Puestos de agua, en Sevilla.
El Aguador de Sevilla, por el ilustre pìntor Diego Velazquez, en 1620.
Durante la segunda mitad del siglo XIX, el éxodo creciente de población de las áreas rurales a las ciudades, genera un aumento considerable de habitantes concentrados en las grandes urbes, que necesariamente impone no sólo urgentes necesidades de alojamiento y disponibilidad de espacios, sino también de dotación de servicios e infraestructuras varias que sirvieran de respaldo a la multiplicidad de actividades públicas y ciudadanas que comenzaban a suscitarse.
Uno de estos servicios era el abastecimiento de agua potable a las zonas públicas.
Detalle del kiosco de la Plaza del Triunfo.
Foto:Francisco de Leygonier y Haubert, 1844 (calotipo)
El mismo Kiosco de agua, tras la remodelación urbanística de la Plaza del Triunfo, llevada a cabo en 1847, sembrándose en la misma acacias, naranjos y limoneros.
Este tipo de casetilla se instaló con frecuencia en los grandes espacios de la ciudad y tuvo como función la venta de vasos de agua, refrigerios, zarzaparrilla y gaseosas, que habían sido introducidas en Sevilla, en 1808, por los estudiantes del Laboratorio de Química de la Universidad de Madrid. Bajo su informe científico, funcionaba desde finales de ese año la primera fábrica hispalense de ácido de limón, es decir ácido cítrico. Las gaseosas se fabricaban con el concurso de la fábrica de anhídrido carbónico que existía en la capital andaluza, formando parte de lo que se le llamó popularmente como citromanía, caracterizada por la toma de refrescos helados, primeros con cítricos y, años después, aditados con gas carbónico.
Foto: E.K- Tenison (Calotipo) 1853.
En esta fotografía aparece uno de los magníficos puestos de agua de la ciudad. La moda fue cambiando no la función, sino la morfología de los mismos. Desde este punto de vista, el diseño de los kioscos estaba rematado por la existencia de barrocos y puntiagudos pináculos. La función de todos ellos era, primordialmente, la venta de agua por vasos a los viandantes que, por una módica cantidad de dinero, podían beber de cántaro y botijo.
Kiosco frente al Palacio de San Telmo, a principios del siglo XX.
Dos puestos de agua en la Plaza del Pacífico (actual Magdalena), en 1902.
En Sevilla, la situación de este servicio hacia 1862 se concentraba en la existencia de cuarenta y dos fuentes públicas diseminadas por la ciudad, que se concentraban en determinadas plazas, barrios y parroquias, no siendo todas de agua potable.
En general la situación era bastante deficitaria (existiendo numerosas áreas desprovistas de suministro) y tanto más, cuanto mayores eran las demandas en razón directa al aumento de la población.
Modelo de Kiosco aprobado por el Ayuntamiento.
Sin embargo, mientras la Administración se disponía a abordar la nueva dimensión que adquiría el problema de las infraestructuras urbanas, en el siglo XIX, la función de redistribución del agua potable a las diversas áreas de la ciudad la asume el clásico "Aguador", individuo que con una instalación modesta y provisional (que le permitía una actividad itinerante), atendía discretamente las necesidades de acarreo del preciado líquido a los paseos, plaza, jardines y demás sectores en donde la concentración de público lo requiriese.
Aguador en la Plaza Nueva.
Vendedor de agua, en la Plaza Nueva, en 1940.
Kiosco de agua, en la Plaza de San Francisco.
Paulatinamente, la función del Aguador fue tornándose mas compleja, en el sentido de que las demandas del público se ampliaban, y por tanto, era necesario ofrecer también bebidas refrescantes, licores, vinos, etc., elementos que requerían una preparación previa, un almacenaje y, por consiguiente, necesidades adicionales que la doméstica instalación original no podía atender.
A esto se une el hecho, de la consolidación de espacios de élite en la ciudad, en los cuales los puestos de aguador, tienden a sedentarizarse, y en consecuencia, a reclamar las necesidades de cubrición, protección y funcionalidad consustanciales a una instalación permanente.
Kiosco con lonas para soportar el calor, durante la Velada de San Juan y San Pedro, de 1882, en la Alameda de Hércules,.
Kiosco en la Alameda, entre 1908/1912.
1905. Marquesina adicional para un Puesto del Altozano.
Vista del Puesto del Altozano, en 1905.
