El campo, en pie de guerra.
Como muchos de ustedes habrán observado, cada vez que hay alguna noticia de interés general, como hice en mi anterior entrada donde les hablé de la escasez de agua en Sevilla en el siglo XX, debido a la preocupante sequía que vivimos en la actualidad; hoy, y debido a que muchas de las carreteras de casi toda Europa, llevan unos días cortándose el tráfico temporalmente por tractores agrícolas, y en las principales ciudades hay cada día más movilizaciones masivas donde se pide regular los productos agrícolas que entran en la Comunidad Europea, de países extracomunitarios; mejorar los precios que cobran los agricultores en origen por sus productos cosechados, así, como también, los profesionales del campo demanda una nueva Reforma o política agraria que mantenga el equilibrio entre la sostenibilidad económica y ambiental. Por todo esto que está ocurriendo es, por lo que me he decidido a buscar entre mis revistas y prensa de tiempo atrás, lo que van a leer a continuación, y que espero sea de su agrado.
Año 1932.
El miedo a lo desconocido y el desconcierto general que campaba a sus anchas sobre los trabajadores de la comunidad agropecuaria andaluza, consiguió que un año después de proclamada la Segunda República Española, y pendiente de su proyecto más ambicioso, como era la Ley de Reforma Agraria, que acabara con la tremenda desigualdad que existía en España, sobre todo en el Sur; los agricultores hacían público su descontento en la prensa de la época, y que es de donde he entresacado algunas opiniones, que demuestran el desinterés y la indiferencia antes esa ansiada Reforma Agraria, que nunca llegaba.
Alcaldes de los pueblos de la provincia de Sevilla que se reunieron en asamblea en el palacio de la Diputación, para darle una solución a la crisis de los obreros del campo. 1932.
Huelga.
- "Dicen que los cortijos y todo lo de los ricos, lo van a repartir entre los pobres, y que los diputados están ahora tratando eso en Madrid, en el Congreso...si, la Reforma, o como se llame... Pues si hicieran el reparto, la parte que me tocara no me quedaría con ella, no, la vendía, porque está todo muy malo para tener tierras. No hay más que disgustos, huelgas y jaleos..."
- "Un viejo segador de Carmona, decía, que aunque estaban de huelga, las mieses estaban llenas de segadores... y añade:
"- Yo trabajaba hace quince años, por seis perras gordas, un pan más negro que el carbón, una miajita de aceite, una chispa de vinagre y cuatro ajos. Empezábamos la faena con la claridad del lucero al que le decían "matagañanes", y no parábamos hasta el anochecer. Entonces, los obreros no venían a quitarnos el trabajo a los campesinos. Si nosotros sufríamos un año de hambre y queríamos ir a la ciudad a trabajar, nos decían que había que ser del oficio. Total, que nos moríamos de miseria.
Y ahora, después de pelear nosotros, de pasar siglos de hambre, de sufrir todo lo que hemos sufrido, ahora que tenemos un jornal medio decente, los obreros de la ciudad vienen al campo y nadie les quita de trabajar, aunque nosotros nos quedemos parados. Pero cuando termine la siega, ¿a que no nos dejan ir a las ciudades a meternos en sus oficios?..."
- "El Noticiero Sevillano" decía que la situación se iba desarrollando con normalidad, y que el día anterior se habían cortado las líneas telefónicas de los cortijos "Beguarmoso", de D. Nicolás Ibarra; "Hornillo", de D. Armando Soto, y "Cascajares", de D. José María Ibarra...
"- Yo trabajaba hace quince años, por seis perras gordas, un pan más negro que el carbón, una miajita de aceite, una chispa de vinagre y cuatro ajos. Empezábamos la faena con la claridad del lucero al que le decían "matagañanes", y no parábamos hasta el anochecer. Entonces, los obreros no venían a quitarnos el trabajo a los campesinos. Si nosotros sufríamos un año de hambre y queríamos ir a la ciudad a trabajar, nos decían que había que ser del oficio. Total, que nos moríamos de miseria.
