Parque de Atracciones en la Exposición Iberoamericana de Sevilla. de 1929.
Sevilla, o la ciudad de la Gracia, como escribió aquel admirable José María Izquierdo. Esa gracia, inconfundiblemente sevillana, que es luz, y armonía, y alegría y claridad.
Había en el espíritu de la Exposición magnífica, que fue un legítimo orgullo de la vida española, la expresión justa de esa gracia -demos a la palabra su puro sentido helénico- que es la característica y el airón de Sevilla.
Esa concepción optimista y amable de la vida llenaba el espíritu de todo el que visitaba la Exposición. Allí podía contemplarse no solo la tradición, y el progreso de España y los países de ella nacidos; allí -exigencia inexcusable del turismo mundial- podía también escucharse el latido frívolo de la vida moderna. Se veía que Sevilla no solo trabajaba, y que este trabajo suyo era el reflejo del trabajo de toda España; se veía que la ciudad no era únicamente archivo de arte y de tradición, arca de valores de raza y de signos de progreso, al reflejarse en su Exposición, Sevilla supo ser, íntegramente la ciudad en que caben todos los aspectos, y como siempre ha sido, la ciudad que trabaja, que sonríe y se divierte.
Como prueba de ello, fue el admirable Parque de Atracciones de la Exposición. Cuarenta y cuatro mil metros cuadrados de superficie, de donde no había hipérbole al afirmar que se trataba del mejor parque de atracciones de Europa. El espíritu más ávido de distracciones encontraba allí el marco ideal e inagotable.
Evoquemos rápidamente algunas de sus atracciones principales, porque enumerarlas todas sería como describir una de esas cajas mágicas de las que salen, como en un sueño maravilloso, luces y colores.
El Parque de Atracciones de la Exposición Iberoamericana, aún en obras.
Portada del Parque de Atracciones, del arquitecto Don Fernando de la Cuadra.
Una de las puertas laterales del Parque de Atracciones.
Portada del Parque de Atracciones, del arquitecto Don Fernando de la Cuadra.
Una de las puertas laterales del Parque de Atracciones.
Vista aérea del recinto del Parque de Atracciones con la "Montaña Rusa" en el centro de la imagen, durante el periodo de construcción, y que durante la Exposición constituyó una de las atracciones más emocionante.
Recordemos, nada más, algunas de esas atracciones:
El Scenic Railvay, o Montaña Rusa, ofrecía a la mirada del visitante una espléndida serie de perspectivas a lo largo de un recorrido de dos kilómetros. Funcionaban en esta atracción seis trenes, en cada uno de los cuales cabían treinta personas. Los descenso rapidísimos de los coches por esta montaña rusa tenían una gran emoción.
S. M. la Reina, con el Infante don Alfonso de Orleans y otras ilustres personalidades, en la montaña rusa de la Exposición Iberoamericana.
La Water chule, era una torre de treinta metros de altura, a la que se ascendía, para mayor comodidad del público, por medio de cangilones. Desde la plataforma de espera para el descenso, ofrecía una incomparable vista panorámica de toda la Exposición, y el descenso se hacía en barcas de ocho personas cada una. Era una atracción deliciosa, porque acertaba a juntar, a la vez, la suavidad y la rapidez en el descenso a su entrada en la piscina.
El "Water-Shoot"
El Autódromo Eléctrico, era una pista electrificada para automóviles, por la que se deslizaban los coches conducidos por el mismo público.
La Ría Misteriosa, ofrecía el aspecto de una noria, que lanza el agua por canales de cemento, ocultados por túneles con vistas de países distintos (Suiza, Italia, La Costa Azul). Por esos túneles, merced a la velocidad adquirida por el agua al ser impulsada por la rueda, se deslizaban barcas para cuatro personas, a una marcha que permitía admirar los bellísimos panoramas citados antes.
El Palacio de los Espejos, era un verdadero laberinto moderno; espejos grandes, sorpresas, trucos y callejones sin salida. Recinto de la magia y de lo imprevisto, que mantenía al público en una continua hilaridad.
El Palacio Chino, era un cabaret al que podía con toda justicia calificarse como uno de los mejores locales de este género que había en el mundo, por la traza original y graciosa de su arquitectura, era un verdadero palacio chino. Un gran parquet, vidriera artística, decoración de estricta propiedad, y como anexo una torre de veinticinco metros de altura, con varios comedores. Desde ella se gozaba de una admirable perspectiva del río y del puente de Alfonso XIII. Las luces exteriores e interiores, la citada decoración vistosísima, hacía de este palacio chino algo verdaderamente maravilloso, merecedor de toda suerte de elogios.