Formalmente, la mayoría de las construcciones en la vía pública se afectaban de composiciones libres en las que dominaba un sentido de mixtificación estilística muy relacionado con el espíritu ecléctico de la época: pabellones con cuerpo principal neobarroco, cubierta gótica u oriental resultaban familiarmente frecuente en la escenografía urbana del XIX.
Particularmente y, por lo que pueda interesar o aclarar, que la cita de matriz oriental concentrada en muchas cubiertas de Kioskos y Pabellones de la época, tiene su fundamento en la divulgación de ilustraciones y dibujos de palacio y edificios de Oriente cercano, pertenecientes al libro Voyage en Persia, publicado en 1848 y elaborado por Pascal Coste.
1903. Puesto de agua en calle Amor de Dios.
kiosco, frente a la estación de FF.CC. 1909.
Pliego de Condiciones Generales, para el Concurso de Puestos de Agua, en La Alameda de Hércules. 1911.
PROPUESTA DE CONCURSO EN LA ALAMEDA, POLICÍA URBANA.
"...terminadas las obras de relleno de la Alameda de Hércules y acordada la colocación de bancos y urinarios, puede completarse la reforma de aquél paseo autorizando la instalación de puestos de agua, si bien conviene limitar su número al de ocho, y exigirles ciertas condiciones de ornato. A este efecto la Comisión de la Policía Urbana, tiene el honor de proponer a V. E., que se anuncie un concurso de proyectos de puestos de agua, en las siguientes condiciones:
1º El objeto del Concurso es conocer proyectos para autorizar la instalación de los que se estimen mejores, en número de ocho.
2º De estos puestos, cuatro serán instalados en los extremos, y otros cuatro en la parte media del paseo central de la Alameda de Hércules, determinándose en su día por el arquitecto municipal, el emplazamiento de aquellos los segundos próximos al puesto.
3º Los proyectos serán presentados en papel tela, en sobre cerrado o arrollado, pero precintado y acompañado de instancia en que se manifieste por los interesados, estar conforme con las condiciones que se establezcan.
4º El plazo de admisión de los proyectos, terminará el próximo día 3 del mes de Octubre, y serán presentados a horas hábiles de oficina en el Negociado de registro de la Secretaría Municipal.
5º Los proyectos deberán ajustarse en la parte de la planta, al plano que obra en el Negociado de la Policía Urbana, donde puede examinarse. La parte de alzado en su forma, elementos de construcción y decorativos, queda a elección de los concursantes.
6º Los que no sean objeto de esta propuesta, serán devueltos a los interesados, sin que éstos tengan derecho a reclamación ni indemnización de ninguna clase.
7º Elegidos los proyectos y autorizada la colocación de los puestos, se hará la instalación, con sujeción estricta a los planos presentados, entendiéndose que si el puesto no se ajusta con toda exactitud al proyecto, se ordenará su levantamiento y quedará anulada la autorización, sin derecho por parte del interesado a reclamar ni exigir indemnización.
8º La instalación de cada puesto empezará y terminará, dentro del plazo de dos meses, a partir de la fecha en que se comunique al interesado la autorización.
9º Si terminado dicho plazo no estuviera terminada la instalación, se entenderá que el interesado renuncia la autorización y podrá concederse a otro. El mencionado plazo podrá ser prorrogado prudencialmente por la Alcaldía.
10º Los dueños de dichos puestos quedarán obligados a tenerlos siempre, en buen estado de conservación y ornato, así como a abonar los arbitrios correspondientes, que se fijen en los presupuestos municipales.
11º Por falta de pago de dichos arbitrios, por no conservar el puesto en las debidas condiciones, o por otra razón que lo justifique, podrá ser levantado, sin que el dueño tenga derecho a reclamación o a indemnización alguna, puesto que estas instalaciones se consideran provisionales, y la autorización para hacerlas, no significa derecho a la ocupación del terreno.
12º Asimismo quedarán obligados los dueños de estos puestos, a observar las disposiciones vigentes, y que en lo sucesivo dicte la autoridad municipal, para esta clase de instalaciones..."
Proyecto de bar, presentado en el Concurso de la Alameda, de 1911.
Otro proyecto, presentado en el concurso de la Alameda, de 1911.
Vista del modelo municipal seleccionado, en la Alameda de Hércules.
Fuentes: Bibliografía y archivo particular.
Si deseas ver otros temas relacionado con el agua de Sevilla, por favor, haz clic: AQUÍ.