Y ahora, después de pelear nosotros, de pasar siglos de hambre, de sufrir todo lo que hemos sufrido, ahora que tenemos un jornal medio decente, los obreros de la ciudad vienen al campo y nadie les quita de trabajar, aunque nosotros nos quedemos parados. Pero cuando termine la siega, ¿a que no nos dejan ir a las ciudades a meternos en sus oficios?..."
- "El Noticiero Sevillano" decía que la situación se iba desarrollando con normalidad, y que el día anterior se habían cortado las líneas telefónicas de los cortijos "Beguarmoso", de D. Nicolás Ibarra; "Hornillo", de D. Armando Soto, y "Cascajares", de D. José María Ibarra...
Mientras, un grupo de huelguistas reunidos en una callejuela de Triana, en Sevilla, comentaban:
- ¡La República...! ¡De mucho nos sirve a nosotros, a los obreros de la República...! exclama, encogiéndose de hombros despectivamente.
-Algo nos ha subido los jornales, y también nos permiten tener huelgas y protestar, cosa que con la Dictadura no se podía hacer.
- Pero todo esto son pamplinas, ya que un real más o una peseta más de jornal y el derecho a la huelga y las buenas palabras del Gobierno, y los Comités paritarios, todo eso y nada, todo es nada, porque aquí vamos a cuenta: Los obreros hemos traído la República y seguimos fastidiados siendo obreros, mientras que los "señoritos" Sanchez Dalp y esos, siguen con sus palacios, sus automóviles y sus criados.
- Nosotros queremos lo que es justo, que cambien las cosas de verdad, ¡Que se le de la vuelta a la tortilla! con una generosa y justa Reforma Agraria."
- ¡Si esta gente es la mar de dócil!, ¡Si esta gente no tiene malas intenciones!, ¡Si se hace de ella lo que se quiere!...
Lo que pasa es que entre el Balbotín ese, y otros cuantos la traen descompuesta. Y esto no tiene remedio hasta que no se haga un escarmiento. Pero un escarmiento grande.
Eso es, ¡mano de santo!, ya que en cuanto pegara de firme el Gobierno, aquí no rebullía una mosca, lo mismo que pasó cuando Primo de Rivera, porque aquí no necesitamos más que eso: un gachó con...Alma, como Primo, que meta en cintura al lucero de la Aurora...
Pero no todos los "señoritos" pensaba igual, como veremos a continuación:
- ¡La República...! ¡De mucho nos sirve a nosotros, a los obreros de la República...! exclama, encogiéndose de hombros despectivamente.
-Algo nos ha subido los jornales, y también nos permiten tener huelgas y protestar, cosa que con la Dictadura no se podía hacer.
- Pero todo esto son pamplinas, ya que un real más o una peseta más de jornal y el derecho a la huelga y las buenas palabras del Gobierno, y los Comités paritarios, todo eso y nada, todo es nada, porque aquí vamos a cuenta: Los obreros hemos traído la República y seguimos fastidiados siendo obreros, mientras que los "señoritos" Sanchez Dalp y esos, siguen con sus palacios, sus automóviles y sus criados.
- Nosotros queremos lo que es justo, que cambien las cosas de verdad, ¡Que se le de la vuelta a la tortilla! con una generosa y justa Reforma Agraria."
Las mujeres trabajan.
Y por último les pongo lo que pensaba sobre los obreros del campo, un "señorito" de Utrera (Sevilla):- ¡Si esta gente es la mar de dócil!, ¡Si esta gente no tiene malas intenciones!, ¡Si se hace de ella lo que se quiere!...
Lo que pasa es que entre el Balbotín ese, y otros cuantos la traen descompuesta. Y esto no tiene remedio hasta que no se haga un escarmiento. Pero un escarmiento grande.
Eso es, ¡mano de santo!, ya que en cuanto pegara de firme el Gobierno, aquí no rebullía una mosca, lo mismo que pasó cuando Primo de Rivera, porque aquí no necesitamos más que eso: un gachó con...Alma, como Primo, que meta en cintura al lucero de la Aurora...
