sábado, 24 de diciembre de 2011

Triana.


El Barrio de Triana, en Sevilla
(Actualizado el 20 de Julio 2013)
En la primera década del siglo XIX, nos narra un curioso observador que se conocían tres clases de mantillas, la blanca, la negra y la de tiras que poseía una amplia banda de terciopelo y no tenía encajes. aunque se fabricaban con seda negra; las dos primeras han llegado a nuestra época, aunque la blanca ha dejado desgraciadamente de utilizarse.
El mantón, tal como hoy lo conocemos, si era de buena clase, estaba fabricado en China, siendo introducido en España por los barcos que hacían la ruta de Filipinas, de donde le viene la denominación de mantones de Manila.
La imagen muestra como el complemento ineludible de cualquier atuendo femenino era el abanico, los había para cualquier circunstancia y para cualquier época, incluso de invierno; con ellos mantenían las mujeres un auténtico lenguaje que manejaban con gran destreza.
Concurso de Balcones en Triana. Postal 1907.
Todas las postales son de la primera década del s. XX.
Balcón engalanado. Este es uno de los premiados. Postal 1902/1905. -
Balcón engalanado en el barrio de Triana. Obsérvese la palabra "comisión" compuesta con flores en la parte superior. Postal 1902/1905.
Calle Castilla y Concurso de Balcones. 1904.
 Puente de Triana. Postal 1902.
Carreta por el puente de Triana. 1906.
Acceso a Triana desde el puente, con la antigua capilla del Carmen, en el Altozano, semiesquina a San Jorge, que fue sustituida después por la diminuta actual, a la vera del puente. Postal 1904.
 Una fábrica de cerámica en la calle San Jorge. Postal 1901.
El verdadero protagonista de esta zona es, indudablemente la cerámica, en esta esquina comienza la calle Alfarería, la única de Sevilla que aún conserva el carácter gremial al concentrarse en ella la mayor parte de los artesanos de este género.
La tradición ceramista de Triana arranca de épocas bastante lejanas, sus cualidades ya se ponderaban en la etapa romana y en la época musulmana; cuando Sevilla experimenta la decadencia del siglo XVIII aún habían cincuenta y nueve maestros y ciento cincuenta oficiales, según podemos ver en el catastro del Ensenada.
A final del XIX y en la primera etapa del siglo XX, estos talleres se fueron convirtiendo en verdaderas fábricas con un carácter más moderno, debido al auge de los elementos cerámicos en la arquitectura regionalista; durante la Exposición del 29 tuvo lugar el verdadero salto hacia delante al engrandecerse y actualizarse su técnica y dirección empresarial con la creciente demanda.
Con seguridad esta postal fue tomada durante uno de los concursos de balcones que tanto realzaron la imagen popular de este barrio a principios del siglo 20.
 Puerto de Triana. Postal 1904.
 Vista del río desde el puente de Isabel II, en la que puede apreciarse la belleza del caserío de la calle Betis, así como la inexistencia del puente de San Telmo, lo que permitía a los barcos su atraque hasta el puente de Triana. Postal 1905.
 Puente y muelle de Triana.  Postal 1906.
Vista del puerto de Triana.
 Orilla de Triana  y Puente Isabel II. Postal 1904.
 Muelle de Triana. Postal 1902.
El río, Betis para los romanos, Guadalquivir desde los árabes y Len Baró (Rio Grande) para la enorme colonia gitana del lugar, junto a las características arcillosas del terreno favoreció la creación del arrabal. Triana, guarda y collación de Sevilla, como rezan los documentos antiguos. Sobre su datación las opiniones son discrepantes, algunos, como Guichot, lo fechan en la época romana, otros, como González de León, estiman que el asentamiento real se produce en el siglo XII cuando, dice, se construye el Puente de Barcas y el imponente Castillo de San Jorge. El origen del nombre lo hacen derivar de Trajano, cuya familia estaba asentada en Itálica; modernas opiniones siguiendo a Matute apunta a su posible procedencia del latín; trans annis, al otro lado del río, para devenir en Triana.