. Una lección de historia encomiable que disfruté leyendo. Mis aplausos y alabanzas.
ResponderEliminar.
Feliz fin de semana
.
Reflexiones y ensoñaciones
.
Muchas gracias, Ricardo. y perdona que no se haya publicado antes este comentario, pero, me lo cabo de encontrar en spam.
EliminarUn abrazo.
Muy interesante el artículo de hoy, me ha gustado leer esta parte de nuestra historia donde el protagonista es el aguador y esos puestos tan bonitos que se ponían y que yo desconocía.Saludos
ResponderEliminarGracias, Charo.
EliminarUn saludo.
Fascinating - and yes, water is a precious resource.
ResponderEliminarMuchas gracias.
EliminarUn abrazo, amiga.
Que bonita entrada Manuel. Muy curioso lo de los aguadores y el modelo de los kioscos según la época.
ResponderEliminarHe leído que en Madrid en el siglo XIII, había unos 900 aguadores que después también se fueron duplicando según los años.
Las fotografías son preciosas y muy curiosas, como todo lo antiguo, que siempre tiene ese aire tan entrañable.
Un placer la lectura.
Un abrazo y buen fin de semana.
Quería decir el siglo XVIII, jajaja.
EliminarGracias, Elda.
EliminarUn abrazo.
Hay cosas que han desaparecido con la modernidad, los avances y el aumento de la calidad de vida, pero que dejaron su impronta y una huella ya desaparecida. Esos kioscos eran una maravilla. Supongo que a estas alturas han desaparecido en todas partes. Una lástima, podrían haberse conservado como parte de un patrimonio histórico y cultural. No lo sé, pero tal vez exista alguno todavía en alguna parte de España. La verdad es que, a veces, permanecen algunas cosas pero no nos fijamos.
ResponderEliminarInteresante, como siempre, el artículo de hoy.
Saludos, Manuel.
Gracias.
EliminarUn saludo, José Luis.
No se quien dijo que "el agua de Velazquez se podía beber". Y es cierto, pero amigo mío, yo también se lo que es acarrear agua pues en los años 40 tuve que ayudar en casa pues vivíamos en una casa que no tenía agua e ibamos a la fuente a por ella.
ResponderEliminarPero ya todo pasó y ahora vivo en una que tiene todas las comodidades.
Un fuerte abrazo querido amigo.
Gracias, amiga.
EliminarUn fuerte abrazo.
Magnífica aportación como siempre, Manuel.
ResponderEliminarRecorrer de tu mano la historia de esa ciudad a la que tanto amo, puro placer para mis sentidos.
Ver como van cambiando los usos y costumbres con el paso de los años, es muy enriquecedor. Vamos evolucionando a mejor.
Te agradezco enormemente estos reportajes tan bien documentados y hechos con tanto cariño.
Un abrazo inmenso.
Muchas gracias, Maripaz.
EliminarUn fuerte abrazo.
Aunque no me considero una persona con demasiada edad, si es cierto que algunos puestos de agua y refrescos he llegado a conocer de chiquillo, probablemente ya eran los últimos coletazos.
ResponderEliminarGran reportaje el tuyo como siempre Manuel. Siempre es agradable dar una vuelta por un pasado y no tan lejano.
Gracias amigo Manuel por estas bellas entradas.
Un abrazo y buen fin de semana.
Gracias, amigo Juan.
EliminarUn fuerte abrazo.
Muy bonito e interesante lo que publicas y que yo desconocía. Saludos amigo Manuel.
ResponderEliminarMuchas gracias.
EliminarUn saludo Sandra.
¡Como he disfrutado de esta entrada tan cuidada y bien documentada,Manuel!
ResponderEliminarOficios y costumbres del ayer cuya historia y memoria no se deben perder.
Mil besos y feliz fin de semana, familia.
Muchas gracias, Isabel.
EliminarOtros mil besos, para ti.
Water is Life.
ResponderEliminarIt has been very interesting to learn from your account and pictures about the supply of drinking water to the population of Seville, by water stations, water carriers, water kiosks, water stalls, water sellers,
Muchas gracias.
EliminarUn abrazo, amiga Duta.
Costumbes antiguas, que se conocen hoy gracias a las historias que nos cuenta y a esos cuadros de pintores famosos.
ResponderEliminarQue tengas un feliz fin de semana.
Besos
Gracias, Antonia.
EliminarBesos.