Pero no todos los "señoritos" pensaba igual, como veremos a continuación:
La Reforma Agraria, "ideal", en el cortijo "Mudapelo", de Burguillos (Sevilla)
Cercano a Sevilla, en términos de Burguillos, existe un cortijo denominado "Mudapelo", nombre que le viene del arroyo que baña sus fértiles tierras, entonces, propiedad, única propiedad del joven don Joaquín Vázquez, de familia labradora harto conocida en Sevilla. Este muchacho que contaba veintinueve años de edad, en 1932, fue el que decidió en el citado año, una "reforma agraria" por su cuenta, de acuerdo con sus trabajadores, a quienes un buen día, les dijo:- Ahí tenéis mis tierras y mi ganado. Vuestro es todo, sin más trámites que los indispensables para legalizar esa situación; pero os advierto que yo, desposeído de mi hacienda, no me sabría ganar la vida si no es de labrador. Es la única cosa que me interesa y de la que entiendo y si me necesitáis, soy uno más, uno de tantos a la parte. Hagamos un contrato formal y legal en que así conste, y esto es de todos nosotros, de todos los que lo trabajamos y le hacemos producir...
Muchos sombreros anchos cayeron sobre la nuca empujados por la mano desconfiada; muchas cabezas empezaron a ser rascadas al escuchar al "señorito"...
- ¡Caramba!, estaba eso dicho tan deprisa...
pero el "señorito" aclaró:
- Os hablo así porque sois trabajadores del campo, verdaderos entendidos de campo, que de siempre os habéis partido el pecho sobre las mieses. Escuchad, y después decid si o no.
"Mudapelo" siempre a tenido un amo y varios jornaleros, y desde hoy, Joaquín Vázquez, dueño hasta ahora legal de esta posesión, se compromete a:
"Ceder "Mudapelo" a sus trabajadores Fulano, Zutano, Mengano, etc., para que ellos, con absoluta independencia de jornada y procedimientos, como dueños del terreno, lo labren, siembren y recolecten. El propietario se compromete a facilitarles simientes de toda clase, enseres de labor y maquinaria.
"El propietario dará además a cada tierra, por su exclusiva cuenta, dos hierros de labor, y entregará, cedido gratuitamente a los dichos trabajadores, todo el ganado destinado a las labores del cortijo, con la única obligación por parte de los mencionados trabajadores a mantener dicho ganado".
"Los trabajadores, del modo que ellos entre si acuerden, intervendrán, como tales dueños de la producción, en las transacciones de la recolección, haciéndose una partición, igual y proporcional, de la total ganancia del año, entre Joaquín Vázquez, Fulano, Mengano, Zutano y Perengano.
Y se pusieron a aventar con una gran furia, en la que el esfuerzo va ampliamente premiado por la seguridad de que trabajaban "en lo suyo".
La comunidad de los trabajadores-dueños de "Mudapelo", nombraron entre sus compañeros, como una especie de capataces, a Antonio Dominguez Aguilar y Antonio Morales Martín, quienes en poco tiempo daban las siguientes cifras de producción:
- "Mudapelo" producirá este año (1932): 2000 fanegas de garbanzos, 7000 de trigo, 2000 de escaña (parecido a la cebada), 1500 de maíz, 2000 de cebada y 1000 de avena. Que suponen: 7000 fanegas de trigo, a 25 pesetas, 175000 pesetas; 1500 de maíz, a 20 pesetas, 30000; 2000 de cebada, a 12 pesetas, 24000; 1000 de avena, a 10 pesetas la fanega, 10000 pesetas; 2000 de escaña, a 8 pesetas, son 16000, y 2000 fanegas de garbanzos, a 75 pesetas fanega, 150000 pesetas, o sea, un total de 405000 pesetas.
Y entusiasmados y con el lógico orgullo del triunfo, añadían: ¡En su vida ha dado "Mudapelo", más de seis mil duros al año. Y este año nos vamos a arrimar al medio millón de pesetas...