 Plaza del Altozano. Postal 1910.
Fue la más importante encrucijada de Triana, pues era el paso obligado hacia Sevilla. Su nombre ya existe en el siglo XVI, según los padrones de pecheros. Porticada en un tiempo, fue lugar de concentración de vendedores, paseantes, etc.
En el siglo XVIII se hace más amplio y diáfano con las reformas efectuadas por el asistente Avalos, ensanchándose la entrada del puente y derribando uno de los muros exteriores del Castillo de S. Jorge. Con sus escombros se eleva el nivel del suelo sobre las cotas de la inundación de 1783; formándose una plataforma en alto que fue decorada profusamente.
Haciendo juego se fabricó otra en el lado opuesto en tiempo de López de Lerena, y con el Puente de Isabel II cambió la fisonomía de la zona.
 Parte de la calle Castilla. Postal principios del siglo XX.
 Vista de Triana desde San Juan. Postal.
Foto: J Laurent 1880 (archivo Ruiz Vernacci.) en 2 partes.
Fototeca del Patrimonio Histórico, Mº de Cultura.
Si colocamos las dos fotografía anteriores una al lado de la otra, comprobaremos que es un magnífico montaje de los muchos que hizo J. Laurent, en el que domina el primer término de la Torre del Oro, la Catedral, la Caridad, las Atarazanas y la Comandancia de marina. Es muy bello el escorzo izquierdo de la calle Betis, que permanece terriza. Los términos lejanos `pierden nitidez por la perspectiva. Los barcos son de mayor calado y más modernos que los de la panorámica anterior y sus grandes chimeneas reflejan la reciente incorporación a la navegación de las máquinas "de vapor", anuncio de la llegada de la "Sevilla del futuro" y de tiempos nuevos.
 El embarcadero de Triana, donde vemos a las cigarreras dispuestas a cruzar el río, hasta la orilla de Sevilla. Postal 1903.
En esta imagen vemos el llamado puerto Camaronero, en la orilla de Triana, frente a la Torre del Oro y justo al lado de embarcadero por donde se cruzaba el río en barcas. Postal 1904. 
Foto: Lucien Levy - Década de 1880.
En esta toma se ve la escalerilla de Tagua con mayor amplitud y la disposición de la Velá al principio de la calle Betis. Al pie de la escalerilla se observan mostradores y veladores y un largo puesto corrido, cubierto con lienzo blanco, gallardetes y un candelabro similar a los que se colocaban en el puente. La esquina que formaba la escalerilla con la rampa se cubría con un terraplen, a continuación de cual se instalaban "sombras" y "banastes" para la venta de licores y refrescos. Se aprecia en la esquina inferior derecha algunos árboles de la "alamedilla", jardincillo que por esta época ocupaba el espacio que hoy ocupa el quiosco de Laureano o de las Flores. - Manuel Macias Miguez. Historiador de Triana.
Calle de San Jorge. 1908.
 Desde el puente, escalera a la calle Betis. Postal 1902.
Foto: Lucien Levy década de 1880.
Fotografía tomada durante la velá de Santana, presenta una panorámica total del Puente de Trianaedificaciones del Paseo de Colón y la entrada a la calle Almansa. A la izquierda se aprecia una parte del interior del mercado, y enfrente la escalerilla de Tagua, caracterizada por la presencia en el terrado contiguo de dos chimeneas que arrancaban de los pretiles, y que según parece correspondían a un tostadero de café que allí hubo. La escalerilla recibía ese nombre por un famoso contratista de obras de la época, Baldomero Tagua Garonil, de ascendencia italiana.