Aguadores, kioskos de agua, diseños, información y pura historia para no olvidar. La fotografía del aguador con sus cantaros de agua es maravillosa. Como siempre, Manuel, es un verdadero placer pasar por tu blog y aprender e incluso soñar con los recuerdos que nos ofreces.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Muchas gracias, Miguel.
EliminarUn fuerte abrazo.
Los tiempos han cambiado y lo que antes era normal ahora nos puede parecer pintoresco.
ResponderEliminarTu nos lo traes bien documentado como siempre.
Saludos.
Gracias.
EliminarUn saludo, Tomás.
Boa tarde. Parabéns pelo seu excelente trabalho.
ResponderEliminarGracias.
EliminarUn abrazo, Luis.
Um tema muito interessante e excelentemente bem documentado. Uma viagem ao passado através das imagens e da informação.
ResponderEliminarBom fim de semana
Abraços
Muchas gracias.
EliminarUn abrazo, María.
Pues es una gran historia. Muy interesante y muy bien documentada.
ResponderEliminarEs mucho lo que se aprende contigo.
Un abrazo fuerte.
Gracias, Amalia.
EliminarUn fuerte abrazo.
Hola Manuel, tan interesante como entrañable entrada sobre la Sevilla de antaño. Yo llegué a conocer algunos, pocos, pero los vi. Incluso al popular "aguaó", que iba con su cántara, sus vasos de cristal paseando la Alameda...
ResponderEliminarEra un pasaje muy arraigado en las calles sevillanas y no te digo ná en verano...
Gracias, amigo.
Un beso.
Gracias, Mari Carmen.
EliminarUn beso.
Vaya trabajazo!!!
ResponderEliminarValoro muchísimo tu dedicación a recrear la historia y ofrecérnosla tan precisa y bien documentada.
Me encanta tu blog porque siempre aprendo y disfruto de la historia visualizada además en tantas maravillosas fotografías.
Si hubiera un premio al mejor blog, ya tienes mi voto😊😂
Por tus cariñosas palabras mil gracias, y el beso al peque está dado. Va servido😍
Fuerte abrazo Manuel.
Muchísimas gracias, Ángela.
EliminarUn fuerte abrazo.
Me gusto conocer mas sobre tu cuidad y la fotos son muy bellas. Te mando un beso
ResponderEliminarmuchas gracias.
EliminarBesos.
Querido amigo Manuel, como siempre precioso e interesante el reportaje que nos traes, me ha encantado. Los kioscos, una pena que no dejaran alguno, se veían preciosos. Besos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Teresa.
EliminarBesos.
Qué interesante la figura del aguador. Es como si fuera el preludio de los bares.
ResponderEliminarUn abrazo Manuel :)
Gracias, Gumer.
EliminarUn abrazo.
Vengo otra vez por aquí, para decirte algo. Si vas otra vez a Córdoba ciudad, por mucho que busques no encontrarás esa lavandera. Está en un pueblo a 3o km de Córdoba, muy cerca de Almódovar. El pueblo se llama Posadas y está puesto debajo de la última foto. Si visitas de nuevo mi entrada, verás como lo pone al final de la serie de fotos de mi publicación. Tendrías que ir a Posadas y ya de paso, visitar el castillo de Almódovar.
ResponderEliminarBesos
Gracias, Antonia, no lo había visto y pensé que era de Córdoba de donde son la mayoría de tus entradas, y ahora me explico el porqué, después de tantas visitas a tu ciudad, no me topé con ella. jaja.
EliminarGracias, de nuevo, y tomo nota.
Siempre sorprendente y sugerente. Un placer leerte, Manuel. Un fuerte abrazo, amigo.
ResponderEliminarGracias, amigo David.
EliminarUn fuerte abrazo.
Qué tema más evocador, Manuel. Para no olvidar lo afortunados que somos.
ResponderEliminarAún recuerdo los ojos deslumbrados de una niña saharaui hace años, al abrir un grifo y ver salir el chorro de agua brincando en el fregadero. Era la felicidad completa.
Saludos y Buenas Fiestas.
Recuerdo esa historia que cuentas, y es natural esa felicidad, porque recuerdo que contaban que tenían que hacer varios kilómetros diarios hasta el pozo más cercano.
EliminarGracias, y un saludo, Ana.
Cuanta solera lleva esa figura del aguador, genial el post, como siempre Manuel, gracias por tan hermosa información.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias.
EliminarUn abrazo, amiga Carmen.