Los trabajadores estaban contentos. Nunca se retrataron con más gusto, después de aventar el grano y su rencor. El campo era para ellos la paz, el trabajo y la riqueza.
¿Piensan ustedes que puede haber alguna semejanza entre los sucedido durante la Segunda República, y lo que está sucediendo ahora en Europa?; ¿quienes se manifiestan más hoy en día, los obreros o los empresarios?; ¿estarían de acuerdo en que si los trabajadores del campo tuvieran parte o estuvieran mejor remunerados, les serían más rentables a los empresarios agrícolas?, como acaban de leer.
Gracias por su visita y comentario, y si deseas ver otros temas sobre las casas rurales y el campo andaluz, por favor, haz clic: AQUÍ.
Hay problemáticas que se eternizan.
ResponderEliminarCurioso lo del dueño que cedió su propiedad, aunque muy espabilado.
Un abrazo, Manuel.
Muchas gracias.
EliminarUn abrazo, Alfred.
Tu gran paseo por la historia, hace ver, que los agricultores llevan demasiados años con reclamaciones y nada se ha arreglado todavía. Ya va siendo hora de que se les haga justicia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, Antonia.
EliminarUn abrazo.
That's a nice story, the one about 'Mudapelo' 'agrarian reform'. Times have changed. Nowadays, people, both workers and owners, are much more egoistical.
ResponderEliminarThe rise in prices that we see everywhere, are signs of an approaching shortage in agricultural products; perhaps even, God forbid - hunger.
Muchas gracias, Duta.
EliminarSaludos.
Excelente cronica, mi muy estimado Manuel.
ResponderEliminarEste es un tema de siempre tanto alla como en muchas partes del mundo.
Abrazo grande!!
Muchas gracias.
Eliminarun fuerte abrazo, amigo Ricardo.
Hola Manuel. Curiosa entrada. Me encantó leer. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Josefa.
EliminarUn abrazo.
Hi Manuel!
ResponderEliminarVery interesting post and photos documenting the text. I read the text with great interest.
My friend, I salute you and I wish you a good Sunday!
Muchas gracias, Anna.
EliminarUn abrazo.
Una comparativa excelente que nos indica que los problemas agrarios no son nada nuevos. Creo que las cooperativas agrarias pueden ser una buena solución aunque parece que la problemática actual se basa en los intermediarios y en la competencia desleal o no regulada desde otros países.
ResponderEliminarUn verdadero placer leer una crónica que nos engarza con el ayer, con el hoy, y probablemente con el futuro.
Un abrazo, Manuel.
Muchas gracias, Miguel.
EliminarUn fuerte abrazo, amigo.
Pura historia, Manuel, sigues maravillándome con tus publicaciones. Como siempre se la mandaré a mi amigo ochentero que vivve en Madrid y nacido en Sevilla.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Muchas gracias, amigo Enrique.
EliminarUn fuerte abrazo.
Hay problemas que parece que no tienen solución o al menos que se repiten cíclicamente.
ResponderEliminarGracias por compartir
Besitos
Muchas gracias, Isabel.
Eliminarbesitos.
¡Magnifica y con enseñanza esta entrada!
ResponderEliminarPrecisamente en mi primer blog, hago referencia a los agricultores. Desde siempre el campo fue duro, no tenían reconocido el sueldo que ganaban con arreglo a las horas que trabajaban. ¿Qué cambió para ellos a través del tiempo?
Lo de ahora es hasta peor...
Un beso.
Muchas gracias, Mari Carmen.
EliminarOtro beso va.
Creo que hay demasiados intermediarios entre el agricultor y los consumidores, estos se lo llevan limpio. En muchas ocasiones pongo el ejemplo de un camión de tomates que sale de Almería a Palencia que en el trayecto a cambiado mas veces de propietario de la mercancía que de conductor.