No aparecen las vías del tranvía lo que parece indicar que fue realizada antes de 1886-87(las obras para el tendido de los raíles del tranvía de mulas comenzaron en 1886 y dieron fin en 1887). Por ello la compañía The Seville Tramways C.L. pidió permiso para hacer el servicio del barrio mediante coches Rippert (transporte público tirado por caballerías pero sin vías). La colocación de los raíles por el puente no tomó forma hasta el 21 de Junio de 1889. - Manuel Macias Miguez. Historiador de Triana.
 Una expresiva imagen de la Triana de principios de siglo. La calle Pureza, a la altura de la Parroquia de Santa Ana. A la izquierda, la "Casa de las Columnas". Postal 1903.
Con la denominación actual se aglutinan dos antiguas calles de Triana, por un lado la calle que antaño se denominó de "Los Olleros", por radicar en ella dicho gremio que tuvo su momento culmen al final del siglo XV, y la llamada "Calle Ancha", o "Larga", de Santa Ana, estando el límite en la confluencia de la calle Arfián. Ambas fueron reunidas en una sola bajo la denominación de "Calle Pureza" en 1859, como homenaje a la Inmaculada, con motivo de la Definición de Dogma del misterio de la Pureza de la Virgen María, con el que Sevilla ha estado desde siempre vitalmente religado.
Aquí radican varios de los edificios civiles mas importantes del barrio, sobre todo, los construidos en el siglo XVIII, entre los que se encuentra la famosa "Casa de las Columnas" construido en 1780, que fue sede del colegio de mareantes de Sevilla.
A ella llegan las espaldas de la Iglesia de Santa Ana, la Catedral de Triana como se le ha venido denominando, construida en 1276 por Alfonso el Sabio.
Postal 1905.
Postal 1905.
Vista de Triana desde la Torre del Oro. Postal 1906.
 La orilla de Chapina, vista desde el puente de Triana, donde estaba el castillo de la Inquisición. Postal 1907.
Torre del Oro, Castillo de Triana y Puente de Barcas.
Grabado francés de mediados del siglo XVII. Universidad. Laboratorio de Arte.
En este grabado se aprecia el imponente Castillo de San Jorge, junto al puente de Barcas (ambos del siglo XII)
La gran fortaleza del mismo compuesto de, barbacanas, puentes levadizos, fosos y un robusto muro con ocho torres y una central donde se alojaba la Iglesia de San Jorge, que le dio nombre, según referencias contemporáneas (A. Morgado. Historia de Sevilla). Dio cabida al Tribunal de la Inquisición desde 1481 hasta 1785 en que se trasladó al Colegio de las Becas. Allí fueron condenados, al decir de Moreau de Jónes, más de trescientas mil personas, muchas de las cuales murieron en la hoguera. A partir de este traslado se decretó su demolición para abrir calles y levantar nuevas edificaciones, uniéndose así al Altozano.
La extensión del Castillo fue paulatinamente cercenada hasta que en 1825, en tiempos de Asistente Aznárez, tuvo lugar su definitiva demolición. En su lugar se levantó el Mercado de Abastos, hasta hace poco allí establecido.
Puente de TrianaFoto: Lucien Levy,  finales siglo XIX.
Puente de Isabel II, mas conocido como Puente de Triana. Foto L. Roisin 1920-1930.
Puente de TrianaFoto: Lucien Levy finales siglo XIX.
Foto: Marqués de la Isla (Caucho) 1905.
Obras en el Puente de Triana con  los "mirones de obras", casi una profesión, que nunca ha faltado en Sevilla.
  Calle Betis, y Torre de Santa Ana.  Foto: Jean Laurent, Albúmina, 1862.
Torre de la iglesia de Santa Ana. 1911.
Tiene detalles mudéjares en el primer cuerpo. El templo, de tres naves, edificado por Alfonso X el Sabio, ostenta interesantes zócalos de azulejos.
Puerto de Sevilla y calle Betis.Foto: Jules Marinier(Estereoscópica) 1865.
Al fondo se aprecia la calle Betis, unos seis años aproximadamente después de bautizársele con este nombre. En esta hermosa estereoscópica hecha desde el muelle antes de la terminación de su reforma, podemos ver uno de los últimos vapores de estilo "Mississippi".
Sevilla desde la calle Betis. Foto: Marqués de la Isla, 1902.
Vista de la desaparecida Vega de Triana.