En el restaurante, instalado con los máximos lujos, había una magnífica terraza, desde la que se dominaba toda la avenida de La Raza y la montaña rusa. Su cocina y sus servicios eran inmejorables; y la excelencia de su iluminación daba a este restaurante, aspecto de escenario de gran novela cosmopolita.
El "Palacio Chino".
La Gran Rueda, constaba de una serie de asientos que imitan los cangilones de una gran noria. Estaba como todas las atracciones del parque espléndidamente iluminada, y su gran velocidad proporcionaba una gran emoción. Más esta emoción no impedía admirar plenamente los panoramas del parque.
La Rueda Diabólica, parecida a la anterior, se trataba de una rueda concéntrica, movida por electricidad, que al girar llevaba de un lado para otro, rapidísimamente, los coches que estaban sobre carriles en la plataforma.
El Látigo, era una de las atracciones más originales del parque. Estaba movida a vapor, y sus coches daban vueltas rapidísimas sobre una plataforma metálica. En el Látigo se unían a la vez, la emoción y la risa.
S. M. la Reina, con el infante don Alfonso, en "El Látigo" del Parque de Atracciones de la exposición.
El Carroussel, muy original, de cuyo eje central pendían siete aviones. Al funcionar el aparato, éstos se elevaban hasta una altura en la que se consigue conocer la sensación incomparable del vuelo.
Existía otro carroussel de ocho, que tenía la forma de esta cifra. Marcha veloz, descensos rápidos, pero en todo ello una deliciosa sensación.
Estas eran, nada más, algunas de las atracciones del parque. Este tenía, además, las usuales en este género de recinto: tómbola, quiosco para venta de refrescos, de objetos de arte, de perfumes, de recuerdos de Sevilla; toda esta diversidad atracciones estaban realzadas por la esplendidez de la iluminación, que daba al parque magnificencias deslumbradoras de cuento fantástico, de leyenda oriental. Este parque de atracciones de la Exposición Iberoamericana era, desde luego, el único en España, y logró ser también uno de los mejores de Europa. Con él Sevilla consiguió ajustar el ritmo de su vida, a lo que era el ritmo de la vida en el mundo.
Arte y alegría, esfuerzo y sonrisa, trabajo y frivolidad.
Fuentes: Bibliografía y archivo particular.
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Qué entrada más interesante y bien documentada. Y qué fotos tan bonitas de la época. Siempre me han gustado ese tipo de fotos.
ResponderEliminarParecía que lo hemos inventado todo ahora, y me quedo sorprendido de ver todas esas gigantescas atracciones que han llegado hasta esta época. Además, es verdad, Sevilla tiene un encanto especial. yo lo puedo asegurar.
Un fuerte abrazo.
Muchas gracias.
EliminarUn fuerte abrazo, José Luis.
¡Qué bonito reportaje has hecho sobre esta exposición! ¡Qué curioso es conocer las atracciones que tenían antes! Algunas de ellas, o muy parecidas, las he conocido en mi niñez. El látigo, los coches eléctricos...¡Qué tempos! ¡Cómo han cambiado las cosas!
ResponderEliminarUn abrazo
muchas gracias, amiga Rita.
EliminarUn abrazo.
Gracias por estos recuerdos, que nos transporta en el espacio tiempo, para regocijarse de aquellos momentos tallado en la memoria del tiempo Saludos
ResponderEliminarMuchas gracias.
EliminarSaludos, José Ramón.
¡Que disfrute de post,Manuel!
ResponderEliminarUno de mis abuelos tenía 25 años en la Expo'29 y ya nonagenario aún se acordaba de la montaña rusa.
Besitos
Gracias, Isabel.
EliminarBesitos.
Sevilha é uma cidade que um dia irei visitar. Parece-me ser, sem dúvida, uma cidade fascinante.
ResponderEliminar.
Feliz fim-de-semana
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Pensamentos e Devaneios Poéticos
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Gracias, Ricardo.
EliminarAbrazos.
Muito interessante esta reportagem sobre a exposição Ibero-americana em Sevilha.
ResponderEliminarUm abraço e bom fim-de-semana.
Andarilhar
Dedais de Francisco e Idalisa
O prazer dos livros
Gracias, Francisco.
EliminarAbrazos.
Una bonita e interesante entrada. Esta aun en funcionamiento? En Helsinki tenemos un parque de atraccion del ano 1950. Se llama Linnanmäki y es mas pequeno pero muy popular. Me asombra El Palacio Chino, pero en aquel entonces la Asia debia estar de moda.