ResponderEliminarHace unos días comentando con el propietario de una tienda de las de toda vida me comento que las aceitunas de encurtido han subido en proporción a aceite la mitad mas o menos, no se si esas variedades sean mas productivas que las usadas para aceite. Hablando de aceite hace dos años cuando estuve en Alcañiz compre una botella de dos litros de virgen extra por 10 euros, precio que veo casi hoy por la de 1º ó 0,4º.
Creo que si vendieran sus productos por medio de cooperativas y compraran todos aquellos insumos de la misma forma serían mayores sus ganancias.
Saludos.
Gracias, amigo Tomás, y totalmente de acuerdo contigo.
EliminarSaludos.
Gran historia desgrana tu artículo de hoy, siempre inspirador amigo Manuel...
ResponderEliminarAbrazo agradecido otra vez.
Muchas gracias, Carlos.
EliminarUn abrazo.
Hola Manuel!! Esto es como el cuento del nunca acabar y hoy día lo complicamos todo tanto... Que no me extraña que estén quemados y hartos... Pero vero difícil la solución porque al final siempre priman los intereses... Espero que en algo se arregle su situación... Porque sin ellos no comemos y son personas dignas de admiración por su labor y gran trabajo... El trabajo del campo es muy duro... Y a veces no somos conscientes de esto... Que tengas una feliz semana...
ResponderEliminarMuchas gracias, Ana.
EliminarSaludos, amiga.
Que buena crónica Manuel, me ha recordado una serie que pusieron en televisión hace unos años que se titulaba La República, situaciones iguales a las que tú nos cuentas en esta entrada. Da lo mismo el partido que esté en el poder, los agricultores y ganaderos nunca ganan. Es una vergüenza el valor de sus productos en el mercado y lo poco que se llevan ellos.
ResponderEliminarMuy interesante la actitud del dueño Mudapelo.
Un abrazo Manuel y que tengas una buena semana.
Gracias, amiga Elda.
EliminarUn abrazo.
Una crónica muy trabajada y muy interesante, Manuel. En el momento actual a los agricultores se les han presentado una serie de problemas añadidos a los que, sin duda, arrastran desde hace décadas. Las exigencias de Europa, el exceso de burocracia, la enorme cadena de intermediarios y la aceptación por parte de la Unión Europea de la entrada de productos extracomunitarios que tienen menores costes porque tienen menores exigencias en su producción. Creo que tenemos la obligación de velar por nuestra agricultura porque un país debe intentar ser autosuficiente.
ResponderEliminarUn abrazo, Manuel y gracias.
Gracias, amiga Ambar.
EliminarUn fuerte abrazo.
Un problema de difícil solución. Deseo que todo se arregle favorablemente. Así debería de ser.
ResponderEliminarEs muy duro ese trabajo. Ya lo creo. Y tan mal pagado.
Un fuerte abrazo, Manuel.
Te deseo una linda semana.
Muchas gracias, Amalia.
EliminarAbrazos.
Las problemáticas del agro son complejas, si entran a tu país productos con precios más bajos obviamente afecta a los agricultores, donde la competencia no siempre es justa…Ah y del otro lado del hemisferio, también se producen problemas similares.
ResponderEliminarAbrazos Manuel
Gracias, Tatiana.
EliminarUn abrazo, amiga.
Muy interesante tu entrada. Pasan los años y todo sigue igual, huelgas y más huelgas y nada se consigue arreglar.
ResponderEliminarUn abrazo Manuel.
Muchas gracias, Rafaela.
EliminarUn abrazo.
Me ha gustado muchísimo todo lo que has escrito. El sector primario de hoy en día también está pasando gravísimas dificultades y nos estamos jugando el alimento de todos, parece mentira que los gobiernos no se den cuenta de ello. Deberían de ponerse a trabajar con urgencia en una reforma que favorezca a los trabajadores agrícolas, ganaderos, pescadores y trasportistas y todos ganaremos con ello. Saludos
ResponderEliminarGracias, amiga Charo.
EliminarUn saludo.
