maravilloso mármol de Sierra Nevada.

El tercer patio en estado ruinoso y que nos da una idea de como se hallaba el resto del edificio.

En los años veinte del pasado siglo se encontraba en situación de completo abandono, y parte del mismo en estado de verdadera ruina. Merced a las gestiones de su presidente, entonces, Ilmo. Sr. D. José Oppetl García, contando con el patriotismo y la amistad del ministro de Gracia y Justicia, excelentísimo Sr. D. Galo Ponte, acudió a remediarla el Gobierno; librando para ello la cantidad de 50.000 pesetas, comenzando los trabajos de consolidación de lo ruinoso, y después del embellecimiento de tan hermoso edificio, componiéndose todos los tejados que estaban destrozados y efectuándose otras urgentísimas obras inaplazables; comenzando después la consolidación y restauración del magnífico patio, linda joya del siglo XVI; se gastaron en estas obras obras las 50.000 pesetas consignadas, entonces el Gobierno remitió otras 50.000 que les fueron pedidas, y con ellas se prosiguió metódicamente la realización de las obras de restauración, comenzando por el escalón de la puerta principal y la restauración de las tres puertas del edificio, además de la pavimentación del patio con losas de piedra de Sierra Elvira, embelleciéndolo con los cuadros de plantas que en lo antiguo tuvo, así como la restauración de las hermosas rejas, y en la monumental escalera se pusieron dos ventanas de hermosa talla. En la galería alta se construyeron para sus veinte huecos, hermosas vidrieras emplomadas hechas en Granada, que se completaron con veinte paños nuevos de balaustrada.

Galería alta del segundo patio de la Audiencia durante las obras de restauración.

Para terminar de decorarlo y con los arreglo de la Sala de Justicia, tuvo que poner el ministro otras 50.000 pesetas, y con ello se terminó esta restauración del hermoso edificio orgullo de Granada.

Fuentes: Bibliografía y archivo particular.

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