ResponderEliminarMuchas gracias.
EliminarUn saludo, amiga Riitta.
Ignoraba que hubiese habido un parque de atracciones de tal magnitud en Sevilla, me ha encantado y hubiera disfrutado mucho montando en sus atracciones.Saludos
ResponderEliminarGracias, Charo.
EliminarUn saludo.
Querido y admirado Manuel
ResponderEliminarGracias especiales por hacernos conocer acerca del Parque de Atracciones de la Exposición, una feria que dejo estela en todo el mundo.
Te dejo mi abrazo pleno de aprecio.
Muchas gracias.
EliminarUn abrazo, amigo Ricardo.
Interesante como siempre tu artículo. Una maravilla poder ver el paso del tiempo y esas atracciones y el disfrute de la gente en la exposición.
ResponderEliminarSiempre un deleite leer tus estupendos aportes históricos.
Un abrazo.
Gracias, Jorge.
EliminarUn abrazo.
Hola Manuel, ya sabes que comparto sevillanía contigo. He disfrutado mucho con la entrada, como todas las tutas son para enmarcar. Eres un museo bloguero y no exagero ni mijitas.
ResponderEliminar¡Olé tu menda!
Un beso.
Gracias, Maricarmen.
EliminarBesos.
Thank you so much for continuing to educate me about your beautiful country.
ResponderEliminarGracias.
EliminarUn abrazo, amiga.
Bella feria me gusto conocer mas de la historia d e tu país. Te mando un beso
ResponderEliminarGracias, amiga.
EliminarOtro beso para ti.
Que bonita entrada, que lindo es todo lo que cuentas y que desconocía. Saludos amigo Manuel
ResponderEliminarMuchas gracias.
EliminarSaludos, Sandra.
Un precursor en su tiempo de los parques de hoy en día.
ResponderEliminarMagnífico reportaje. Gracias.
Un abrazo.
Gracias.
EliminarUn abrazo, Alfred.
Preciosas fotos y estupenda explicación y narrativa amigo Manuel, como siempre.
ResponderEliminarSevilla es mucha Sevilla y no cabe duda que tiene un encanto muy especial, como gran parte de Andalucía.
Un gran abrazo y buen fin de semana.
Muchas gracias.
EliminarUn abrazo, Juan.
Tuvo que ser en aquella época, el acontecimiento más grande de la ciudad. Y que Sevilla es la ciudad de la gracia, nadie lo pone en duda, sin olvidarse tampoco de la ciudad de Cádiz...en general en Andalucía hay mucha gracia y a cualquier acontecimiento que pasa,se le saca un chiste , bastante ocurrente.
ResponderEliminarBesos
Gracias, Antonia; y perdona que discrepe un poco, en cuanto a lo que dijo el malogrado José María Izquierdo, de que Sevilla era la ciudad de la gracia, el no se refería a que aquí hiciéramos un chiste de todo, sino que se refería a las bondades que tenía la ciudad por su arquitectura, por su cielo, por sus gentes, etc. etc.
EliminarAunque estoy contigo que el andaluz en general es muy ocurrente, simpático e incluso gracioso como suele ocurrir en Cádiz, que por su ingenio, arte, donaire y gracejo, suelen destacar favorablemente sobre el resto de la población andaluza.
Un beso.
Otro gran articulo como nos tienes acostumbrados tubo que ser magnifico el parque de atracciones que montaron, que como en otras muchas ocasiones fue flor de un día ya que no nos dejas fotos actuales.
ResponderEliminarSi es así dinero desperdiciado.
Saludos.
Gracias, Tomás.
EliminarSaludos.
¡Buen comienzo de semana amigo, Manuel!
ResponderEliminarFantástico y divertido el reportaje que nos regalas hoy. Desde luego a través de tus ojos observamos la magnitud que tuvo la exposición. Solo el hecho de que tuviera ese increíble parque de atracciones nos da una idea de lo que significó aquello para la ciudad y para España. Las fotos son geniales.
Abrazos.
Muchas gracias.
EliminarUn abrazo, Miguel.
Qué maravilla tu gran información!!.
ResponderEliminarTodo un placer disfrutar de tus letras e imágenes.
Te mando un fuerte abrazo.
Gracias.
EliminarUn fuerte abrazo, amiga.
Preciosas fotos y magistral informe amigo.
ResponderEliminar¡Grandioso ese parque!