Manuel, interesante entrada , los problemas agrarios no son nada nuevos y afectan a varios paises, Dios quiera que se encuentre una solución
ResponderEliminarCariños y besos amigo, te deseo un maravilloso inicio de semana
Muchas gracias.
EliminarUn beso.
Muy interesantre amigo Manuel, problemas que vienen de lejos y nunca terminan de arreglarse, estoy a favor de las reivindicaciones justas de los trabajadores, sean del sector que sea, el campo siempre ha sido duro y no depende del esfuerzo de sus trabajadores o dueños, hay tantos factores que influyen principalmente el tiempo, por eso hay que escuchar y solucoionar lo que tenga solución.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Gracias, José Antonio.
Eliminarun fuerte abrazo.
Manuel!
ResponderEliminarMy Friend on the occasion of St. Valentine's Day - in my opinion a great Holiday: love and friendship I send you the warmest wishes!
Gracias, Anna.
EliminarUn abrazo.
Manuel, gracias por dejar tu huella en mi blog.
ResponderEliminarInteresante entrada, espero que algún día se produzca el cambio
Abrazos
Muchas gracias.
EliminarUn abrazo.
El problema de la tierra y la repartición justa de sus utilidades siempre estará. En México la revolución Agraria no terminó bien, con zapata y Villa, sacrificados. En Colombia, cuando el presidente Carlos Lleras, propuso la mejor reforma Agraria por lo justa, le pasó lo del que mató el tigre y de asustó con el cuero.Ante la prisión de terratenientes y latifundistas , la reformó con el Acuerdo de zChicoral que la hizo trizas. Un abrazo con gran aprecio. Carlos
ResponderEliminarMuchas gracias, amigo Carlos, por tan interesante aporte de allende los mares.
EliminarUn abrazo.
Amigo, en este día tan especial te deseo un feliz día del amor y la amistad
ResponderEliminarCariños y besos
Muchas gracias, amiga.
EliminarUn beso.
Me ha encantado este reportaje. Gracias Manuel.
ResponderEliminarGracias, Teresa.
EliminarAbrazos.
Las condiciones de vida de los jornaleros han cambiado desde los tiempos de la República. Las condiciones de trabajo actuales son muy distintas. Creo que los que se manifiestan con los tractores no son jornaleros, sino autonomos del campo que se ven asfixiados ya que los bajos precios de los productos no compensan siquiera los costes de producirlos. Y eso tiene solucion, pero hace falta, sobre todo, que Europa quiera encontrarla.
ResponderEliminarSi Europa prefiere que se compre basura alimenticia en Marruecos, por ejemplo, algun motivo tendra (supongo que para que la industria europea venda alli sus producciones). Ay, estas cosas son muy complejas...
Muchas gracias, Ildefonso.
EliminarAbrazos.
Agricultura y ganadería siempre imprescindibles y siempre en conflicto con aquellos que, sin trabajar directamente ni el campo ni el ganado, se enriquecen a costa de productores y consumidores.
ResponderEliminarCuando se mueven tantos intereses (y de gente con mucho poder, visto lo visto), la solución no es fácil. Y para complicarlo, aparecen productos foráneos en clara competencia desigual y unas leyes europeas diseñadas por personajes que no han pisado el mundo rural más que para veranear.
La entrada, de lujo. Un placer leerte.
Abrazo, Manuel!!
Gracias, Enrique, y cuanta razón tienes.
EliminarUn abrazo.
Hola Manuel .
ResponderEliminarEl problema del campo es mucho y a todos nos afecta y hay que darles apoyo sin duda alguna .
Lo del agua es ya otro cantar .,
Ahi estais mal pero no veas en Catalunya tambien .Estamos con restricciones que como no se solucione lo de la lluvia , no se como acabará esto.
Te agradezco muchísimo lo que me has puesto referente a mi foto .
Me hago cruces como se suele decir , de no haber visto que lo ponia arriba del munumento.Increible .y mira que lo busqué por todas partes .
Tuviste buena vista .