Semana Santa en Triana
Amigos trianeros, seguro que hay postales más bonitas de la Esperanza y del Cachorro, pero es lo que tengo de principios del siglo XX; y como quiero mantener la línea antigua del blog, ahí va esta pequeña muestra.
La esperanza a su paso por el puente de Triana. Postal. 
Cristo de la Expiración a su paso por el puente de Triana.
El puente, desde su construcción, ha sido testigo de los desfiles procesionales de las cofradías trianeras . En esta postal de 1907 vemos transcurrir hacía Sevilla el paso de la Virgen de la O en la tarde del viernes Santo.
Cristo de la Expiración, en Triana.
Jesús Nazareno. Parroquia de la O.
- - * - -

La Cucaña
En Triana en el mes de Julio durante " La Velá de Santiago y Santa Ana",  todos los años se celebra un juego muy sevillano y antiguo como la Cucaña en el río. Los participantes deben mantener el equilibrio y alcanzar un banderín colocado en la punta de un palo en la proa de un barco y untado con sebo. 
A continuación les pongo dos ejemplos para que vean la antigüedad que tiene esta tradición que se celebra en diferentes regiones de nuestro país.
La Cucaña, 1787.
Francisco de Goya y Lucientes.
En el cuadro que pintó Francisco de Goya para los duques de Osuna, vemos una cucaña en vertical donde los pequeños tenían que trepar hasta la punta para conseguir su premio, que como se aprecia en esta magnífica obra ,se trata, de unas roscas de pan y unas gallinas.
Grabado. Francisco de Leygonier Y Haubert, 1852.
En Noviembre de 1852 nació, en el Palacio de San Telmo, la infanta María Cristina de Orleáns y Borbón, hija de los duques de Montpensier, durante la fiesta de celebración se organizó una cucaña en el río. El numeroso público se divertía tanto en chalupas como en la orilla de lo que hoy es la Plaza de Cuba y la actual calle Betis. Este grabado realizado por J.F.G. sobre albúmina de Leygoniert se publicó en el diario El Porvenir de 24 de Noviembre de 1852.
Gracias, y espero les haya gustado.

12 comentarios:

  1. Interesantes vistas de triana. El puente y la orilla del guadalquivir sigue casi igual sobretodo si te quedas con la esencia. Mira si soy trianero que estando en la calle sierpes me considero extranjero,,,recuerdo haber leido cuando estuve,,un blog inspirador. Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas Gracias, me alegro mucho que te haya gustado ver tu Triana en otra época, y es verdad lo de la esencia, yo paseo muchas veces por la calle Betis, Pureza, el Altozano etc., y tienes la sensación de que no estás en Sevilla, hay algo que hace sentir a gusto, el olor del río y en algunos sitios a pescaito frito, en fin, que recomiendo el que lea este comentario que venga a Sevilla y que no deje de pasar por Triana.
      Un abrazo.

      Eliminar
  2. ¡¡¡PRECIOSO!!!
    Un meritorio y arduo trabajo, exquisito en la exposición, con el valor documental histórico añadido.
    Triana, ricón escogido por el arte, y la simpatía, unos de mis lugares preferido de Sevilla.
    ¡ENHORABUENÍSIMA!
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchísimas gracias por todo y estoy contigo en que Triana es unos de los sitios más agradable para pasear y tapear de Sevilla.
      Un beso.

      Eliminar
  3. Sólo puedo añadir: ¡Magnífico! a lo expuesto. Felicidades.

    ResponderEliminar
  4. Muchas gracias Santiago, por tu visita y tu amable comentario.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. gracias manuel por tu trabajo, me has hecho vivir unos instantes en esa epoca, que para mi es tan romantica como los inicios del siglo xx.
    un saludo.

    ResponderEliminar
  6. Gracias siempre a ti, y más, por haberte molestado en escribirme tan amablemente.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  7. ¿Qué decir de mi barrio? ...
    si en una sola palabra, su nombre, se resume todo ...
    ¡¡¡ TRIANA !!! ... ¡¡¡casi ná!!!.

    Hago presente una letrilla del fallecido Manuel de Molina

    "Mira si soy trianero que estando en la calle Sierpes me considero extranjero "

    TRIANA ... ¡¡¡ PUENTE Y APARTE !!!

    ResponderEliminar
  8. Estimado amigo, muchas gracias; y tenéis motivos sobrados, para estar orgulloso de vuestro barrio, al que visito muy asiduamente.
    Un cordial saludo.

    ResponderEliminar
  9. Buenos días, estoy realizando una tesis sobre Triana, me gustaría pedirle si puedo utilizar algunas de sus imágenes para mi trabajo. Gracias y un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En primer lugar pedirle disculpas por no haberle respondido antes, pero es que hasta hoy no he visto este comentario suyo, y esto seguro que es, debido a que me ha escrito cono desconocido, y el sistema lo suele retener.
      Un saludo e imagino que ya lo debe de haber resuelto...Lo siento.

      Eliminar