Sinceramente se queda uno impresionado con tanta información y tan bien documentada amigo Manuel, los aguadores han formado parte de nuestra historia.
ResponderEliminarFeliz semana amigo.
Un fuerte abrazo
Gracias.
EliminarUn fuerte abrazo, amigo José Antonio.
Hola querido Manuel,
ResponderEliminarOh, qué interesante entrada. Los quioscos de agua eran realmente hermosos con muchas decoraciones. No tengo información sobre cómo se distribuía el agua potable en Helsinki en el siglo XIX. Por supuesto, había muchos menos residentes que en Sevilla. Creo que había pozos comunes en el patio de las casas de los cuales los residentes podían recoger agua potable con baldes. Saludos y abrazos.
Muchas gracias.
EliminarUn abrazo, Riitta.
En estos tiempos de agua corriente, de supermercados abiertos las 24 horas, de bares y restaurantes por doquier, de kioskos en cualquier esquina, nos es inconcebible comprender la importancia del agua en otros tiempos, cuando no llegaba el agua potable a las casas y a veces la que salía de las fuentes no era apta para el consumo. Tampoco se nos ocurre pensar que entonces la mayoría de la población sólo aspiraba a beber agua y el resto de las bebidas, carbonatadas, espirituosas y refrescos en general, estaba al alcance de unos pocos.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias, Carmen.
EliminarUn saludo.
Para entender de dónde venimos y cómo se fraguan las sociedades y las ciudades es imprescindible toparse con artículos como el tuyo, donde se visualiza y entiende a la perfección la necesidad de todas las profesiones imaginadas para una vida más llevadera. Aguadores y kioscos formaron parte de la escena diaria de las ciudades.
ResponderEliminarDe nuevo un agradecido paseo por la historia del que salgo embelesado por tus aportes.
Un abrazo.
Gracias, Jorge.
EliminarUn abrazo.
Me ha encantado leer esta entrada. En mi pueblo en los años cincuenta un hombre que no recuerdo su nombre la vendía por la calle En un carro del cual tiraba una burra, cargaba los cantaros que llenaba en la poza
ResponderEliminarsaludos.
Muchas gracias, Josefa.
EliminarSaludos.
Olá amigo Manuel!
ResponderEliminarMuito bom seu o de hoje hoje.
São belíssimos projetos apresentados. Gostei!
Amigo tenha um bom dia!
Um abraço.
Gracias, Fátima.
EliminarUn abrazo.
Realmente admirable tu trabajo, Manuel. Es reconfortante saber que existe alguien que, como tú, se dedica a recorrer sus esencias y divulgar la historia de nuestros pueblos.
ResponderEliminarUn abrazo con aplauso.
Muy amable, Enrique.
EliminarGracias, y un fuerte abrazo.
Con tus entradas conocemos estas historias que ahora nos parecen increibles y que solo con abrir un grifo la tengamos a nuestra disposición. Anda que no nos apuramos el día que por alguna causa nos la cortan unas horas.
ResponderEliminarGracias Manuel por compartir tan buenos reportajes de años pasados.
Buena noche y buena semana.
Un abrazo.
Las gracias, siempre a ti, amiga Laura.
EliminarUn abrazo.
Qué interesante entrada amigo.
ResponderEliminarSiempre aprendo algo cuando vengo a visitarte.
Nunca supe de los "quioscos de agua", o de que se vendiera agua por vaso, por ejemplo.
Sí recuerdo de la historia de mi país - no porque yo lo haya vivido- la existencia de los aguateros, que pasaban con sus carros ofreciendo "agua fresquita" por las calles de Buenos Aires en tiempos del virreinato. O también los aljibes como manera de obtener agua potable.
Lo que no podemos desconocer, como correlato, que aun en el mundo hay muchas poblaciones olvidadas que a pesar de tanto avance siguen sin tener agua potable.
Abrazo va y buena continuación de semana.
Tienes toda la razón, Lu.
EliminarUn fuerte abrazo.
Trabajo muy admirable amigo de Sevilla
ResponderEliminarMuchas gracias.
EliminarUn abrazo, Nassah.
This is informative and interesting. First time I read about water kiosk. Have a great day.
ResponderEliminarGracias, Nancy.
EliminarQue tengas un buen día.
Excelente e belo artigo, gostei.
ResponderEliminarUm abraço e bom fim-de-semana.
Andarilhar
Dedais de Francisco e Idalisa
O prazer dos livros
Gracias.