Tambien lo encontró por internet otra amiga , "larocuky" que está por aqui tambien .
Os agradezco sinceramente tanta amabilidad .
Y tú ya sabes .Cuando veas algo incorrecto me lo dices sin ningún problema -
Un gran saludo.
Gracias, amigo Joaki.
EliminarUn saludo.
Esa pobre gente del campo, trabajan como fieras y les pagan casi nada y luego los otros listos, venden frutas y verduras a precio de oro. No hay derecho a eso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, amiga.
EliminarUn abrazo.
Thanks for your informative article. Have a good day. :)
ResponderEliminarMuchas gracias, amiga.
EliminarSaludos.
Fantástica publicação 👏
ResponderEliminarDesde sempre que infelizmente, são os agricultores que tanto trabalham e são os intermediários que enriquecem.
Um grande abraço
Muchas gracias, María.
EliminarUn fuerte abrazo
Tu exhaustivo relato, Manuel, nos demuestra que los problemas se repiten no sólo a través del tiempo sino también a través del mundo.
ResponderEliminarVi en algún noticiero el "tractorazo" en Madrid. ¡Y ni te imaginas la de "tractorazos" que han habido en mi país en los últimos años!
En este incongruente presente que vivimos, en Argentina, nadie sabe donde está parado así que tampoco sé en que estado se encuentra la situación del "campo".
Pero sí se´que en estos tiempos, en mi país, los que se "la quieren llevar toda" y los que arman las manifestaciones son los empresarios, los terratenientes, no los trabajadores que, como siempre, llevan las de perder.
¡Excelente tu informe amigo!
Va mi abrazo
Muchas gracias, amiga Lucía.
EliminarUn fuerte abrazo.
Muy interesante la entrada de hoy Manuel. Una pena que pese al trascurso de los años los agricultores aún sigan teniendo problemas. Un abrazo y feliz fin de semana.
ResponderEliminarMuchas gracias, amiga.
EliminarUn abrazo.
Los problemas ahora son otros, pero siempre los sufren los mismos. Si antes las tierras estaban mal repartidas, ahora son los precios bajísimos, la competencia desleal y la burocracia desmedida lo que hace que no resulte rentable labrar el campo.
ResponderEliminarBuen reportaje, como siempre.
Abrazos.
Muchas gracias.
EliminarUn abrazo, amigo.
Creo que todos sentimos lo que les ocurre a nuestros agricultores, siempre que vamos al super, lo primero que miramos son las etiquetas de lo que vamos a comprar y siempre, compramos productos españoles. Aunque sea mas caro, que no se nota mucho, dicho sea de paso.
ResponderEliminarUn abrazo amigo.
Muchas gracias, amiga.
EliminarUn fuerte abrazo.
Los problemas se renuevan, estos días atrás era difícil regresar a casa ante las hileras interminables de tractores que llegaron a cortar las carreteras en señal de protesta.
ResponderEliminarDemos al agricultor el precio justo por los productos que cosecha.
Cariños.
kasioles
Muchas gracias, kasioles.
EliminarBesitos.
Manuel, no sé bien de economía y no puedo responder a la pregunta. En la Unión Soviética había granjas colectivas y granjas mixtas. Algunos de ellos todavía están trabajando.
ResponderEliminarMuchas gracias.
EliminarUn abrazo, amiga Nadezda.
No se si en la actualidad conseguirán algo los agricultores, pero merecen una reforma agraria ¡Ya! No veo bien que entren productos que no sean de la unión Europea. Buen reportaje como nos tienes acostumbrados.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Conchi.
EliminarUn abrazo.
Como siempre un trabajo excelente y las fotos, me han encantado, que por cierto las he notado mucho mejor que de costumbre.
ResponderEliminarLos obreros querían trabajar en el campo y los campesinos en los pueblos y a todos les ponían trabas. En fin... es como un bucle.
Un fuerte abrazo amigo Manuel y que pases una estupenda semana :)
Gracias, amigo Gumer.
EliminarUn fuerte abrazo.