Me trajo recuerdos del Italpark que funcionó en Buenos Aires por varios años hasta que, luego de treinta años, fue clausurado debido a un trágico accidente que se produjo en uno de sus juegos.
Va mi abrazo
Muchas gracias.
EliminarUn fuerte abrazo, amiga Lucía.
Quante belle foto antiche. Complimenti. Ti seguo volentieri.
ResponderEliminarGracias y bienvenida.
EliminarSaludos.
Preciosa entrada, míticos y poéticos parques de atracciones, siempre sentí una divina nostalgia por ellos.
ResponderEliminarQue tengas un feliz Septiembre estimado amigo, siempre un gusto visitar tu espacio.
Gracias.
EliminarUn abrazo, Adriana.
Buon mercoledi.
ResponderEliminarBuen fin de semana, Giancarlo.
EliminarWaw!! Que maravilla debió haber sido ese parque y tus fotos e historias siempre excelentes
ResponderEliminarPaz
Isaac
Gracias, Isaac.
EliminarUn abrazo.
¡ Disfruto con tus entradas ! Abrazos Manuel.
ResponderEliminarGracias.
EliminarUn abrazo, Teresa.
Los primeros parques de atracciones de España se remotan a ese principios del siglo XX, como el del Tibidabo en Barcelona o el de Igueldo en San Sebastián, por poner algunos ejemplos que se me vienen a la cabeza.
ResponderEliminarSaludos
Gracias, carmen.
EliminarUn saludo.
Può essere forse paragonata all'Expo che si è tenuta in Italia nel 2015 ? Ad ogni modo , l'italia non ha partecipato all'esèposizione del 1929. Bellissime queste antiche foto e il parco divertimenti di allora. Saluti.Ciao
ResponderEliminarGracias, amiga Mirtillo.
EliminarSaludos.
Great photos and interesting amusement park.
ResponderEliminarGracia, Nancy.
EliminarUn abrazo.
¡Menuda la debieron de armar los sevillanos!
ResponderEliminarMenos mal que yo no soy reina, porque no podría montar en todos esos artilugios y mucho menos en la montaña rusa, claro que no sabemos la opinión de Su Majestad...
Todo muy interesante y que gracias a ti nos vamos enterando.
Un fuerte abrazo Manuel
Gracias, María de los Ángeles.
EliminarUn fuerte abrazo.
Olá Manuel!
ResponderEliminarPassando para conhecer seu blog, gostei muito e já estou seguindo, voltarei outras vezes!
Votos de feliz fim de semana.
Um abraço.
Gracias, y bienvenida, Fátima.
EliminarUn abrazo.
aouch, this post sent me back to my childhood. Some of them was still in use when I was a kid. Like the Roller Coaster and the Whip. But I think we called it Cup and both made me sick! It was not fun really. My stomach did not like them. :)
ResponderEliminarGracias, Mónica, y a mi también me sucedía con el Látigo.
EliminarUn abrazo.
Parque muy bonito! Gracias por el comentario en el blog de memes de gatos.
ResponderEliminarMuchas gracias, y me gustó mucho ver esa entrada de tus gatos.
EliminarUn saludo.
Hola Manuel, me ha encantado conocer de tu mano la Exposición Iberoamericana de Sevilla, las fotos son geniales. Gracias.
ResponderEliminarUn gran abrazo.
Gracias, amiga Conchi.
EliminarUn fuerte abrazo.
As fotos antigas são especiais e nos contam uma parte importante da história. Parabéns pelo seu trabalho maravilhoso.
ResponderEliminarGracias, Luis.
EliminarUn abrazo.
Olá Manuel, passando para retribuir sua visita, e conhecer seu blog.
ResponderEliminarAmei lindas fotos!
Antigas fotos e uma bela matéria explicativa. Rico conteúdo!
Gostei e já estou segundo este blog.
Beijos e um bom final de semana.
Gracias, Loidy.
EliminarBesos.
Manuel, a no dudarlo un Disneylandia de la época. El solaz y el disfrute del ocio, son una constante en el ser humano, y de ahí, la necesidad de estos espacios de atracciones y lúdicos, como el de Exposiciones de Sevilla, que esta crónica tan bien documentada y escrita, fuerza a no condenarlo, al parque, al olvido.
ResponderEliminarUn abrazo. Carlos
Muchas gracias, Carlos.
EliminarUn abrazo.
Seems like the upstarts of industrial times. A time for many changes. Good, and bad :(
ResponderEliminarHave a great week.
Gracias, Mónica.
EliminarSaludos.