EliminarUn abrazo, Francisco.
Amigo Manuel!
ResponderEliminarQue belo artigo que me encanta ler.
Tenha um feliz fim de semana.
Um abraço.
Gracias.
EliminarY otro abrazo para ti, Fátima.
La selección de kioscos es una preciosidad. Todo muy bien documentado amigo. Gracias.
ResponderEliminarUn gran abrazo.
Gracias, Conchi.
EliminarBesos.
Interessante questa storia dei chioschi d'acqua e limonata e che belle foto del passato che hai trovato !!! Un abbraccio e auguri di buone feste.
ResponderEliminarMuchas gracias.
EliminarAbrazos.
Manuel interesante documentación nos compartes de tan bella ciudad ha sido un placer leerla , deseos de paz y esperanza recogimiento en estas fechas , un fuerte abrazo , tu amigo . jr.
ResponderEliminargracias, José Ramón.
EliminarE igualmente os deseo a ti y a los tuyos.
Uma boa matéria, gosto de ler. obrigada por compartilhar.
ResponderEliminarTenha um maravilhoso fim de semana.
beijos.
Gracias.
EliminarUn beso, Loidy.
Una de tus mejores entradas,, mi amigo
ResponderEliminarTe deseo una gran navidad y un estupendo 2022
Paz
Isaac
Igualmente te deseo, amigo.
EliminarUn abrazo.
Mi muy estimado Manuel.
ResponderEliminarSoy un fan de Velasquez.
Me encanta esta preciosa pintura de El Aguador de Sevilla, elaborada por el ilustre Diego Velazquez, en 1620.
Que arte tan exquisito.
Abrazos inmensos.
Buen gusto tienes, Ricardo.
EliminarUn fuerte abrazo.
Manuel, con esta entrada te has ganado un Cum Laude... creo que es de lo mejor que te he leído, me has emocionado tú y ver como en cada etapa de ls vida, los hombres han sabido hacer lo necesario para su bienestar. Una narración maravillosa que hace cosquillas en el alma.
ResponderEliminarUn abrazo de luz y que la magia de la Navidad te conceda aquello que más desees.
Gracias amiga, por tu amable y cariñoso comentario.
EliminarUn fuerte abrazo.
Excelente entrada como siempre, caragada de magnificas imagenes del pasado y explendidamente documentada, salud para ti y los tuyos en este proximo y cercano 2022, felices navidades, saludos.
ResponderEliminarGracias, Jesús.
EliminarY mis mejores deseos para ustedes también.
Vengo a dejarte mis mejores deseos para ti y los tuyos en estas Navidades. Felicidades
ResponderEliminarMuchas gracias, e igualmente os deseo a ustedes.
EliminarTe mando un abrazo y te deseo una feliz navidad y prospero año nuevo para ti y tu familia.
ResponderEliminarMuchas gracias, amiga, por estar siempre ahí.
EliminarY feliz Navidad para todos ustedes.
Gracias, amiga.
ResponderEliminarSaludos.
Paso a desearte unas muy felices fiestas.
ResponderEliminarFeliz Navidad amigo...nos leemos.
Un abrazo.
Gracias, amigo Jorge.
EliminarUn abrazo, y mis mejores deseos también para ustedes.
Bello que, la tradición de los puestos donde se vendía agua en tiempos ha, cuando aún no fungía el acueducto, sea motivo de un concurso, donde estos aparadores serán juzgados por su terminado entre el arte y la decoración. Un abrazo, Manuel.
ResponderEliminarCarlos
Gracias, poeta.
EliminarUn abrazo, amigo Carlos.
Hola paso para desearte muy felices navidades y mucha salud para todos los años nuevos. Saludos
ResponderEliminarMuchas gracias, amigo Giannis.
ResponderEliminarAbrazos.
Lo mismo os deseo a ti y a tu familia.
ResponderEliminarSaludos, Nany.
Hola Manuel! Acabo de encontrar tu precioso blog , un trabajo magnífico. Mi abuela ( QEPD) nació en la Alameda en 1902 y siempre le refería a mí madre , que su padre tenía el puesto de agua más bonito de la Alameda . Me ha encantado este artículo.Muchas gracias
ResponderEliminarMuchisimas gracias, por su visita y amable comentario, y me alegro mucho de que le haya gustado, también puedes ver en este blog una entrada dedicada a la Alameda de Hércules.
ResponderEliminarUn cordial saludo.